«La Misa es acción de gracias, «Eucaristía». Celebrarla en esta tierra me ha hecho recordar la oración del padre jesuita Pierre Teilhard de Chardin, elevada a Dios hace exactamente cien años, en el desierto de Ordos, no muy lejos de aquí. Dice así: «Me prosterno, Dios mío, ante tu Presencia en el Universo, que se ha hecho ardiente, y en los rasgos de todo lo que encuentre, y de todo lo que me suceda, y de todo lo que realice en el día de hoy, te deseo y te espero»». Estas fueron las palabras de Francisco durante el mensaje final al terminar la Misa del domingo en Ulán Bator.
El Pontífice argentino salió en defensa de su colega jesuita, el padre Teilhard que trabajaba en investigaciones geológicas. «Deseaba ardientemente celebrar la Santa Misa, pero no tenía consigo ni pan ni vino. Fue entonces cuando compuso su ‘Misa sobre el mundo’, dijo el Papa. expresando su ofrenda de este modo: «Recibe, Señor, esta Hostia total que la Creación, atraída por Ti, te presenta en esta nueva aurora».
Francisco dijo sobre él que «este sacerdote, a menudo incomprendido, había intuido que «la Eucaristía se celebra, en cierto sentido —en cierto sentido—, sobre el altar del mundo» y que es «el centro vital del universo, el foco desbordante de amor y de vida inagotable» (Carta enc. Laudato si’, 236), incluso en un tiempo de tensiones y de guerras como el nuestro».
¿Quién es el jesuita Pierre Teilhard?
Pierre Teilhard nació el 1 de mayo de 1881 en Nueva York. Fue un religioso jesuita, paleontólogo y filósofo de origen francés que aportó una visión muy particular de la evolución. Dicha concepción, considerada ortogenista y finalista, equidistante en la pugna entre la ortodoxia religiosa y científica, propició que fuese atacado por la una e ignorado por la otra. Fue autor de varios libros teológicos y filosóficos de gran influencia.
En 1899, a los 18 años de edad, ingresa en el noviciado jesuita de Aix-en-Provence. Allí, y más tarde, en 1908, en el colegio jesuita de Hastings (cerca de Piltdown, Gran Bretaña), cursa estudios de teología, tras los cuales es ordenado sacerdote.
Controversias del geólogo jesuita
En 1958, Teilhard ya había muerto, el padre Janssens informó a la Compañía de Jesús, que un decreto del Santo Oficio, dirigido por el cardenal Ottaviani, requirió a las congregaciones retirar de todas las bibliotecas las obras de Teilhard. El documento dice que los textos del jesuita «representan ambigüedades e incluso errores tan graves que ofenden a la doctrina católica» por lo que «alerta al clero para defender los espíritus, en particular los de los jóvenes, de los peligros de las obras de P. Teilhard de Chardin y sus discípulos».
El sacerdote Leonardo Castellani acusó a Teilhard de defender la negación de la parusía o Segunda Venida de Cristo tal como la entiende la Iglesia, la negación de la redención por la obra personal de Cristo o la negación del pecado original, a la manera de Pelagio.
Monismo materialista evolucionista parecido al de Spencer y Haeckel.
En 1962, bajo el pontificado de Juan XXIII, la Congregación para la Doctrina de la Fe condenó varias obras de Teilhard por sus supuestas ambigüedades y errores doctrinales.
«Varias obras del P. Pierre Teilhard de Chardin, algunas de las cuales fueron publicadas en forma póstuma, están siendo editadas y están obteniendo mucha difusión. Prescindiendo de un juicio sobre aquellos puntos que conciernen a las ciencias positivas, es suficientemente claro que las obras arriba mencionadas abundan en tales ambigüedades e incluso errores serios, que ofenden a la doctrina católica. Por esta razón, los eminentísimos y reverendísimos Padres del Santo Oficio exhortan a todos los Ordinarios, así como a los superiores de institutos religiosos, rectores de seminarios y presidentes de universidades, a proteger eficazmente las mentes, particularmente de los jóvenes, contra los peligros presentados por las obras del P. Teilhard de Chardin y de sus seguidores», dijo por entonces la Congregación.
Desde entonces, algunas figuras católicas eminentes, como el papa Benedicto XVI y el papa Francisco, han hecho comentarios positivos sobre algunas de sus ideas. La respuesta a sus escritos por parte de los científicos ha sido mayoritariamente crítica. También ha recibido comentarios positivos por parte del cardenal Schönborn o el cardenal Dulles.