Viernes Santo: Jesús camina hacia la cruz para que nosotros podamos ser libres

Jesús con la cruz a cuestas
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Cortesía de la revista Magníficat:

VIERNES SANTO

Por David Amado

Varios autores señalan que san Juan subraya la glorificación y la libertad con la que Jesús se dirige a la cruz. Como él mismo había anunciado, nadie le quita la vida, sino que es él quien la entrega, como vemos ya en el huerto: «Sabiendo todo lo que venía sobre él, se adelantó». Esa entrega libre se mantiene en los interrogatorios en las casas de Anás y Caifás, y ante Pilato. La dignidad de Jesús contrasta con la de sus adversarios que, si no fuera por el drama que se está desarrollando, tomaríamos por figuras de mojiganga. 

Una vez flagelado, cuando lo presentan ante la multitud ataviado para hacer mofa de él con la corona de espinas y el manto púrpura, la afirmación de Pilato: «He aquí al hombre» podríamos interpretarla como «he aquí al que es verdaderamente libre». Pilato debía de pensar: «Por más que hemos intentado someterlo, no hemos podido, nosotros que disponemos de los recursos de la tortura y la seducción». 

Jesús, por el contrario es el que, con libertad soberana, camina hacia la cruz para que nosotros podamos ser libres. Pilato —y los demás, y quizás nosotros— ignoraba los mecanismos por los que el pecado ata nuestra voluntad y teje una maraña de excusas que, cuando obramos el mal, nos hacen creer que no somos culpables. De ahí el gesto del procurador de lavarse las manos. Por el contrario, el Corazón amante de Jesús quiere que le amemos libremente y por ello está dispuesto a dar su vida por nosotros. Su entrega da testimonio tanto de su amor al Padre como de su amor por todos nosotros. El Hijo quiere reconciliar a los que Dios había creado por amor y que, como consecuencia del pecado, se habían separado de él. 

Al conmemorar la muerte de Cristo en la cruz, es normal que nos embargue cierto pesar. No en vano Jesús ha muerto por nuestros pecados. Pero también, en medio de la oscuridad, percibimos la luz. La Iglesia nos invita a descubrirla mediante el signo de la adoración de la cruz. En ese momento, en el instrumento de  suplicio y muerte descubrimos el lugar donde «estuvo clavada la salvación del mundo», donde, como señala el profeta Isaías, «fue traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes».

Junto a la cruz de Jesús estaba María. Desde la cruz él nos la dio, en la persona del discípulo amado, como Madre. Queremos aprender a mirar la cruz con ella, para comprender la libertad que nos ha ganado Cristo; para darnos cuenta de que toda nuestra vida cristiana siempre tendrá que estar orientada a la cruz y no olvidar nunca lo que ella significa, pues nos ha traído la salvación y nos ofrece la verdadera libertad. 

Los demás personajes que hoy aparecen en el relato, y que están encadenados por sus miedos y ambiciones, nos anuncian muchas situaciones en las que también nosotros sentiremos la tentación de salvarnos fuera de Cristo. Entonces, María nos recordará el amor con el que él se ha entregado por nosotros y nos ayudará a descubrir que nuestra verdadera humanidad está en Cristo, desfigurado por nuestras culpas. Hoy, con dolor y agradecimiento, queremos permanecer junto a la cruz.

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Comentarios
3 comentarios en “Viernes Santo: Jesús camina hacia la cruz para que nosotros podamos ser libres
  1. Un poco despistado el autor del artículo, Pilatos no azota a Jesús para someterlo, es el primero que quisiera dejarlo libre. Lo azota para ver si puede aplacar a las fieras, lo quiere librar de la cruz, como a su modo también los que querían a Jesús, a los que El mismo desautoriza. Jesús hasta eso ha entregado por nuestra salvación, su libertad, y así se ha hecho el gran cautivo, en nuestros corazones y en los sagrarios.

  2. Como siempre, ninguna distinción con lo que ya creen los protestantes.
    Lo que es específicamente católico, ni en el catecismo moderno ni en ninguna otra parte. Olvidado, omitido, o vete tú a saber qué.

    1. ¿Y usted qué sabe lo que creen los protestantes, si ni siquiera sabe lo que creemos los católicos? Usted siga en su burbuja.

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