La Corte Suprema de Justicia de Chile ha ratificado la anulación del proceso contra el obispo emérito de Punta Arenas, Bernardo Bastres Florence, acusado de encubrir abusos sexuales clericales.
Bastres fue procesado en octubre de este año, acusado de encubrir el presunto secuestro de Ricardo Harex González, desaparecido en 2001 a los 17 años. Junto con Mons. Bastres, fueron investigados dos sacerdotes y cuatro miembros de la fuerza policial, ordenándose para todos ellos la prisión preventiva.
La Corte de Apelaciones de Punta Arenas aceptó dos recursos de amparo en defensa del obispo y de uno de los sacerdotes, dejando sin efecto el procesamiento. Los ministros resolvieron entonces que no existían suficientes antecedentes para justificar el delito base, el secuestro del joven, ni la participación de los acusados.
Sin embargo, los abogados de la familia Harex apelaron a la Corte Suprema para que se revocara la resolución de ese tribunal. Luego de revisada la apelación, la segunda sala de la Corte Suprema resolvió el 7 de noviembre rechazarla y confirmar la anulación del procesamiento del Obispo Emérito de Punta Arenas.
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Una buena noticia pero que llega tarde, ya que mientras tanto el obispo ha tenido que padecer prisión injusta.
Es que hay una verdadera persecución contra la Iglesia. Este caso recuerda el de monseñor Pell y otros similares.
Aquí no aparece ahora «Jose» a contarnos lo del encubrimiento, ¿verdad? Claro, es que acusar es gratis y difundirlo en los medios, anticatólicos la mayor parte de ellos, es gratis. Pero luego no rectifican la información o, si lo hacen, lo hacen en pequeñito y en una sección donde no destaque mucho, no vaya a pensar la gente que la mayor parte de las acusaciones son calumnias, claro.
Esperemos que ahora que la justicia civil ha dado la razón a Monseñor Bastres y ha reconocido la inocencia del obispo católico, no salga Bergoglio a abrir una «causa diocesana» contra él como hizo contra el profesor cat´ólico de Gaztelueta.
Una buena noticia es beneficio. Preocupa que la justicia penal del estado sea más justa que la del derecho canónico.