Cuatro monjas abusadas por Rupnik escribieron al Papa sin recibir respuesta

Francisco y Rupnik Francisco y Rupnik
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Contacta una de las víctimas del jesuita Ivan Rupnik con el portal italiano Left para contar que ella y otras tres monjas de la congregación del sacerdote artista escribieron sendas cartas al Papa, cartas que nunca recibieron respuesta.

El Papa Francisco recibió cuatro cartas de otras tantas ex monjas de la comunidad del comisariado. “Una era mía”, dice la víctima que se ha puesto en contacto con Left, y que ofrece un extracto de la misiva: “En los últimos años las pocas vocaciones de la Comunidad de Loyola han venido sobre todo de Brasil y África. Son niñas frágiles por cultura y por historias personales muy complejas y dolorosas, que pueden quedar atrapadas más fácilmente en relaciones de dependencia y sumisión absoluta, según una forma malsana (tanto desde el punto de vista religioso como antropológico) de concebir el valor y la práctica del voto de obediencia y del propio carisma comunitario, entendido como «disponibilidad a los Pastores».

Cada vez es más evidente que «la adicción y el maltrato psicológico» son muy difíciles de probar y que por ello se configuran como una forma de maltrato aún más grave”, prosigue la exmonja. Un dolor silencioso, que hace a la víctima aún más frágil y expuesta porque no es creída, no reconocida; o porque se considera responsable de su condición.

El Papa Francisco nunca contestó a esta o a las otras tres cartas. Además, denuncia la fuente, “llevamos meses esperando el resultado de la investigación de Libanori, el jesuita encargado sobre el proceso a Rupnik, sobre la Comunidad de Loyola”.

Un silencio inexplicable del que supuestamente se están aprovechando y sus leales. «Hoy la Comunidad Loyola prácticamente ya no existe, pero sabemos que la fundadora, Ivanka Hosta, y sus seguidoras se han mudado a Braga en Portugal”, aclara la víctima anónima citada por Left. “Aquí, a pesar de la investigación y todas las prohibiciones que siguieron, hubo un intento de que una niña brasileña tomara los votos perpetuos. Su hermana está desesperada porque se dio cuenta de que todo es una estafa y está muy preocupada porque le impiden contactarla. Aquí también está toda la dinámica de una secta: ha habido un alejamiento de la familia que no es del todo voluntario, hay un impedimento para cualquier contacto con el mundo exterior, hay una situación de fragilidad interior, y hay dudas que han llevado a esta chica a un paso de rendirse. Dudas que desaparecen con mucha culpa por haber vacilado, frente a algunas de las figuras de autoridad, figuras claves de la Comunidad Loyola”.

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Comentarios
13 comentarios en “Cuatro monjas abusadas por Rupnik escribieron al Papa sin recibir respuesta
  1. Todo esto apesta. Y si esto es cierto, le salpica a el directamente a Bergoglio. Otra de las mentiras y falsedades de Bergoglio. Es que cada día sale una nueva. ¿Habra dicho este hombre alguna verdad en su vida?

  2. Los amigos de Bergoglio cometen delitos sexuales cuando estaban socialmente aceptados, y cuando dejan de estarlo, el individuo los repercute a la Santa Iglesia Católica. Menudo sinvergüenza.

  3. En mujer mayores de edad no me creo nada de los abusos . Conozco demasiadas historias muy repugnantes que luego se tuercen y entonces van de víctimas. No me creo nada de sumisión ni obediencia ni la mate porque era mia . Son mayores y responsables d Eli que hacen y lo que quieren que les hagan.

    1. Pasa en infinidad de sectas y grupos cerrados, y siempre bajo el mismo patrón: personas vulnerables depredadas por santones o gurús, a cuya personalidad se da culto en la comunidad y que maneja hábilmente técnicas de desmoronamiento psicológico.

  4. Por lo que sé (y creo saber bastante) es preciso distinguir con mucha claridad la Comunidad Loyola de la Comunidad de Rupnik. Esta última se nutrió, es cierto, de antiguas religiosas de la Comunidad Loyola, pero precisamente la Comunidad Loyola, que ahora se encuentra en una grave crisis por otros motivos, no tenía ya nada que ver con Rupnik desde hace muchos años. Creo que la noticia, tal como está redactada, confunde la comunidad Loyola con la de Rupnik y el Centro Aletti y confunde, por tanto, dos problemas distintos.

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