El Metropolita Hilarión, durante 13 años jefe del Departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú, es desde el año pasado Metropolita de Hungría. El encuentro «en tono cordial» tuvo lugar en la Nunciatura durante unos 20 minutos, informa Vatican News.
Al final de las citas del segundo día de su viaje a Hungría, el Papa Francisco ha recibido en privado esta mañana, 29 de abril, a Hilarión, Metropolita de Budapest y de Hungría. Un cargo, éste, asumido en junio de 2022 tras trece años como presidente del Departamento de Asuntos Eclesiásticos Exteriores del Patriarcado de Moscú, en la práctica, «ministro de Asuntos Exteriores» de Cirilo.
Este cambio repentino fue el resultado de una serie de decisiones tomadas durante la sesión del Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rusa, celebrada en el monasterio moscovita de Danilov, que modificó la estructura de algunas administraciones territoriales. Hilarión también había sido relevado de sus funciones como metropolita de Volokolamsk y miembro permanente del Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rusa y rector del Instituto de Estudios Avanzados de los Santos Cirilo y Metodio.
La posibilidad de esta audiencia había sido anticipada por el portavoz vaticano Matteo Bruni durante el briefing de presentación del viaje apostólico en la Sala de Prensa del Vaticano. Bruni subrayó, sin embargo, que la audiencia no figuraba en el programa. El encuentro de hoy «en tono cordial», informa la Santa Sede, duró unos 20 minutos, en presencia de un intérprete, y tuvo lugar en la Nunciatura de Budapest, residencia del Papa Francisco durante su viaje. El Pontífice saludó al Metropolita con un abrazo y besó su cruz pectoral.
El Papa Francisco se había reunido por última vez con Hilarión en el Palacio Apostólico Vaticano el 22 de diciembre de 2021. En aquella ocasión -informó un comunicado de la Oficina de Prensa del Vaticano- habían discutido una serie de temas de interés común y ante los cuales existe el compromiso común de buscar «respuestas humanas y espirituales concretas». El primer encuentro entre el Papa Francisco y el metropolita ortodoxo había tenido lugar el 20 de marzo de 2013, al día siguiente del inicio del ministerio petrino del Pontífice. Pero a lo largo de los años han tenido lugar numerosas audiencias en el Vaticano, entre ellas una en febrero de 2020, y el encuentro en Roma con motivo del evento internacional «Pueblos hermanos, tierra futura», organizado por La Comunidad de San Egidio.
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Algo que no comprenden los recalcitrantes tradicionalistas es la búsqueda de armonía entre otros que también creen en Jesucristo y al presente viven inmersos en otras iglesias de inspiración cristiana. Esta búsqueda es legítima porque Cristo mismo desea que todos seamos UNO en Él y esto se cumplirá en un momento histórico profetizado y que de seguro ha de llegar.
Amarles, abrazarles, conversar con ellos, e incluso orar con ellos son actos surgidos del legítimo deseo de expansión entre todos los hombres de la Verdad, Camino y Vida que es Cristo.
No hablo de Don Jorge y sus circunstancias. Recemos por él y recemos para que todos seamos UNO como Cristo y el Padre eterno son UNO.
Amén Neila,la unidad en Cristo
¡Me parece que está usted más perdida que la virtud de la Madelón!
Lea usted la encíclica «MORTALIUM ANIMOS Acerca de como se ha de fomentar la verdadera unidad religiosa, Pío XI» (no la llevará más de 15 minutos) y luego opina con conocimiento de causa.
«Pero donde con falaz apariencia de bien se engañan más fácilmente algunos, es cuando se trata de fomentar la unión de todos los cristianos. ¿Acaso no es justo -suele repetirse- y no es hasta conforme con el deber, que cuantos invocan el nombre de Cristo se abstengan de mutuas recriminaciones y se unan por fin un día con vínculos de mutua caridad? ¿Y quién se atreverá a decir que ama a Jesucristo, sino procura con todas sus fuerzas realizar los deseos que El manifestó al rogar a su Padre que sus discípulos fuesen una sola cosa?(1). y el mismo Jesucristo…
¿por ventura no quiso que sus discípulos se distinguiesen y diferenciasen de los demás por este rasgo y señal de amor mutuo: En esto conocerán todos que sois mis discípulos, en que os améis unos a otros?»
Continúe leyendo… y comprenderá lo que ahora no comprende.
Haga usted el favor de no insultar a la Santa Causa Tradicionalista. Como dijo nuestro Rey Don Carlos VII, en la bandera donde están escritas el cuatrilema histórico, Dios, Patria, y Rey tradicional, están escritas todas las libertades cristianas. 1872. Tercera guerra carlista.
Nosotros defendemos la unidad católica, y rechazamos la herejía ecuménica de la estafa conciliar. No hable de lo que ignora, infórmese.
Veo que Ud. No ha leído ni discierne el FALSO ECUMENISMO de Francisco. Nada que ver con los documentos del CONCILIO VATICANO II sobre los «hermanos separados», aunque este pontífice se besuquea, se echa al suelo-literalmente – y se echa unas parrafadas con cualquiera que le ría sus gracias y con los servidores del mundo
«… este pontífice se besuquea, se echa al suelo-literalmente «.
