Condenan a nueve años de cárcel a un cura de Murcia por abusos a menores

sacerdote no creyente (Foto de archivo)
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El sacerdote de la diócesis de Cartagena, A. L. Z, ha sido condenado por la sección 5 de la Audiencia Provincial de Murcia a nueve años de prisión por dos delitos de abuso sexual a menores.

Además de la pena que le privará de libertad, se le ha impuesto libertad vigilada durante 7 años, una vez cumplida la condena y la obligación de indemnizar a los dos menores con 8.200 euros.

Al sacerdote, que ejercía su ministerio en la localidad de San Pedro del Pinatar cuando ocurrieron los hechos, se le considera autor de un delito de abuso sexual a un menor de 13 años por agarrar el pene a un niño cuando este jugaba con una videoconsola en su domicilio, y de un delito continuado de abuso sexual a menor de 16 años por tocar los genitales de un chico en varias ocasiones, “para satisfacer su apetito sexual” y aprovechando, en ambos casos “su condición sacerdotal y de amistad con ellos y su familia”.

El caso fue denunciado en 2019 por el propio obispo de la diócesis, José Manuel Lorca Planes, quien cesó al cura investigado de sus encargos en Yecla, donde fue traslado desde San Pedro del Pinatar.

La diócesis de Cartagena pide perdón

Tras conocerse la sentencia, que no es firme y por tanto puede ser aún recurrida por el acusado, el obispado cartaginense ha emitido un comunicado para pedir perdón y ofrecer ayuda a las víctimas.

La diócesis afirma «que, formando parte de una sociedad que se ha constituido, desde su libertad, en un Estado de Derecho, muestra el más profundo respeto por las actuaciones de la Justicia».

Además, añaden «que estos hechos, lamentables y dolorosos, no empañen la labor de tantos sacerdotes de nuestra diócesis que se entregan cada día con fidelidad al Evangelio y responsabilidad en su ministerio».

El obispado murciano subraya «que sigue cercano a las víctimas y a sus familias, a las que pide perdón y sigue ofreciendo su ayuda a través de la Delegación episcopal para la protección del menor y de los adultos vulnerables».

También manifiestan «su compromiso a erradicar cualquier comportamiento que afecte a la dignidad de la persona, especialmente de las que son menores de edad y más vulnerables».

Por último, señalan «que, como está establecido en la normativa de la Iglesia, el Rvdo. A. L. Z. sigue suspendido del ejercicio del ministerio sacerdotal, mientras que no termine el proceso penal canónico que está en curso».

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Comentarios
7 comentarios en “Condenan a nueve años de cárcel a un cura de Murcia por abusos a menores
    1. Pues vaya a Alemania y empiece por allí. Le va a llevar su tiempo la limpieza. Y si no le va el frío, pruebe en Roma: al llegar pregunte por un tal Coccopalmerio, amiguete del jefe. ¡Suerte!

      1. De acuerdo con CATHOLICVS. En el Vaticano no pasa nada, y sino mirad que ha pasado con Rupnik, el jesuita íntimo amigo del Papa. La cadena sería interminable.

  1. Nueve años por abusos! Si es verdad, que Dios le perdone, ya que Él sabrá castigarle, y que cumpla con su pena en la tierra. Pero resulta que hay otros violadores de mujeres y de niñas que han sido condenados a menos pena y ya han salido de la cárcel. En fin, sólo se habla y se publica lo malos que son los sacerdotes; de jueces, políticos, profesores etc, que abusan, no se publica mucho, o nada.

  2. Otro ma.ric0n metido a cura, y ahí los resultados que dan estos floripondios. Me río yo de la vocación que tendría este sujeto.
    Encima habrán hecho grupitos de presión estos sinvergüenzas, allí donde se juntaban varios, promocionándose entre ellos para los carguitos, tapándose mutuas vergüenzas, y bloqueando a tantos otros que sí vendrían con verdadera vocación («no sea que éste nos descubra el pastel y tengamos un lío, y nos echen a la calle, oig»), mientras fingían «oraciones y misas».

    1. No sabes de la misa la mitad, ni de cómo funciona el derecho, ni lo que pasa en estos procesos, ni lo que cuestan al denunciado… ni el dinero que cuesta recurrir y la posibilidad de perder el recurso; es un gran sacerdote, un gran confesor y, por desgracia, no es la mayor injusticia que he visto, pero está muy cerca.
      Es un misionero, estaba en un lugar del que no puedes ni imaginar el horror, vino aquí a ocuparse de sus padres ancianos y siguió con su pastoral… al precio de nueve años de cárcel, siempre que no lo maten los presos.
      No seas ingenuo: a la cárcel van los pobres, no los culpables.

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