El cardenal Hollerich pide «no tener miedo» de «cuestionar» temas delicados que afectan a la Iglesia

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El disruptivo cardenal Hollerich, Relator General del Sínodo, reconoció que ya están «cansados» de tanta reunión sinodal aunque ha pedido a los participantes que «esto no debe convertirse en una excusa para reducir el compromiso con nuestro trabajo, como si fuera la última semana de clase».

Cinco son los temas sobre los que pedalearon ayer los padres y madres sinodales: la renovación del servicio de la autoridad, con la mirada puesta en ese «clericalismo» que puede afectar también a los laicos e impedir a la Iglesia avanzar; el «discernimiento en común», para construir un consenso no polarizador y, al mismo tiempo, respetuoso de la autoridad; la creación de estructuras e instituciones «sinodales»; la construcción de «redes» entre las Iglesias locales, a la luz de la «sana descentralización» deseada por el Papa. Por último, la «potencialidad» de la propia institución del Sínodo, evaluando «el experimento» de ampliar la participación a un grupo de «no obispos».

El purpurado luxemburgués reconoce que todas estas cuestiones son «delicadas» porque «afectan a la vida concreta de la Iglesia y también al dinamismo de crecimiento de la tradición: un discernimiento equivocado podría romperla o congelarla. En ambos casos la mataría». Cuestiones, por tanto, «que requieren ser afrontadas con precisión de lenguaje y de categorías». Por eso, el cardenal animó a teólogos y canonistas, tanto latinos como orientales, a «ayudar» a la reflexión: «No tengamos miedo de cuestionarlas».

A los participantes en el Sínodo les espera una «doble tarea» cuando vuelvan a casa. Por un lado, difundir los resultados de la primera sesión, implicando a las conferencias episcopales, los grupos sinodales, los medios de comunicación, etc. Por otro, planificar cómo «recoger las reacciones de las Iglesias locales», para llegar «preparados» al Sínodo de 2024, es decir, «cargados de una conciencia más clara del Pueblo de Dios sobre lo que significa ser una Iglesia sinodal».

«Somos muy conscientes de que este Sínodo será evaluado en función de los cambios perceptibles que se derivarán de él», añadió el Relator General. Esto es cierto para «los grandes medios de comunicación, sobre todo los más alejados de la Iglesia», que se interesan por «los posibles cambios en un número muy limitado de temas», pero también para «nuestros colaboradores, los miembros de los consejos pastorales, las personas que están implicadas en las parroquias». Todas estas personas «se preguntan qué va a cambiar para ellos», «se preguntan cómo es posible en una Iglesia todavía poco sinodal, en la que sienten que su opinión no cuenta y que son unos pocos o uno solo los que deciden todo», afirmó el cardenal. Estas personas están especialmente interesadas en «los cambios, pequeños pero sensibles, sobre los temas que nos disponemos a tratar en este módulo».

El cardenal Hollerich, miembro del Consejo de cardenales que asesoran al Papa, defendió que la cuestión que se refiere a la autoridad, no es para «cuestionar» la de los ministros ordenados y los pastores que, como sucesores de los apóstoles, tienen «una misión especial en la Iglesia», aclara el cardenal.

La reflexión giró sobre la «corresponsabilidad en la misión de la Iglesia», porque, subraya el cardenal, «en los lugares donde reina el clericalismo, hay una Iglesia que no se mueve, una Iglesia sin misión». «El clericalismo puede golpear al clero y también a los laicos cuando pretenden mantener una responsabilidad para siempre», insiste, «los clericalistas sólo quieren mantener el statu quo, porque sólo el statu quo consolida su poder. Misión… ¡imposible!».

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Comentarios
8 comentarios en “El cardenal Hollerich pide «no tener miedo» de «cuestionar» temas delicados que afectan a la Iglesia
  1. Estoy completamente de acuerdo con el cardenal Hollerich.

    Vamos a cuestionar el Concilio Vaticano II y sus errores pastorales.

    Vamos a cuestionar la desastrosa reforma litúrgica de 1970 y sus devastadoras consecuencias en el pueblo fiel. Cuestionemos decididamente «Traditionis Custodes».

    Vamos a cuestionar la deriva modernista de gran parte de la jerarquía católica. Cuestionemos «Amoris laetitia» y numerosos documentos ambiguos de este pontíficado.

    Cuestionemos el Sínodo de la Sinodalidad. No tengamos miedo, cardenal.

    1. Lo que usted escribe no es lo que quiere Hollerich. Ya ha declarado que la Iglesia ha de aceptar la sodomía. Con Francisco y sus Jesuitas (Hollerich es Jesuita), cansan con «discernimiento» que es un concepto que utilizan para aprobar el pecado. San Ignacio trata la cuestión del discernimiento como un método para elegir entre dos bienes. En cambio, con Francisco, se trata de escoger cometer un pecado, como se señala en Amoris Laetiae, donde gracias al supuesto discernimiento, un adúltero puede recibir la Sagrada Comunión. Ni los Padres de la Iglesia, ni San Ignacio consideraban eso discernimiento. Si la cuestión es pecar o no pecar, no hay nada de discernimiento.

      1. José Martínez: Juanjo tan sólo está empleando el sarcasmo para subrayar la «ley del embudo» aplicada por este jesuita heterodoxo (valga la redundancia), que pretende que nadie cuestione los disparates que él sostiene, pero, en cambio, hace justo lo contrario con la fe católica (incluyendo la moral que deriva de la misma) y con aquellos que la profesan íntegramente.

  2. Francisco dijo alguna vez: «No miren lo que yo digo, miren lo que yo hago». Lo que èl ha hecho y hace es nombrar personajes como èste y tantos otros, que hacen las cosas que hacen .

  3. Espero que si a él lo abren en canal y ya que están, lo operan de alguna valvula coronaria, no tenga miedo

    Porque Hollerich, es lo mismo que vosotros estais haciendo: Abrir en canal a la Iglesia a ver qué organos vitales se pueden tocar para que dejen de funcionar. Sois unos hdep

  4. Le tomo la palabra a Su Eminencia. Quisiera cuestionar el delicado tema del proselitismo ecologista de emergencia climática desde la Santa Sede, me parece que agrava la crisis del magisterio eclesial, al hacerlo extensivo a algo que no puede integrar el depósito único de la fe, a algo que no es más que el producto de las reflexiones personales del Papa en temas para los que no cuenta con cualificación doctoral mínima.

    Muchas gracias, Eminencia.

  5. Qué gran contradicción! La Compañía de Jesús, la gran Orden jesuítica que tanto contribuyó a salvar a la Iglesia católica en el cataclismo protestante del siglo XVI, es ahora la nave capitana que ataca y amenaza ruina a esa misma Iglesia… San Ignacio de Loyola y la gran banda de santos y mártires que siguieron sus reglas deben estar lamentando esta deriva de la Orden…

  6. Tenía yo un Profesor de Derecho internacional público muy original y divertido cuando hacía la carrera de Derecho en Madrid; una vez llegó a clase, y en la pizarra encontró escrito: «Luis Cobos, versionate tus pe-os». Mi profesor, más o menos, replicó: No sabía yo que eso se pudiera versionar. Pues eso, eminencia «cuestionese sus pe-os» y deje a la Iglesia de Cristo en paz.

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