El cardenal nonagenario ha concedido una entrevista para una revista evangélica china en la que se le ve delicado de salud.
En una entrevista con el semanario Christian Times de Hong Kong, el cardenal de 91 años recuerda a su amigo, el pastor metodista Yuen Tin-yau, compañero en muchas batallas por la libertad de educación.
El cardenal Zen confiesa en la entrevista encontrarse fatigado desde que llegó de Roma tras asistir al funeral de Benedicto XVI. Desde entonces, el purpurado chino ha visitado el hospital en varias ocasiones y tiene que hacer uso de la silla de ruedas para caminar. Una condición que le preocupa mucho, porque le impide continuar su ministerio en las cárceles, al que se ha dedicado constantemente desde que dejó la dirección de la diócesis.
Dice que tiene «muchos viejos amigos en prisión, especialmente aquellos que llevan más de 10 años allí», pero que «ha ganado otros en los últimos dos años». «Algunos de ellos están creyentes en la fe o fueron bautizados en prisión. Los internos, incluso muchos no creyentes, están felices de verme y yo estoy muy feliz de irme. Pero es una pena que no pueda hacerlo porque no puedo caminar».
En la entrevista, el cardenal Zen habla del actual obispo de Hong Kong, mons. Stephen Chow, a quien Francisco creará cardenal en el consistorio del 30 de septiembre. “El Papa nos ha dado un obispo excelente”, repite también en esta ocasión, elogiándolo por su sabiduría a la hora de afrontar la “situación incómoda de ‘un país, dos sistemas’. En las circunstancias actuales, los católicos podemos, por un lado, preservar la esencia de nuestro catolicismo y, por otro, cooperar adecuadamente con el gobierno. Es algo muy difícil de hacer, pero él puede hacerlo…”, añade Zen, instando a no someter a monseñor. Chow a demasiada presión: «Hay que darle algo de tiempo, confiando en que le irá bien».
Finalmente, dice estar preocupado por la «confusión» en la Iglesia, porque «algunas de las verdaderas tradiciones no se pueden cambiar a voluntad. Hoy en día mucha gente en la Iglesia parece querer cambiar todo y esto me preocupa mucho», comenta.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
Francisco, y los que son como él, generan gran confusión en la Iglesia. Es necesario hacerles frente con argumentos.
Tiene mucha razón monseñor ZEN. Hay un ferviente deseo de convertir la Iglesia en una democracia, cuando es imposible, porque la Iglesia es Jesucristo que la fundó.
A Simón, le cambio el nombre por el de Pedro, que quiere decir «roca», y sobre es roca, fundó Jesucristo la Iglesia, encargada de llevar el mensaje salvador del hombre, por todos los habitantes. Por tanto, jamás podrán convertir la Iglesia en «democracia», porque no es así. El que lo quiera aceptar tal como es bien; pero el que se niegue, que busque otro camino.
No faltaba más que la Iglesia se viera sometida a los necios
Siento gran pena por el Cardenal Zen que dice no poder ver a sus amigos en la cárcel. Supongo que serán conversos unos y otros en prisión por el régimen comunista. Lo que debe haber vivido y sufrido en ese su gran País que es China! Para colmo, sufrir desplantes de Francisco al no ser recibido. Por cierto el obispo de Hong Kong no es adicto al régimen comunista? En este artículo me ha parecido leer que es un buen obispo, según afirma este buen Cardenal
Se lee entre líneas lo que opina de él. En un régimen que de facto nombra obispos poco más podría decir sin dañar a los fieles, «hay que darle algo de tiempo…»