El Papa pide el cese de las armas en Ucrania y Sudán

Papa Francisco ángelus
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En el rezo del Regina Coeli de este domingo, Francisco centró su reflexión en las Ascensión del Señor, que se celebró ayer en muchos países.

El Papa lanzó propuso dos preguntas: «¿por qué celebrar la partida de Jesús de la tierra? ¿qué hace ahora en el cielo?». El Pontífice remarcó que «podemos decir que desde el día de la Ascensión Dios mismo ha “cambiado”: ¡desde entonces ya no es solo espíritu, sino que por todo lo que nos ama lleva en sí nuestra misma carne, nuestra humanidad!»

Tras el rezo de la oración mariana, el Santo Padre volvió a pedir el cese de las armas y de la violencia en Sudán y en Ucrania. Además, invitó a los presentes a participar en la Semana Laudato si’.

Les ofrecemos las palabras completas del Papa Francisco:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy en Italia y en muchos otros países se celebra la Ascensión del Señor. Es una fiesta que conocemos bien, pero que puede hacer surgir algunas preguntas, al menos dos. La primera: ¿por qué celebrar la partida de Jesús de la tierra? ¡Parecería que su despedida sea un momento triste, no precisamente algo por lo que estar alegre! ¿Por qué celebrar una partida? Primera pregunta. Segunda pregunta: ¿qué hace ahora en el cielo? Primera pregunta: ¿por qué celebrar? Segunda pregunta: ¿qué hace Jesús en el cielo?

Por qué celebramos. Porque con la Ascensión sucedió algo nuevo y hermoso: Jesús ha llevado nuestra humanidad, nuestra carne al cielo – ¡es la primera vez! – es decir la ha llevado a Dios. Esa humanidad, que había tomado en la tierra, no se ha quedado aquí. Jesús resucitado no era un espíritu, no, tenía su cuerpo humano, la carne, los huesos, todo, y ahí, en Dios, estará para siempre. Podemos decir que desde el día de la Ascensión Dios mismo ha “cambiado”: ¡desde entonces ya no es solo espíritu, sino que por todo lo que nos ama lleva en sí nuestra misma carne, nuestra humanidad! El lugar que nos espera está indicado, nuestro destino está ahí. Así escribía un antiguo Padre en la fe: «¡Espléndida noticia! Aquel que se ha hecho hombre por nosotros […], para hacernos sus hermanos, se presenta como hombre delante del Padre, para llevar consigo a todos aquellos que están unidos a él» (S. Gregorio de Nisa, Discurso sobre la resurrección de Cristo, 1). Hoy celebramos “la conquista del cielo”: Jesús que vuelve al Padre, pero con nuestra humanidad. Y así el cielo es ya un poco nuestro. Jesús ha abierto la puerta y su cuerpo está ahí.

La segunda pregunta: ¿qué hace Jesús en el cielo? Él está por nosotros delante del Padre, le muestra continuamente nuestra humanidad, muestra las llagas. A mí me gusta pensar que Jesús, delante del Padre, reza así, enseñándole las llagas. “Esto es lo que he sufrido por los hombres: ¡haz algo!”. Le enseña el precio de la redención, y el Padre se conmueve. Esto es algo que me gusta pensar. Así reza Jesús. Él no nos ha dejado solos. De hecho, antes de ascender nos dijo, como dice el Evangelio hoy: «Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el final del mundo» (Mt 28,20). Está siempre con nosotros, nos mira, está «siempre vivo para interceder» (Hb 7,25) en nuestro favor. Para enseñar las llagas al Padre, por nosotros. En una palabra, Jesús intercede; está en el mejor “lugar”, delante del Padre suyo y nuestro, para interceder por nosotros.

La intercesión es fundamental. También nos ayuda a nosotros esta fe: nos ayuda a no perder la esperanza, a no desanimarnos. Delante del Padre hay alguien que le enseña las llagas e intercede. La Reina del cielo nos ayude a interceder con la fuerza de la oración.

 



Después del Regina Caeli

¡Queridos hermanos y hermanas!

Es triste pero, un mes después del estallido de la violencia en Sudán, la situación sigue siendo grave. Al alentar los acuerdos parciales alcanzados hasta ahora, renuevo mi sentido llamamiento a que se depongan las armas, y pido a la comunidad internacional que no escatime esfuerzos para hacer prevalecer el diálogo y aliviar el sufrimiento de la población. Por favor, no nos acostumbremos a los conflictos y a la violencia. ¡No nos acostumbremos a la guerra! Y sigamos estando cerca del martirizado pueblo ucraniano.

Se celebra hoy la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, sobre el tema Hablar con el corazón. Es el corazón el que nos mueve a una comunicación abierta y acogedora. Saludo a los periodistas y a los trabajadores de la comunicación aquí presentes, les doy las gracias por su trabajo y deseo que estén siempre al servicio de la verdad y del bien común. ¡Un aplauso a todos los periodistas!

