El Papa Francisco anunció ayer por sorpresa un nuevo Consistorio para la creación de cardenales el próximo 30 de septiembre.
Además de este anuncio, como cada domingo, el Papa comentó el Evangelio del día. El Pontífice recordó que «los pequeños son aquellos que, como los niños, se sienten necesitados y no autosuficientes, están abiertos a Dios y dejan que sus obras los asombren».
El Papa lanzó también varias preguntas a los fieles: «¿sé detenerme en las grandes cosas de Dios, las que Dios hace, como nos muestra Jesús hoy? ¿He perdido la capacidad de asombrarme? ¿Me dejo maravillar como un niño por el bien que cambia el mundo silenciosamente, o he perdido la capacidad de asombrarme?»
Les ofrecemos las palabras completas del Papa en el Ángelus:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Hoy, el Evangelio contiene una oración muy hermosa de Jesús, que se dirige al Padre diciendo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños» (Mt 11,25). ¿A qué cosas se refiere Jesús? ¿Y quiénes son estos pequeños a los que tales cosas han sido reveladas? Detengámonos en esto: en las cosas por las que Jesús alaba al Padre y en los pequeños que saben acogerlas.
Las cosas por las que Jesús alaba al Padre. Poco antes, el Señor ha recordado algunas de sus obras: «Los ciegos ven […] los leprosos son purificados […] y la Buena Noticia es anunciada a los pobres» (Mt 11,5); y ha revelado su significado diciendo que son los signos del obrar de Dios en el mundo. El mensaje, entonces, está claro: Dios se revela liberando y sanando al hombre -no olvidemos esto: Dios se revela liberando y sanando al hombre- y lo hace con un amor gratuito, un amor que salva. Por esto Jesús alaba al Padre, porque su grandeza consiste en el amor y no actúa nunca fuera del amor. Pero esta grandeza en el amor no es comprendida por quien presume de ser grande y se fabrica un dios a su propia imagen: un dios potente, inflexible, vengativo. En otras palabras, estos presuntuosos no consiguen acoger a Dios como Padre; quien es orgulloso y está lleno de sí mismo, preocupado solo por sus propios intereses -estos son los presuntuosos-, está convencido de que no necesita a nadie. Jesús nombra, a este respecto, a los habitantes de tres ciudades ricas de aquel tiempo: Corozaín, Betsaida y Cafarnaúm, donde ha realizado numerosas curaciones, pero cuyos habitantes han permanecido indiferentes a su predicación. Para ellos, los milagros han sido tan solo eventos espectaculares, útiles para ser noticia y alimentar las charlas; una vez agotado este interés pasajero, los han dejado de lado, quizá para ocuparse de otra novedad del momento. No han sabido acoger las grandes cosas de Dios.
Los pequeños, en cambio, saben acogerlas, y Jesús alaba al Padre por ellos: “Te alabo” -dice- porque has revelado el Reino de los Cielos a los pequeños. Lo alaba por los simples, que tienen el corazón libre de la presunción y del amor propio. Los pequeños son aquellos que, como los niños, se sienten necesitados y no autosuficientes, están abiertos a Dios y dejan que sus obras los asombren. ¡Ellos saben leer sus signos y maravillarse por los milagros de su amor! Yo os pregunto a cada uno de vosotros, y también a mí mismo: ¿nosotros sabemos maravillarnos de las cosas de Dios, o las tomamos como cosas pasajeras?
Hermanos y hermanas, nuestra vida, si lo pensamos bien, está llena de milagros: llena de gestos de amor, signos de la bondad de Dios. Sin embargo, ante ellos, también nuestro corazón puede acostumbrarse y permanecer indiferente, curioso pero incapaz de asombrarse, de dejarse “impresionar”. Un corazón cerrado, un corazón blindado, no tiene capacidad para sorprenderse. ‘Impresionar’ es un bonito verbo que hace pensar en la película de un fotógrafo. Esta es la actitud correcta ante las obras de Dios: fotografiar en la mente sus obras para que se impriman en el corazón, a fin de revelarlas en la vida mediante muchos gestos de bien, de modo que la “fotografía” de Dios-amor se haga cada vez más luminosa en nosotros y a través de nosotros.
