El Papa Francisco ha dedicado su vigésima catequesis sobre ‘la pasión por la evangelización’ al beato José Gregorio Hernández Cisneros, laico venezolano nacido en 1864.
Sobre este beato, el Obispo de Roma ha destacado que «la caridad fue la estrella polar que orientó la existencia del beato José Gregorio: persona buena y solar, de carácter alegre, estaba dotado de una fuerte inteligencia».
José Gregorio, médico de profesión, «comprendió que, a través del cuidado de los enfermos, pondría en práctica la voluntad de Dios, socorriendo a los que sufren, dando esperanza a los pobres, testimoniando la fe no de palabra sino con el ejemplo», añadió el Pontífice.
Les ofrecemos la catequesis completa pronunciada por el Santo Padre:
Catequesis. La pasión por la evangelización: el celo apostólico del creyente. 20. El Beato José Gregorio Hernández Cisneros, médico de los pobres y apóstol de paz
¡Queridos hermanos y hermanas, buenos días!
En nuestras catequesis, seguimos encontrando testigos apasionados del anuncio del Evangelio. Recordamos que esta es una serie de catequesis sobre el celo apostólico, sobre la voluntad y también el ardor interior para llevar adelante el Evangelio. Hoy vamos a América Latina, precisamente a Venezuela, para conocer la figura de un laico, el beato José Gregorio Hernández Cisneros. Nació en 1864 y aprendió la fe sobre todo de su madre, como contó: «Mi madre, que me amaba, desde la cuna, me enseñó la virtud, me crió en la ciencia de Dios y me puso por guía la santa caridad». Estemos atentos: son las madres las que transmiten la fe. La fe se transmite en dialecto, es decir con el lenguaje de las madres, ese dialecto que las madres saben hablar con los hijos. Y a vosotras madres: estad atentas en el transmitir la fe en ese dialecto materno.
Verdaderamente la caridad fue la estrella polar que orientó la existencia del beato José Gregorio: persona buena y solar, de carácter alegre, estaba dotado de una fuerte inteligencia; se hizo médico, profesor universitario y científico. Pero sobre todo fue un doctor cercano a los más débiles, tanto para ser conocido en la patria como “el médico de los pobres”. Cuidaba a los pobres, siempre. A la riqueza del dinero prefirió la del Evangelio, gastando su existencia para socorrer a los necesitados. En los pobres, en los enfermos, en los migrantes, en los que sufren, José Gregorio veía a Jesús. Y el éxito que nunca buscó en el mundo lo recibió, y sigue recibiéndolo, de la gente, que lo llama “santo del pueblo”, “apóstol de la caridad”, “misionero de la esperanza”. Bonitos nombres: “Santo del pueblo”, “apóstol de la cridad”, “misionero de la esperanza”.
José Gregorio era un hombre humilde, un hombre gentil y disponible. Y al mismo tiempo estaba movido por un fuego interior, por el deseo de vivir al servicio de Dios y del prójimo. Impulsado por este ardor, en varias ocasiones trató de hacerse religioso y sacerdote, pero varios problemas de salud se lo impidieron. Pero la fragilidad física no lo llevó a cerrarse en sí mismo, sino a convertirse en un médico aún más sensible a las necesidades de los demás; se aferró a la providencia y, fortalecido por el alma, fue más a lo esencial. Este es el celo apostólico: no sigue las propias aspiraciones, sino la disponibilidad a los diseños de Dios. Y así el beato comprendió que, a través del cuidado de los enfermos, pondría en práctica la voluntad de Dios, socorriendo a los que sufren, dando esperanza a los pobres, testimoniando la fe no de palabra sino con el ejemplo. Llegó así – por este camino interior – a acoger la medicina como un sacerdocio: «el sacerdocio del dolor humano» (M. Yaber, José Gregorio Hernández: Médico de los Pobres, Apóstol de la Justicia Social, Misionero de las Esperanzas, 2004, 107). Qué importante es no padecer pasivamente las cosas, sino, como dice la Escritura, hacer cada cosa con buen ánimo, para servir al Señor (cfr Col 3,23).
Pero preguntémonos: ¿de dónde le venía a José Gregorio todo este entusiasmo, todo este celo? Venía de una certeza y de una fuerza. La certeza era la gracia de Dios. Él escribió que «si en el mundo hay buenos y malos, los malos lo son porque ellos mismos se han hecho malos: pero los buenos no lo son sino con la ayuda de Dios» (27 de mayo 1914). Y él era el primero en sentir la necesidad de gracia, que mendigaba en las calles y tenía necesidad extrema del amor. Y esta es la fuerza a la que recurría: la intimidad con Dios. Era un hombre de oración – está la gracia de Dios y la intimidad con el Señor – era un hombre de oración que participaba en la misa.
