Francisco a los curas: «Estáis en el confesionario no para torturar sino para perdonar todo»

Papa ángelus (Vatican Media)
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El Papa Francisco, como cada domingo, comentó desde el balcón de San Pedro el evangelio del día.

Les ofrecemos las palabras completas pronunciadas por el Papa:

Hoy, quinto domingo de Cuaresma, el Evangelio nos presenta la resurrección de Lázaro (cfr. Jn 11, 1-45). Es el último de los milagros de Jesús narrados antes de la Pascua: la resurrección de su amigo Lázaro. Lázaro es un querido amigo de Jesús. El Señor, que sabe que su amigo está a punto de morir, se pone en camino, pero llega a casa de Lázaro cuatro días después de que haya sido sepultado, cuando ya se ha perdido toda esperanza. Sin embargo, su presencia enciende un poco de confianza en el corazón de las hermanas, Marta y María (cfr. v. 22-27). Ellas, en medio del dolor, se aferran a esa luz, a este pequeña esperanza. Y Jesús las invita a tener fe, y pide que abran el sepulcro. Luego reza al Padre, y grita a Lázaro: «¡Sal fuera!» (v. 43). Éste vuelve a vivir y sale. Este es el milagro, tal cual, sencillo.

El mensaje es claro: Jesús da la vida incluso cuando parece que ya no hay esperanza. Sucede, a veces, que uno se siente sin esperanza —a todos nos ha pasado esto—, o que encuentra personas que han dejado de esperar, amargadas porque han vivido malas experiencias, el corazón herido no puede esperar.  A causa de una pérdida dolorosa, de una enfermedad, de un cruel desengaño, de una injusticia o una traición sufrida, de un grave error cometido… han dejado de esperar. En ocasiones, oímos a alguien que dice: “Ya no hay nada que hacer”, y cierra la puerta a la esperanza. Son momentos en los que la vida se asemeja a un sepulcro cerrado: todo es oscuridad, en torno se ve solamente dolor y desesperación. El milagro de hoy nos dice que no es así, que el final no es este, que en esos momentos no estamos solos, al contrario, que precisamente en esos momentos Él se hace más cercano que nunca para darnos de nuevo la vida. Jesús llora: dice el Evangelio que Jesús, ante el sepulcro de Lázaro se echó a llorar, y hoy Jesús llora con nosotros, como lloró por Lázaro: el Evangelio repite dos veces que se conmovió (cfr. v. 33-38), y subraya que «se echó a llorar» (cfr. v. 35). Y, al mismo tiempo, Jesús nos invita a no dejar de creer y esperar, a no dejarnos abatir por los sentimientos negativos, que nos roban el llanto. Se acerca a nuestros sepulcros y nos dice, como entonces: «¡Quitad la piedra!» (v. 39). En esos momentos tenemos como un piedra dentro y el único capaz de quitarla es Jesús, con su palabra: «¡Quitad la piedra!».

Jesús nos dice esto también a nosotros. Quitad la piedra: no escondáis el dolor, los errores, los fracasos, dentro de vosotros, en una habitación oscura y solitaria, cerrada. Quitad la piedra: sacad todo lo que hay dentro. “Me da vergüenza”, decimos. Pero el Señor dice: ponedlo ante mí con confianza, yo no me escandalizo; ponedlo ante mi sin temor, porque yo estoy con vosotros, os amo y deseo que volváis a vivir. Y, como a Lázaro, repite a cada uno de nosotros: ¡Sal fuera! ¡Levántate, reemprende el camino, reencuentra la confianza! Cuantas veces en la vida nos hemos visto así, en la situación de no tener fuerzas para volver a levantarnos. Y Jesús: “¡Ve, adelante! Yo estoy contigo”. Te tomo de la mano, dice Jesús, como cuando de pequeño aprendías a dar los primeros pasos. Querido hermana, querida hermana, quítate las vendas que te atan (cfr. v. 45), no cedas, por favor, al pesimismo que deprime, no cedas al temor que aísla, no cedas al desánimo por el recuerdo de malas experiencias, no cedas al miedo que paraliza. Jesús nos dice: “¡Yo te quiero libre y te quiero vivo, no te abandono, estoy contigo! Todo está oscuro, pero yo estoy contigo. No te dejes aprisionar por el dolor, no dejes que muera la esperanza. Hermano, hermana ¡vuelve a vivir!”. — “¿Cómo lo hago?” — “Tómame de la mano”, y Él nos toma de la mano. Deja que te saque, Él es capaz de hacerlo. En esos malos momentos por los que todos pasamos.