Y ahora preguntémonos, todos nosotros: en la marea de noticias que nos sumerge, ¿sé detenerme en las grandes cosas de Dios, las que Dios hace, como nos muestra Jesús hoy? ¿He perdido la capacidad de asombrarme? ¿Me dejo maravillar como un niño por el bien que cambia el mundo silenciosamente, o he perdido la capacidad de asombrarme? ¿Y bendigo al Padre cada día por sus obras? Que María, que exultó en el Señor, nos haga capaces de asombrarnos de su amor y de alabarlo con simplicidad.
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Después del Ángelus
Queridos hermanos y hermanas:
he sabido con dolor que de nuevo se ha derramado sangre en Tierra Santa. Espero que las autoridades israelíes y palestinas puedan retomar un diálogo directo con el fin de terminar con la violencia y abrir caminos de reconciliación y de paz.
Hoy se celebra el Domingo del mar, dedicado a cuantos trabajan en las naves, en los puertos y en el ambiente marítimo. Doy gracias a los marineros que custodian el mar frente a las diversas formas de contaminación -además de realizar su trabajo- y sacan del mar la suciedad que tiramos, el plástico… Una vez, los pescadores de San Benedetto del Tronto me hablaron de las toneladas de plástico que quitan del mar, como hemos visto hace poco en el programa “A su imagen”. Doy las gracias a los capellanes y a los voluntarios del apostolado del mar, y encomiendo a todos a la protección de María Stella maris. Quisiera también recordar con gratitud a cuantos operan con Mediterranea Saving Humans en el salvamento de migrantes en el mar: ¡muchas gracias, hermanos y hermanas!
Y ahora os saludo a vosotros, romanos y peregrinos, que a pesar del calor del mes de julio estáis aquí en la plaza. ¡Un aplauso a todos vosotros! Me alegro de saludar en especial a las scout y a los estudiantes universitarios de Leópolis, en Ucrania: os doy mi bendición y la extiendo a vuestros seres queridos y a vuestro pueblo, que sufre numerosas pruebas. Oremos por este pueblo que sufre tanto. Saludo a los polacos, y recuerdo la gran peregrinación que tiene lugar hoy en el Santuario de Jasna Góra en Częstochowa.
Saludo a los jóvenes del movimiento Regnum Christi, a los scouts de Modica, al coro parroquial de Santo Stefano Quisquina – Agrigento, a los jóvenes de la diócesis de Pistoia y a los fieles de Sacile.
Y ahora quisiera anunciar que el próximo 30 de septiembre celebraré un Consistorio para el nombramiento de nuevos Cardenales. Su procedencia expresa la universalidad de la Iglesia, que sigue anunciando el amor misericordioso de Dios a todos los hombres de la tierra. La inserción de los nuevos Cardenales en la diócesis de Roma manifiesta el vínculo indisoluble entre la sede de Pedro y las Iglesias particulares extendidas en el mundo.
Estos son los nombres de los nuevos Cardenales:
S.E. Mons. Robert Francis PREVOST, O.S.A., Prefecto del Dicasterio para los Obispos
S.E. Mons. Claudio GUGEROTTI, Prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales
S.E. Mons. Víctor Manuel FERNÁNDEZ, Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe
S.E. Mons. Emil Paul TSCHERRIG, Nuncio Apostólico
S.E. Mons. Christophe Louis Yves Georges PIERRE, Nuncio Apostólico
S.B. Pierbattista PIZZABALLA, Patriarca Latino di Jerusalén
S.E. Mons. Stephen BRISLIN, Arzobispo de Ciudad del Cabo (Kaapstad)
S.E. Mons. Ángel Sixto ROSSI, S.J., Arzobispo de Córdoba
S.E. Mons. Luis José RUEDA APARICIO, Arzobispo de Bogotá
S.E. Mons. Grzegorz RYŚ, Arzobispo de Łódź,
S.E. Mons. Stephen Ameyu Martin MULLA, Arzobispo de Juba
S.E. Mons. José COBO CANO, Arzobispo de Madrid
S.E. Mons. Protase RUGAMBWA, Arzobispo coadjutor de Tabora
S.E. Mons. Sebastian FRANCIS, Obispo de Penang
S.E. Mons. Stephen CHOW SAU-YAN, S.J., Obispo de Hong Kong
S.E. Mons. François-Xavier BUSTILLO, O.F.M. Conv., Obispo de Ajaccio
S.E. Mons. Américo Manuel ALVES AGUIAR, Obispo auxiliar de Lisboa
Rvdo. P. Ángel FERNÁNDEZ ARTIME, S.D.B., Rector mayor de los Salesianos
Junto a ellos, uniré a los miembros del Colegio Cardenalicio a dos arzobispos y a un religioso que se han distinguido por su servicio a la Iglesia:
S.E. Mons. Agostino MARCHETTO, Nuncio Apostólico
S.E. Mons. Diego Rafael PADRÓN SÁNCHEZ, Arzobispo emérito de Cumaná
P. Luis Pascual DRI, OFM Cap., confesor en el Santuario de Nuestra Señora de Pompeya de Buenos Aires.
Oremos por los nuevos Cardenales, para que, confirmando su adhesión a Cristo, Sumo Sacerdote misericordioso y fiel (cfr. Hb 2,17), me ayuden en mi ministerio de Obispo de Roma para el bien de todo el Santo Pueblo fiel de Dios.
Os deseo a todos un feliz domingo. Por favor, no os olvidéis de rezar por mí. Buen almuerzo y hasta la vista.
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Lo de siempre. Un discurso insulso, y unos mensajes a favor de la invasión inmigratoria musulmana, de la ecología, etc., mientras guarda silencio absoluto ante el avance del nuevo orden mundial. Todo esto aderezado con nombramientos de cardenales escogidos de entre lo peor (siendo muchos de ellos doctrinalmente erráticos).
Parece que ya no habemus papam. Ahora tenemos simplemente un obispo de Roma.
Está tan viejo, gagá y achacoso, que no se da cuenta del ridículo que hace repitiendo siempre las mismas necedades, aderezándolas con alguna nueva necedad.
Exacto. Y algunos catolifachos dicen que se ponen una armadura para no pecar. Y pecan, claro. Y luego se confiesan compulsivamente, a base de golpes de pecho. Y vuelven a pecar. Y se vuelven a confesar…. Podrían tocar el borde del manto de Cristo. Con eso dejarían de sangrar.
¿No se aburre de soltar tanta chorrada en todas las noticias, como esos sucedáneos de mini libelos anticatólicos de «iluminado» decimonónico, pero en su caso sin «iluminar»? No se puede escribir de forma más garrafal de lo que lo hace usted, reflejo del caos que tiene en su cabeza y de la incultura que le hace tan sectario. El problema no son los golpes de pecho de los católicos, sino el que, sin duda, se ha debido de dar usted en la cabeza, pues es evidente que está un poco «pa’allá». Y encima poseído. En vez de tanto escribir majaderías, que ya ve que no afectan a nadie (si fuera vendedor de enciclopedias puerta a puerta se moriría de alguien hambre), lo que debería hacer es someterse a un exorcismo, farsante.
Donde dice: «se moriría de alguien hambre»,
debe decir: «se moriría de hambre».
A mi la frase del tilular me recuerda ala del Genesis 3_5
«Es que Dios sabe muy bien que el día en que comierais de el, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal»
Creo que la frase del génesis tiene un sentido distinto. Seréis como dioses, no es ser dioses. Conocer el bien y el mal no supone ser dioses, mas bien lo contrario.
El pecado siempre es una rebelión contra Dios. Contra sus mandatos. En ese momento ocupamos su lugar y nos entronizamos nosotros.
Las tentaciones buscan precisamente esto. En el Genesis es el propio diablo quien tienta, con un anzuelo :. la soberbia, «seréis como dioses….»
Las tentaciones no sólo vienen de Satanás, a veces son personas o nuestro propio interior. Nuestras pasiones, desordenadas por el pecado original.
Si tu hablas de «corazón cerrado», y quien lo dice es un poeta, trataría de entenderlo dentro de la lectura de poema.
En Bergoglio hay una utilización de las palabras, que siempre lleva al mismo lugar: poner en duda todo lo anterior, con ambigüedad o sensibileria.
Quién encuentra a Cristo e intenta seguirle, lo que no tiene es un corazón cerrado. Esa es otra mentira de las suyas, para «desanimar» y «frustrar» y abrir el mismo (el corazón) a sus disparates (por no poner otro término).