Y en contacto con Jesús, que se ofrece en el altar por todos, José Gregorio se sentía llamado a ofrecer su vida por la paz. El primer conflicto mundial estaba ocurriendo. Llegamos así al 29 de junio de 1919: un amigo le visita y le encuentra muy feliz. José Gregorio se había enterado de que se había firmado el tratado que pone fin a la guerra. Su ofrenda de paz ha sido acogida, y es como si él presagia que su tarea en la tierra se ha terminado. Esa mañana, como era habitual, había ido a misa y entonces baja por la calle para llevar una medicina a un enfermo. Pero mientras atraviesa la calle, es atropellado por un vehículo; llevado al hospital, muere pronunciando el nombre de la Virgen. Su camino terreno concluye así, en una calle mientras realiza una obra de misericordia, y en un hospital, donde había hecho de su trabajo una obra maestra como médico.
Hermanos, hermanas, ante este testigo preguntémonos: yo, delante de Dios presente en los pobres cerca de mí, frente a quien en el mundo sufre más, ¿cómo reacciono? ¿Y el ejemplo de José Gregorio cómo me toca? Él nos estimula en el compromiso delante de las grandes cuestiones sociales, económicas y políticas de hoy. Muchos hablan, muchos hablan mal, muchos critican y dicen que todo va mal. Pero el cristiano no está llamado a esto, sino a ocuparse, a ensuciarse las manos: sobre todo, como nos ha dicho san Pablo, a rezar (cfr 1 Tm 2,1-4), y después a comprometerse no en chismorreos – el chismorreo es una peste – sino a promover el bien y a construir la paz y la justicia en la verdad. También esto es celo apostólico, es anuncio del Evangelio, y esto es bienaventuranza cristiana: «bienaventurados los que trabajan por la paz» (Mt 5,9). Vamos adelante en el camino del beato Gregorio: un laico, un médico, un hombre de trabajo cotidiano que el celo apostólico ha impulsado a vivir haciendo la caridad durante toda la vida.
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Saludos:
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Pidamos al Señor, por intercesión del beato José Gregorio Hernández, que nos ayude a ser apóstoles de la caridad y misioneros de la esperanza, especialmente atentos y compasivos con los hermanos que sufren. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Muchas gracias.
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LLAMAMIENTO
Mi pensamiento va a la población de Libia, durante golpeada por violentas lluvias, que han provocado inundaciones, causando numerosos muertos y heridos, como también grandes daños. Os invito a uniros a mi oración por los que han perdido la vida, por sus familiares y por los desplazados. Que no falte nuestra solidaridad hacia estos hermanos y hermanas, probados por tantas calamidades devastadoras. Y mi pensamiento va de nuevo al noble pueblo marroquí que ha sufrido estos temblores de la tierra, estos terremotos. Rezamos por Marruecos, rezamos por sus habitantes. Que el Señor les dé la fuerza para reponerse después de este terrible “emboscada” que ha pasado sobre su tierra.
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Resumen leído por el Santo Padre en español
Queridos hermanos y hermanas:
En nuestro ciclo de catequesis sobre el celo apostólico, hoy nos acercamos a la figura de un laico latinoamericano, el beato José Gregorio Hernández Cisneros. Nació en Venezuela en el año 1864. Habiendo estudiado medicina, atendía y ayudaba gratuitamente a los más necesitados. El secreto de su fuerza y dedicación era la intimidad con Jesús, que lo llevó a gastar su vida por los demás y a ofrecerse por la paz en el mundo. Murió realizando una obra de misericordia: ir a visitar a un enfermo.
El beato José Gregorio supo dar testimonio de la fe con su ejemplo: curando a los enfermos, socorriendo a los que sufren, dando esperanza a los pobres; en todos ellos veía a Jesús. Este humilde servidor, que nunca buscó el éxito, nunca buscó los aplausos del mundo, hoy recibe el reconocimiento de la gente, que lo llama con afecto “el médico de los pobres”. Fue un apasionado testigo del Evangelio y, como tal, no siguió sus propias aspiraciones, sino que estuvo siempre abierto y siempre disponible a la voluntad de Dios.