Queridos hermanos y hermanas, este pasaje del capítulo 11 del Evangelio de Juan, que nos hace mucho bien leer, es un himno a la vida, y se proclama cuando la Pascua está cerca. Quizá también nosotros llevamos ahora en el corazón algún peso o algún sufrimiento que parece aplastarnos; alguna cosa mala, algún viejo pecado que no logramos sacar a la luz, algún  error de juventud, ¡quién sabe! Estas cosas malas deben salir. Y Jesús dice: “¡Sal fuera!”. Es el momento de quitar la piedra y de salir al encuentro de Jesús que está cerca. ¿Somos capaces de abrirle el corazón y confiarle nuestras preocupaciones? ¿Lo hacemos? ¿Somos capaces de abrir el sepulcro de los problemas y mirar más allá del umbral, hacia su luz? ¿O tenemos miedo? Y, a nuestra vez, como pequeños espejos del amor de Dios, ¿logramos iluminar los ambientes en los que vivimos con palabras y gestos de vida? ¿Testimoniamos la esperanza y la alegría de Jesús? Todos nosotros, pecadores. Y también quisiera decir una palabra a los confesores: queridos hermanos, no olvidéis que también vosotros sois pecadores, y estáis en el confesionario no para torturar, para perdonar y para perdonar todo, como el Señor perdona todo. Que María, Madre de la esperanza, renueve en nosotros la alegría de no sentirnos solos y la llamada a llevar luz a la oscuridad que nos rodea.



Después del Ángelus

¡Queridos hermanos y hermanas!

Ayer, Solemnidad de la Anunciación, renovamos nuestra consagración al Inmaculado Corazón de María, en la certeza de que sólo la conversión de los corazones puede abrir el camino que conduce a la paz. Sigamos rezando por el martirizado pueblo ucraniano.

Y sigamos estando cerca de las víctimas del terremoto de Turquía y Siria. A ellos está destinada la colecta especial que se realiza hoy en todas las parroquias de Italia. Recemos también por la población del estado de Misisipi afectada por un tornado devastador.

Os saludo a todos vosotros, romanos y peregrinos de muchos países, especialmente a los de Madrid y Pamplona y a los mexicanos; así como los peruanos, renovando la oración por la reconciliación y la paz en Perú. Hay que rezar por el Perú que está sufriendo tanto.

Saludo a los fieles de Zollino, Rieti, Azzano Mella y Capriano del Colle, Bellizzi, Crotone y Castelnovo Monti con el UNITALSI; y saludo a los confirmandos de Pavía, Melendugno, Cavaion y Sega, Settignano y Prato; a los muchachos de Ganzanigo, Acilia y Longi; y a la Asociación Amigos del Crucifijo de las Marcas.

Dirijo un saludo especial a la delegación de la Aeronáutica Militar Italiana, que celebra el centenario de su fundación. Expreso mis mejores deseos para este aniversario y os animo a trabajar siempre por la construcción de la justicia y la paz.

Rezo por todos vosotros y hacedlo por mí. Y os deseo a todos un feliz domingo. Buen almuerzo y hasta pronto.

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Comentarios
36 comentarios en “Francisco a los curas: «Estáis en el confesionario no para torturar sino para perdonar todo»
  1. Se perdona todo… si hay confesión completa, con propósito de enmienda y con voluntad de cumplir la penitencia.

    Caso contrario, no procede.

