Tal y como acostumbra, el Papa Francisco ha dedicado la primera catequesis tras el viaje a Mongolia a profundizar sobre esta experiencia en el país asiático junto con la reducida comunidad católica del país.
Ante la pregunta «¿por qué el Papa va tan lejos a visitar un pequeño rebaño de fieles?» Francisco ha respondido que «es precisamente ahí, lejos de los focos, que a menudo se encuentran los signos de la presencia de Dios, el cual no mira a las apariencias, sino al corazón».
Sobre los misioneros que llevaron la fe al pueblo mongol, el Pontífice ha señalado que «estos misioneros no fueron allí a hacer proselitismo, esto no es evangélico, fueron allí a vivir como el pueblo mongol, a hablar su lengua, la lengua de la gente, a tomar los valores de ese pueblo y predicar el Evangelio en estilo mongol, con las palabras mongolas. Fueron y se “inculturaron”: han tomado la cultura mongola para anunciar en esa cultura el Evangelio».
Durante la catequesis, el Santo Padre ha confesado que su viaje a Mongolia le ha hecho «mucho bien». «Me ha hecho bien encontrar al pueblo mongol, que custodia las raíces y las tradiciones, respeta a los ancianos y vive en armonía con el ambiente: es un pueblo que mira al cielo y siente la respiración de la creación», dijo el Obispo de Roma.
Les ofrecemos la catequesis completa pronunciada por el Papa Francisco sobre su viaje a Mongolia:
Catequesis. El viaje a Mongolia
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
El lunes regresé de Mongolia. Quisiera expresar reconocimiento a cuantos han acompañado mi visita con la oración y renovar la gratitud a las autoridades, que me han acogido solemnemente: en particular al señor presidente Khürelsükh, y también al ex presidente Enkhbayar, que me había entregado la invitación oficial para visitar el país. Pienso con alegría en la Iglesia local y en el pueblo mongol: un pueblo noble y sabio, que me ha demostrado tanta cordialidad y afecto. Hoy me gustaría llevaros al corazón de este viaje.
Se podría preguntar: ¿por qué el Papa va tan lejos a visitar un pequeño rebaño de fieles? Porque es precisamente ahí, lejos de los focos, que a menudo se encuentran los signos de la presencia de Dios, el cual no mira a las apariencias, sino al corazón como hemos escuchado en el pasaje del profeta Samuel (cfr 1 Sam 16,7). El Señor no busca el centro del escenario, sino el corazón sencillo de quien lo desea y lo ama sin aparentar, sin querer destacar por encima de los demás. Y yo he tenido la gracia de encontrar en Mongolia una Iglesia humilde pero una Iglesia feliz, que está en el corazón de Dios, y puedo testimoniaros su alegría al encontrarse por algunos días también en el centro de la Iglesia.
Esta comunidad tiene una historia conmovedora. Surgió, por gracia de Dios, del celo apostólico – sobre el que estamos reflexionando en este periodo – de algunos misioneros que, apasionados por el Evangelio, hace unos treinta años, fueron a ese país que no conocían. Aprendieron la lengua – que no es fácil – y, aun viniendo de naciones diferentes, dieron vida a una comunidad unida y verdaderamente católica. De hecho este es el sentido de la palabra “católico”, que significa “universal”. Pero no se trata de una universalidad que homologa, sino de una universalidad que se incultura, es una universalidad que se incultura. Esta es la catolicidad: una universalidad encarnada, “inculturada” que acoge el bien ahí donde vive y sirve a la gente con la que vive. Es así cómo vive la Iglesia: testimoniando el amor de Jesús con mansedumbre, con la vida antes que con las palabras, feliz por sus verdaderas riquezas: el servicio del Señor y de los hermanos.
