La que se avecina con el informe de Cremades

Cremades y Omella
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Si el genio de la lámpara se me apareciera esta tarde, uno de los tres deseos que le pediría sería retroceder en el tiempo y poder estar presente en esa reunión de la calle Añastro en la que algún lumbreras tomó solemne la palabra y dijo: “A Cremades, hay que contratar a Cremades” y se quedó tan pancho.

Me encantaría saber si hubo voces discrepantes o si aquello fue acogido con unánime regocijo. El resto ya lo sabemos: el despacho elabora un documento a modo de propuesta de contrato y pide que si están de acuerdo se firme, y ahí va Omella y pone su rúbrica. Es decir, no hubo una ida y vuelta de propuestas ni correcciones, ni matizaciones, ni la lógica negociación en todo contrato. Lentejas son, como deja claro el último párrafo.

Sospecho que ser un miembro del Opus Dei que le dio una importante ventaja y con ese currículo los obispos mordieron un anzuelo que les retrata como bisoños mercantiles; no es casual el tono lila de los solideos.

La publicación del “contrato” suscrito entre la Conferencia Episcopal y el Despacho de abogados deja en mal lugar a ambas partes, especialmente a los inexistentes negociadores eclesiásticos que aceptaron un coladero. De la ortografía y sintaxis del documento hablaremos en otro momento ya que son otras dos víctimas de abusos en este episodio.

La tarea le vino rodada porque la consigna desde la CEE fue la de colaborar con Cremades y ésta fue aceptada por casi todos. A regañadientes por algunas congregaciones religiosas que se vieron comprometidas a cooperar con los becarios haciéndoles entrega de datos internos, revelando acusaciones a hermanos, aunque éstas hubieran sido clarificadas, obligando incluso a revolver la memoria de personas fallecidas sin darles opción a la defensa o trasladando cualquier denuncia por falsa o cierta que fuera. Sin barreras.

Y así, Don Javier contó con la formidable ventaja que brindó el mandato de la CEE y que unido a su pertenencia a la Obra le daba un atuendo de peluche de Norit, consciente de que con la guardia baja es mucho más fácil golpear con letalidad a un desvalido. No había peligro de manipulación -pensaron entonces- y los corderos fueron entrando mansamente en la madriguera del lobo.

Del trabajo final podemos arriesgarnos a anticipar que ignorará los Derechos Fundamentales de presunción de inocencia, tutela judicial efectiva, derecho a la defensa o la reinserción de las penas privativas de libertad. Pisoteará instituciones elementales del derecho como la prescripción, la extinción de responsabilidad por muerte, planteará indemnizaciones extrajudiciales asumiendo las denuncias como ciertas y el non bis in idem será un latinajo vacuo.

Y además le servirá a alguien para ganar el mundo entero porque, vista la redacción venenosa del documento, este contrato pro bono será millonario. Al tiempo.

Aurora Buendicha.

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Comentarios
11 comentarios en “La que se avecina con el informe de Cremades
  1. Cremades ha demostrado ser un traidor desde que le dio una entrevista a El País y se unió a su campaña. Fue un error contratarle y ahora es un abogado que ataca a su cliente. Espero que tome nota quien tiene que tomarla y aprendan a no fiarse.

  2. De acuerdo son el artículo. Se llevan años dejando indefensos a los sacerdotes. Cualquier acusación, aunque sea indemostrable o pura calumnia, es aceptada. Reitero la pregunta que he hecho en otras ocasiones: si se ha demostrado la cantidad impresionante de denuncias falsas en la mal llamada violencia de género ¿por qué se admiten como verdaderas todas las que son contra sacerdotes, aunque ya estén fallecidos y supuestamente se hayan cometido hace ochenta años?

  3. Me he indignado como nadie de las arremetidas contra el Opus en el caso del latrocinio de Torreciudad, pero ahora que es muy típico de muchos miembros del Opus ese mimetismo con la mezquindad ambiental, ahí está el ministro Fernández Díaz y su complacencia con la pasividad del gobierno de Aznar con el aborto, o en Cataluña los del Opus que son nacionalistas, o alguno que es hasta de Bildu en las vascongadas… así que no me extraña nada si todo lo de este artículo es verdad. Es indudable que a Cremades le interesa profesionalmente más el quedar como ariete de la pederastia clerical que como fontanero del episcopado. Típica ingenuidad inclerical la de buscar un facilitador y encontrarse con un oportunista, ocurre a menudo en todos los niveles, desde parroquias hasta el Vaticano. Cosa aparte esa manía de dar por verdadera cualquier simple acusación de pederastia. Qué horror.

  4. El artículo está mal redactado porque presupone que el lector sabe quien es Cremades y otros detalles que en realidad lo hace incomprensible al que no está al tanto de lo que trata.

  5. «El trabajo final podemos arriesgarnos a anticipar que ignorará los Derechos Fundamentales de presunción de inocencia, tutela judicial efectiva, derecho a la defensa o la reinserción de las penas privativas de libertad. Pisoteará instituciones elementales del derecho como la prescripción, la extinción de responsabilidad por muerte, planteará indemnizaciones extrajudiciales asumiendo las denuncias como ciertas y el non bis in idem será un latinajo vacuo.»

    Si Cremades hace eso, cualquier diócesis, orden o congregación puede demandarlo por una indemnización millonaria, porque todos estos principios y valores son derechos humanos: intrínsecos, imprescriptibles, ius cogens, inalienables, indivisibles, universales.

    Cremades nunca jamás puede decir si los hechos, autores y víctimas son ciertos o falsos, no puede dictar culpas ni fijar indemnizaciones ni extrapolaciones.

  6. Las palabras de San Ignacio de Antioquía: «Nada sin el obispo», no son de aplicación para el episcopado español, que mayoritariamente se ha convertido en enemigo de su clero, cuando confía en Cremades para elaborar una auditoría sobre pederastia. Cualquier observador neutral, viendo los integrantes de ese despacho, se dará cuenta de que lo previsible es que su informe se sume a la lamentable campaña de difamación anticlerical. Y lo más triste es que los obispos apoyen esa infamia.
    Con estas felonías, que no esperen los obispos que los sacerdotes les secundemos. ¡Cuanto más lejos de los obispos, mejor!

  7. Y todo esto sin conocer el informe Cremades; sois la pera. ¿Podréis dejar de hablar del Opus Dei como si cien mil personas de toda raza, lengua, cultura y condición, pensara como uno solo?; asqueroso clericalismo.
    Atentamente
    Javier

    1. Sin duda que cien mil personas del OD, sin contar las bajas no contabilizadas para sugerir mayor número, piensan lo mismo, porque el control que ejerce el OD sobre ellos incluye ambos fueros, el interno y el externo: Una secta en el corazón mismo de la Iglesia que fundó Jeuscristo. Abundante información al respecto hay en las redes. Léase vd. mismo D. Jaime, los documentos internos y secretos del OD, que por cierto ninguno imprime el NIL OBSTAT (o IMPRIMATUR)

      Y si vd. quiere, a continuación de su respuesta le seguiré dando detalles de todo lo que digo. Sin problemas. Tengo para hacer varios libros

  8. Pues yo necesitaría que el articulista explicará 1) por qué el contrato va a ser millonario, si en el texto del mismo artículo dice que es pro Bono, y 2) en qué se basa, o cuáles son los antecedentes, para pensar que el informe se va a saltar todos los derechos. Porque así como está redactado no se entiende por qué dice lo que dice.

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