    1. Totalmente bien dicho. La omisión de este aspecto por Bergoglio causa escándalo de confusión y es errónea y temeraria, y además es falsa porque hay pecados graves reservados a la Santa Sede o a consagrados especiales, y es falsa también por qué el Papa tiene el poder para excomulgar, suspender o dictar una entredicho, y da a entender que los obispos cismáticos alemanes deben de ser perdonados de una manera obligatoria sin necesidad de que tengan propósito para enmendar o renunciar a sus herejías…

      1. El enfoque de Francisco en el asunto de la confesión, no se atiene ni a la doctrina ni a la disciplina de la Iglesia, y responde a prejuicios infundados pues no creo que ningún sacerdote se dedique a torturar a sus penitentes.
        Y por cierto, habiéndose celebrado el 25 de marzo la jornada pro vida, Francisco no ha dicho ninguna palabra a favor de la vida, lo que confirma una vez más que a Francisco no le duele el genocidio del aborto y la eutanasia.

        1. Todo va! Todo vale, no importa si eres apostata o hereje, o sodomita, son necesidad de arrepentimiento el sacerdote confesor debe dar la absolucion!
          Este Papa esta llevando a cientos de millones de católicos al error y a su condenación eterna, incluyendo a cualquier sacerdote mal formado y que haga una falsa obediencia y se condena igual!

          LO UNICO QUE SALVA A LA IGLESIA ES LA TRADICION APOSTOLICA!!!

          1. Sólo una vez en medio siglo me ha herido un confesor en la conciencia. Hace un tiempo un jesuita en Murcia: por creerme yo la doctrina VIGENTE sobre sexualidad matrimonial. Se incomodó tremendamente conmigo y me absolvió por obligación sin decirme ni adiós. Hipócritas sin cura.

      2. Sinceramente, yo no creo que el Papa, en el contexto que dice eso, tenga que dar una lección catequética con todos los requisitos de la confesión, pecados reservados, etc. Creo que se sobreentiende. A mí me parece mucho más llamativo el hecho de que incida en la “tortura” por parte de los confesores (y ya van varias veces), como si fuese de verdad un problema candente hoy en la Iglesia, en vez de llamar por ejemplo la atención con que la mayoría de los curas hoy no se sientan a confesar. En la mayoría de las parroquias es de verdad complicado encontrar quien te confiese. Mis padres conocían aquí en Madrid a un sacerdote que alardeaba de que llevaba 20 años sin sentarse a confesar. Por tanto la gente ha olvidado que la confesión es necesaria para salvarse, y para poder comulgar, etc. El papa no hace apenas nunca incidencia en estas cuestiones, que sí son un problema actualmente. Pero habla siempre de los sacerdotes “torturadores”, que yo estoy aún por conocer a alguno.

    2. «…confesión completa, con propósito de enmienda y con voluntad de cumplir la penitencia»

      Le ha faltado lo FUNDAMENTAL (obviamente, por olvido en la enumeración): el ARREPENTIMIENTO, también llamado «dolor de los pecados» o contrición (o al menos atrición), previo examen de conciencia, que antecede a la confesión completa de todos los pecados mortales cometidos después del bautismo y que nunca se hubieran confesado, y/o de aquellos cometidos desde la última confesión bien hecha.

      1. Catholicvs, consideraba implícito el arrepentimiento en el propósito de enmienda, pero de todas formas, gracias por la corrección amistosa.

    3. ¿Pero ya has olvidado que Dios perdona absolutamente porque es muy tierno, muy misericordioso y muy amoroso? ¡Un padre jamás reprende a su hijo porque lo ama, adora, quiere y estima.

  2. Cada día me da más pereza comentar lo que dice el papa porque cada vez que habla me confirma su incapacidad para ser el sucesor de San Pedro.

