Kath.ch, el órgano de la Conferencia Episcopal Suiza en Internet, promociona «Call Jane», una película que glorifica el aborto provocado.
El cambio de ‘sensibilidad’ eclesial -la absoluta confusión, para ser más claros- no es solo cuestión de titulares y grandes decisiones pastorales o doctrinales. A menudo es más fácil verlo en las cosas pequeñas, en lo que se sobreentiende.
Es el caso de Kath.ch, el portal de los católicos suizos, que ha publicado en sus páginas una elogiosa crítica de la película “Call Jane”, una película que glorifica una red de abortistas clandestinos que funcionaba en Estados Unidos cuando el aborto provocado era aún ilegal.
La cinta, escribe el autor de la reseña, “rinde homenaje al trabajo de la verdadera red Jane, que operaba clandestinamente antes de que se introdujeran las leyes del aborto en Estados Unidos en 1973”.
Lo escabroso del asunto daría para que un colaborador en una publicación financiada por el episcopado nacional, si considera necesario ocuparse de una película así, deslice algún comentario remotamente provida o ligeramente crítico con esta práctica criminal. En este caso, por el contrario, la autora acaba su reseña con esta significativa frase: “ Su presentación es un llamado a no dejar que el pasado se convierta en futuro”, una conclusión que concuerda con lo que ya afirma en su inicio: “»Call Jane» muestra cuán importante es el derecho a tomar decisiones independientes”.
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Normal, siendo Bergoglio, el caudillo de sata-nás un amigo íntimo y colaborador de los peores genocidas de historia, que esto pase no debería ser sorpresa.
Esto es la iglesia en salida.
Esto es la «opción por los pobres»
Esto es la iglesia de la acogida
Esto es el compendio de basura y mentiras que durante una década infame, ha impuesto el monstruoso y manipulador Jorge Mario Bergoglio quién es ministro del aborto, vendedor de mártires, valedor del tráfico de seres humanos y de sus órganos y explotador de los pobres.
Esto sólo es la iglesia de la muerte, encarnada en papólatras desgraciados que no se atreven a decir palabra alguna contra el culpable, y se atreven a tentar al Señor para que sea Él quien lo remedie
Estos son los frutos de la «Iglesia de Francisco.»
¡Toda una primavera eclesial, la de estos frutos de la Iglesia bergogliana!
En comunión (letal) con el Santo Padre.
Creo que ni «santo» ni «padre»….
Y menos aún «comunión», porque hoy todo quisque se pone en la fila empecatado perdido por la de años sin confesar. Gracias, Francisco.
La misma revista celebra que un obispo ha eliminado los exorcistas de su diócesis
«Los exorcismos causan un sufrimiento inmenso»
Se entiende que el sufrimiento es para sus hermanos, los demonios. Si no es que ellos mismos SON demonios.
El que quiera entender que entienda