Francisco alerta de la tentación «de hacernos un Dios a nuestra medida»

Francisco Ángelus (Vatican Media)
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En el tercer domingo del tiempo de Adviento, el Papa Francisco volvió comentó el evangelio del día centrado en la figura de Juan Bautista.

El Santo Padre dijo desde el balcón que Juan Bautista «pensaba en un Mesías severo que, al llegar, haría justicia con fuerza castigando a los pecadores». «Jesús, en cambio, tiene palabras y gestos de compasión hacia todos, en el centro de su acción está la misericordia que perdona, por lo que «los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva» (v. 5). Nos hace bien detenernos en esta crisis de Juan el Bautista, porque nos puede decir algo importante también a nosotros», agregó el Pontífice.

El Papa narra como «el Bautista ya no logra reconocer Jesús como Mesías esperado. Está asaltado por la duda y envía a los discípulos a verificar: “Id a ver si es el Mesías o no”. Nos maravilla que esto le suceda precisamente a Juan, el cual había bautizado a Jesús en el Jordán y lo había indicado a sus discípulos como el Cordero de Dios».

Para Francisco, «esto significa que también el creyente más grande atraviesa el túnel de la duda. Y esto no es un mal, es más, a veces es esencial para el crecimiento espiritual: nos ayuda a entender que Dios es siempre más grande de cómo lo imaginamos; las obras que realiza son sorprendentes respecto a nuestros cálculos; su acción es diferente, siempre, supera nuestras necesidades y nuestras expectativas; y por eso no debemos dejar nunca de buscarlo y de convertirnos a su verdadero rostro».

«Así hace el Bautista: ante la duda, lo busca una vez más, lo interroga, “discute” con Él y finalmente lo descubre. Juan, definido por Jesús el mayor entre los nacidos de mujer (cfr. Mt 11,11), nos enseña a no cerrar a Dios en nuestros esquemas. Este es siempre el peligro, la tentación: hacernos un Dios a nuestra medida, un Dios para usarlo. Y Dios es otra cosa», añadió el Obispo de Roma.

Francisco insistió en señalar que «nunca se sabe todo sobre Dios, ¡nunca! Quizá tenemos en la cabeza un Dios poderoso que hace lo que quiere, en vez del Dios de humilde mansedumbre, el Dios de la misericordia y del amor, que interviene siempre respetando nuestra libertad y nuestras elecciones».

El Pontífice subrayó que el Adviento, «es un tiempo de inversión de perspectivas, donde dejarnos asombrar por la grandeza de la misericordia de Dios». El Adviento es un tiempo en el que, en vez de pensar en regalos para nosotros, podemos donar palabras y gestos de consolación a quién está herido, como hizo Jesús con los ciegos, los sordos y los cojos».

Nueva beatificada

Tras el rezo de la oración mariana, el Papa hizo mención a la beatificación en Barbacena, Brasil, de Isabel Cristina Mrad Campos. «Esta joven fue asesinada en 1982 a los veinte años, por odio a la fe, por haber defendido su dignidad de mujer y el valor de la castidad. Su heroico ejemplo pueda estimular a los jóvenes a dar un testimonio de fe y de adhesión al Evangelio. ¡Un aplauso a la nueva Beata!», dijo Francisco.

Preocupación por Sudán

«Sigo con dolor y preocupación las noticias que llegan de Sudán del Sur, sobre los violentos enfrentamientos en los días pasados. Recemos al Señor por la paz y la reconciliación nacional, para que cesen los ataques y los civiles siempre sean respetados», añadió el Papa sobre la situación del país africano que, recordemos, visitará a finales del mes de enero y principios de febrero del próximo año.

Por otro lado, el Santo Padre también aprovechó para bendecir los “Bambinelli”, que es como se conoce en italiano a las figuras del Niño Jesús. «Os invito a rezar, ante el pesebre, para que la Navidad del Señor lleve un rayo de paz a los niños del mundo entero, especialmente a los que están obligados a vivir los días terribles y oscuros de la guerra, esta guerra en Ucrania que destruye tantas vidas, tantas vidas, y tantos niños», dijo el Sucesor de Pedro.