Hoy empieza la Semana Laudato si’. Doy las gracias al Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y a las numerosas organizaciones adheridas; e invito a todos a colaborar con el cuidado de nuestra casa común: ¡hace mucha falta unir habilidades y creatividad! Nos lo recuerdan también las recientes calamidades, como las inundaciones que han golpeado estos días Emilia Romaña, a cuya población renuevo de corazón mi cercanía. Ahora en la plaza se distribuirán los libritos sobre la Laudato si’ que el Dicasterio ha preparado en colaboración con el Instituto ambiental de Estocolmo.

Os saludo a todos vosotros, romanos y peregrinos de Italia y de tantos países… Veo muchas banderas, ¡bienvenidos! Saludo, en particular a las Hermanas Franciscanas de Santa Isabel de Indonesia – ¡desde lejos! – a los fieles de Malta, Mali, Argentina, la Isla Caribeña Curazao y la Banda Musical de Puerto Rico. ¡Nos gustaría escucharos tocar después!

Saludo además a la peregrinación diocesana de Alejandría; los chicos de la Confirmación de la diócesis de Génova, que encontré ayer en Santa Marta, con la gorra roja, allí, ¡muy bien!; los grupos parroquiales de Molise, Scandicci, Grotte y Grumo Nevano; las asociaciones comprometidas con la defensa de la vida humana; el Coro juvenil “Emil Komel” de Gorizia; las escuelas “Caterina di Santa Rosa” y “Sant’Orsola” de Roma y a los chicos de la Inmaculada.

A todos vosotros os deseo un feliz domingo. Por favor, no os olvidéis de rezar por mí. Por favor, no os olvidéis. ¡Buen almuerzo y hasta pronto!

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Comentarios
8 comentarios en “El Papa pide el cese de las armas en Ucrania y Sudán
  1. Estas dos guerras las ha provocado Biden, por el que tú hiciste campaña, desgraciado, pide perdón por apoyar a los desgraciados globalistas

  2. Francisco hace discursos cargados de imprecisiones, de las que destaco dos en esta ocasión:
    1- Decir que Jesús reza. La oración es hablar con Dios, y como Cristo es consubstancial al Padre y al Espíritu, no tiene sentido decir que Jesús reza en el Cielo.
    2- Decir que el Padre se conmueve. Una de las características de Dios es su impasibilidad, luego no puede haber conmoción en Dios.

    1. A Francisco le convendría aclarar sus ideas sobre la impasibilidad de Dios. Yo le recomendaría que lea autores como Arnobio, Tertuliano, Lactancio, Sto. Tomás de Aquino, etc.

      1. En cuanto a la sección de saludos, es lamentable que Francisco aplauda a todos los periodistas, cuando la mayoría de ellos están al seevicio de la mentira y el adoctrinamiento que promueve el NOM.
        Y lo de celebrar la semana «Laudato Si» es deplorable, pues supone alentar una ideología perversa que con la excusa del medio ambiente quiere promover un reinicio catastrófico.

        1. Pero causa vergüenza leer esos saludos, por parecerse más a un showman que a un Papa.
          Y muchísimo peor es cuando pide a cualquier fulano que rece por él.
          NO seamos ingenuos: él no cree en Dios.
          Le pide a un católico que rece por él, porque dice que lo necesita. Pero también pide lo mismo a un judío, musulmán, a un budista que ni siquiera sabe qué es rezar, a los que no creen, para que le manden buenas ondas, etc.
          Nunca la Iglesia llegó a esto, hasta que él llegó.

    2. ¿Jesús no rezó en el huerto de los olivos?
      Según tu la biblia miente .
      ¿ imposibilidad? Si es impasible¿ por que recompensa o castiga a los pueblos? Confundes libre albedrío con impasiblidad.

      1. si lees bien, se refiere al cielo, no a la tierra, en la tierra rezaba, en el cielo todo cambia. Si te causa dudas o escándalo de la impasividad, jesús clavado en la cruz, siendo Dios, Como Dios ¿sufrió también en la cruz?, Pues resulta que su parte divina no sufrió en la cruz, permaneció impasible porque Dios no sufre. Y dios castiga y recompensa por justicia, no porque sufra con nuestros pecados. Cuando un niño dice una mala palabra, eso no le cusa sufrimiento a su madre o a su padre, pero ellos los castigan para corregirlo.

    3. Lo que ocurre, es que la gente cree que Bergoglio todo lo sabe.
      A veces, en la Biblia, se utilizan metáforas o se habla en sentido figurado, como en el Génesis, cuando se dice que Dios se arrepintió de haber creado al hombre y tuvo que mandar el diluvio.
      Pero el problema de este sujeto, es que cuando habla confunde a todos.
      Hay muchos credulones que aceptan que Cristo reza, porque el papa lo dijo.

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