Como cada domingo, desde el balcón de san Pedro, el Papa Francisco comentó el Evangelio del día.
El Santo Padre centró su comentario en la figura del Espíritu Santo, en concreto sobre su cercanía y su ayuda contra quien nos acusa.
Les ofrecemos las palabras del Papa Francisco en el rezo del Regina Coeli:
El Evangelio de hoy, sexto domingo de Pascua, nos habla del Espíritu Santo, que Jesús llama Paráclito (cfr. Jn 14,15-17). Paráclito es una palabra que proviene del griego, y que significa al mismo tiempo el que consuela y abogado. El Espíritu Santo nunca nos deja solos, está junto a nosotros, como un abogado que asiste al imputado estando a su lado. Y nos sugiere cómo defendernos de quien nos acusa. Recordemos que el gran acusador es siempre el diablo, que pone dentro de uno el deseo del pecado, los pecados, la maldad. Reflexionemos sobre estos dos aspectos: su cercanía y su ayuda contra quien nos acusa.
Su cercanía: el Espíritu Santo, dice Jesús, “permanece con vosotros y estará en vosotros” (cfr. v. 17). No nos abandona nunca. El Espíritu Santo quiere quedarse con nosotros: no es un huésped de paso que viene a hacernos una visita de cortesía. Es un compañero de vida, una presencia estable, es Espíritu y desea morar en nuestro espíritu. Es paciente y está con nosotros también cuando caemos. Se queda porque nos ama de verdad, no finge querernos para luego dejarnos solos en medio de las dificultades. No, es leal, es transparente, es auténtico.
Es más, sin nos encontramos en una situación de prueba, el Espíritu Santo nos consuela, trayéndonos el perdón y la fuerza de Dios. Y cuando nos pone ante nuestros errores y nos corrige, lo hace con suavidad: en su voz, que habla al corazón, están siempre presentes el timbre de la ternura y el calor del amor. Cierto, el Espíritu Paráclito es exigente, porque es un verdadero amigo, fiel, que no esconde nada, que nos sugiere qué cambiar y cómo crecer. Pero cuando nos corrige jamás nos humilla y nunca infunde desánimo; por el contrario, nos transmite la certeza de que con Dios podemos lograrlo, siempre. Esta es su cercanía. ¡Es una hermosa certeza!
Segundo aspecto, el Espíritu Paráclito es nuestro abogado, nos defiende. Nos defiende de quien nos acusa: de nosotros mismos cuando no nos queremos y no nos perdonamos, llegando quizá incluso a decirnos que somos unos fracasados buenos para nada; del mundo, que descarta a quien no responde a sus esquemas y sus modelos; del diablo, que es el “acusador” por excelencia (cfr. Ap 12,10) y el que divide, y que hace todo lo posible para que nos sintamos incapaces e infelices.
Ante todos estos pensamientos acusatorios, el Espíritu Santo nos sugiere cómo responder. ¿De qué modo? El Paráclito, dice Jesús, es Aquel que nos enseña y nos recuerda todo lo que Jesús nos ha dicho (cfr. Jn 14,26). Él nos recuerda las palabras del Evangelio, y nos permite así responder al diablo acusador no con palabras nuestras, sino con las palabras mismas del Señor. Sobre todo, nos recuerda que Jesús hablaba siempre del Padre que está en los cielos, que nos lo ha dado a conocer y nos ha revelado su amor por nosotros, que somos sus hijos. Si invocamos al Espíritu, aprenderemos a acoger y recordar la realidad más importante de la vida. ¿Y cuál es esta realidad más importante de la vida? Que somos hijos amados de Dios. Somos hijos amados de Dios: esta es la realidad más importante, y el Espíritu Santo nos la recuerda.
Hermanos y hermanas, preguntémonos hoy: ¿Invocamos al Espíritu Santo, le rezamos con frecuencia? ¡No nos olvidemos de Él, que está junto a nosotros, es más, en nuestro interior! Y asimismo, ¿prestamos atención a su voz, tanto cuando nos anima como cuando nos corrige? ¿Respondemos con las palabras de Jesús a las acusaciones del mal, a los “tribunales” de la vida? ¿Nos acordamos de que somos hijos amados de Dios? Que María nos haga dóciles a la voz del Espíritu Santo y sensibles a su presencia.
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Después del Regina Caeli
Queridos hermanos y hermanas,
durante estos días, hemos asistido de nuevo a enfrentamientos armados entre israelíes y palestinos, en los que han perdido la vida personas inocentes, incluidos mujeres y niños. Espero que la tregua recién alcanzada se estabilice, que callen las armas, porque con las armas nunca se obtendrán seguridad y estabilidad; por el contrario, se destruirá cualquier esperanza de paz.
Os saludo de corazón a todos vosotros, romanos y peregrinos venidos de Italia y de muchos países, en especial a los fieles procedentes de Canadá, Singapur, Malasia y España.
Saludo a los responsables de la Comunidad de San Egidio en 25 países africanos; y, asimismo, a las autoridades y a los docentes de la Universidad de Radom, en Polonia. Saludo la Caritas Internationalis, que se ha reunido para elegir a su nuevo presidente. ¡Adelante, con valor, por la vía de la reforma!
