Irlanda fue el último país europeo en legalizar el aborto, pero desde entonces se ha dado prisa en ponerse a la vanguardia del abortismo. Lo último es la ley cuya aprobación se juzga inevitable y que tipificará como delito rezar cerca de un centro de abortos.
La apostasía masiva de la antaño Isla de los Santos va tan deprisa que se ha situado ya firmemente entre los peores perseguidores de la Iglesia en Europa. Si sale adelante un reciente proyecto de ley, cualquiera que «proteste repetidamente» frente a un centro de abortos irlandés podría enfrentarse a una multa de 2.500 euros o seis meses de prisión.
En el lenguaje atrozmente manipulador a que nos tienen acostumbrados, el proyecto de ley dice pretender proporcionar «zonas de acceso seguras», designando la presencia de la oración y el recordatorio de Dios como un atentado punible.
La nueva ley conlleva sanciones severas que incluyen multas y la pérdida de la libertad. Cualquier persona que proteste repetidamente frente a los centros médicos que practican abortos podría enfrentarse a una multa de 2.500 euros o seis meses de prisión. Las nuevas leyes tienen como objetivo tomar medidas drásticas contra cualquiera que proteste fuera o cerca de las instalaciones médicas que brindan abortos. La norma crea zonas de exclusión específicas libres de oración en toda Irlanda.
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Esta deriva
tan rápida hacia la apostasía en sociedades antes cristianas sólo puede comprenderse cabalmente desde el misterio preternatural de la iniquidad. Señor Jesús, ¡ven pronto!
Y desde el deterioro del Cuerpo de Cristo en la Cruz.
Saludos Perplejo
Y desde lo que usted quiera; que hablar es gratis e inventar más barato aún.
Antes el aborto y las conductas lgtbi eran delito. Ahora, trabajar contra esas iniquidades es delito. ¡El mundo al revés!
Satanás ha trabajado bien en los países católicos. En Irlanda, en España y ya veremos lo que ocurre en Polonia o Croacia que estuvieron bajo la bota del comunismo.
2Pedro 20_22
Así están los países que un día fueron católicos.