  3. Gracias Papa Francisco, ¡qué peso me ha quitado de encima! ¡qué aliviado me siento! Sobre todo, después de haber pasado toda mi vida sufriendo la tortura de tener que confesarme cada cierto tiempo, teniendo que sufrir el suplicio de decir todos mis pecados mortales a una persona que seguramente será mucho más pecadora que yo. Ya basta de sufrir cada vez que me confieso desprecios, insultos, humillaciones, afrentas, deshonras, burlas… aparte del maltrato físico que supone estar de rodillas en el confesionario esperando la absolución. De hecho, ya no necesito confesarme nunca más, pues si se me perdona todo, todo…, se entiende que abarca todos mis pecados pasados, presentes y futuros. Muchas gracias, Papa Francisco. Con una vez que se confiese uno en la vida ya es suficiente. ¡Qué alegría me da!

  4. Yo creo que la verdadera tortura es oírle y leerle a él. Vamos: ¡un auténtico martirio!
    Pero esto es lo que hay: qué se le va a hacer…, de momento.
    Ante tanta necedad, lo mejor es rezar para que el Señor transforme su corazón (para que se convierta, de una vez) y confirme a sus hermanos (que ya va siendo hora).

  5. Catecismo San PioX. Conciso, claro preciso.
    Sobre la absolución.. Numerales del 771 al 776

    772.pueden los confesores diferir o negar la absolución?. Los confesores no sólo pueden, sino DEBEN diferir o negar la absolución en ciertos casos, PARA NO PROFANAR EL SACRAMENTO.

    Y ennumera seis casos de penitentes mal dispuestos.

    Este hombre es un destructor, todo va en la misma dirección :un evangelio que es el suyo, por eso es tan autorreferencial. A sus documentos me remito.

    Ni oírle, ni escucharle y que Dios le REPRENDA. Porque me temo que ni oye, ni escucha, ni le importan las ovejas, na de na:a lo suyo, desde el minuto cero, 13 de marzo del 2013.

    Mientras se le llame su Santidad lo demás se la….

    Y como me cuesta decir esto, no porque lo considere el Papa:no lo es. Sino porque da vergüenza ajena contemplar la Esposa de Cristo.
    Pero no es posible callar, ni tapar, ni disculpar. Los errores se extienden como el petróleo. Quién solucionará tanto estropicio en las almas?

  6. Cristo lo perdona todo, desde el arrepentimiento.
    En el sacramento de la penitencia es Cristo quien perdona.
    Este hombre distorsiona todo. Parece que la cabeza no la tiene en su sitio. La formación ni se le ve y de las intenciones solo se deduce un afán patológico contra todo lo que huela a católico.

    1. Me respondo a mi misma, porque puse otro comentario, no sé si no entró o si lo puse en otra noticia.

      Resumiendo Catecismo San Pío X numerales del 771 al 776. No tiene nada que ver con lo que dice este hombre.

      Si no se publica por la frase en que digo que Dios le REPRENDA, la asumo y ratifico.

  7. Perdonarlo todo cómo venga… Me pregunto si en toda la historia de la Iglesia ha habido dentro del catolicismo un destructor de almas como Francisco y que ostentara el título de Papa. Porque si, hubo malos pontífices, pero estos dentro de todo, enseñaban una doctrina correcta, no como este. Que le vaya a decir la tontería que afirmó a San Juan María Vianney y a San Pío de Pietrelcina, que solamente absolvían cuando veían en quien se confesaba con ellos verdadero arrepentimiento, propósito de enmienda y voluntad de reparación (si esto último era necesario).

    1. «Me pregunto si en toda la historia de la Iglesia ha habido dentro del catolicismo un destructor de almas como Francisco y que ostentara el título de Papa».

      A éste se le ve venir, es un elefante en una cacharrería y «estar avisado significa estar preparado». Cualquier católico que se haya leído el catecismo, y no cierre los ojos y los oídos, se da cuenta de su heterodoxia. «El diablo solo tienta a aquellos con los que no cuenta»; a los que siguen a Bergoglio y sus desmanes ya los tiene en la talega desde hace tiempo, ahora los está cosechando.
      Dice el aforismo latino: «A cane muto et aqua silente cave tibi» («de perro mudo y agua silenciosa, cuídate»). Los verdaderamente peligrosos son los «mimosines»: ni una mala palabra, ni una buena acción.
      ¡Más almas perdió Arriano que Nerón!

