La diócesis de Mallorca prohíbe a un sacerdote celebrar la Misa en público durante tres años y se abre a reparar económicamente a la víctima

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A través de un comunicado, la diócesis de Mallorca ha reconocido los abusos cometidos por un sacerdote de la diócesis balear.

«Una vez terminado el procedimiento canónico administrativo penal contra el presbítero Mn. Julià Cifre Vanrell, se ha emitido el decreto sancionador. El decreto señala la extraordinaria gravedad del comportamiento que ha reconocido haber mantenido durante años al sacerdote
encausado, y ha sido probado en este procedimiento administrativo penal que sus conductas impropias han causado daño físico y psíquico a la víctima», reza el comunicado del obispado mallorquín.

En el decreto emitido por la diócesis se ha impuesto como sanciones al sacerdote que deberá escribir una carta a la víctima disculpándose por todo el dolor que le ha provocado. El decreto exhorta al sacerdote a llevar en lo sucesivo una vida apartada de retiro, oración y penitencia. También se le impone, por tres años, la prohibición de celebrar la eucaristía en cualquier lugar que no sea en su domicilio. Por último, el sacerdote se abstendrá a partir de ahora y en adelante de entrar en contacto con la víctima o sus familiares.

Por su parte el Obispado de Mallorca «manifiesta su petición de perdón a la víctima y su voluntad de continuar apoyándola y acompañándola en su proceso terapéutico, espiritual y económico».

En el comunicado la diócesis reitera su «rotunda condena a cualquier tipo de abuso y violencia contra las personas y nuestra firme intención de buscar siempre la verdad. Además, y en línea con nuestro compromiso de transparencia, insistimos en la nuestra voluntad de cooperar siempre y plenamente con las autoridades judiciales del Estado para facilitar la investigación judicial en éste o cualquier proceso que deba llevarse a cabo».

Exculpado un sacerdote de 80 años

Por otro lado, el Tribunal Eclesiástico de la Diócesis de Mallorca ha exculpado a un sacerdote diocesano acusado de abusos sexuales por una mujer. La misma denunciante también ha apuntado a que fue víctima de delitos sexuales por parte de otros dos sacerdotes, en este caso ambos jesuitas.

El decreto que finaliza el procedimiento canónico considera que «no se ha podido alcanzar certeza moral» de que el religioso se aprovechara una discapacidad intelectual de la denunciante para abusar de ella. De hecho, existía una discrepancia entre los informes psicológicos del caso sobre la capacidad de la denunciante para rechazar mantener relaciones sexuales con el sacerdote, que ahora tiene más de ochenta años de edad. Los hechos denunciados se habría producido hace tres décadas.

La resolución, aunque descarta una infracción que hubiera supuesto la expulsión del sacerdote del estado clerical, le impone una penitencia porque sí considera acreditado que pecó. La clave del asunto es que no hay pruebas de que el encausado fuera consciente de ninguna anomalía y que, por tanto, consideró que eran unas relaciones consentidas sin ningún obstáculo.

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Comentarios
8 comentarios en “La diócesis de Mallorca prohíbe a un sacerdote celebrar la Misa en público durante tres años y se abre a reparar económicamente a la víctima
  1. Dice la noticia que hay «discrepancia entre los informes psicológicos del caso sobre la capacidad de la denunciante de rechazar mantener relaciones.» Por tanto si ese aspecto no es seguro, no hay prueba de delito ni debe haber indemnización.
    Sin embargo, hoy lo políticamente correcto es ponerse del lado de los denunciantes, y los obispos ya no son pastores que actúan como padres, sino que sólo buscan quedar bien, y por ello quieren complacer a la opinión pública manipulada por la prensa difamatoria.
    Suponiendo que el sacerdote de Palma hubiera pecado, ya se habrá confesado, y de arrepentidos está el Cielo lleno. Además no debemos olvidar que han pasado treinta años y eso ya es «agua pasada». Por eso Taltavull no debería imponerle estos castigos ni tampoco disculparse ni indemnizar a quien, si es verdad lo que cuenta, fue tan culpable de esos hechos.

    1. Discrepo profundamente. Me sorprende su escrito, creo que muy muy poco meditado.
      Si ese sacerdote peco hace 30 años aprovechandose de una mujer o dejandose llevar, no es agua pasada.
      Que no haya prueba de un delito no quiere decir que no se haya cometido en un caso como este.
      Seria necesario ser mucho mas prudente por su parte.
      El tribunal no exonera sino que simplemente se declara incapaz de comprobar la veracidad, que en ese caso y con tema psicologicos por medio es muy diferente.
      Y una cosa es el la confesión y otra cosa es el daño que ciertos pecados suponen hacia uno mismo o hacia otros. Y ese daño a terceros puede ser importante, en este tipo de caso, y por eso hay que ser prudente y tener mas respeto con una victima, aunque tenga cierto grado de culpabilidad. Pero incluso aunque la victima tuviera cierto grado de culpabilidad eso no exonera al sacerdote.

      1. Don Juan Nadie:
        1- En el plano legal aquí no hay delito y la justicia declara inocente al acusado al no poder demostrar culpabilidad.
        2- En el plano moral ¿dónde queda la misericordia de la que tanto habla Francisco? Porque el obispo mallorquín demuestra carecer de ella.
        Cristo le dijo a la adúltera «No te condeno. Vete y no peques más.»
        El derecho canónico dice que lo que le rije es la salud de las almas, y si ese sacerdote, por debilidad humana, hace treinta años, cayó en un pecado (con la complicidad de quien ahora le denuncia), pero luego se confesó, entonces Dios le perdonó, y si el Señor le perdonó, en algo que no constituye delito ¿quiénes somos nosotros para juzgar y condenar?
        Y si al confesarse le impusieron una penitencia, no tiene sentido que ahora venga el obispo y le imponga una segunda penitencia.

        1. Opino que aquí hay hipocresía en el obispo, al emplear tanta dureza por salvar su imagen, y al no actuar de forma proporcionada ante otros pecados;
          y también en la denunciante, por acusar a aquel con quien ella misma pecó.

  2. Y cuándo va a ser reprendido el comportamiento inmoral ( que no delictivo ) de unos de los vicarios, homosexual activo desde hace años y que todo el mundo conoce. Más señas? No las voy a dar.

  3. Me gustaría saber, quien mueve los hilos de esta burda trama de delitos sexuales, que han pasado ya tres décadas, para intentar sacar tajada domo sea, y condenar a personas que de momento nada hay contra ellos. Es la jauría humana que como alimañas intentan como sea obtener ciertos beneficios que no vienen mal. Como no creen en nada, les da lo mismo mentir que cualquier fechoría.
    Cuánto daño se ha causado en parroquias, la amistad demasiado cercana de jóvenes con sacerdotes de carácter abierto.

  4. El gran problema los seminarios donde se admiten amanerado y homosexuales o bisexuales en los q se les nota a leguas lo q son …pero como han llegado a los cargos y son cuates de los nuevos ,se les pasa x alto esto y son ordenados …lo peor es cuando los laicos lo saben y callan

  5. Mallorca es famosa por haber dado a luz un Nadal, extraordinario tenista, y otro homónimo que juega al gatopardismo, al que le encanta el boato y el protocolo tanto como el arcoiris y las bananas playeras. Lo malo es que el segundo es curial y encima judicial. No digo nada ni acusó a nadie. A buen entendedor

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