En la presentación de un informe de abusos clericales en su diócesis, el vicario general de Essen, Klaus Pfeffer, expresó su desmoralizante opinión sobre la doctrina católica en moral sexual, que juzga implícitamente imposible.
«Según el catecismo, la sexualidad solo puede practicarse en un matrimonio católico válido», declaró Pfeffer, vicario general de la Diócesis de Essen. “Pero, ¿quién puede cumplirlo?».
En el curso de la presentación de la publicación del estudio sobre abusos sexuales clericales en Essen, Pfeffer subrayó la discrepancia entre la enseñanza de la iglesia y la «vida real».
Todo es “pura fachada”, dice Pfeffer, que lleva doce años en su cargo. “Todo el mundo sabe que las cosas se ven diferentes a pie de calle, pero hasta ahora casi nadie ha podido hablar de eso”. La formación de sacerdotes es un ejemplo de cómo tales fachadas pueden tener un efecto “tóxico”.
«El requisito del celibato se estableció teológicamente, sin responder a requisitos psicológicos y sociales», insiste, según recoge CNA Deutsch.
«Los relatos anecdóticos relacionados con el contenido de las conferencias de obispos sugieren que la diócesis de Essen adoptó una línea mucho más liberal en la formación sacerdotal que otras diócesis alemanas de mediados de la década de 1990», dice el estudio. «Hasta el día de hoy, sin embargo, existe una seria discrepancia entre la pretensión de apertura por parte de la diócesis de Essen, por un lado, y las normas y leyes oficiales de la iglesia por el otro: la estricta observancia del modo de vida célibe (que según la ley tiene que manifestarse como abstinencia completa y permanente) es interpretada como ‘tolerante’ por la Diócesis de Essen, así como la prohibición de ordenar sacerdotes a hombres homosexuales. Un hallazgo clave de nuestro estudio es la clara discrepancia entre las afirmaciones morales de la Iglesia católica oficial y la realidad de los clérigos ‘falibles’ que son tolerados en la diócesis de Essen».
El vicario general en Essen dijo el martes por la noche en un evento de discusión que cualquiera que haya vivido en el seminario «sabía incluso entonces que algo no iba bien».
En el mismo evento, el obispo Franz-Josef Overbeck, responsable de la diócesis del Ruhr desde 2009, subrayó que “hoy hay una perspectiva diferente sobre la sexualidad y sobre las personas”. Un obispo de otro país le dijo que difícilmente quedaría un sacerdote en su diócesis si rechazaba a todos aquellos de los que conocía su tendencia homosexual.