      1. «La universalidad de la salvación no significa que se conceda solamente a los que, de modo explícito, creen en Cristo y han entrado en la Iglesia. Si es destinada a todos, la salvación debe estar en verdad a disposición de todos. Pero es evidente que, tanto hoy como en el pasado, muchos hombres no tienen la posibilidad de conocer o aceptar la revelación del Evangelio y de entrar en la Iglesia. Viven en condiciones socioculturales que no se lo permiten y, en muchos casos, han sido educados en otras tradiciones religiosas. Para ellos, la salvación de Cristo es accesible en virtud de la gracia que, aun teniendo una misteriosa relación con la Iglesia, no les introduce formalmente en ella, sino que los ilumina de manera adecuada en su situación interior y ambiental Esta gracia proviene de Cristo; es fruto de su sacrificio y es comunicada por el Espíritu Santo: ella permite a cada uno llegar a la salvación mediante su libre colaboración’.

        1. ¿Qué opina usted del texto?
          Esto es obra de lo que llamo un mimosín.
          Con que ponga usted un párrafo en el buscador de Google sabrá quién es el autor.

          1. ¿Y qué relación guarda con lo dicho por Francisco sobre la Confesión? En cualquier caso, de forma alambicada ese texto dice que sí, que Cristo también ILUMINA a quien no tiene posibilidad de entrar en la Iglesia, pero que tiene que COOPERAR para salvarse. Es decir: buscarse la vida, porque fuera de la Iglesia no hay salvación. Vamos, lo de siempre. Puede usted googlear lo que quiera poniendo el nombre del autor, que no va a encontrar que diga: «quienes están fuera de la Iglesia pueden salvarse». Busque, busque, verá qué chasco se lleva.

          2. No es el tema del artículo pero dado que me pides opinión te digo que «Fuera de la Iglesia no hay salvación»; está definido infaliblemente y afirmar lo contrario, es una herejía. Los que verdaderamente llegaran a estar en ignorancia invencible, inculpable (que para Santo Tomás de Aquino es una condición que solo puede ser transitoria, nunca puede abarcar la vida toda de una persona), para salvarse deber´ian comportarse como cristianos sin haber conocido la doctrina del Señor; es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja.

          3. Si la salvación pudiera alcanzarse más fácilmente SIN conocer las enseñanzas de Cristo que conociendolas, entonces el Señor no hubiera dicho: «Vayan y anuncien el Evangelio a todas las naciones, enseñandoles a que guarden lo que les he mandado». Ni los j u d í o s, ni los cismáticos, ni los herejes ni los paganos se pueden salvar a menos que antes de su muerte se unan a la Iglesia Católica (condición necesaria, pero no suficiente; además hay que estar en gracia con Dios).

          4. «No es el tema del artículo».

            Soy consciente de que no lo es. Simplemente respondí a la pregunta que usted planteó, o se formuló a sí mismo en voz alta.
            No se plantea que no tienen la posibilidad de conocer «Y» [consecuentemente] aceptar la revelación del Evangelio y de entrar en la Iglesia [«El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará (Marcos 16:16)], se dice que «no tienen la posibilidad de conocer ‘O’ aceptar la revelación del Evangelio y de entrar en la Iglesia». Es decir, se incluye a los que lo conocen pero no lo aceptan porque:
            «Viven en condiciones socioculturales que no se lo permiten. y en muchos casos, han sido educados en otras tradiciones religiosas»
            Como ve, y por ahí iba mi respuesta a su pregunta, se puede ser más peligroso que Bergoglio. ¿Por ignorancia? A ciertos niveles… Cuando ves venir la agresión te puedes defender, cuando alguien en quien confías te envenena el café (alevosía), date por muerto.

          5. «Soy consciente de que no lo e»

            Naturalmente que es consciente: lo hace aposta, como en todas las noticias, en las que aprovechando cualquier comentario, aprovecha para volver (o para seguir) con su monotema.