Eso a quien se lo consienta
Miss Aforrismos. Es terrible este hombre. Me recuerda a las misses que sueltan frases remanidas. Es triste esto, por lo menos para mi. Lucas 21 desde la toma de jerusalem por Israel se cumple parece.
Cómo no nos van a sorprender las maravillas de Dios si se queda uno embelesado con la forma en que actúa en nosotros y en nuestra vida?
No me parece que sea esa una «capacidad nuestra» sino una reacción a la preciosidad y maravilla de Dios. A la inefabilidad de la grandeza infinita que se fija en la pequeñez y la ama, a la forma perfecta y sorprendente de actuar de Dios. A cómo nos muestra nuestra imperfección sin humillarnos sino llenàndonos de gozo.
A su suavidad, a su belleza, a su càlida perfección.
Uno se enamora continuamente.
Me cuesta creer que exista quien se acostumbre a eso. Su creatividad es sublime y fascinante.
«A cómo nos muestra nuestra imperfección…»
Hasta ahora usted es impermeable a eso. Se lo muestra, pero usted se niega a corregirse. Así que, mucha palabrería empalagosa y poca coherencia.
CATHOLICVS,
preocúpese de usted que bastante trabajo tiene, Saulo!
Aplíquese usted el cuento y deje de practicar fariseísmo en versión ñoña («gracias, Señor, por hacerme «pura» y no como el malvado publicano de CATHOLICVS»). Lamento comunicarle que practicar las obras de misericordia, entre las que se encuentra «corregir al que yerra», es algo que no está sometido a su aprobación, por lo que seguiré haciéndolo y preocupándome de lo que considere oportuno (y no del lo que le apetezca a usted). Se lo he dicho más veces: si se convierte usted, perfecto; pero si no lo hace, al menos que no engañe a otros (que eso también es caridad).
Estoy hablando en mi comentario de cómo nos guía, instruye y purifica el Espíritu Santo y usted insistiendo tozudamente en q tengo q dejarme instruir por usted.
No gracias, mi maestro es Él.
Dejarse «corregir», no «instruir». Para instruirse hay otros métodos. Y no por mí: por los múltiples comentaristas que lo hacen, que son muchos y cada vez más. La fe no se aprende por «inspiraciones» de un «espíritu» (que no es el Santo, habida cuenta de lo que usted «aprende» y luego difunde), como usted cree y afirma.
Critica por desconocimiento. Lo que desconoce.
¿por qué se conforma con la Palabra escrita? realmente es impresionante y yo soy una enamorada de ella pero la amistad con la «Palabra Viva» es el camino de los cristianos. ¿por qué la rechaza?
Saulo, Saulo…
no ve que sólo en esa intimidad Cristo escribe la plenitud de la ley en nuestro corazón? sólo en esa intimidad nos enseña, guía e instruye (y también corrije) mediante el Espíritu Santo.
Tiene miedo o es que como piensa que ya lo sabe todo cree que no necesita abrir esa puerta?
Usted se ha empeñado en corregirme y yo en que usted tenga un encuentro con aquel que le Ama con Amor Divino. Yo sólo puedo rezar y eso es lo que hago y haré pero si usted no le abre la puerta a Cristo Él no entrará.
«Yo estoy en la puerta y llamo, si tú me abres yo entraré y cenaré contigo»
ACS, «Si alguno dijere que la revelación divina no puede hacerse creíble por signos exteriores, y que, en consecuencia, sólo por la experiencia individual o por una inspiración privada deben ser movidos los hombres a la fe, sea excomulgado» (Concilio Vaticano I, De fide can.2.)
ACS, «me cuesta creer que exista quien se acostumbre a eso»,
Pues hay quien se acostumbra a tener lecturas personalísimas, absurdas y heterodoxas de la fe, y persiste en ello pese a la unánime advertencia del resto de comentaristas.
¿Será que la costumbre consiste en provocar a sabiendas porque tiene manía persecutoria contra todo lo católico?
Pues nosotros vamos de sorpresa en sorpresa. Y no gratas, precisamente. Nos mueven al desagravio y a pedir mucha salud mental y espiritual, y el don del discernimiento para todos los pastores. Pero nos queda la duda cuando el pastor, a pesar del lanoso pelaje, huele a lobo.
Bergoglio, tus perversidades, herejías, modernismos, zafiedades y mala uva no ha dejado de sorprendernos muy negativamente. Dimite y vete a las antípodas.