Del 25 al 30 de septiembre se celebró en la casa de espiritualidad “Fraterna Domus” de Sacrofano (Roma) el 14º congreso internacional de la Asociación Internacional de Exorcistas (AIE).
Se trata del primer encuentro internacional de la asociación -fundada por el famoso exorcista Gabriele Amorth- desde la última edición bienal en 2018, debido a la pandemia. En la conferencia internacional participaron 203 sacerdotes exorcistas de todos los continentes y alrededor de 100 auxiliares de exorcistas. Durante los trabajos fue elegido el nuevo presidente, Mons. Karel Orlita, exorcista y canonista de la República Checa, mientras que el padre Francesco Bamonte, presidente saliente al final de su segundo y último mandato, fue nombrado vicepresidente.
En el discurso de apertura, el padre Bamonte repasó los orígenes de la AIE, recordando que hoy cuenta con alrededor de 900 miembros, mientras que en 2012 eran 250. Luego, el padre Robert-Joel Cruz, exorcista estadounidense, analizó las bendiciones y los sacramentales: verdaderas armas espirituales “ defensiva y ofensiva”.
A continuación, el padre Bamonte ilustró la historia de sor Tomasina Pozzi, natural de la provincia de Sondrio, sometida a un acoso diabólico muy duro durante su vida de religiosa. Monseñor Orlita presentó un informe sobre la concesión por parte del obispo de la facultad de realizar exorcismos, subrayando algunos aspectos de esta facultad ligados al territorio, tanto desde el punto de vista del ámbito en el que el exorcista puede y debe ejercer su oficio, como para las personas necesitadas de su ministerio.
El padre Piermario Burgo, también exorcista y canonista, habló de la posibilidad de realizar exorcismos a no católicos. Luego fue el turno del padre Cristian Cabrini, argentino, quien recorrió las etapas de su vocación sacerdotal y exorcista. Numerosas intervenciones se sucedieron durante las jornadas de trabajo, que estuvieron marcadas por las celebraciones eucarísticas presididas por monseñor Baldo Reina, vicegerente de la diócesis de Roma, mons. Marco Salvi, obispo de Civita Castellana, y mons. Andrés Gabriele Ferrada Moreira, secretario del Dicasterio para el Clero.
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