            «No se plantea que no tienen la posibilidad de conocer ‘Y'»

            Quien no se plantea atender a lo que le ha dicho Rubén y no salirse por peteneras, porque ya viene con el discurso preparado (como el tocho de Pedro Sánchez del que hablaba Ramón Tamames hace unos días), es usted: si la «ignorancia invencible, inculpable (que para Santo Tomás de Aquino es una condición que solo puede ser transitoria, nunca puede abarcar la vida toda de una persona)», con mayor motivo sólo puede ser transitoria la «no ignorancia» y esa «no aceptación» por las circunstancias. Tanto con O, como con Y. Es más: ¿está acusando a BXVI de contradecir lo dicho por el súper concilio? Porque no se puede creer una cosa y la contraria, y la «Lumen gentium» dice:

          6. «Por lo cual no podrían salvarse aquellos hombres que, conociendo que la Iglesia católica fue instituida por Dios a través de Jesucristo como necesaria, sin embargo, se negasen a entrar o a perseverar en ella». No contempla excepciones. Así que, ¿BXVI es un malvado modernista conciliar o no? ¿Defiende que se salvan los del Y o no? Porque el referido texto es bien claro: no habla de los de la temporal ignorancia invencible, que no saben que la Iglesia católica es la única verdadera y necesaria para salvarse, sino de quienes sí lo saben y no entran, salvo que les estén encañonando con un arma (y aun así, con dudas, por cobardes, porque la fe exige el martirio cuando no hay otra salida). El problema, pues, no son los atacantes que vienen de frente, o que te envenene quien no te lo esperas, sino que te digan que te atacan por un flanco, cuando en realidad quien te lo ha dicho es quien te ataca por la espalda, a dúo con los que atacan de frente.

  8. En el Evangelio de San Juan se dice: “A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.» (Jn 20,23)
    Si en el sacramento de la Confesión se perdona todo, la última parte del versículo sobra y habría que suprimirla, dejando el texto de la siguiente manera: “A quienes perdonéis los pecados, les queda perdonado todo”. Pido al Papa Francisco que publique un motu proprio que podría llamarse “Penitentiae custodes”, donde se hagan los cambios pertinentes.
    ¡No más torturas!

  9. Este domingo, el sermón ya esperado del sacerdote, menciono la muerte de lázaro, la aflicción de nuestro señor que conmovido, resucita a su amigo, el sacerdote menciono, como nos dice el papa francisco, hoy en día las personas no tienen esperanza, ya lo ven todo perdido, y se fue como gorda en tobogán, tra tra tra, hay que hacer nuestra parte, buscar a aque al que ya no le hablamos, intentar con el que nos rechaza, esa enfermedad que no sede, ese empleo que no llega, y solo se refirió a la esperanza de las vicisitudes diarias del aquí ahora, nuestro señor hablándonos de VIDA eterna, de la ESPERANZA suprema, estar con DIOS trino una eternidad, y estos salen con su babosadassss!!!!

    Es pesado soportar, un templo donde la gente va a oír al coro a cantar y sentir, a ver y hacerse ver, pensar que hace 2 años, en ese templo se oficiaba, misa a escondidas sin ruidos, con mucho fervor, sin coro, sin voces, por una plandemia, ahora, es un mercado, donde se escuchan copias de papa francisco!!!!!

  10. Ya antes había dicho que hay que ir a contento alegre a la confesión, ?????????

    Doloroso, en ese mismo templo, ese mismo sacerdote, confiesa de manera misericordiosa, a todos, por platicas, nos deja 1 padre nuestro, YA, ahi quedo, seguro ya había escuchado estas sandeces, del % de católicos, cuantos acuden a misa??, que porcentaje se confiesa??? que porcentaje de esos que se confiesan se sienten contritos en su corazón?? de esos que ya en porcentaje son pocos, podrían optar por sentir que sus pecados solo ameritan una pseudópenitencia y no un consejo, concluyan, casi casi soy santo, y casi casi mejor junto mas pecados para hacer fila y valga la pena???

