Al término de las sesiones sinodales en el día de ayer, el prefecto del Dicasterio para la Comunicación y presidente de la Comisión para la Información, Paolo Ruffini, volvió a desmentir que cuestiones polémicas como la bendición a parejas homosexuales sea el epicentro de las conversaciones entre los miembros sinodales.
La prensa aprieta en una dirección y los lobbistas (especialmente laicos y religiosos) presentes en la Asamblea sinodal hacen lo propio en las mesas de casino ante los obispos y cardenales para marcar la hoja de ruta y la agenda en las conversaciones.
En el día de ayer, los temas abordados fueron los siguientes: el verdadero sentido de la sinodalidad, la riqueza de la diversidad, el papel que desempeñan las bautizadas y los bautizados en el seno de la Iglesia, la actividad misionera, el ecumenismo y el diálogo interreligioso, el papel de la mujer en la perspectiva del diaconado femenino y la evolución digital, sin olvidar a los jóvenes de los países pobres del mundo que están completamente aislados del uso de las tecnologías más modernas.
Respondiendo a las preguntas de algunos periodistas sobre si se había hablado o no del «dolor» de las personas LGTB, la Hna. Murray dijo que «se ha hablado del tema del dolor en círculos más pequeños. Se ha intentado comprender cómo la Iglesia, en los ámbitos litúrgico y pastoral, puede hacer entender que pide perdón por el dolor causado. Hay mucha conciencia”.
En la misma línea, otro periodista preguntó si se había abordado la cuestión de las bendiciones para las parejas del mismo sexo. El Prefecto Ruffini explicó que la cuestión «no es central. Se habló más de la formación, de los ministerios ordenados, de la opción preferencial por los pobres, del colonialismo». La doctrina católica, añadió Ruffini, está en el centro de todo lo que se hace en el Sínodo.
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A ver… Este tema es central… Lo demuestra el hecho de que se habla de él por individuos enviados ex profeso por Bergoglio… Y que nunca los habría enviado ni Juan Pablo II ni Benedicto XVI nunca jamás de los jamases… Lo único que están haciendo es buscar aquellas premisas y conclusiones que permitan una preliminar aceptación, una búsqueda de conceptos que pueden servir para incluirlos…
¡Hombre, qué alivio! ¡No es «el tema central»!
Claro , no diran de una forma descarada que se puede bendecir el gaymonio. Lo diran como Tucho: que cada persona tiene que discernir que el amor puede ser bendecido.
Ya sabemos que cuando hablan de amor en realidad quieren decir sexo. ¿Que clase de amor es que puede llevar a cometer un pecado mortal? Eso sera deseo o concupiscencia, pero nunca sera amor.
Se empieza bendiciendo a los sodomitas y se acaba poniendo la bandera arco iris en el Vaticano, al tiempo. Después llegarán degenerando nuevas propuestas, la poligamia, la zoofilia con el argumento de que si hay amor, que importa el sexo. Y degenerando llegaron los padres sinodales a perder la fe y después el juicio. Ay de verdad, que asco.
Es que es eso… porque eso está ocurriendo a nivel político.. cada vez todo más aberrante, ahora la cosa va de pervertir a los niños y ya seguramente en un futuro no muy lejano acatar la pederastia como «normal» porque «el niño puede decidir con quien quiere acostarse o no» (igual que ya decide si se quiere mutilar los genitales o no)… Que lo diabólico-masónico del mundo esté penetrando tanto en la Iglesia es terrible, pero que la gran mayoría de curas y obispos sigan callados es ya el remate… ¿No temen el juicio de Dios? ¿No tienen fe en realidad?¿Qué hacen ahí, sólo están para recibir un sueldo? ¿Dónde dejan la salvación de las almas?
No es que estén callados, es que en los medios de comunicación de la iglesia como Radio Maria no pueden estar cinco minutos sin elogiar al heresiarca y se quedan tan panchos. Es una auténtica calamidad que sacerdotes con formación y aparentemente sensatos acaten las órdenes inicuas de la CEE. O están ciegos o son unos prevaricadores, cómplices necesarios de la deriva destructiva de la iglesia. Muchos oyentes llaman desesperados y son inmediatamente censurados. Pero cuando este proceso fracase, ya verán como todos estos dirán, con todo el morro, que ellos criticaron la revolución modernista en la iglesia.
«No es el téma central». Pero confirma que si es tema. Tampoco fue tema central deAmoris Laetitia la ayuda sacramental de los divorciados vueltos a casar, ya que solo se menciona el tema en una nota de pie de página. Pero fue lo única novedad que trajo el documento. Todas las lecturas progresistas que se hacen de AI citan precisamente ése tema que se coló por encima del sinodo. Para que después digan «fue el Espíritu Santo».