Francisco: “Tener hijos es una cuestión patriótica”

Francisco: “Tener hijos es una cuestión patriótica”

“Se viene un invierno demográfico, que nos perjudica y nos roba la capacidad de crecimiento”, ha dicho el Papa en una audiencia a representantes de la patronal italiana. “Hoy tener hijos es una cuestión, diría patriótica, de sacar adelante al país”.

La extrema locuacidad del Santo Padre, sus continuas declaraciones a los medios, las más de ellas espontáneas, hacen que haya opiniones papales casi para todos los gustos, para cualquier color y su contrario. Así, un maltusiano puede recordar su frase, a principios de su pontificado, disuadiendo a las católicas de parir como “conejas” (sic), y un antimaltusiano puede usar las frases que acaba de pronunciar en una audiencia concedida a empresarios italianos, a saber:

“A veces, una mujer que está empleada aquí o trabaja allá, tiene miedo de quedar embarazada, porque hay una realidad (no digo entre ustedes, pero hoy es una realidad): en cuanto empieza a tener barriga, la tiran. “No, no, no te puedes quedar embarazada”. “Se viene un mal invierno demográfico, que nos va en contra y nos impide esa capacidad de crecimiento. Hoy tener hijos es una cuestión, diría patriótica, de sacar adelante al país”.

También se puede contrastar su condena tajante a la venta de armas con la reciente opinión de que, bueno, “es una decisión política, que puede ser moral, moralmente aceptada, si se hace según las condiciones de la moralidad, que son muchas y entonces podemos hablar de ello. Pero puede ser inmoral si se hace con la intención de causar más guerra o de vender armas o de desechar aquellas armas que ya no necesito. La motivación es lo que califica en gran medida la moralidad de este acto. Defenderse no sólo es lícito, sino también una expresión de amor a la patria. El que no se defiende, el que no defiende algo, no lo ama, mientras que el que defiende, ama”. Todo depende.

El discurso cambia, lo que no debe extrañarnos en pontífice tan amante de la novedad; quizá quedarse con sus opiniones originales sería ‘indietrismo’, no sabemos. Quizá algún alma caritativa le ha advertido de la catastrófica situación demográfica en todo el mundo, y muy especialmente en Occidente, y no perdemos la esperanza de que, si vive lo bastante, acabe advirtiendo que China no es, ni por el forro, una democracia, que la batalla contra el Cambio Climático que con tanto ardor abandera nos lleva a una miseria que perjudicará a los más vulnerables y que las fronteras abiertas llevan directamente a la desaparición de la identidad y las raíces de naciones enteras.

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