La anticoncepción siempre será intrínsecamente mala: una mirada al desarrollo de la doctrina

Pablo VI comunión mano
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(NCR)-Mientras celebramos la Semana Nacional de la PNF, ha habido ideas confusas provenientes de la Academia Pontificia de la Vida que parecen implicar que la enseñanza de la Iglesia sobre la anticoncepción puede «desarrollarse» para permitir el uso de la anticoncepción artificial.

Esta semana, hace 54 años, el 25 de julio de 1968, el Papa San Pablo VI publicó la encíclica Humanae Vitae, confirmando la enseñanza de la Iglesia de que la anticoncepción, ya sea mediante la esterilización del hombre o de la mujer en cualquier acto antes, durante o después del acto conyugal para impedir la procreación es moralmente mala y viola los bienes “unitivo y procreador” inherentes al acto matrimonial. ” Además, permitió que las parejas que tienen motivos razonables para evitar tener otro hijo utilicen exclusivamente los períodos infértiles del ciclo de la esposa, lo que ahora se conoce comúnmente como planificación familiar natural o PNF. Esta enseñanza fue recibida de diversas maneras, con muchos laicos y sacerdotes que eligieron ignorar esto a favor de la aceptación mundial del control de la natalidad. Aquellos obedientes a la verdad trabajaron duro para defenderla, como el filósofo Dietrich von Hildebrand, quien explicó:

“Todo verdadero católico debe alegrarse también cuando se le permite ver claramente que la Iglesia no se conforma a la ‘opinión mayoritaria’ sino a la Palabra de Dios, y que el Santo Padre [Pablo VI] debe proclamar la verdad incluso cuando va contra la corriente de los tiempos. […] La encíclica Humanae Vitae , en la que el Santo Padre nos enseña claramente la verdadera naturaleza moral del control artificial de la natalidad, capacita al individuo para saber exactamente lo que Dios espera de él y apela a nuestra conciencia para no ofender a Dios”

Mientras celebramos la Semana Nacional de la PNF, ha habido ideas confusas provenientes de la Pontificia Academia de la Vida que parecen implicar que la enseñanza de la Iglesia sobre la anticoncepción puede «desarrollarse» para permitir el uso de la anticoncepción artificial. Esta idea va en contra de los principios más básicos de lo que es el desarrollo legítimo de la doctrina, porque nunca en las Escrituras o en la historia de la Iglesia ha sido moral que las parejas casadas interfieran con el fin procreador del acto conyugal. Las mismas verdades morales en las que se basa el matrimonio exigen que todo acto sexual se realice dentro del matrimonio y sea un acto consensuado de entrega y unión de la pareja, abierto a la procreación de una nueva vida humana.

Continuidad de Principios y Ley Natural

San John Henry Newman, en Un ensayo sobre el desarrollo de la doctrina cristiana , establece seis pautas con las que medir el desarrollo de la doctrina. Si bien no tengo espacio aquí para abordarlos todos, la enseñanza de la Iglesia sobre los dos extremos del matrimonio y el acto sexual como procreación y unión y la enseñanza contra el uso de anticonceptivos artificiales encaja con sus seis pautas. Aquí, quiero mostrar cómo la enseñanza de la Iglesia no puede desarrollarse legítimamente para decir que es moral interferir con el fin procreador del matrimonio porque viola lo que Newman llama la necesaria «continuidad de principios» requerida para el desarrollo de la doctrina.

La Iglesia siempre ha sostenido el principio de que está mal interferir con la realización de una nueva vida humana en el acto sexual. Además, el principio de los dos fines del matrimonio, aunque fue declarado y entendido por primera vez por la Iglesia en los siglos XX y XXI, tiene sus raíces en la ley natural y en toda la historia de la comprensión del matrimonio por parte de la Iglesia. Por eso la condena de los actos anticonceptivos como “intrínsecamente malos” (ver Catecismo de la Iglesia Católica, 2370 ) es una verdadera parte de la Tradición.