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Comentarios
9 comentarios en “Francisco alerta de la tentación «de hacernos un Dios a nuestra medida»
  1. La duda sobre lo que pensaba el Bautista se aclara en el siguiente enlace, en el cual se comprueba que realmente el Bautista no dudaba de que Jesús fuera el Mesías (cosa lógica porque había sido testigo del Espíritu Santo descendiendo sobre el Señor en su bautizo, y que una voz desde el cielo dijo, como se dice en el Evangelio de San Marcos, «Tú eres mi Hijo muy querido, en ti tengo puesta toda mi predilección «.
    Y también se narra en el Evangelio de San Lucas que cuando su madre Isabel vio a la Virgen María, había saltado dentro de ella) sino que como algunos de sus discípulos no creían en las explicaciones del Bautista referente a que quien era el Mesías era Jesús, envió a algunos que dudaban para que se convencieran, y la pregunta era solo para que se convencieran de lo que él ya sabía.

    Ver el siguiente enlace:

    http://www.marialuzdivina.com/paginas/evangelio/3/pag266.php

    1. San Juan Bautista sufrió una duda de fe, que después se desvaneció al escuchar la respuesta de Jesús en la que demostró que es el Mesías con la prueba de sus milagros.
      En mi opinión, lo de que San Juan Bautista no tuviera esa duda, y que mandara a preguntarlo para que se convencieran sus discípulos, es una hipótesis rebuscada, difícil de sostener y que no la afirma el Evangelio.

  2. Un discurso lamentable en el que Francisco se inventa lo de que San Juan Bautista «pensaba en un Mesías severo que haría justicia castigando a los pecadores» Eso no lo dice la Biblia.

    1. Está claro que a San Juan Bautista le asaltó la duda durante su cautiverio, algo que vemos también en vidas de otros santos que también experimentaron momentos de tiniebla y sequedad como Sto. Tomás de Aquino al final de su vida.
      Y llama la atención que después de haber proclamado en el Jordán que Jesús es el Mesías, un año más tarde al Bautista le asaltó la duda. Pero gracias a los milagros de Jesús volvió a la verdad.

  3. El único Dios que vale no es el que nos inventemos cada uno, sino el que deriva de sus acciones recogidas en el Antiguo Testamento y en los Santos Evangelios. Los únicos que se han creado un dios a la medida son los masones del modernismo eclesial, un dios que justifique todas sus herejías, todos sus disparates, perversiones, pecados y sacrilegios. Es un dios que lo han tomado como un tonto y al que pretenden manipular diciéndole lo que tiene que hacer en cada momento. Un dios destronado por el concilio, es un dios alfeñique, débíl, es un dios sin carácter, al servicio del maligno y del mundo que se lo toma a cachondeo. Sin embargo, el verdadero Dios es el todo poderoso, de los Salmos, y de los místicos, es el Dios de la misericordia, pero también de la justicia y el castigo para los malvados. En definitiva, el que no tenga el Santo Temor de Dios está perdido. El día de la ira en que le mundo se convierta en cenizas.

  4. Dónde habrá estudiado ese jesuita que funge y se empecina en estar vestido de blanco en Roma?
    No convence a nadie y dice cualquier «asnicie» que le viene a la cabeza. Parece ser pariente del recién depuesto golpista ex-presidente del Perú, lo llaman «el burro».
    Decir que San Juan Bautista dudaba?????? Lávense la boca quienes sigan esa teoría absurda!
    El limpio del pecado original, el santificado por la voz de la Santísima Virgen, el Precursor del Mesías, el que no «era digno de desatarle las sandalias» y mil cosas más; iría a cultivar dudas?????
    Pruebas podría pasar, pero en la persona del Mesías San Juan Bautista (mi Patrono en el nombre) JAMÁS DUDÓ!!!!!!!
    Mandó a sus discípulos preguntar, pues ya estaba harto de las dudas de sus discípulos mediocres y tibios.
    También estoy y me manifiesto harto de un endomorfo vestido de blanco que se campea por ambientes romanos en silla de ruedas proclamando su asnicie.

  5. Juan Bautista, estaba preso por orden de Herodes para satisfacer a su sobrina . Una pena que Juan Bautista no hubiere tenido el Capitulo VIII de AL y la asesoría de los Obispos de Buenos aires para haber podido acompañar a Herodes y discernir que lo que hacía era aquello que Dios le estaba pidiendo en aquel momento para no caer en nueva culpa.

  6. Lo tenían en prisión porque le decía la verdad al Tetrarca, llamado Herodes Antípas, hijo de Herodes el Grande, y no porque dudara, sino para que sus discípulos no lo siguieran a él, pues ya había concluido su misión. Juan el Bautista los envió a Jesús con la pregunta clave de si Él era el Mesías, o todavía debían de seguir en espera de otro. La respuesta fue con hechos: “Vayan a contar a Juan todo lo que están viendo y oyendo. Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios de su lepra, los sordos oyen, los muertos resucitan, los pobres son evangelizados” (Mateo 11. 4).

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