Un grupo de asesores teológicos ha votado recientemente a favor de suspender la causa de santidad del heroico capellán militar Vincent Capodanno.
(Anne Hendershott en Crisis Magazine) – En un escrito dirigido al Dicasterio para las Causas de los Santos, el organismo del Vaticano responsable de las decisiones de canonización, los teólogos afirmaron que el padre Capodanno, miembro de la orden religiosa Maryknoll y capellán de la Marina estadounidense que sirvió fiel y valientemente en la guerra de Vietnam con el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, no merecía la consideración de santo, a pesar de que murió en el campo de batalla mientras protegía a un marine del fuego de una ametralladora enemiga.
A lo largo de su despliegue con las unidades de combate de los marines en las selvas de Vietnam, se ha documentado que el padre Capodanno «puso el bienestar de los marines por encima de su propia seguridad personal…. El sacerdote se movía entre los heridos y moribundos en el campo de batalla para proporcionar ayuda médica, consuelo y la extremaunción».
Sin embargo, en una declaración especialmente vergonzosa de cobardía, uno de los consultores del Vaticano involucrados en la causa de santidad del padre Capodanno ha escrito: «Con las acciones militares en curso en el mundo de hoy (piense en Ucrania), elevar a alguien del ejército para la veneración puede no ser apropiado para nuestra Iglesia».
Es esta declaración, de un teólogo del Vaticano que está completamente fuera de contacto con los católicos fieles de todo el mundo, la que nos dice todo lo que necesitamos saber sobre una burocracia vaticana cada vez más fuera de onda que parece estar intentando destruir todo lo que es bueno y verdadero en la Iglesia, y más allá. Afirmar que «elevar a alguien del ejército» a la santidad «no sería apropiado» para nuestra Iglesia revela la animosidad que estos consultores elegidos por el Vaticano tienen hacia el resto de nosotros.
Como madre de un soldado del ejército de los Estados Unidos que sirvió valientemente en Irak, me resulta difícil entender la ignorancia que refleja una declaración de este tipo de un teólogo del Vaticano que es tan ciego al sacrificio que hacen las familias de los militares. Algunas, como la familia del padre Capodanno, han hecho el máximo sacrificio. Los católicos siempre han estado muy presentes en el ejército, y es una decepción para ellos ver lo poco que se reconoce su sacrificio por parte de las élites dentro de la Iglesia.
Afortunadamente, el singular sacrificio que han hecho los capellanes católicos no ha pasado completamente desapercibido. Ha habido cinco sacerdotes católicos -incluido el padre Vincent Capodanno- que han merecido la medalla de honor de un país agradecido. La mención de la Medalla de Honor concedida al padre Capodanno a título póstumo en 1969 dice: «En respuesta a los informes de que el 2º pelotón de la compañía M estaba en peligro de ser invadido por una fuerza de asalto enemiga masiva, el teniente Capodanno abandonó la relativa seguridad del puesto de mando de la compañía y corrió a través de una zona abierta y llena de fuego, directamente hacia el pelotón asediado. Haciendo caso omiso de las intensas armas automáticas del enemigo y del fuego de mortero, se desplazó por el campo de batalla administrando la extremaunción a los moribundos y prestando asistencia médica a los heridos. Cuando un proyectil de mortero que estalló le infligió dolorosas heridas múltiples en los brazos y las piernas y le cortó una parte de la mano derecha, se negó firmemente a recibir toda la ayuda médica. En lugar de ello, dirigió a los miembros del cuerpo para que ayudaran a sus compañeros heridos y, con un vigor tranquilo, siguió moviéndose por el campo de batalla mientras animaba con su voz y su ejemplo a los valientes marines. Al encontrar a un soldado herido en la línea de fuego directa de una ametralladora enemiga situado a unos 15 metros, el teniente Capodanno se apresuró a intentar ayudar y asistir al herido mortal. En ese momento, a pocos centímetros de su objetivo, fue alcanzado por una ráfaga de fuego de ametralladora».
La historia de la santidad del padre Capodanno fue descrita en un libro del padre Daniel Mode, basado en más de 100 entrevistas con personas cuyas vidas fueron tocadas por el santo sacerdote. En el libro, The Grunt Padre: The Service and Sacrifice of Father Vincent Robert Capodanno, Vietnam, 1966-67, el padre Mode incluye la historia de un marine gravemente herido, el cabo Ray Harton, que recuperó la conciencia en el campo de batalla para encontrar al padre Capodanno asegurándole que «Alguien vendrá a ayudarte pronto… Dios está con todos nosotros este día». El padre Capodanno murió más tarde en el campo de batalla a causa de 27 heridas de bala.
Pero este no es el final de la historia en la causa de canonización. El arzobispo Timothy Broglio, cabeza de la archidiócesis castrense, dijo a los reporteros de la Catholic News Agency que los teólogos del Vaticano «solo hacen una recomendación a la congregación….El postulador ya ha solicitado a la congregación que apele la decisión y permita al postulador responder a algunas de las preguntas planteadas por los teólogos». Es el dicasterio el que «tiene la responsabilidad de ‘determinar si el proceso puede continuar‘».
En este punto, es importante que los católicos fieles comiencen a prestar atención a las formas en que un pequeño pero poderoso número de teólogos y burócratas del Vaticano están intentando destruir todo lo que es bueno dentro de nuestra Iglesia. La controversia en torno a la Traditionis Custodes es solo el último ejemplo de la animosidad que los teólogos y burócratas del Vaticano tienen hacia los católicos fieles. El padre Capodanno dijo la misa en latín para los soldados en el campo de batalla de Vietnam. Irónicamente, esa misa en latín fue probablemente utilizada en su contra por los teólogos del Vaticano, que afirmaron que el devoto sacerdote era «demasiado molesto».
No es la primera vez que los teólogos intentan denigrar a los militares, especialmente a los de Estados Unidos. Afirmar que porque Rusia ha invadido Ucrania tenemos que menospreciar a todos los soldados es una declaración ignorante, y el Vaticano debería avergonzarse de haber permitido que las palabras de ese teólogo se mantuvieran.
El heroísmo en la causa de la libertad debe ser valorado. La Father Capodanno Guild, una asociación católica privada que se formó para ayudar a promover la causa de canonización del padre Capodanno, ha pedido que se rece por esta noble causa. La historia del padre Capodanno es inspiradora, y su sacrificio debe ser reconocido por una Iglesia católica agradecida y necesitada de héroes santos en estos momentos.
Publicado por Anne Hendershott en Crisis Magazine
Traducido por Verbum Caro para InfoVaticana