En primer lugar, este principio de los dos fines del matrimonio se puede ver en la ley natural, que es la ley implantada en nosotros por Dios que dice que debemos usar nuestras habilidades naturales para perseguir los bienes por los cuales existen naturalmente nuestras habilidades. y no deberíamos realizar actos en los que usamos una habilidad natural pero al mismo tiempo evitamos activamente que se produzca su objetivo natural. Nuestras habilidades sexuales existen naturalmente en aras de traer nuevas personas a la existencia y en aras de un completo don de sí mismo entre las personas. Usar esta habilidad pero al mismo tiempo evitar que cualquiera de estos objetivos se produzca, como se hace cuando uno usa la anticoncepción, viola el objetivo natural de esta habilidad y, por lo tanto, viola la ley natural, por lo que no debe hacerse.

El Papa San Juan Pablo II explicaba en Familiaris Consortio , en 1981, que “cuando las parejas, recurriendo a la anticoncepción, separan estos dos significados que Dios Creador ha inscrito en el ser del hombre y de la mujer y en el dinamismo de su comunión sexual”, interfieren con el plan divino y “manipulan y degradan la sexualidad humana… alterando su valor de entrega ‘total’”. El mal no está sólo en la separación de la procreación del fin unitivo por parte de la anticoncepción, sino también en la negación mutua del don de la fertilidad por parte de la pareja. La pareja que usa anticoncepción en el acto conyugal se vuelve incapaz de una entrega total y de una unión completa.

Además, viola el don de cooperar con el acto creativo de Dios de traer a la existencia el alma de cada persona. Hildebrand explicó dos niveles de pecaminosidad al usar anticonceptivos artificiales:

“Vemos así que el control artificial de la natalidad es pecaminoso no sólo porque corta el vínculo misterioso entre la más íntima unión amorosa y el nacimiento de un nuevo ser humano, sino también porque en cierto modo corta artificialmente la intervención creadora. de Dios, o mejor aún, separa artificialmente un acto que está ordenado a la cooperación con el acto creador de Dios de este su destino” ( La Encíclica Humanae Vitae: un signo de contradicción )”.

En la Escritura y la Tradición

En segundo lugar, podemos ver estos principios en la Escritura y la Tradición. Las Escrituras nos muestran que la procreación y la unión son intrínsecas al matrimonio, comenzando en Génesis 1-2, cuando el hombre y la mujer fueron creados por Dios, el Autor de la vida, y estaban destinados a convertirse en «una sola carne» y ser «fructíferos y multiplicarse». ” En el Nuevo Testamento, el aspecto unitivo se destaca en la comparación que hace San Pablo del hombre con Cristo y de la mujer con la Iglesia en Efesios 5. En la liturgia, Cristo y la Iglesia se unen mediante la consumación del pueblo del Iglesia recibiendo el Cuerpo de Cristo en sus cuerpos, y este amor de Cristo por la Iglesia es profundo y personal. Si uno compara el matrimonio con esta analogía, puede ver que la unión física del esposo y la esposa debe ser profunda y personal y un signo de su unidad de corazones.

La tradición primitiva de la Iglesia enfatizaba el aspecto procreador del matrimonio y del acto conyugal. San Agustín de Hipona escribió contra los maniqueos, que veían la procreación como un mal y el sexo como algo placentero. Explicó que la “unión… del hombre y la mujer con el propósito de la procreación” era “el bien natural del matrimonio”, y consideraba pecaminoso cualquier otro uso del acto sexual ( Sobre el matrimonio y la concupiscencia). En la Edad Media, Santo Tomás de Aquino explicaba el acto conyugal en términos de naturaleza, como para qué sirve el semen, condenando los usos antinaturales de los órganos sexuales. También vio cómo, en la naturaleza, no todo acto conyugal terminaba en procreación. Este es un ejemplo de la continuidad del principio basado en la necesidad de seguir el orden natural que Dios creó. Además, hay un comienzo del desarrollo del pensamiento que ve el final del acto conyugal como algo más que la mera procreación, ya que Santo Tomás de Aquino explicó que no era pecaminoso que las parejas naturalmente estériles tuvieran relaciones sexuales ( Suma Contra Gentiles ,3.122.4-5). Esta visión es una anticipación del claro reconocimiento por parte de la Iglesia del fin unitivo del matrimonio y del recurso de la pareja a utilizar los períodos infértiles del ciclo femenino por razones graves para evitar la concepción.

