La archidiócesis de Montreal deberá pagar al menos 14,7 millones de dólares a las víctimas de agresiones sexuales cometidas por miembros diocesanos y empleados laicos de la institución.
Así lo anunció el jueves el bufete de abogados Arsenault Dufresne Wee, que representa a las víctimas. Medios canadienses confirman que este acuerdo, que deberá ser aprobado por el Tribunal Superior en las próximas semanas, no incluye las agresiones sexuales cometidas por sacerdotes adscritos a una orden religiosa. Veinte congregaciones y órdenes religiosas en Quebec están en el punto de mira para recibir demandas colectivas por presuntas víctimas.
En el caso de la Arquidiócesis de Montreal, unas sesenta víctimas figuran en la demanda colectiva que se presentó el 3 de abril de 2019. Las partes del caso habían iniciado discusiones para llegar a un acuerdo desde el inicio del proceso legal.
En una declaración escrita enviada al periódico Le Devoir el jueves, la archidiócesis de Montreal dijo que estaba «feliz de haber podido llegar a un acuerdo sobre la acción colectiva». “Esperamos que este acuerdo sea aprobado por la Corte y esperamos que permita a las víctimas continuar con más tranquilidad el difícil proceso de sanación”, agregó el arzobispado a dicho medio.
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Es injusto que la archidiocesis pague a presuntas víctimas. Si de verdad hubo delitos, y hay que pagar algo, que lo hagan los responsables de los mismos, pero no el obispado. Quien hace donativos a la Iglesia ha de tener la seguridad de que ese dinero se empleará para la Iglesia y su apostolado, no para indemnizar presuntas víctimas.
Además, hay que moderar el pago de indemnizaciones, pues si éstas son muy elevadas, tendrán un efecto llamada y provocará un aumento de denuncias falsas.
Normal que salgan «abusados» como setas. Y más si como prueba se admite únicamente la mera acusación. Y si a ello se presta la Iglesia dando indemnizaciones millonarias para evitar el escándalo (que más que evitarlo es incentivo para que aumenten las denuncias falsas), pues ya tenemos el negocio montado.
Va a llegar un punto, si no ha llegado ya, en que, a la tópica y típica pregunta para ligar: «¿Estudias o trabajas?», se va a poder responder con: «Ni lo uno, ni lo otro: denuncio a curas, que es más rentable».
Y si, además, con dicha maniobra socaban la credibilidad de la Iglesia, que es el objetivo de muchos, pues mil sobre hojuelas: matan dos pájaros de un tiro.
¡Unos linces, estos señores obispos que se prestan al juego de los enemigos de la Iglesia! Que sigan pidiendo perdones ajenos y soltando la pasta que reciben de los fieles, y verán que bien les va.
Donde dice: «mil sobre hojuelas», debe decir; «miel sobre hojuelas».
Muy bien dicho Catholicvs.
Que desastre sólo buscan plata…
Estoy de acuerdo con lo dicho en anteriores comentarios. La diócesis no tiene que hacerse cargo de los delitos de sus sacerdotes. Pues ka diócesis no hereda ni es responsable de las malas finanzas personales de esos sacerdotes. Pienso como el Señor en Mt. 18, 6 » el que escandalice a uno de estos pequeños, sea atado a una rueda de molino y arrojado al mar» ( literal)
No había leído bien, interpreté que había sucedido en aLAVAma. Menos mal que pude releerlo.
Me parece injusta esta práctica, por parte de algunas archidiócesis de la Iglesia, de abonar indemnizaciones millonarias a víctimas de abusos salvo que lo ordene un juez tras un juicio exhaustivo donde (1) quede bien demostrada la existencia y gravedad de los abusos y (2) se demuestre que el obispado estaba informado y no lo paró o denunció.
Pero «el arzobispado» no es quién para firmar acuerdos con las presuntas víctimas que supongan perjuicios millonarios para el patrimonio de la Iglesia y por tanto para el mantenimiento vital de sus sacerdotes, religiosos, escuelas, conventos,… todos los cuales son inocentes de esos abusos.
Tiende uno a pensar que los enemigos de la Iglesia quieren destruirla también económicamente con la colaboración o torpeza de algunos obispos y del Vaticano que les deja hacer.