Así nació esa joven Iglesia: a raíz de la caridad, que es el mejor testimonio de la fe. Al final de mi visita tuve la alegría de bendecir e inaugurar la “Casa de la misericordia”, primera obra caritativa surgida en Mongolia como expresión de todos los componentes de la Iglesia local. Una casa que es la tarjeta de visita de esos cristianos, pero que recuerda a cada una de nuestras comunidades ser casa de la misericordia: es decir lugar abierto, lugar acogedor, donde las miserias de cada uno puedan entrar sin vergüenza en contacto con la misericordia de Dios que levanta y sana. Este es el testimonio de la Iglesia mongola, con misioneros de varios países que se sienten una sola cosa con el pueblo, felices de servirlo y de descubrir las bellezas que ya hay. Porque estos misioneros no fueron allí a hacer proselitismo, esto no es evangélico, fueron allí a vivir como el pueblo mongol, a hablar su lengua, la lengua de la gente, a tomar los valores de ese pueblo y predicar el Evangelio en estilo mongol, con las palabras mongolas. Fueron y se “inculturaron”: han tomado la cultura mongola para anunciar en esa cultura el Evangelio.
Yo he podido descubrir un poco de esta belleza, también conociendo algunas personas, escuchando sus historias, apreciando su búsqueda religiosa. En este sentido, estoy agradecido por el encuentro interreligioso y ecuménico del domingo pasado. Mongolia tiene una gran tradición budista, con muchas personas que en el silencio viven su religiosidad de forma sincera y radical, a través del altruismo y la lucha a las propias pasiones. Pensemos en cuántas semillas de bien, desde lo escondido, hacen brotar el jardín del mundo, ¡mientras habitualmente escuchamos hablar solo del ruido de los árboles que caen! Y a la gente, también a nosotros, nos gusta el escándalo: “¡Pero mira qué barbaridad, ha caído un árbol, el ruido que ha hecho!” – “¿Pero tú no ves el bosque que crece todos los días?”, porque el crecimiento es en silencio. Es crucial saber ver y reconocer el bien. A menudo, sin embargo, apreciamos a los otros solo en la medida en la que corresponden a nuestras ideas, sin embargo, debemos ver ese bien. Y por eso es importante, como hace el pueblo mongol, orientar la mirada hacia lo alto, hacia la luz del bien. Solo de esta manera, a partir del reconocimiento del bien, se construye el futuro común; solo valorando al otro se le ayuda a mejorar.
He estado en el corazón de Asia y me ha hecho bien. Hace bien entrar en diálogo con ese gran continente, acoger los mensajes, conocer la sabiduría, la forma de mirar las cosas, de abrazar el tiempo y el espacio. Me ha hecho bien encontrar al pueblo mongol, que custodia las raíces y las tradiciones, respeta a los ancianos y vive en armonía con el ambiente: es un pueblo que mira al cielo y siente la respiración de la creación. Pensando en las extensiones ilimitadas y silenciosas de Mongolia, dejémonos estimular por la necesidad de ampliar los confines de nuestra mirada, por favor: ampliar los confines, mirar amplio y alto, mirar y no caer prisioneros de las pequeñeces, ampliar los confines de nuestra mirada, para poder ver el bien que existe en los demás y poder ampliar nuestros horizontes y también dilatar el propio corazón para entender, para estar cerca de cada persona y cada civilización.
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Saludos:
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Pidamos al Señor que nos ayude a elevar nuestra mirada hacia lo alto para reconocer el bien que procede de Él y para acoger todos los dones que nos ofrece por medio de nuestros hermanos. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Muchas gracias.
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Francisco tergiversa la historia. Tanto le da criticar a los misioneros españoles de América, como decir que los que fueron a Mongolia no fueron a hacer proselitismo.
Pero la realidad es muy diferente a cono la pinta el argentino, de modo que los misioneros españoles no tienen nada censurable, y los que fueron a Mongolia sí hicieron proselitismo, porque tantos los unos como los otros, a diferencia de Francisco, eran obedientes a Cristo.
Es que no fueron a hacer proselitismo, no fueron a ganar adeptos. Son misioneros que fueron a testimoniar su fe, testimonio que tú no das, eres un pésimo misionero porque solo defiendes doctrinas con sabor a nada, pero no das buen testimonio, al contrario, tu cerrazón no contribuye en nada para que otros sigamos al Señor Jesús.
