La persecución del cardenal Zen

Cardenal Zen
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(Sean Nelson en First Things)El cardenal Joseph Zen de Hong Kong está siendo juzgado por el gobierno comunista chino por no haber registrado, supuestamente, una organización sin ánimo de lucro que proporcionó apoyo financiero y legal a los manifestantes detenidos durante las manifestaciones de Hong Kong de 2019-20. Los fiscales presentaron el caso la semana pasada, y el juicio se reanudará el 26 de octubre.

El nonagenario Zen se ha convertido en una figura internacional de la resistencia al totalitarismo del Partido Comunista chino (PCCh), y en un defensor de la democracia y la libertad religiosa. Este juicio y una investigación concurrente pretenden silenciarlo mientras el PCCh negocia con el Vaticano la segunda renovación de un acuerdo secreto de 2018 que dio al PCCh el control sobre la propuesta de nuevos obispos y legitimó a siete obispos leales al régimen que habían sido ordenados sin la aprobación del Vaticano.

Si se le condena por violar la Ordenanza de Sociedades de Hong Kong, la pena sería una multa relativamente pequeña; pero el PCCh probablemente utilizaría la condena para apoyar la acusación de Zen de colusión con agentes extranjeros para socavar el gobierno. La condena por el cargo más grave conlleva una posible cadena perpetua, pero incluso una sentencia más leve podría significar la muerte en prisión para el anciano Zen. Por lo tanto, hay mucho en juego, y la negativa del juez a permitir a la defensa interrogar a los testigos de la acusación indica que será todo menos un juicio justo.

Cuando se le preguntó por la situación del cardenal Zen en septiembre, el papa Francisco fue reticente a calificar al gobierno chino de «antidemocrático». «Sí, es cierto que hay cosas que nos parecen antidemocráticas, es cierto», dijo Francisco. «El cardenal Zen va a juicio estos días, creo. Y dice lo que siente, y se ve que hay limitaciones».

Ahora que el Vaticano está considerando la posibilidad de renovar su acuerdo secreto con el PCCh -un acuerdo que aumentó la persecución de la Iglesia católica clandestina en China-, debería tener en cuenta lo que el cardenal Zen «dijo» y «sintió» a lo largo de los años. Su testimonio revela que es un gran héroe de la fe, los derechos humanos y la libertad religiosa, y refuerza el motivo por el que todas las personas de buena voluntad deberían levantarse en su favor.

El cardenal Zen lleva décadas buscando la independencia de la Iglesia católica del aparato estatal chino. China mantiene un órgano eclesiástico «oficial» llamado Asociación Patriótica Católica, cuya lealtad principal de sus miembros es hacia el Estado. Como explica uno de los obispos ordenados ilegítimamente por el PCCh sin el consentimiento del Vaticano, «el amor a la patria debe ser mayor que el amor a la Iglesia».

Tras consultar con el cardenal Zen en 2007 sobre las presiones a las que se enfrentaba la Iglesia bajo el PCCh, el papa Benedicto XVI declaró en una carta a los católicos chinos: «Las Autoridades civiles son muy conscientes de que la Iglesia, en su enseñanza, invita a los fieles a ser buenos ciudadanos… pero también está claro que ella pide al Estado que garantice a los mismos ciudadanos católicos el pleno ejercicio de su fe, en el respeto de una auténtica libertad religiosa».

El cardenal Zen aplaudió la franqueza del papa Benedicto y advirtió contra una tregua con la Asociación Patriótica Católica cuando a los creyentes se les niega una auténtica libertad: «Los obispos nunca pueden reunirse, nunca pueden sentarse a hablar juntos. Siempre están controlados por el gobierno, y la llamada conferencia episcopal solo se reúne cuando el gobierno la convoca a una reunión, presidida por el gobierno».

La carta del papa Benedicto dio al cardenal Zen la esperanza de que se pudiera llegar a un acuerdo beneficioso. Pero esa esperanza se ha desvanecido. En un libro de 2017, Zen comparó la política del Vaticano hacia China con los compromisos del papa Pablo VI con la Unión Soviética: «La Ostpolitik de los funcionarios de la curia romana socavó todos los esfuerzos» hacia una mejora real para la Iglesia católica en China. Es la misma Ostpolitik -y sus defensores curiales- la que Zen cree que llevó al papa Francisco en 2018 a reconocer a los antiguos obispos ilegítimos y a marginar aún más a la Iglesia clandestina.

El cardenal Zen entendió que el acuerdo de 2018 significaba que la Iglesia ya no era libre de hablar, no solo en favor de su pueblo, sino contra el genocidio de los musulmanes uigures en Xinjiang por parte del PCCh, incluso mediante abortos forzados y esterilizaciones. «El rotundo silencio perjudicará la labor de evangelización», dijo el cardenal en 2020. «Mañana, cuando la gente se reúna para planificar la nueva China, la Iglesia católica podría no ser bienvenida».

