El Papa confirma que “hay diálogo” con la dictadura nicaragüense, y que eso es lo importante. Pero el obispo de Matagalpa sigue detenido e incomunicado, y las Hermanas de la Caridad, expulsadas del país.
“En Nicaragua, la noticia es clara, todo”, aseguró el Santo Padre, a preguntas de los periodistas sobre la persecución abierta que sufre la Iglesia por parte de la dictadura de Ortega. “Hay diálogo, en este momento hay diálogo. Se ha hablado con el gobierno, hay diálogo. Esto no significa que todo lo que hace el gobierno está aprobado o que todo se desaprueba. No. Hay diálogo, y cuando hay diálogo es porque es necesario resolver problemas. En este momento hay problemas. Al menos espero que las monjas de la Madre Teresa de Calcuta retornen. Estas mujeres son buenas revolucionarias, Pero del evangelio! No advierten a nadie. Por el contrario, todos necesitamos a estas mujeres. Este es un gesto que no está claro … pero esperamos que regresen y resuelvan. Pero continúen con el diálogo. Nunca, nunca detengas el diálogo”.
Pero si el caso nicaragüense se toma como ejemplo de lo que puede lograr el tan alabado diálogo, la verdad, no dice mucho de su eficacia. Daniel Ortega, es cierto, alardea de ese pretendido ‘diálogo’ con la Santa Sede, aunque es difícil ver cómo o en qué consiste. El nuncio apostólico ha sido expulsado. ¿Con quién se está negociando? Los obispos de Nicaragua dicen que no han tenido ningún diálogo con el gobierno durante dos y tal vez tres años.
Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa y Administrador Apostólico de Estelí, lleva ya un mes bajo arresto domiciliario sin cargos, sin juicio, sin visitas a menos que sean autorizadas por la policía que rodea su casa. No es un caso aislado: sacerdotes en el exilio o encarcelados sin motivo y sin acusaciones; misioneros de la Madre Teresa de Calcuta expulsados de forma intempestiva acusados de favorecer el terrorismo y otros cargos; revistas, periódicos y TV de la iglesia local cerrados por decreto; candidatos presidenciales en la cárcel durante meses y cientos de presos políticos, muchos de ellos torturados. Todos los días ordenan nuevas medidas represivas contra los católicos. La última prohibición, hace unos días, canceló una de las procesiones más queridas de los nicaragüenses. El hambre, la miseria, las enfermedades, la incertidumbre económica campan a sus anchas por todo el país. Miles de nicaragüenses, un pueblo de jóvenes, intenta huir al exterior.
Pero hay diálogo, y eso es lo que importa.
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Este Papa carece de credibilidad como interlocutor.
Una pregunta padre. Yo soy laico. Estoy con él y se está muriendo sin poder confesar – por ataque al corazón o por otro motivo – Estamos solos en el campo.
¿puedo escuchar la confesión de sus pecados y confesarle dadas las circunstancias extremas en las que estaríamos?
gracias.
me refiero a que estoy con mi amigo en mitad del desierto, por ejemplo.
No puedes, evidentemente. Lo que debe hacer tú amigo es un perfecto acto de contrición
Pues no me parece justo y la Iglesia tendría que considerarlo.
Irse sin confesar por una mera formalidad me parece muy fuerte…creo que cambiará. No se puede ir «a pelo» y encontrarse con Dios un alma por una cuestión «burocrática».
– no puedo confesarte porque no tengo las órdenes
– Paquito ¡Que me estoy muriendo hombre!
-que no puedo Miguel…no tengo las órdenes..
-pero si eres diácono
-no soy cura. Los diáconos no podemos confesar
-que me muero!
-pues lo siento.
No sé…lo veo muy fuerte.
No desvaríe: en peligro de muerte y sin posibilidad de confesarse, la contrición perdona los pecados (vamos, lo hace Dios cuando el arrepentimiento es verdadero). A usted no se le necesita para nada en su ejemplo: no puede arrepentirse por su amigo. Imagínese si es imprescindible el arrepentimiento del interesado, que aunque un sacerdote le oyese en confesión y le absolviera, sin dicho arrepentimiento no se le perdonaría ni un solo pecado. Puede dejar de buscar tres pies al gato, porque además esta noticia habla del diálogo entre la Santa Sede y la dictadura nicaragüense, tema muy lejano a sus habituales elucubraciones.