¿Y los otros no?
Lea los documentos del CVII, y luego lea «Mirari Vis, sobre los errores modernos, Gregorio XVI».
«Quanta cura y Syllabus, Pío IX».
«Mortalium Animos
Encíclica del Papa Pío XI acerca de cómo se ha de fomentar la verdadera unidad religiosa».
Después me lo cuenta.
Donde dice «Mirari Vis», debe decir «Mirari Vos».
En que consiste la Unidad Católica Tradicionalista que fue la de siempre a lo largo de la historia de la iglesia hasta los disparates del concilio.
España con la Cruz ganó al mundo.
La Cruz imperó como remate en la corona de sus reyes y en la espada de sus guerreros. Inspiró a los místicos, a los escritores, a los sabios en una misión universal de salvación.
Reconocemos a Dios como principio y fin de todas las cosas. Somos por tanto confesionales y católicos.
La única religión reconocida por un estado Tradicionalista será la católica. Por que la religión católica es la Verdad y España por historia y por Tradición es católica.
Yo aviso contra la estafa de los neo-tradis surgidos en el postconcilio (los soberbios e impenitentes seguidores de Lefrève, para entendernos).
¡Viva la Tradición Apostólica! ¡Viva la Misa en Latín!, ¡Viva el Catecismo de San Juan Pablo II!
¡Dios mío, cómo están las cabezas!
«Para consolar sus penas/
cantaba en su reja un loco/
unos por poco no están/
y otros estamos por poco».
Es fruto de su soberbia llamar locos a los que no comulgamos con las ruedas de molino de los neo-tradis. El que perdió la cabeza es el pobre Marcel Lefrève ordenando varios obispos en desobediencia al Papa legítimo, y situándose por tanto fuera de la Iglesia. !Menos lobos!
Viva la Tradición Apostólica!!
Estimado Neoncio.
Infórmese bien antes de hacer el ridículo, haciendo de abogado de pleitos pobres.
Infórmese de las consagraciones que hicieron los cardenales Karol Wojtyła y Slipyj, y Juliusz Globlicki, obispo auxiliar de Wojtyła, ordenando en secreto sacerdotes en los países del este contra la prohibición expresa de Pablo VI. El cardenal Josyf Slipj, en proceso de canonización, fue más allá que Wojtyła y ordenó obispos.
Loco no le he llamado, pero cortito sí que es, porque hay que tener caradura para quejarse cuando usted se ha despachado previamente con estafadores, soberbios, e impenitentes, que salvo que haya cambiado el diccionario no son precisamente piropos.
Mire Leoncio, solo hubo un justo y ese fue al que usted denigra. Si no hubiera sido por el el golpe de estado modernista en la iglesia se habría consolidado al completo. Ese justo peleó por que tenia la razón, y al final se la dieron los que se la quitaron. Y hoy está consolidada su postura ortodoxa que es la verdadera. Por un solo justo la iglesia no ha desaparecido todavía. El nos abrió los ojos a muchos, y ya no es posible ni la marcha atrás ni mucho menos la rendición. La estafa conciliar debe ser abolida, si no no habrá paz en la iglesia jamás de los jamases. No pierda el tiempo con nosotros, la Tradición nunca muere.
Sobre SAN Juan Pablo II, habiéndolo canonizado Bergoglio, no tiraría yo cohetes, no vaya a ser que algún día le tengan que apear el SAN. Y aún si no se lo apean, igual se lleva usted la sorpresa, si algún día va al cielo, de que para ver a Lefebvre tiene que mirar hacia arriba Juan Pablo II. Recuerde lo que dijo el Señor a Samuel, nosotros vemos las apariencias, pero Él ve los corazones.
Es imposible hablar con ustedes.
Pero los hechos son testarudos.
Tiene usted mucha razón, los hechos son testarudos.
Lefebvre fue excomulgado por Juan Pablo II por desobedecer, exactamente igual que él había hecho. Juan Pablo II consideró que desobedeciendo hacia lo correcto por el bien de la Iglesia, pero tuvo los santos coj**** de determinar que Lefebvre no hacía lo propio.
Se podría alegar que el CDC de 1917, entonces en vigor, decretaba la excomunión automática, pero Juan Pablo II sabía perfectamente que su admirado cardenal ucraniano Josyf Slipj estaba en el mismo caso y que no había sido objeto de reproche alguno y, él mismo, a uno de los obispos consagrados por Slipj, Lubomyr Husar, lo nombró archieparca mayor de la Iglesia greco-católica ucraniana y cardenal en 2001.
Póngale usted a este modo de proceder el calificativo que crea oportuno, que a mí me da la risa.
