Pietro Vittorelli, abad emérito de Montecassino, ha muerto a la edad de 61 años a causa de un infarto.
Nada pudieron hacer los médicos para salvar la vida del religioso que falleció en su apartamento en Roma. Vittorelli fue nombrado 191º sucesor de san Benito el 25 de octubre de 2007 por Benedicto XVI. Pero un cúmulo de supuestos escándalos y acusaciones forzaron que presentara su renuncia en junio del 2013 y que fue aceptada por Francisco.
Investigación y posterior absolución
El nombre de Vittorelli está vinculado al escándalo que afectó a la abadía después de que la Guardia di Finanza, en 2015, iniciara una investigación sobre el uso de los fondos de la abadía. Tanto él como su hermano Massimo acabaron bajo investigación por blanqueo de capitales y malversación de fondos.
El Departamento de Finanzas planteó la hipótesis de que Don Pietro se habría apropiado de 588 mil euros destinados a las obras caritativas de la diócesis de Montecassino. Ese dinero -según la fiscalía- había sido utilizado por el entonces abad para viajes al extranjero, estancias en hoteles de lujo y cenas en lugares exclusivos.
En mayo de este año, los jueces de la sección décima del tribunal de Roma le absolvieron tanto a él como a su hermano de los delitos que le acusaban.
El juicio contra el abad comenzó en 2017 tras una serie de controles realizados por los financieros coordinados por la fiscalía. Las pesquisas impugnaron el faltante de medio millón de euros que Vittorelli había transferido a la cuenta mancomunada con su hermano Massimo, también señalado por los magistrados pero por blanqueo de capitales. Ese dinero «en parte me lo dio mi familia y en parte se debió a mi caridad personal por las buenas obras que hice», dijo Dom Vittorelli, explicando que había «usado el dinero de la abadía y la diócesis con respecto a las leyes canónicas». En mayo la justicia le dio la razón y fue absuelto.
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Un infarto en un hombre muy joven aún.
Desconozco absolutamente el caso, y el texto recuerda que el benedictino fue absuelto de los cargos que se le imputaban.
Aunque, leyendo el texto, aparece que si su hermano, que si hoteles de lujo y cenas, una cuenta bancaria conjunta con su hermano, que si blanqueo, que si «mi caridad personal, por las buenas obras que yo he hecho» (¿? ¡!)
Entiendo que lo de «con respecto a las leyes canónicas» es, más bien, «con respeto a las leyes canónicas».
Quizás hay más de un problema de traducción y, de nuevo, que no conozco el caso, para comprender esto.
Pero un abad de un monasterio es, ante todo, un monje. Él, como toda persona consagrada a Dios y a Su Iglesia, ha hecho determinados votos. Y votos perpetuos (para la mayor Gloria de Dios y bien de su alma): pobreza, obediencia y castidad. ¿Una cuenta bancaria conjunta con su hermano? (¿el hermano era otro monje del monasterio?… y aún así).
En fin, descanse en paz, y que Dios le tenga en Su Gloria.
Lo terrible nadie le devolvió su buen nombre