La Comunidad de Lanceros se reunió ayer en sesión extraordinaria para comentar la entrevista que el Papa Francisco concedió a un medio de comunicación español, el ABC. Unánimemente la comunidad considera que el Papa Francisco está muy mal asesorado sobre lo que pasa en España.
Cada entrevista del Papa es una repetición de los lugares comunes, “indietrismo”, popularismo, a los que nos tiene acostumbrados desde hace diez años. En esta entrevista se le notan con más claridad las obsesiones, repite ideas e insiste en su perfil político. No suele referirse a Dios, ni a Jesucristo. Sus argumentos teológicos de calado no son su fuerte. Se mueve, aunque meta la pata, como en el caso ruso, mejor en las aguas de la política.
La Comunidad solo se va a centrar en lo referido a España y lo va a hacer en forma de preguntas, como si le estuviéramos haciendo una nueva entrevista. Considera esta Comunidad que las amistades españolas del Papa son tóxicas y le están haciendo un flaco favor. En esto destaca el “señor presidente del episcopado, merece todo el respeto, es un señor”.
Pues si es un señor, que lo demuestre enseñándole algo de historia reciente de España o de Cataluña. Si se está “desempolvando” la guerra civil es por el empeño de la izquierda y de los que usted recibe en el Vaticano. Por cierto, si Santiago Abascal, líder de Vox, le pidiera una entrevista, ¿se la concedería? ¿Qué cara le pondría?
Santo Padre, ¿acaso no fue Zapatero y ahora Sánchez quienes se empeñaron en las leyes memoria histórica y en la memoria democrática? Lo de Cataluña, vamos a dejarlo de momento, porque daría para muchas páginas.
Ese señor al que usted se refiere, Santo Padre, el cardenal de Barcelona, que le llevó los seminaristas, pero él no estuvo, ¿es el que le cuenta lo que hacen y dejan de hacer los obispos españoles? ¿Nos podía aclarar Santidad quién es el obispo “buey corneta”? ¿Se lo preguntamos al señor Omella? Es para no hacer suposiciones.
Usted dice que “hubo que pedir a algún obispos que se fuera, pero eso pasa en todos los países”. Ya se sabe, mal de muchos , consuelo de… ¿A quién se refiere? ¿A don Manuel Ureña, a quien usted después pidió perdón por carta? ¿Nos puede aclarar qué hizo monseñor Ureña mal, qué pecado cometió, qué falta le pudo, en qué estaba metido, para que usted le pidiera la renuncia? Papa Francisco, ¿qué le cuenta el P. Arana de todo esto?
Otro ejemplo de lo mal que está informado el Papa Francisco es el caso Gaztelueta. Dijo en la entrevista que “la víctima me contó su historia y que no había recibido respuesta del juicio en el Vaticano. Llegué acá e hice revisar. Había habido juicio, pero como había tenido sentencia civil, se contentaron con eso y no procedieron. Por eso, nombré un tribunal, presidido por el obispo de Teruel, y está en marcha la cosa. No le sé decir en qué estadio está, pero sé que está en buenas manos. Pero no es el único reabierto. Hay otro caso de un sacerdote español. El proceso estaba empezado, pero se había extraviado. Lo pasé a la Rota española. Y el presidente de la Rota lo está llevando adelante. Los hemos reabierto sin ningún escrúpulo”.
Papa Francisco, ¿cuándo se ha visto con la víctima del caso Gaztelueta? ¿En qué circunstancia? ¿Para qué? ¿Está seguro, Papa Francisco, que hubo juicio en el Vaticano? ¿Se está refiriendo a que parece que usted ya ha tomado partido y por lo tanto ha juzgado el caso? ¿Lo que hizo el Vaticano no fue una mera instrucción de diligencias previas? Si hubo juicio, ¿no tendrían que haber llamado al profesor o ahora los juicios en el Vaticano se hacen solo con la versión de una parte? Y eso de que se contentaron con la sentencia civil, ¿acaso ahora la vía canónica ya no rige y ha cedido el paso a la civil?
Dice usted que nombró un tribunal y se lo ha encomendado al obispo de Teruel, y sabe que “está en buenas manos”. ¿Se refiere a que lo primero que ha hecho es decir que usted ha derogado el principio de irretroactividad de la ley penal y que nadie le ha explicado el principio del non bis in idem?
Un miembro de la Comunidad de Lanceros está interesado en lo que usted dice del Opus Dei, una prelatura tan española como su fundador. Tenemos una duda. Usted dice que el cambio a la Congregación del Clero se hizo “dialogando con ellos. Ha sido una cosa serena y normal hecha por canonistas, trabajaron incluso canonistas del Opus en el proceso”. Entendemos que a esos canonistas del Opus, en el Opus les habrán dado un sobresueldo.
Por último, Santo Padre, para no aburrirle. ¿Cómo se le ocurre citar al cardenal Rouco, y además bien, convirtiéndole el líder de una escuela teológica y canonística, y se olvida de hablar del cardenal Osoro? ¿Qué quiere que Osoro tenga una crisis aguda de celos?
Diego Lanzas