Veo mucho fanatismo. Lefevre no acepto el CONCILIO VATICANO II y desobedecio a Roma, cómo pueden udes. desautorizar al gran Pontífice polaco para aupar al obispo francés… ES cierto que el gran Pontífice alemán – al que muchos lloramos su pérdida-le levantó la excomunión… Pero por favor, FANATISMOS NO! y menos ahora con este pontífice impostor y hereje que padecemos. Los católicos que queremos ser fieles al MAGISTERIO debemos estar unidos
«FANATISMOS NO!»
He hecho una pregunta a Neoncio que él, prudentemente, no ha contestado. Usted no parece tan prudente.
Está demostrado que JP II hizo lo mismo que Lefebvre desobedeciendo a Pablo VI, sin cargo de conciencia, pues consideró que desobedeciendo hacia lo correcto. Peor fue lo del cardenal Josyf Slipj, al que él admiraba (yo también; gran confesor de la fe, modelo de la película «las sandalias del pescador»), con el que compartía el objetivo de liberar sus países del yugo de la URSS, al que dedicó no pocas alabanzas y elevó a cardenal a uno de los tres obispos que, haciendo lo mismo que Lefebvre, había consagrado desobedeciendo.
Eso se le llama: ¡HIPOCRESÍA!
Qué es lo mismo que demuestran algun@s, ahora. Rechazan a Bergoglio porque va en contra del Magisterio de sus predecesores, pero condenan a Lefebvre por oponerse a las decisiones de quienes, en parte, iban en contra del Magisterio de sus predecesores.
«Porque no se puede decir que se obedece hoy a la autoridad desobedeciendo a toda la Tradición. La señal de nuestra obediencia es precisamente seguir la Tradición, ésa es la señal de nuestra obediencia: “Iesus Christus heri, hodie et in sæcula”. Jesucristo ayer, hoy y por todos los siglos.
No se puede separar a Nuestro Señor Jesucristo. No se puede decir que se obedece al Jesucristo de hoy y que no se obedece al Jesucristo de ayer, porque entonces no se obedece al Jesucristo de mañana. Esto es muy importante. Por ello no podemos decir: nosotros desobedecemos al Papa de hoy y por ello mismo desobedecemos también a los de ayer. Nosotros obedecemos a los de ayer: por consiguiente, obedecemos al de hoy y por consiguiente obedecemos a los de mañana. Porque no es posible que los Papas no enseñen la misma cosa, no es posible que los Papas se desdigan, que los Papas se contradigan…
Y es por ello que estamos persuadidos de que, siendo fieles a todos los Papas de ayer, a todos los Concilios de ayer, somos fieles al Papa de hoy, al Concilio de hoy y al Concilio de mañana y al Papa de mañana. Una vez más: “Iesús Christus heri, hodie et in sæcula”, Jesucristo ayer, hoy y por todos los siglos». (Lefebvre, 02/09/1977,
Homilía en Poitiers).
En cuanto a que el «gran pontífice alemán» le levantó la excomunión: ¡como si no se la hubiera levantado!
Lefebvre no estuvo nunca excomulgado, como no lo estuvo Josyf Slipj. Como dijera San Martín de Porres a su superior, cuando le acusó de desobediencia: “Tuve que ver qué era más importante: la obediencia o la caridad, y decidí que la caridad era más importante”.
Levantándole la comunión a Lefebvre, lo único que hizo fue levantar su ignominia y la de Juan Pablo II.
En cuanto a que no aceptó el CVII: ¡no es cierto! No aceptó partes del CV II, como tampoco las acepto yo. Precisamente porque el propio Concilio, como puede usted leer en nota adjunta a Lumen Gentium, establece que ningún católico está obligado a creer del Concilio nada que anteriormente no hubiera sido definido como de fe por la Santa Madre Iglesia. Lo que viene a aumentar más la injusticia de quienes, sabiendo esto, han puesto como condición a algunos, para permitirles ejercer sus derechos, la aceptación de las disposiciones de un Concilio que no tenían obligación de aceptar. Esto también tiene un nombre ¡CHANTAJISTAS!
SON MAS TORPES QUE UN CERROJO, VULGO. QUE NO SE ENTERAN, O NO QUERÉIS ENTERAROS, ATENEOS A LAS CONSECUENCIAS QUE YA NO PODÉIS ALEGAR IGNORANCIA. QUE PARTES DEL CONCILIO, LAS CONOCIDAS, NO ES QUE SEAN HERÉTICAS ES QUE SON CLARAMENTE UN SACRILEGIO CONTRA LOS DERECHOS DE DIOS Y DE CRISTO, POR EJEMPLO EL DECRETO DE LIBERTAD RELIGIOSA EN RELACIÓN AL ECUMANIACO NOSTRAE AETATE. Y EN CASO DE DUDA, QUÉ FRUTOS HA DADO EL CONCILIO, PODRIDOS PARA ECHÁRSELO A LOS CERDOS.
EN RESUMEN, A FREIR PUÑETAS LOS ADORADORES DEL CONCILIO Y SUS FALSOS PROFETAS. ALELUYA.
Que dicen que estoy loco, pues magnífico, prefiero entrar loco en el cielo que cuerdo en el infierno.