Ministro de Taiwán: “China sigue persiguiendo a los católicos tras la firma de los pactos”

Jaushieh Joseph Wu Jaushieh Joseph Wu
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Jaushieh Joseph Wu, ministro taiwanés de Asuntos Exteriores, ha recordado lo evidente en declaraciones a La Nuova Bussola Quotidiana: China sigue persiguiendo a los católicos pese a los acuerdos firmados con el Vaticano.

«Algunas iglesias han sido atacadas, muchas cruces han sido tiradas y quemadas, en algunos lugares se les obliga a tener una imagen del líder chino y un mensaje de patriotismo, pero creo que esto es completamente contrario a la idea de libertad religiosa”, asegura Wu en declaraciones a la Bussola.

No por evidente resulta menos importante hacer notar desde las instancias más cualificadas que los misteriosos acuerdos han dado al ateo Partido Comunista Chino un privilegio que, afortunadamente, se niega tajantemente a cualquier príncipe cristiano: la selección de obispos. Entre otras cosas. Mientras que desconocemos cuál pueda ser la contrapartida a privilegio tan escandaloso, visto que la persecución, lejos de desaparecer, arrecia como nunca contra la llamada Iglesia clandestina, es decir, no sometida a los dictados del gobierno.

“En China, la gente sabe lo que está pasando en Xinjiang y Tíbet, donde quienes tienen una cultura y religión diferente sson oprimidos (por el gobierno chino). Y no solo Xinjiang y el Tíbet están oprimidos por el gobierno chino”, reiteró el ministro taiwanés. Por ejemplo, el obispo de Xinxiang (Henan), Mons. Giuseppe Zhang Weizhu lleva desde el 21 de mayo de 2021 arrestado en un lugar desconocido, y un informe de la ONU denunció graves violaciones de derechos humanos en curso en Xinjiang, incluidos «sistemas de tortura o malos tratos, incluidos tratamientos médicos forzados y condiciones críticas de detención».

En este contexto, la Santa Sede renovó por segunda vez el acuerdo provisional y secreto con Pekín sobre el nombramiento de obispos en la República Popular, firmado en septiembre de 2018, mientras que Xi Jinping fue reconfirmado para un tercer mandato presidencial y reabierto en Hong Kong el juicio del cardenal Joseph Zen Ze-kiun, voz crítica contra la represión del régimen, actualmente bajo arresto domiciliario.