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Lamentable catequesis en la que Francisco se entretiene en naderías, en vez de exhortar a cosas importantes. En un momento en que en todo el hemisferio norte empieza el curso escolar que adoctrina a los alumnos en las ideologías anticatólicas de la Agenda 2030, Francisco debería prevenir a los padres para que supervisen lo que se enseña a sus hijos, y animar a los católicos a que voten partidos que rechazan la Agenda 2030, para combatirla con firmeza, pero de esto calla, mientras habla de cosas insulsas.
Francisco está cayendo en pecado de omisión.
Y junto a su pecado de omisión, está su pecado de acción, pues al mismo tiempo que calla sobre estos temas, Francisco está nombrando para diversos cargos a conocidos promotores de la Agenda 2030, y la está apoyando con diversos discursos y textos.
Y el Sumo Pontífice esta obligado a no estar adherido a la masoneria satánica ni ningún otra secta, mucho menos promover lo que anteriores pontífices, el evangelio y la Tradicion Apostólica han prohibido, están obligados también los pontífices a enseñar, custodiar y preservar el depósito de la Fé que ha recibido de Jesucristo mismo a través de sus antecesores por 2 mil años continuos, debe custodiar sin agregar nada de las Sagradas Escrituras, la Tradicion Apostólica y el Magisterio. Dios es el mismo, ayer, hoy y siempre!
SE HA APROBADO EL ABORTO EN MEXICO!!!’ CUANDO EL PAPA VA A CONDENAR Y EXCOMULGAR A LOS ARTÍFICES? Tan siquiera una palabra de aliento a los Católicos, por los Bebes que estan siendo descuartizados en el vientre materno, tan siquiera una pequeña guía a las jovenes madres que viven en confusión ante tanto abortero nombrado en la curia vaticana!
Diez años ‘señalando’ las mismas tontadas chorras. Y para eso hay que sostener una corte interminable, apartamentos de lujo, séquitos, aviones… «Iglesia pobre para los pobres»: las narices.
Perdón , existe alguna masonería o gnosticismo, no satanico-luciferino?
Y el pecado de mentira. Dijo que este venezolano se ocupaba de migrantes.
Quién fue hablar, es el Papa mas charlatán de la historia, es un bocazas pero solo para decir tonterías, banalidades y herejías, y de paso criticar a España que es una de sus obsesiones, cuando gracias a ella se extendió por medio orbe y la iglesia no fue aniquilada por las reformas protestantes.
Mientras occidente se pierde para la fe a marchas forzadas, este sigue con sus manías climáticas, su conversión ecológica y de su animismo de la madre tierra y su hermana la luna, es una calamidad que nos ha caído, y nuestra obligación es oponernos a ella y estar a la altura de lo que Cristo espera de nosotros.
Si no nos escandalizara, no «chismorrearíamos».
El Papa insiste mucho en lo de murmurar porque se ve que le preocupa bastante toda la oposición interna eclesial, más o menos encubierta, a muchas de sus decisiones de gobierno. Lo cierto que en un sistema autoritario donde los súbditos no se sienten escuchados, y no bien tratados, la reacción natural defensiva es la de murmurar. Quien tiene la autoridad, en este caso el Papa, tiene que preguntarse qué está haciendo mal para que murmuren de él sus súbditos. La murmuración de los súbditos es el síntoma febril de la mala praxis de los gobernantes. Es mal médico el que se preocupa más por la fiebre y no por la causa subyacente.
Recuerdo al santo Papa Benedicto XVI, que tan criticado fue desde el primer momento de su elecciòn, y siempre supo responder con palabras sabias y santas… o con santos y sabios silencios en la mayorìa de los casos… Dios lo tenga en Su Gloria!
Pero a Benedicto no le criticaban los súbditos, sino los enemigos de la Iglesia. Es un caso diferente e inverso al de Francisco.
Al Papa Benedicto lo criticaban sus «hermanos» cardenales, sobre todo la famosa maffia de San Galen… en voz baja, y conspirando contra èl…
Gracias, RedaccioónInfovaticana, por retransmitir a todos los quieran escuchar, “homonibus bonae voluntatis”, esta magnífica catequesis sobre el celo apostólico de un santo venezolano muy solar, alegre y de una caridad exquisita extraordinaria, que con su ejemplo nos estimula a lo esencial: la oración y la caridad. “Te alabo, Padre, porque has revelado estas cosas a los pequeños…”.
