John Stowe, obispo de Lexington, en Kentucky, notorio defensor de la ‘acogida’ a las ‘personas LGTBI’, ha expresado su apoyo a las “bendiciones” de las uniones entre personas del mismo sexo después de la declaración del Papa Francisco de que tales bendiciones pueden ser discernidas por los sacerdotes para ser aceptable en determinadas circunstancias según la “prudencia pastoral”.
Hay una ley no escrita en la Iglesia postconciliar según la cual lo que se permite como excepción acaba constituyendo la norma y los discernimientos van siempre en la misma dirección. Pasó con la comunión en la mano, pasó con el (no) latín en la liturgia, y ahora está pasando, en vivo y en directo, con las bendiciones en la Iglesia -y en la iglesia- de parejas del mismo sexo.
El Papa, en su respuesta a los primeros dubia presinodales de cinco cardenales vino a dejar en manos de los obispos la facultad de ‘bendecir’ parejas homosexuales, siempre que no se confunda con el rito matrimonial, y ya se están apuntando los obispos.
Es el caso del obispo Stowe de Lexington, en Estados Unidos, que en declaraciones a TIME sobre la respuesta del Papa asegura: “No está diciendo que debamos crear un ritual que pueda realizarse en cualquier lugar y en cualquier momento, sino que [las bendiciones] pueden ser un respuesta a individuos, parejas o grupos de personas que piden una bendición especial en una ocasión”.
Ya se ha abierto la veda, y nos tememos que, una vez más, el ‘discernimento caso por caso’ se convierta en el uso ordinario.
Claro que Stowe no es cualquier obispo. Es, más bien, el tipo de purpurado que esperaba algo así como agua de mayo, dada su cercanía con la mafia lavanda. En 2021, participó en un evento organizado por la asociación pro-LGBT Dignity USA , que rechaza las enseñanzas de la Iglesia sobre varios puntos de fe y moral. Dignity USA presentó el evento como una reacción al pronunciamiento del Vaticano a principios de ese año de que las relaciones entre personas del mismo sexo no pueden ser bendecidas. La enseñanza, publicada por la Congregación para la Doctrina de la Fe en marzo, declaraba que la Iglesia carece de “el poder de dar la bendición a las uniones de personas del mismo sexo”. Dios “no puede bendecir el pecado”, enfatizó.
Stowe dio una bendición general en el evento, destacando la “celebración anual del Orgullo”. “Queridos amigos de la comunidad LGBTQ. Ofrezco una oración, una bendición, para cada uno de ustedes durante esta celebración anual del Orgullo”, dijo. Su discurso fue precedido por una “Bendición del Orgullo” de la directora ejecutiva de Dignity USA, Marianne Duddy-Burke, informó la Agencia Católica de Noticias . “Has sido juzgado digno y santo de mi deleite”, dijo Duddy-Burke. “Por tanto, id con orgullo, que para vosotros no es pecado, sino salvación, promesa de liberación para todos”.
En junio de 2020, Stowe publicó de manera similar un video del “Mes del Orgullo” en el que se disculpaba por las enseñanzas de la Iglesia sobre la homosexualidad y la confusión de género. Unos meses más tarde, pidió a las parroquias que colocaran un anuncio para un ministerio LGBT en sus boletines semanales.
Durante el Mes del Orgullo de 2019, Stowe emitió una tarjeta de “oración” que celebra el “orgullo” homosexual e incluye una imagen de un crucifijo del que salen los colores del arco iris. Ese año, también dirigió un “retiro LGBT” en la Universidad de Notre Dame.
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Lo usual en obispos nombrados por el actual Papa.
Nadie en su sano juicio cree que estos nombramientos son casuales.
No son católicos y, debiendo irse de la Iglesia no lo hacen porque están decididamente para esto: subvertir, destruir, demoler.
No triunfarán y tendrán que enfrentar el juicio divino. No quiero estar en sus pellejos!