¿Fueron entonces a lucirse ellos? ¿A exhibir las cucadas en las decían creer, y no a hacer discípulos de Cristo como el propio Maestro nos mandó?
Mentira.
*en las que decían
El proselitismo es pecado como el que critica al Santo Padre, murmura y levanta falso testimonio
¿Que algo ordenado por el mismo Cristo es pecado? Usted delira. Deje de murmurar contra quienes ejercen la obra de misericordia de «corregir al que yerra», y deje también de levantar falso testimonio, troll.
Donde dijo digo…
Kiko, me parece que ni tú ni el papa sabéis lo que significa la palabra proselitismo… Ningún papa reciente creó tanta confusión con sus palabras como le sucede a Bergoglio. Quizá es que no sabe mucha gramática, por eso no se expresa bien…
Y tú no sabes lo que es dar testimonio de la fe, Jesús no dijo: vayan y hagan proselitismo, Jesús dijo “vayan y hagan discípulos”
Pero mire que es usted ignorante: ambas cosas son sinónimas (que en español quiere decir que significan lo mismo). ¿O usted pensaba que «hacer» discípulos consistía en amasarlos, hornearlos después, y listo, como si fueran galletas? Es tal su grado de malicia, que no le importa que piensen que le falta un hervor con tal de atacar a los católicos. Cada día se hace más urgente que se someta a un exorcismo, farsante.
Kiko: me inclino ante tu gran testimonio rebosante de humildad 😀 😀 😀
Kiko, o ACS, como prefieras. Te recordamos lo de siempre, acerca de tu «testimonialismo»:
Punto 4 de la Carta Encíclica Pascendi:
«Si alguno dijere que la revelación divina no puede hacerse creíble por signos exteriores, y que, en consecuencia, sólo por la experiencia individual o por una inspiración privada deben ser movidos los hombres a la fe, sea excomulgado»
Se ha de rechazar que para evangelizar tengamos que limitarnos a «dar testimonio». El veneno que tras ello se disimula es pérfido: como somos pecadores, no damos testimonio, y como no damos testimonio, no podemos evangelizar.
Pues no, si es cierto que pecadores somos, no conviene añadir a eso la falta de apostolado. El apostolado, al contrario, servirá para que Dios, el día de nuestro Juicio Particular, tenga a bien juzgarnos con Misericordia, y aceptarnos en la Patria Celestial.
Por supuesto fueron a hacer proselitismo, a ganar adeptos para Cristo.
Tarea de la cual hay un mandato de Cristo: La llamada «Gran Comisión»:
Como se menciona en los evangelios
San Mateo: «Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado;’
San Marcos : «Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. »
San Lucas: » …que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.
…pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.»
Pregunta. Si no se hizo proselitismo… ¿cómo hicieron esos pocos mongoles para creer lo que nos enseña nuestra Iglesia?
Hay que advertirle a Bergoglio: «¡Pero che! ¿te diste alguna vez cuenta de que tu cara es dura?»
¿Que parte de (Mt 16, 15 ):
“Id por el mundo y predicad el Evangelio” no entiendes, Señor Bergoglio?
La Pachamama, el falso calentamiento global, la migración ilegal, la “diversidad sexual”, el pensamiento marxista-sinodal, SÍ que lo tienes claro, ¿no?
Exactamente, Bergoglio hace proselitismo exagerado de su devoción, que es la Agenda 2030 y las mentiras, esas sí que lo son, del clima, de la ecología, de «da igual en lo que creas, lo que importa es ser fraterno», de la ONU, de la OMS, etc, etc…
Qué ganas de que alguien relevante (obispo, cura, católico) diga esto públicamente a Bergoglio: Yo dejaré de hacer PROSELITISMO de la ÚNICA VERDAD que es Cristo cuando ud deje de hacer PROSELITISMO de las MENTIRAS de la Agenda 2030…
Fueron a aprender ecología.
!Jajajajaja…qué bueno !!!
Muy bueno Ja Ja Ja Ja Ja Ja Ja Ja Ja Ja
O quizá fueron a hacer política, como es su caso.
