«Para que tengan vida». Así se titula la carta pastoral de monseñor Antonio Prieto Lucena, obispo de Alcalá de Henares, con la que da el pistoletazo de salida para este nuevo curso que comenzamos.
En su extensa carta, el obispo complutense se detiene al principio para recordar a los fieles que «lo primero tiene que ser el cuidado de nuestra vida interior, de nuestra relación personal con Jesucristo». «Eso significa cuidar la vida sacramental, sobre todo la celebración de la Eucaristía y la confesión frecuente. También debemos ser constantes en la oración personal y en las prácticas de piedad recomendadas por la Iglesia, que conservan en nosotros la frescura del amor del Señor», añade el obispo. Además, también recomienda a todos los fieles, pero de manera especial a los sacerdotes, hacer ejercicios espirituales una vez al año.
Prieto Lucena advierte en su misiva de que «no debemos extrañarnos de que la sensación de fracaso, de frustración o desesperanza se instalen, con frecuencia, en el corazón de los sacerdotes y agentes de pastoral. Son tentaciones peligrosas, que se contagian y amenazan con echar a perder toda la misión. En el fondo, hay falta de fe y de oración.
Llamados a la santidad
«Debemos creer, sinceramente, que Dios nos ha creado para ser santos», subraya el obispo de Alcalá de Henares. Sobre la santidad, el obispo Prieto Lucena afirma que «este don objetivo de la santidad, para que se haga efectivo, ha de plasmarse luego en un compromiso, que debe dirigir toda la vida del bautizado. Un cristiano no puede contentarse con una vida mediocre y con una religiosidad superficial. El impulso para buscar la santidad pertenece a la esencia misma de la identidad cristiana».
En este sentido, el prelado insiste en cuidar las celebraciones litúrgicas, «en las que se hace presente el misterio de Cristo». «Cuidemos y participemos activamente en la celebración de la Eucaristía y en la recepción frecuente del Sacramento de la Penitencia», agrega.
Antonio Prieto hace un llamado a cuidar de manera especial el sacramento de la confesión. «Cuidemos el Sacramento de la Penitencia, en el que acogemos el perdón de Dios y renovamos nuestro esfuerzo de conversión permanente. Ruego encarecidamente a los sacerdotes que estén siempre disponibles para dispensar este precioso sacramento, y que no dejen de recibirlo ellos mismos, de manera frecuente», escribe el obispo.
El Sínodo de la sinodalidad
Sobre el concepto de ‘sinodalidad’, el prelado defiende que !aunque es un concepto que “se ha puesto de moda”, “no es una moda”. Hunde sus raíces en la tradición de la Iglesia».
De cara a la celebración del Sínodo, el obispo de Alcalá de Henares pide evitar «los juicios temerarios, la murmuración y la descalificación entre nosotros. La comunión no es uniformidad, aceptémonos unos a otros con nuestras legítimas diferencias. Sepamos comprender y disculpar antes que juzgar y condenar».
Sin embargo, remarca que «la sinodalidad no es democracia«. Así mismo, recuerda que «la Iglesia es una comunión jerárquica, que no se mueve por el principio de la “mayoría”, ni por las “ideologías de moda”, sino por la custodia del depósito de la fe, que ha recibido de Cristo y que permanece siempre, aunque su expresión puede cambiar en cada época de la historia».
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Si, Señor
Otro buen obispo
En Alcalá lo amamos como nuestro pastor
Parece fiel a la doctrina, pero hasta que no se manifieste totalmente en contra del aquelarre ecológico desde hoy hasta el 4 de octubre y no diga que la Conferencia Episcopal está confundida y equivocada, no me creo absolutamente nada.
Mariela, ¿a qué llamas «aquelarre ecológico «?
Es decir que te arrogas la capacidad de decidir quien es fiel a la doctrina y te permites decirle lo que tiene que hacer y decir incluso en un horizonte concreto?
Como desahogo personal, perfecto. Como fiel cristiano, lamentable.
Hombre, esa capacidad la tenemos todos los católicos, aunque sólo sea por descarte: quien dice algo contrario a la doctrina no es fiel a la doctrina. No hace falta tener un doctorado para saberlo: es de perogrullo. Claro, que lo que sí hace falta es conocer la doctrina.
¿Acaso Mons. Demetrio Fernández también es contrario a la doctrina? https://www.diocesisdecordoba.es/carta-semanal-obispo/que-la-justicia-y-la-paz-fluyan-jornada-mundial-de-oracion-por-el-cuidado-de-la-creacion
Parece que los obispos se van animando a hablar…
No entiendo bien lo último: “ (…)por la custodia del depósito de la fe, que ha recibido de Cristo y que permanece siempre, aunque su expresión puede cambiar en cada época de la historia».”
eso de que la expresión del depósito de la fe puede cambiar, ¿pueden poner algún ejemplo?
gracias
gracias
La distintas tradiciones (franciscanos, dominicos…) que aterrizan en cada momento histórico la única y auténtica Tradición, que constituye, como dice la Dei Verbum, 9, junto a las Sagradas Escrituras las fuentes de la Revelación.
Un saludo,
Pero, ¿qué dice usted de franciscanos y dominicos? Eso no son «tradiciones»: son órdenes religiosas. A lo que alude este obispo es a la forma (o manera) de exponer la fe católica, la cual no puede cambiar, pues proviene de la Revelación, una de cuyas dos únicas fuentes es la Tradición (la otra fuente la constituyen las Sagradas Escrituras), que terminó con la muerte del último apóstol. Lo que pregunta Verónica es por algún ejemplo en que una verdad de fe se haya expresado de manera diferente a como se ha hecho siempre, cambiando únicamente la forma y no el contenido o esencia de tal verdad.
Cuando sea provocado el cisma, veremos de que lado se coloca este obispo tan fiel a la doctrina. Hasta ese momento no voy a fiarme ya de nadie.