La Revolución va ahora por Scott Hahn

La Revolución va ahora por Scott Hahn

(Eric Sammons/Crisis Magazine)-Recientemente, una página web católica progresista ha publicado un artículo atacando a Scott Hahn. No es importante entrar en los detalles del ataque, ni tampoco enlazar al artículo; baste decir que la esencia del ridículo artículo es que Hahn no es lo suficientemente servil a la Revolución de Francisco para su gusto.

Tras la publicación del artículo, varios católicos progres se echaron encima de Hahn en X (antes Twitter) para asegurarse de que el mundo supiera que ellos eran miembros leales de las Fuerzas Revolucionarias.

Aunque muchos católicos se sintieron ofendidos, y con razón, por este ataque, creo que es algo bueno. Revela mucho más sobre quienes atacan a Scott Hahn y cuál es su proyecto que sobre el mismo Hahn.

Vi a alguien que comparaba la denuncia de Hahn con las tácticas de la Revolución Francesa, en la que la espiral de pureza revolucionaria llegó a ser tan intensa que nadie estaba a salvo de la destrucción. Eso es exactamente lo que está ocurriendo aquí. Y es que tenemos a unos pocos católicos que dedican una cantidad desmesurada de tiempo en Internet a buscar a cualquiera que no sea lo suficientemente leal para sus estándares. Deben censurar a cualquiera y a todos los que no marchen al paso de su retorcida visión del catolicismo.

Y no basta con mantenerse al margen de la guerra intestina en el interior del catolicismo; es absolutamente necesario apoyar activa y vocalmente todo lo relacionado con la Revolución de Francisco para ser considerado un católico fiel. El silencio significa cisma.

Sin embargo, veamos el historial de Hahn por un momento. He aquí un hombre que literalmente ha influido en que más personas se conviertan al catolicismo que cualquier otra persona viva. Su historia de conversión ha llegado a cientos de miles de personas en los últimos 30 años y ha llevado a muchos pastores protestantes a renunciar a sus puestos de trabajo y convertirse en miembros de la Única Fe Verdadera.

A lo largo de los años, Hahn ha escrito más de 40 libros de divulgación para hacer la fe católica más accesible a todos. Entre estos libros se encuentran los superventas La cena del cordero, Un padre que cumple sus promesas, La cuarta copa y numerosos estudios bíblicos. Se han distribuido millones de ejemplares de estos libros en una época en la que las ventas de los libros católicos no superan unos pocos miles de ejemplares. Es evidente que sus libros responden a una necesidad.

Hahn también ha fundado el Centro San Pablo de Teología Bíblica para ayudar tanto a católicos laicos como a sacerdotes a comprender mejor las Sagradas Escrituras. El Centro San Pablo ha organizado innumerables seminarios, producido muchos vídeos y audios, y publicado docenas de libros, todo para ayudar a los católicos a profundizar en la Biblia. En una época en la que los católicos a menudo vacilan en su conocimiento de las Escrituras en comparación con los protestantes, el Centro San Pablo proporciona herramientas para mostrar mejor a los católicos cómo la Biblia es verdaderamente un libro católico.

Pero el alcance de Hahn no se limita al mundo católico popular. También ha desempeñado un papel decisivo a la hora de revertir la marea de los modernos estudios bíblicos destructores de la fe. Lanzó la revista académica Letter & Spirit para que los iacadémicos católicos tuvieran un lugar donde publicar trabajos que fueran a la vez académicamente rigurosos y fieles al magisterio. El propio Hahn ha publicado numerosos trabajos académicos, y su libro Politicizing the Bible demolió los fundamentos anticatólicos de los modernos estudios bíblicos, demostrando que se basan mucho más en planteamientos políticos que en una investigación seria.

Esta prodigiosa producción ha convertido a Hahn en una celebridad en el mundo católico. Sin embargo, este estatus de celebridad no se ha traducido en los escándalos tan comunes que suelen perseguir a los famosos. Hahn lleva fielmente casado con su esposa Kimberly durante más de 44 años y entre sus hijos hay un sacerdote, un seminarista que ya es diácono y fieles católicos que viven la vocación del matrimonio (¡y tienen muchos nietos!). Es conocido por llevar una vida «aburrida» dedicada a su familia y a su trabajo.

Además, en una época en la que todas las celebridades católicas sienten la necesidad de lanzar «vídeos de respuesta» para defenderse de la más mínima crítica, no verás nunca a Hahn atacando a quienes le atacan. Se limita a agachar la cabeza y hacer el trabajo al que Dios le ha llamado.

Hahn también es conocido por la atención personal que presta a la gente. Aunque su producción demuestra que es un hombre ocupado, no es un académico distante, que no quiera o no pueda ayudar a los demás. Conozco innumerables historias de personas que han recibido ayuda personal o profesional de Hahn.

De hecho, yo tengo mi propia historia al respecto. A mediados de los noventa cursé en la Universidad Franciscana de Steubenville estudios en Teología, pero al cabo de un año y medio tuve que dejarlo por motivos económicos antes de poder terminar la carrera. Tuve a Hahn en dos clases, pero no fui un estudiante superestrella bajo ningún concepto. Doce años después retomé la carrera a través del programa de educación a distancia, y finalmente la terminé en 2011. En mi graduación, alguien se me acercó y me dijo que Scott Hahn me estaba buscando. Yo estaba un poco sorprendido, ya que no había asistido a una clase suya desde hacía más de 16 años, y no había tenido ningún contacto con él durante ese tiempo. Ni siquiera creía que él supiera quién era yo. Pero se acordaba de mí y sólo quería saber qué iba a hacer con mi título, y me hizo saber que me ayudaría profesionalmente si estaba en su mano.

Hahn sería el primero en decir que él no es ningún santo, pero su larga trayectoria, tanto pública como privada, demuestra claramente que es un hombre que ama profundamente a Jesucristo y a su Iglesia y que se dedica a servir al Señor. Sin embargo, para los católicos progresistas que creen que el Papa Francisco representa una revolución que debe derribar el pasado, Hahn no es lo suficientemente puro.

Todo el bien que Hahn ha hecho en el pasado se considera sin valor debido a su falta de apoyo vocal y completo a la Revolución actual. Nótese, por supuesto, que Hahn no ha criticado al Papa Francisco. No ha llamado al cisma. Pero no se ha unido a las Fuerzas Revolucionarias y se ha atrevido a expresar gratitud a un obispo que ellos consideran indigno de apoyo. Por eso debe ser denunciado y declarado como no católico.

Así son todas las revoluciones. Los que se autodenominan el círculo íntimo de los revolucionarios ven disidencia e impureza por todas partes. Nadie es digno. Afortunadamente, sin embargo, esta destructiva espiral de pureza acaba aplastando la propia revolución, ya que no queda nadie lo suficientemente puro para seguir ondeando la bandera. Ahora que los revolucionarios de hoy han mostrado sus cartas, sospecho que incluso muchos de sus anteriores partidarios se darán cuenta de que es un proyecto sin salida, contrario al espíritu del catolicismo.

Scott Hahn no es el problema de la Iglesia actual, sino todo lo contrario. El problema son aquellos que equiparan la obediencia ciega a su Revolución con el catolicismo. Puede que crean que ahora controlan la Iglesia, pero como todas las revoluciones, su tiempo acabará pronto. Mientras tanto, Scott Hahn seguirá trabajando por la Iglesia y la salvación de las almas, como deberíamos hacer todos.

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