Como buen apóstata y enemigo de la fe, el tipo miente. Para esta gente sin coherencia ni moral la impostura, cuanto más burda, más revolucionaria. Igualico, igualico que su padre el Demonico.
Que su padre el demonio, y sus altos jefes masones.
Nunca lo tuve por muy listo, pero con el paso de los años repite más las mismas tonterías…
Lo mismo pienso yo.
Ja,ja,ja fueron a hacer turismo. Las ocurrencias de este hombre son cada dia mas divertidas.
Supongo que nadie le toma en serio a estas alturas.
Sí, y a aprender mongol y conocer la cultura de aquel país . Ya te digo…
«No fueron allí a hacer proselitismo»
No: fueron a hacer politiqueo entre Rusia y China, y a predicar la «conversión ecológica».
Acabáramos, es un problema de alfabetización de Francisco, de it a la escuela, no sabe lo que es proselitismo.
Dice que fueron a predicar el Evangelio en su idioma. ¿Eso no es hacer proselitismo?
Por cierto, eso es lo que hicieron los españoles en América y siempre que puede se lo censura.
Debe ser por eso que nada más hay unos mil cristianos allá.
Caso contrario a los evangelizadores de las Américas, millones y millones de almas para Dios.
De un lado 530 años del otro 30 años …..sin ejercito .
En América evangelizaron los misioneros, no el ejército, pues éste no tenía forma de hacer que alguien creyera lo que no creía (que es uno de los disparates que sueltan los contrarios a cumplir con el proselitismo ordenado por Cristo). Desde luego, con las tácticas puestas de excusa por Francisco no se necesitarán 530 años, sino 530 siglos; y ni aún así variaría demasiado el número de cristianos. Pero como se salvan «todos, todos, todos» (menos los católicos, naturalmente), no hay ningún problema, ¿verdad? La preocupación por la salvación de las almas, tanto de Francisco como de usted, es digna de mejor causa.
Para no pensar mal, lo mejor que puedo pensar es que chochea
Mateo 23:15
«¡Ay de ustedes, escribas y Fariseos, hipócritas, que recorren el mar y la tierra para hacer un prosélito, y cuando llega a serlo, lo hacen hijo del infierno …
Traducido al román paladino: no hay que ser hipócritas, ni enseñar falsas doctrinas a los ignorantes (que les mandan al infierno); no que no haya que hacer proselitismo (orden dada por el mismo Cristo antes de su Ascensión). A ver si va usted a un curso acelerado de lectura comprensiva.
TOC
Todo depende de qué se entiende por hacer proselitismo.
Hacer proselitismo, puede significar, imponer unas ideas políticas o religiosas, en este sentido ni Cristo, ni la Iglesia, ni los creyentes han de hacer proselitismo.
La fe cristiana, es una propuesta, no una imposición. Los creyentes, predican, dan ejemplo, dan razones, proponen la fe…. y las personas con la gracia de Dios, pueden aceptarla o no.
En el momento que se impone, ya no es fe cristiana. Creo que es lo que el Papa quiere decir.
Estoy harta de que haya que haya que tratar de explicar siempre lo que dice el papa. Habla aposta de este modo, oscuro, para que cada uno podamos pensar lo que queramos. Harta de relativismo. Lo más prudente para el bien de nuestras almas es no leerle ni escucharle; sólo produce confusión.
«Hacer proselitismo, puede significar, imponer unas ideas políticas o religiosas»
¿En qué idioma? En español no, por más que lo diga y lo repita Francisco y su cla. Y en el ámbito religioso, menos aún: es materialmente imposible hacer que alguien crea lo que no cree, por lo que no hay manera humana de imponerlo, ni la Iglesia ha sostenido tal disparate jamás. Así que, no: Francisco no quiere decir éso: él es contrario a evangelizar porque cree que uno puede salvarse aunque no profese la fe católica, única verdadera, como ha repetido, no una vez, sino muchas, contradiciendo así la orden expresa dada por Cristo, además de a absolutamente todos sus predecesores.
