El obispo Carlos Filipe Ximenes Belo de Timor Oriental, Premio Nobel de la Paz en 1996, ha sido acusado de abusar sexualmente de varios adolescentes, según una revista holandesa.
Belo, de 74 años, llamó la atención internacional en la década de 1990 por su papel abierto en la oposición a la ocupación indonesia de Timor Oriental, que duró desde 1975 hasta 1999.
El obispo Belo recibió el Premio Nobel de la Paz en 1996 por su trabajo “hacia una solución justa y pacífica del conflicto en Timor Oriental”, premio compartido con José Ramos-Horta, posteriormente primer presidente de Timor Oriental.
Pero este 28 de septiembre ha sido acusado por varios hombres de haber abusado sexualmente de ellos cuando eran adolescentes, informa la publicación holandesa De Groene Amsterdammer.
Una presunta víctima dijo que Belo abusó sexualmente de él cuando tenía 15 o 16 años, y que el obispo le dio dinero después de abusar sexualmente de él. Otro hombre afirmó que Belo lo violó cuando tenía unos 14 años. Las denuncias se remontan en algunos casos a los años ochenta.
Según la noticia, las denuncias eran ampliamente conocidas entre la comunidad católica de Timor Oriental y hay “docenas” de personas que alegan haber sido victimizadas por el obispo. Belo no ha respondido a las solicitudes de comentarios.
Según De Groene Amsterdammer, también se sabía que abusaba sexualmente de jóvenes y seminaristas. En algunos casos, informa la revista, Belo les dio dinero a menores de familias pobres después de forzarlos a tener actos sexuales, con la intención de comprar su silencio. Belo se retiró inesperadamente de la diócesis de Dili en 2002. El obispo tenía solo 54 años y el país acababa de obtener la independencia, pero el obispo dijo que renunciaba por motivos de salud. Actualmente vive en Portugal.
Según el informe de la revista, las acusaciones contra Belo eran conocidas por el Vaticano en el momento de su renuncia, pero el obispo no fue sancionado públicamente. La revista también informó que desde 2002, Belo ha estado bajo una restricción de viaje ordenada por el Vaticano y no puede regresar a su país de origen. Si bien el Vaticano rara vez impone una pena de exilio efectivo, se ha utilizado en casos de abuso sexual por parte de un obispo. Belo no asistió a un consistorio de agosto en Roma, en el que su sucesor como arzobispo de Dili, el arzobispo Virgílio do Carmo da Silva, fue nombrado cardenal. El Vaticano no ha comentado sobre el informe.
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