En Estados Unidos, el país más importante para la causa tradicionalista con Francia e Inglaterra, la aceptación del motu proprio papal Traditionis custodes para acabar con las Misas Tridentinas no ha sido exactamente lo que podría esperarse en el Vaticano, por decirlo suave.
Al año de la promulgación del polémico motu proprio, aproximadamente tres cuartas partes de los obispos estadounidenses se negaron a aplicarlo, sin contar con diócesis como Los Ángeles y Nueva York (con más de una veintena de servicios tradicionales) que lo ignoraron por completo.
Un año después, no se puede decir que el documento haya sido un éxito en el país. Con respecto al año pasado, en este último solo 17 diócesis se han sumado a las que ya han respondido al texto papal. Y de las respuestas, 175 obispos se han negado a suprimir la Misa en latín, el 67% de todos los obispos que han respondido.
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Excelente, ya basta de persecución a los fieles de la Iglesia y de exaltación de la infidelidad. Recordemoa que Cristo no es una idea sino una persona que es Dios y contra Dios no se gana
Los fieles bien informados saben que la Misa de siempre no puede ni ser restringida ni prohibida. Diga lo que diga cualquier obispo, cardenal o papa.
Hay que combatir los abusos de poder.
Esos obispos desobedientes no son católicos. Una característica fundamental de un buen católico es la obediencia incondicional al Santo Padre.
¿Y cuál es la desobediencia? Por cierto, el «Santo Padre» le ha ordenado a usted que deje trollear. ¿Cuándo le va a volver a hacer troll?
Rectifico el comentario, que se ha escrito lo que le ha dado la gana:
¿Y cuál es la desobediencia? Por cierto, el «Santo Padre» le ha ordenado a usted que deje trollear. ¿Cuándo le va a hacer caso, troll?
Enzo. ¿Qué sucedería si un papa dice que debemos suicidarnos para ir al cielo lo más rápido posible? ¿Debemos obedecerle?
Enzo: Lo mismo que tu dices dijo el padre Maciel a sus seminaristas «El que obedece no se equivoca».
Se puede suponer que hay tres clases de obispos:
– los obispos, muy poco númerosos, que no aceptan “ traditionis custodes” porque es una decisión no legitima,
– los obispos ambiciosos que obedecen a “Traditionis custodes” porque están esperando recompensa,
– y sin duda los más numerosos, los obispos prudentes (o sin muchas convicciones) que no hacen nada y están esperando lo que va a ocurrir en plazo más o menos corto.
¿Y qué tal de los fieles y sacerdotes que se encuentran rehenes del arbitrario, o que están bajo la amenaza de la interdicción de misas tridentinas en su diócesis? Triste época, época con, sin embargo, cierta alta jerarquía católica que habla sin cesar de fraternidad…y abertura a los demás, salvo a los fieles católicos “tradicionalistas” por supuesto…