Nadie que yo sepa cree a la fuerza una fe, unos conocimientos, pensamientos, etc. Los que creen en el único Dios y Señor, y no hay otro fuera de él, cree por convicción total y no a garrotazo limpio. Los patagones, no recuerdo si fueron convertidos y después exterminados por los propios militares argentinos. Si se cree, es porque el creyente ha encontrado la gracia divina y cree a pie juntillas.
¿Y quién puede imponer la fe cristiana? Dígame cómo, dónde y a quién se le puede hacer hoy eso. Yo creo que usted y el del camisón o viven en Marte o no creen en nada y están rebotados, que es lo más probable.
Bergoglio lo hace con la intención de decir que «los católicos de antaño» lo fueron obligados, por eso apoya la leyenda negra antiespañola, le viene bien, para concluir que así que todo lo «antiguo» es malo y «esconde podredumbre» y que se necesita renovación y adaptación a los tiempos actuales (como dice Tucho Fernández, el encargado de hacer todos los cambios heréticos, para eso lo ha puesto ahí)…
Todo es un intento de derribo de la doctrina católica, de la Biblia y Tradición, Bergoglio es el destructor, ya se esconde poco ¿Qué hace la gente que se dice católica todavía defendiendo a este individuo? No lo entiendo…
Se nos obsesiona con dos o tres cuestiones… y las manifiesta en contradicción con el Magisterio de la Iglesia.
Creo que el santo padre no explica qué es proselitismo porque sabe que es lo mismo que hacer discípulos del Señor baurizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo y enseñándoles a guardar todo lo que Él nos mandó, o sea, es lo mismo que evangelizar. Sin embargo él quiere distinguir aunque sea a martillazos evangelizar de proselitar porque en el fondo no está de acuerdo con este mandato del Señor y así cuando alguien evangelice será acusado de proselitar. En muchas ocasiones ha dado muestras de que las religiones vienen a ser todas lo mismo y por lo tanto igual de buenas y que esa diversidad de religiones es voluntad de Dios, como lo son los colores. Esta diversidad querida por Dios está recogida en la declaración de Abu Dabi y firmada por él el 4 de febrero de 2019. De la abundancia del corazón habla la boca o se firman documentos. El papa está haciendo una distinción innecesaria y por eso creo que es buscada para poner en entredicho el mandato de Señor.
“Hoy la llamada a la conversión, que los misioneros dirigen a los no cristianos, se pone en tela de juicio o pasa en silencio. Se ve en ella un acto de «proselitismo»; se dice que basta ayudar a los hombres a ser más hombres o más fieles a la propia religión; que basta formar comunidades capaces de trabajar por la justicia, la libertad, la paz, la solidaridad. Pero se olvida que toda persona tiene el derecho a escuchar la «Buena Nueva» de Dios que se revela y se da en Cristo, para realizar en plenitud la propia vocación” (Redentoris Missio, 46).
«Existen palabras que se vuelven mentirosas. Hay hoy quienes afirman que hacer proselitismo no es cosa cristiana, que el cristiano debe exclusivamente dar testimonio. ¿Que no es cristiano hacer proselitismo? Es el Apóstol quien nos dice que fides ex auditu (Rm 10, 17), y para oír hace falta predicar, hacerse entender, insistir. Si por proselitismo, cambiando el sentido original de la palabra, entienden difundir la religión por medio de una propaganda comercial, o arrastrar a las almas con la violencia o con el engaño, tienen razón: porque Dios no quiere esclavos, sino amigos e hijos que le amen en libertad. Pero si por proselitismo entienden el esfuerzo apostólico por extender la buena nueva, por meterse -con delicadeza pero con verdad- en las vidas de los demás para hacerles conocer a Cristo’ si piensan que eso no es cristiano, es que del cristianismo no conocen nada más que el nombre» (Carta de Jmª Escrivá 24-X-1965, n. 61).
Flavius, más claro imposible.
Prosélito viene a ser lo mismo que discípulo. Discípulo es el que sigue las enseñanzas de Cristo. Prosélito es el discípulo recién convertido y que abandona su antigua religión por convencimiento y no por imposición. ¿Alguien puede creer que hoy se fuerce a alguien ha bautizarse? Creo que el papa desvaría con este tema.