Lo pongo abajo. Yo realmente no amo a JHS, desde que tengo consciencia, simplemente me limito a cumplir lo mejor que puedo con los preceptos: misa, rosarios…pero querer, querer….no sé. Lo que sí que es verdad que en mis confesiones no hay dolor de contricción sino de atricción…pero son válidas, porque independientemente de cual sea el motivo de que yo me confiese, la intención de no volver a pecar la tengo. En caso de muerte, insisto, a atricción sólo no vale..pero yo creo que Dios es Amor.
Yo le tengo que dar a Bergoglio toda la razón. ¿No dice que hay que dialogar? ¡Bueno! ¿De qué nos quejamos? Acaso no están dialogando con sordos y mudos?
Me gustaría saber qué entiende un peronista por dialogo
El Vaticano dialoga: jajajajaja jajajajaja jajajajaja jajajajaja jajajajaja jajajajaja jajajajaja. Lo que tendría que haber hecho Francisco es predicar el Evangelio, bautizar, contestar las Dubia, confirmar en la fe a sus hermanos, etc. Conviértete y cree en el Evangelio, todavía estás en esta tierra. Ah!: y que te mejores de esa extraña rodilla en vaivén.
A MD renovado:
Si no toma todo lo de la Iglesia como es, lo mejor será considerar si no estará ya fuera de ella.
Y déjese ya de trollerías y caralladas. Abandone la Barca si no cree en la belleza de su orden
Sólo era una pregunta que me planteé….reconozco que no tiene nada que ver con el tema, pero teniendo en cuenta que se puede bautizar por cualquiera en peligro de muerte, se podría confesar también.
Es poner la persona en primer lugar. A lo mejor en peligro de muerte real, puede con el tiempo la Iglesia admitir estás prácticas en esos casos extremos.
¿Admitir el qué y por qué motivo? El bautismo es necesario para borrar el pecado original (con el cual nadie se salva, como nos aseguró Cristo y ha definido la Iglesia infaliblemente), por lo que en peligro de muerte lo puede administrar cualquiera, aunque siempre usando AGUA y diciendo la FÓRMULA TRINITARIA (si no, es inválido y se lo puede ahorrar), mientras que en peligro de muerte, la confesión no es necesaria en absoluto si uno no tiene acceso a ella: la contrición ya perdona los pecados. Como le dice Juan, debería dejar de trollear.
Yo no trolleo, chaval, yo simplemente me planteo cuestiones y las lanzo en donde vea oportuno ¿que no me contesta nadie? perfecto. ¿que me constestan? eso que me llevo.
lo que me cuestiono, porque no lo tengo claro, es porqué el bautismo, que sólo a día de hoy en casos normales puede hacerlo un sacerdote o diácono, se puede administrar por cualquiera en caso de peligro de muerte y porqué la confesión no. Es cierto que un acto de contrición puede valer, pero si nos confesamos, por atricción o por contricción, quedamos limpios.
Por otra parte, no creo que porque uno pecado se arrepienta por atricción sólo, vaya a infierno, junto con los millones de personas como herejes, cismáticos como los ortodoxos, judíos, los no cristianos como los budistas…. ¨Me cuesta creer eso.
Estaría el cielo medio vacío..vamos, que no habría el problema de espacio que parece desprenderse de la lectura de Apocalipsis jeje.
ESpero no haber molestado con esta bromilla. Tampoco quiero que sea ésto un constante «dime y direte», pero el porqué el baustismo sí y la confesión no es algo que no lo tengo claro. ¿Por un tema meramente formal?
Ya le he respondido. Además, ha vuelto usted a entrar en bucle.
Extraña que pongan tan poca atención al secretario del Pontificio Consejo para América Latina, ese es el «negociador» laico que sustituye a la diplomacia vaticana del ex-nuncio. Darle seguimiento a este señor arrojaría mucha luz sobre lo que pasa en Iberoamérica.
Dialoga ? Ja,ja,ja. Tambien el dictador comunista nombrara a los obispos ?