El cardenal Zen señaló en 2020 que el acuerdo no había cambiado la política del PCCh, que prohíbe a los menores de 18 años entrar en una iglesia. En cambio, el acuerdo ayudó al PCCh a empujar a los católicos clandestinos hacia las comunidades «oficiales». Ya no pueden «tener sus iglesias», dijo Zen, «ya no pueden celebrar los sacramentos en casas particulares y el Vaticano no les da más obispos». Aparte de Zen, otros siete obispos siguen estando perseguidos por el PCCh. Como demuestra también la toma de posesión de Hong Kong por parte del gobierno chino, la tolerancia ha terminado.

En cambio, necesitamos el espíritu que llevó al papa Juan Pablo II a proclamar contra los gobiernos comunistas, en su primera encíclica Redemptor hominis, que «la limitación de la libertad religiosa de las personas o de las comunidades no es sólo una experiencia dolorosa, sino que ofende sobre todo a la dignidad misma del hombre».

El papa Francisco ha realizado importantes avances en materia de libertad religiosa en Oriente Medio, y los obispos de todo el mundo hablan con fuerza de la libertad religiosa en lugares como Nicaragua y Nigeria. Esa misma valentía se requiere ahora en nombre del cardenal Zen, y de todos los católicos, cristianos y otras minorías religiosas en China.

Sean Nelson es asesor jurídico en materia de libertad religiosa en ADF International.

Publicado por Sean Nelson en First Things

Traducido por Verbum Caro para InfoVaticana

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Comentarios
16 comentarios en “La persecución del cardenal Zen
  1. Francisco ha abandonado a los confesores de la fe, que como el cardenal Zen y muchos otros, sufren la persecución de la dictadura comunista de China.
    Recemos para que el Señor nos envíe pronto un pontífice fiel.

  2. predicar no es hacer adeptos, ni proselitismo es enseñar

    creemos en la buena alimentacion de los niños,yo he donado a la ong educo para que los niños puedan comer en el comedor del colegio, igual que el papa francisco que donava a ongs,tambien creemos en la union de religiones y la cordialidad,por la paz entre religiones,como el papa francisco.

    1. JOSE VOS NO SOS CATOLICOS. SI LO FUERAS SABES QUE HAY UNA SOLA VERDAD. Y COMP DICE SAN PABLO LA IGLESIA FUNDADA POR NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO ES COLUMNA Y FUNDAMENTO DE LA VERDAD. LAS SEUDOS RELIGIONES NO TIENEN NADA QUE VER .SERAN ORGANIZACIONES CON FI NES DETERMINADOS PERO NO TIENEN LA VERDAD.

  3. Reitero mi petición aquí también para que hagamos una petición formal todos los comentaristas serios de esta página para que eliminen la cuenta del tal Aeropagita o cualquier otro nombre que use, es un desprestigio para la página. Por caridad cristiana únanse a esta petición

    1. D. Robustiano: Comparto su petición. Hay gente que parece que en vez de debatir en serio, vienen aquí a boicotear la página web con comentarios absurdos, insultos , agresividad verbal, etc. , todo lo cual desprestigia a Infovaticana y fomenta que haya gente que no la lea.
      Me refiero también a «jose», que dice cosas sin sentido.
      Opino que D. Fernando Beltrán debería organizar una censura efectiva que bloquee a los reincidentes. E incluso sugeriría moderación previa como hace D. Francisco Fernández de la Cigoña.

    2. Yo me parece que no entraré nunca más aquí, porque en una web seria a esos sujetos no se les debiera permitir que escriban comentarios ofensivos.
      Bruno Moreno expulsó de su blog «Espada de doble filo» al troll Rafael Contreras alias Aeropagita.
      Lo vuelvo a reiterar: si esto continúa así, yo me voy. Nadie debe responderles.

  4. Estudiando la Historia de la Iglesia, se rumorea que el Emperador de China, ignoro cual era su nombre, se proponia la conversion al catolicismo y con tal motivo mantuvo reuniones con las autoridades catolicas, ignoro el nivel de autoridad, y llegado el ultimo paso, hizo una ultima pregunta : Si lo que ordena el emperador contradice lo que establece la religion catolica, a quien obedecerian los catolicos. Dicho lo cual y ante la respuesta de que en moral obedeceria a la Iglesia, decidio no dar el paso a la conversion. Evidentemente, si le hubieran preguntado al actual Papa, el emperador chino hubiera sido bautizado. Hoy todos los catolicos obedecen a la linea politica china.

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