Saludo a los fieles de Scandicci y a los de Torrita de Siena; a los chicos del Decanato de Appiano Gentile, a los Scouts Agesci de Alghero y a los jóvenes de Senigallia; a los alumnos del Instituto “Juan XXIII” de Cammarata; y a los participantes en la carrera de relevos solidaria en favor de la Fundación para la Investigación del Cáncer.
Hoy, en muchos países se celebra la Fiesta de la Mamá; recordemos con gratitud y afecto a todas las mamás, a las que aún están entre nosotros y a aquellas que se han ido al Cielo. Encomendémoslas a María, la mamá de Jesús. ¡Y un fuerte aplauso!
Nos dirigimos a ella pidiéndole que alivie los sufrimientos de la martirizada Ucrania y de todas las naciones heridas por la guerra y la violencia.
Os deseo a todos un feliz domingo. Y saludo a los chicos y chicas de la Inmaculada, que son buenos. Por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!
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Coincido plenamente con el Papa, en esta homilía. Así es el Espíritu Santo, sí!
Que alegría!!!
ACS Araceli Campos Sarmiento. ¿Pero cómo no ibas a dejar necedades como comentarios? ¡Yo estaba seguro que cuando se hablara del Espíritu Santo entrarías por aquí!
¿Tú lo inspiraste a Bergoglio para que diga disparates?
Es gracioso lo del final: saluda a éste o aquél, desea que el almuerzo sea bueno, hermanos y hermanas, etc.
Cierto, una hermosa homilía.
Un discurso plagado de imprecisiones y errores como siempre.
Francisco debería aclarar:
Que el Espiritu nos trae el perdón con la condición de que nos arrepintamos.
Que si pecamos nos separamos del Espíritu Santo.
Que el Espíritu no nos «sugiere» qué cambiar, sino que nos obliga a cambiar.
Que no todos los hombres somos hijos de Dios, sino sólo los bautizados.
Además es errático decir que las madres que ya han fallecido «se han ido al Cielo.» Pues hay un juicio, del que podemos ser sentenciados al I n f i e r n o, Limbo, Purgatorio o Cielo.
Sacerdote, más el error fatal de afirmar a la ligera que «con las armas nunca se consigue la seguridad y estabilidad», afirmación ideológica que pone fuera de la salvación a todo hijo de la Iglesia que se dedique al noble oficio de la milicia armada.
Esa oposición falaz entre paz y legítima defensa es de pestilencia diabólica.
Muy bien dicho Hidaspes.
Sigue destrozando el Depósito de la Fe con su pseudoteología barata Nueva Era. En vez de predicar, desinforma. Y los incultos católicos que somos, y que no nos molestamos en aprender la doctrina de siempre, vamos siendo llevados pasito a pasito al matadero.
No le leáis y no le presteis oído. Y si lo hacéis con el antídoto en la mano: Sagrada Escritura y Tradición, con mucha dosis de Magisterio verdadero.Ya veréis como avanzais en conocimiento de la Fe.
Yo llevo exactamente 10 años con esta dinámica. A mi no me la pega, y no es soberbia, es sencillamente, que le he ido quitando capas, como las cebollas, y el cogollo asusta.
Todas estas homilías son soporíferas, con mucho azúcar, mucho error y a veces con frases de otros. Esto último lo hize notar en otro portal, en concreto frases de la Madre Teresa de Calcutta y zas:cierre de comentarios. Así es como se logra la tan cacareada observación que «es aceptado pacíficamente por toda la Iglesia» :escondiendo errores o tapando bocas.
Así es, en RadiooMaríaa España hacen eso. Adulan demasiado a Bergoglio, es ya cargante, pero los errores o herejías o meteduras de pata, ni lo nombran, como lo de salir en Disney, eso fue escandaloso, pues tapadito, como si no existiera…
Y ese canal de radio está yendo por una deriva muy peligrosa. No sé si están recibiendo dinero del Vaticano (ellos dicen que no, que viven de las aportaciones privadas) pero es algo muy raro que hasta hagan cuñas con cosas que dice Bergoglio para hacer creer que es fiel seguidor de la doctrina o que también hagan mini espacios hablando de las «bondades» del camino sinodal…
Eso es lo que está sucediendo. No hay tendencia a leer, y menos en esta era audiovisual en la que todo tiene que ir deprisa. Es perfecto para el plan de Bergoglio y sus secuaces. Inventarse cosas y los católicos desinformados-ingenuos-despreocupados ya luego dicen «lo dijo el Papa» y ahí siguen, cometiendo errores y llevando también a sus hijos a lo mismo… es horrible…
El Espíritu Santo,es como un maestro interior,un médico del alma,un especialista en poner las cosas en su lugar,así las dificultades no te enferman,no te derriban,no te lastiman,porque El derrama una fuerza,un perfume,un bálsamo,que te alivia en medio de los problemas.
Confia tu suerte al Señor y El te sostendrá.Samo55,23.
ACS, «Y les dijo: «Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que crea y sea bautizado se salvará, pero el que no crea se condenará»
Marcos 16, 15-16.