El diccionario de la Real Academia Española (RAE) define el proselitismo como la intención de sumar prosélitos. Un prosélito, por su parte, es un sujeto que se incorpora a una cierta agrupación o parcialidad. El verdadero problema es que el Papa es argentino y jesuita por lo que no habla castellano, además de que no pierde oportunidad de impresionar aunque sea en el «Hola» ¿Quien a estas alturas le puede tomar en serio…?
Todo siempre en clave de su ‘sagrada’ Teología de la Liberación’… Cualquiera diría que esa ‘teología’ estaba de moda en tiempo de Cristo. Para el Papa Francisco la Evangelización es una especie de imposición ideológica y cultural inhumana e inaceptable, de piel delicadita el hombre, pues. O la confunde con un mensaje bonachón y dulzón, sin compromisos de ningún tipo: sigue tus planes, Dios no te pide cambiar nada. Lo curioso es que esa delicadeza no la aplica él en sus decisiones ‘ejecutivas’.
¡Claro que no! Fueron a tomar el té con los nativos… que para eso los envío Cristo… ¿o no?
Si para el Papa Francisco todo da igual ante Dios: ateo que no ateo, musulmán, hindú que cristiano, entonces ¿porqué le preocupa y desgasta tanto censurar y ridiculizar a los ‘indietristas’ y a todos los que no concuerdan con su versión populista y simplona de Cristo y del Evangelio? ¿Será que Dios es mucho más ‘tolerante’ que el Papa Francisco que presume de ello?
Pero ¿paró en Moscú o no? ¿alguien lo sabe? Eso es lo que importa, porque de ello depende el comienzo de la 3ª G.M., según las apariciones de Garabandal
Y dale con el proselitismo, y dale con el proselitismo. Alguien que le avise por favor que en el OD la palabrita ya ha sido quitada de todos lados y ni se pronuncia ya. Que cosa tan cansina!!
Bergoglio, sos un papanatas.
Si los misioneros no hicieron proselitismo entonces frallarón . Los católicos mongoles caben en una Kombi.
Sí que fueron a hacer proselitismo: «y por todo el mundo y bautizad…»
Sí, fueron a hacer prosélitos…
Bergoglio y sus secuaces seguidores, exhalan sólo una cosa: maldad, y por eso hacen daño. Si queremos salvarnos debemos combatirle refutando sus errores doctrinales que nos llevan derechos al infierno. Incluso es falso el saludo que hace con la mano, forzado. Es muy malo, malo, malo. El no cabe en la Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo. Un traidor más. Pobre Cristo abandonado en la Cruz.
Id por todo el mundo y predicad el Evangelio. Eso que es Proselitismo ?.
No creo que ‘el proselitismo’ significara nada en las oleadas misioneras a Mongolia. Es una necesidad actual del Papa. Èste dice, «estos misioneros no fueron allí a hacer proselitismo, esto no es evangélico, fueron allí a vivir como el pueblo mongol, a hablar su lengua, la lengua de la gente, a tomar los valores de ese pueblo y predicar el Evangelio en estilo mongol,.»
Lamentablemente, hace pocas semanas dejó malparada a la evangelización en América. Está demostrado que aquellos misioneros hicieron exactamente lo que Francisco dijo sobre los misioneros en Mongolia. Se ve que según necesite Francisco, manipula los ejemplos sin considerar mucho la historia real.
Basta.ya de tonterías bergoglianas. Que consulta un diccionario que mucha falta le hace para evitar las chorradas que dice
La abierta oposición del actual pontífice al último mandato de Cristo, continúa de forma pertinaz e impenitente. «Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándoles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo». Los misioneros que llegaron a Mongolia lo hicieron por ese mandato, «haced discípulos», porque si no, su odisea por los caminos es simple turismo. En contraste a esa condena al proselitismo, no hay ocasión en la que el papa no diga que hay que evangelizar. Tras pensarlo detenidamente, sólo veo cuatro posibilidades: a) El obispo de Roma desconoce lo que significa proselitismo. b) El pontífice desconoce lo que es evangelizar c) simplemente, el máximo dirigente de la Iglesia no está en sus cabales y d) Todas las opciones anteriores son ciertas.