    Hay que dolernos, de nuestros pecados, CLARO nuestros pecados, le duelen a DIOS, pero parece que el tiene la OBLIGACIÓN de soportar TODO, no tiene opción, No la tiene.

    Hay quienes siguen creyendo que Francisco, es victima de los malos obispos Alemanes, que no le obedecen , cuando susurra no al aborto, y grita felicidades BONINO!

  11. ¿He de obedecer al Papa o al derecho canónico? Porque el Papa se contradice, pues mantiene normas que prohiben absolver determinados pecados, y luego dice que tenemos que perdonarlo todo. ¿En qué quedamos?

    1. Querido sacerdote mariano: “¿en qué quedamos?”.
      Quedamos en que la ignorancia es muy atrevida. Y si la ignorancia se junta con la malignidad, tenemos el “misericordismo”, que, como mínimo, es una herejía. Porque con ella se llega a perdonar sin condiciones a los pecadores impenitentes, y a condenar -también sin excepciones- a quienes son fieles a la voluntad de Dios: por rígidos, indietristas, avinagrados, fariseos…, y otras “caritativas” expresiones al uso en estos tiempos recios.
      El “desequilibrio psicológico” es hoy habitual en la jerarquía católica: y la maldad, también.
      A cumplir la voluntad de Dios, y “a palabras necias, oídos sordos”.

  12. Cómo puede haber gente perdiendo el tiempo en estas tonterías. Con los que problemas que tiene el mundo. Enlo que se refiere a Lázaro, no sería la primera vez que una persona supuestamente muerta resulta que no lo está. No tiene nada que ver con ese supuesto dios que ya es hora de aceptar que no existe, al menos no taly como nos lo han presentado siempre

  13. Un etarra, cuyo nombre no recuerdo ahora, dio una entrevista a un periódico y, entre otras respuestas, comentó: «yo cada vez que asesinaba a un… me remordía la conciencia e iba donde un sacerdote, tipo Treviño, a confesar, y me dijo»: » No te preocupes hijo, cada vez que asesines a alguien yo te absolveré».
    Con esto ya deja claro el tipo de cura que era. Se puede perdonar por matar a alguien pero si se tiene propósito de enmienda, está arrepentido y no lo vuelve a hacer. Igual que lo de abortar, se perdona si tiene verdadero arrepentimiento, pero si vuelve a matar y matar, pues yo creo que no sirve la absolución, pues no ha habido propósito de enmienda y arrepentimiento sincero.

  14. Este pobre papa con toda su corte de asesores 2030 sigue los pasos sectarios que inventan el problema para inocular una solucion que no es más que el ridículo y falaz rupturismo woke.
    Yo soy testigo de que cuando he sido condenado sin remisión y sin disculpa por mi pecado, he sido levantado por el poder de Dios y he vivido la Pascua que Cristo ha prometido, pasando de la muerte a la vida, cuando ya no albergaba ninguna esperanza.
    Me sorprende por tanto el simplismo condescendiente de alguien que por su condición sacerdotal, debería conocer el poder del mal y la fuerza con que se le enfrenta la gracia, que no viene con el autoengaño misericordioso, sino con una verdadera lucha de la fe, con la destrucción real y consciente del demonio en el hombre.

  15. Dice el falso profeta que: «han de perdonar todos los pecados, toodos». No sé yo, porque Jesucristo dijo: «los pecados que perdonéis en la tierra, serán perdonados en el cielo, los que retengáis, quedarán retenidos en el cielo».
    El caso es que a mi me negaron la nulidad matrimonial que, aunque no sea un pecado a perdonar, es una negación en nombre de Dios, después de pasar por los tres tribunales. La Rota me dio la puntilla y no acabé de entender la negación a mi nulidad, no habiendo tenido hijos y no pudiendo demostrar que mi ex no los quería tener. Todo eran zancadillas (quizás cuando el Ponente del Opus, en segunda instancia, me preguntó que: como andaba económicamente… debí haberle contestado: ¿cuanto quiere para cerrar el tema?) En cambio a un conocido mío, del Opus, con hijos (y con dinero) enseguida se la dieron. Que curioso, no?

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