Y qué dice Omella de lo que está pasando con Cremades

Omella y Cremades
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La Comunidad de Lanceros ha seguido muy de cerca todo el “affaire” Cremades de los últimos días. Como ya se publicó en nuestra web, la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha dirigido una carta a Cremades & Calvo Sotelo en la que le exige que en el plazo de 10 días le entregue el informe sobre los abusos sexuales a menores cometidos en el seno de la Iglesia, investigación que el despacho de abogados inició en febrero de 2022.

La respuesta de Cremades a través de unas fuentes del despacho que mayoritariamente eran Manuel Campo Vidal fue que “en pocos días entregará el Informe” cuyo retraso se debe -añadían- a que se “está a la espera de recibir datos del Dicasterio para la Doctrina de la Fe sobre 300 casos que no se han podido contrastar si coinciden con la lista disponible”. 

O mucho ha cambiado el Dicasterio de Doctrina de la fe con el amigo Tucho o esa excusa no hay quien se la crea. Que sepamos, la investigación francesa no contrastó los datos con Doctrina de la fe, ni la alemana, ni la australiana, ni la belga, entre otras razones porque Doctrina de la fe no suelta prenda. Y si lo hiciera, a quién, ¿a Cremades o a la Conferencia Episcopal?  Cuando la Conferencia Episcopal presentó su Informe “Para dar luz”, ¿también tuvo que esperar a que Doctrina de la fe le diera datos? 

Un miembro de la Comunidad de Lanceros ha añadido una pregunta que puede dar pistas. ¿Es Doctrina de la fe quien va a dar los datos para que Cremades contraste o es monseñor Bartomeu, oficial de ese Dicasterio, de quien Cremades se enorgullece de mantener una excelente relación hasta tal punto que va citando ideas de Bartomeu a quien le quiera escuchar? ¿Trabajará Bartomeu también para Cremades o será Cremades quien trabaje para Bartomeu?  

Ahí no queda la cosa. Hemos leído también que las mismas fuentes del despacho, o parecidas, dicen que “se va a entregar un estudio (un resumen) “dentro de diez o doce días”, y que el informe completo lo facilitarán en diciembre”.

En sustancia de puchero, que en diez o doce días entregarán algo para que los obispos se queden tranquilos, pero que lo importante lo dejan para diciembre. ¿Estarán dispuestos los obispos a que, de nuevo, les tomen el pelo? ¿Parece serio todo esto? Claro que la otra hipótesis es que se esté hablando de verdades a medias, vamos, que no se esté diciendo la verdad. 

Otro miembro de la Comunidad de Lanceros plantea una segunda pregunta. El resumen que se va a entregar en diez días es el resumen del trabajo hecho por Alfredo Dagnino o de qué trabajo. Como bien saben los obispos españoles, quien se encargó de reunirse con ellos fue Alfredo Dagnino, que es el que dirigía la operación. También hemos leído que Alfredo Dagnino hizo ya el trabajo y que los obispos lo tienen. Luego si tienen el trabajo de Dagnino, que se supone es el trabajo que se le encargó al despacho de Cremades, a qué viene entregar un resumen, que se supone forma parte del trabajo. Y, sobre todo ¿qué informe es el de diciembre?, ¿otro distinto del de Dagnino?  

Las fuentes del despacho de Cremades, tan citadas en estos días pasados en la prensa, añaden que, “a partir del trabajo de la comisión de treinta personas, investigadores de todo el mundo, se va a presentar un estudio extraordinario que “no se puede precipitar”. Y que es difícil acceder a esa investigación. “Se ha escuchado a las víctimas como nunca se ha hecho”, concluyen esas fuentes. Entonces, el trabajo de diciembre está hecho por “la comisión de treinta personas” y no es el de Dagnino. Luego, ¿qué se ha hecho con el informe Dagnino?  

Como pueden ver nuestros lectores, este proceso está regido por la claridad y por la transparencia. No nos referimos a la cuestión económica de la que ya hablaremos en su momento. 

La primera pregunta que habría que hacer a Omella, responsable último de todo este desaguisado, es si va a asumir la responsabilidad del espectáculo que estamos dando en España con la investigación de la pederastia en la Iglesia. Recordemos que fue Omella quien se sentó con Cremades en aquella multitudinaria rueda de prensa en la que no cabíamos los periodistas y quien llevó la voz cantante por parte de la Iglesia.  

De momento, Omella está en Roma “sinodeando”. Habrá que ver qué pasa cuando vuelva y presente el Informe sobre la pederastia de la Iglesia española. Pero, ¿cuál de ellos?  

 

Diego Lanzas

 

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Comentarios
10 comentarios en “Y qué dice Omella de lo que está pasando con Cremades
    1. Yo solo me represento a mi. Si Diego Lanzas, articulista, habla de una comunidad de lanceros, lo normal, sería que explicara quienes son y si existen

      1. Toda la vida han existido pseudónimos y juegos de máscaras en el periódico más suelto y «desenfadado», por así decir. Y el religioso no iba a ser menos: recuerde a «Gonzalo de Berceo» en Alfa y Omega, y hasta «Rumores de Ángeles» en Religión Digital.

  1. En EEUU, una vez que un sacerdote es acusado de abusos sexuales a menores, no solamente es echado de su parroquia sino que su nombre aparece en la web de la diócesis, sin que hay habido ninguna investigación. Esto es un pecado grave contra el 8o mandamiento que la casi totalidad de los obispos de ese país cometen. Además, me consta que un bueno porcentaje de los Canonistas están molestos por el hecho de que las normas aprobadas por Benedicto XVI no protegen los derechos de los sacerdotes. Una vez que un sacerdote es acusado ya está condenado y su vida arruinada. ¿Esto es lo que quieren hacer en España? Ya ha habido el caso de Granada en el que Francisco metió la pata y al final el juez impuso una indemnización de 60,000 euros a la falsa víctima. El Arzobispo de Granada se postró ante el altar de la Catedral cuando se investigó la cosa resultó no ser NADA.

  2. Todo este desmadre empezó con las normas de Benedicto XVI en 2010, que efectivamente era un gran teólogo pero un pésimo jurista. Hoy en temas de acusaciones de pederastia se conculca el habeas corpus (el fake de los indígenas de Canadá), la presunción de inocencia (caso Román en Granada), la irretroactividad (caso Gaztelueta) y el non bis in ídem (otra vez Gaztelueta).
    Lo que entreveo en España son movimientos desde Roma para que Cremades ponga sobre la mesa, no los casos reales no prescritos (que es lo que quería la CEE, en esto actuaron muy bien), sino la lista de simples acusaciones desde hace 50 años, para a continuación crear una comisión de la verdad que estruje económicamente a las diócesis y derrote a los obispos españoles ante la opinión pública. Pienso, quizás, que de esa manera el Papa podría cambiar más rápidamente el episcopado español, que se le resiste, y lo haría a la manera que hizo con Chile. Omella es nuestro Bellido Dolfos.

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