Las cuatro opciones que da usted al final son muy buenas, pero creo que hay una quinta, que sería la correcta, habida cuenta de lo que hace y dice Francisco: ante la imposibilidad de negar el claro mandato de Cristo de hacer proselitismo, por un lado tergiversa el significado de esta palabra, y por otro pretende haber descubierto la manera de «puentearle»: «si Cristo mandó predicar a todo el mundo, y quienes no crean se condenarán, la solución está en no predicar, y así nadie le rechaza y se salvan por ‘ignorancia invencible’, al no haberle rechazado explícitamente». El problema de dicha «solución» es que implica la desobediencia al mandato de predicar a todo el mundo (no era una sugerencia), e ignorar que nadie va al Padre sino por Él, que es el único Camino (no los hay alternativos):
«Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie llega al Padre, sino por Mí» (Jn 14,6).
Durante su permanencia en Siena llegó uno de la Orden de los
predicadores, hombre ciertamente espiritual y doctor en sagrada
teología. Así que visitó al bienaventurado Francisco, el uno y el
otro se detuvieron largamente, disfrutando de una colación
dulcísima sobre las palabras del Señor (cf Jn 3,34). Y el maestro se
animó a preguntarle sobre aquel dicho de Ezequiel: Si no le
hablares para retraer al malvado de sus perversos caminos, yo te
demandaré a ti de su sangre (Ez 3,18). «A propósito, mi buen
padre –le dijo–, conozco a muchos a quienes, a pesar de saber
que están en pecado mortal, no les hablo siempre de su maldad.
¿Se me pedirá, por eso, la cuenta de tales almas?».
El bienaventurado Francisco se le declaró ignorante, y, por
tanto, en el puesto de aprender, y no en el de responder a la sentencia de la Escritura. El humilde maestro añadió: «Hermano,
aunque tengo oído a algunos sabios exponer ese pasaje, me gus-
taría, no obstante, que me dijeras cómo lo entiendes tú
Le respondió el bienaventurado Francisco: «Si hay que enten-
der el pasaje universalmente, yo le doy el sentido de que el siervo
de Dios debe arder por su vida y santidad, de forma que con la
luz del ejemplo y con el testimonio de la vida reprenda a todos
los malvados. Quiero decir que el resplandor de su vida y el
aroma de su fama harán saber a todos su iniquidad».
Muy edificado, por consiguiente, aquel varón, dijo a los
compañeros del bienaventurado Francisco al despedirse: «Her-
manos míos, la teología de este varón, asegurada en la pureza y
en la contemplación, es águila que vuela (cf Job 9,26); nuestra
ciencia, en cambio, queda a ras de tierra (cf Gén 1,20.22)».
(Tomás de Celano, Vida segunda, II, 69: FF 690)
Hace ya unos 25 años que entendí perfectamente lo que quiere decir Bergoglio y me lo hizo entender en primera persona nada menos que el ahora cardenal Omella. Estaba yo con otros dos chavales entonces del Opus Dei y otros dos o tres ajenos a la Obra, entre ellos uno que recuerdo ateo, e íbamos a entrevistar en directo a monseñor Omella, a la sazón, obispo auxiliar de Zaragoza. Algo no funcionó y la emisión no fue posible, pero aprovechamos para una hora de conversación. Intenté razonar con el chaval ateo y, cuando iba a hablarle de la reacción de los apóstoles tras la Resurrección de Cristo, sólo inteligible desde la verdad histórica de la resurrección, el obispo me cortó y me mandó respetar las creencias de aquel chaval, que se quedó sin escuchar mi argumento. Como en la Obra hacían tanto hincapié en el apostolado, me quedé petrificado. Y no entendí a monseñor hasta que, años después, Bergoglio empezó a prohibir en general lo que, hará 25 años, Omella me prohibió a mí en particular.
Está clarísimo: les parece mal la orden (no sugerencia) de Cristo de evangelizar a toda criatura. Como se salvan «todos, todos, todos»… (según Cristo, no).