«esta magnífica catequesis»
¡Qué bromista!
«con su ejemplo nos estimula a lo esencial: la oración y la caridad»
Podría tomar ejemplo Francisco y hacer alguna de las dos cosas (o, ya puestos, incluso ambas). Que una cosa es predicar y otra dar trigo.
Totalmente de acuerdo.
A ESTAS ALTURAS, vomitar incoherencias y seguir agendas contrarias a la FE Católica, es imposible negarlo, pero tanto tontito, que no quiere ver!!!
Duelen los católicos, pero mas me duele mi señor, mis ofensas por lo menos trabajare en no ofenderte yo, y defenderte en lo que esta, en mis manos, se que no te da gloria, que yo ofenda a este hombrecillo, que aunque tiene poder humano, un servidor del demonio, es menos que un pecador servidor de DIOS, arrepentido.
que Dios haga justicia, acudiendo a la VERDAD, no hay un adjetivo, que no sea, una ofensa, para describir las acciones palabras y obras de este???? obispo de Roma, Amor a pedro, mas pedro duro 10 años traicionando a nuestro señor?
cuantas veces te ha negado bergoglio señor?????
Es pedro SI, asi lo aclama el mundo, pero cumple tu encomienda? NO.
Pobrecito su Santidad, que no sabe diferenciar lo que es chismorrear de lo que es DEFENDER a capa y espada a la Santa Iglesia Católica de los lobos traidores y miserables que se han infiltrado en ella.
Santidad, cómprese un diccionario (el de la RAE le iría que ni pintado, aunque usted odie España con todas sus ganas) y lea la diferencia entre un término y otro.
Santidad, no se moleste en echar pestes contra nosotros: No nos va a callar, por mucho que nos difame o tergiverse (a su antojo, como siempre) la realidad en la que nos han metido usted y su séquito vomitivo.
Las «catequesis» (por llamarlas de alguna manera) del Papa Francisco, son meros discursos al servicio de la ideología globalista del nuevo orden mundial, del que Francisco es uno de los principales promotores. Por eso en ellas, no exhorta a la conversión, sino que se limita a hablar de lo políticamente correcto, pues Francisco no actúa como pastor sino como asalariado.
Oremos para que el Señor nos libre pronto de este pontificado calamitoso.
Lo que no quiere es que se hable de herejías, así más personas quedan confundidas. Poner blanco sobre negro algo que ataca la Fe no es chismorrear, es defender la Fe.
¡¡¡Francisco, dimisión!!!
Paquito, un ser puro como tú, seguro que nunca has rajado de nadie.
Bergoglio sigue con su típica proyección (habitual en progres-comunistas-rojos-psicópatas) de acusar a otros de lo que él hace… él sí que potencia el chisme, hablando mal de los católicos que quieren misa tradicional diciendo que son ¿indiestristas? o que «esconden podredumbre»…
Y la mentira también la defiende bastante, como el timo climático o lo de inyectarse experimentos porque lo manda la OMS aduciendo al «acto de amor».
Y tantas otras cosas que desvía o manipula para llevarlas a su terreno… todo lo hace a conciencia, como los puestos que está cambiando para poner a sus enchufados modernistas carentes de fe y pro-Agenda satánica 2030.
DAS LÁSTIMA PAPA FRANCISCO. NO TIENES NADA QUE DECIR. POBRE HOMBRE. SU DESCRÉDITO ES CADA VEZ MAYOR. UN HOMBRE VIEJO HABLANDO. QUE DESGRACIA. YA ESTÁ DESACREDITADO PARA TODO. COMO PERSONA, Y MUCHO MAS COMO AUTORIDAD. QUE VERGÜENZA.
y SS ha què esta dedicada? a señalar, a divagar, a desviar la atencion del mensaje de Jesucristo, a la pachamama, al clima, al nuevo orden mundia, a apoyar a los líderes de la agenda 2030…..
Digame donde deja su mision de Vicario de Cristo en el mundo.
Dejese ya de tanta politica izquierdista (Ud, santidad es el Papa, no un lider político; si es eso lo que quiere, cuelgue los hábitos, renuncie valientemente y dediquese a la politica) y trabaje por lo que importa en la Iglesia: anuncio del Evangelio, amor de Dios, vida eterna, Eucaristía, fraternidad, gracia de Dios,pèrdon de los pecados……lo de siempre; no hay que inventar nada, santo Padre (SANTO PADRE?)