En 1880, el Papa León XIII continuó este desarrollo al explicar que “el matrimonio fue instituido para la propagación de la raza humana” y “también para que la vida de los esposos sea mejor y más feliz” ( Arcanum , 26). El Papa Pío XI desarrolló aún más este punto de vista en Casti Connubii , escrito en 1930, describiendo la procreación como el fin principal del matrimonio y “la ayuda mutua, el cultivo del amor mutuo y el sosiego de la concupiscencia” como secundario y subordinado a este fin natural. El Venerable Papa Pío XII desarrolló aún más la idea de los dos fines del matrimonio en su “ Alocución a las parteras ” en 1951, enfatizando que la procreación no es el único fin del matrimonio:

“Reducir la vida común de marido y mujer y el acto conyugal a una mera función orgánica para la transmisión de la semilla no sería más que convertir el hogar doméstico, el santuario familiar, en un laboratorio biológico. […] El acto conyugal, en su estructura natural, es una acción personal, una cooperación simultánea e inmediata de marido y mujer, que por la naturaleza misma de los agentes y la propiedad del acto, es expresión de la donación recíproca, que, según las Sagradas Escrituras, efectúa la unión ‘en una sola carne’”.

De ahí la proclamación de la victoria Humanae Vitae del Papa Pablo VI , que recordamos y promovemos durante esta Semana Nacional de PFN.

Continuando en la Verdad

Durante su pontificado, el Papa Juan Pablo II confirmó la enseñanza de la Humanae Vitae en su encíclica Evangelium Vitae , explicando que en la cultura de la muerte “se distorsiona y falsifica el significado original de la sexualidad humana, y los dos significados, unitivo y procreador, inherentes a la la naturaleza misma del acto conyugal, se separan artificialmente”. Dice además que, con esta actitud:

“La unión matrimonial es traicionada y su fecundidad está sujeta al capricho de la pareja. La procreación se convierte entonces en el ‘enemigo’ que hay que evitar en la actividad sexual: si es bien recibida, es sólo porque expresa el deseo, o incluso la intención, de tener un hijo ‘cueste lo que cueste’, y no porque signifique la completa aceptación del otro y por lo tanto una apertura a la riqueza de la vida que representa el niño”.

En cierto modo, esta visión se remonta a la visión maniquea de que el sexo era para el placer y la procreación es mala, excepto que no es coherente, ya que la gente quiere tener hijos a su conveniencia. Siguen “una regla”, que es lo que Dietrich von Hildebrand llamaría el deseo de cumplir lo que es “subjetivamente satisfactorio”. Uno tiene sexo cuando desea sin consecuencias. Uno tiene un hijo a pedido, reduciendo al niño a una mercancía.

La Iglesia no debe ceder ante la presión del mundo para afirmar que la “unión” en el acto sexual puede estar moralmente separada de la procreación por medios artificiales. En el siglo XX, la crisis de aceptación generalizada de la anticoncepción en el mundo hizo que la Iglesia examinara los bienes del matrimonio en la medida en que vio la necesidad de enfatizar la procreación en relación con el bien de la unión en el matrimonio. La anticoncepción divide la procreación, el fruto físico de la unión, de la unión; y porque viola la entrega completa de sí mismo de una persona a otra, al limitar la unión física, viola la unión misma. En el siglo XXI, la Iglesia no debe perder de vista estos fines. Un énfasis en el fin unitivo que hace opcional el fin procreador es una falsa comprensión de la naturaleza del acto sexual.

Afirmar que la Iglesia puede “desarrollar” su enseñanza para que sea moral el uso de métodos anticonceptivos no sería más que “cavar cisternas rotas que no retienen agua”. La Iglesia estaría abandonando la fuente de aguas vivas. Oremos por nuestros pastores, para que no abandonen la verdad preservada por la Tradición. Y oremos por las parejas casadas, para que puedan ver la belleza de la enseñanza de la Iglesia sobre la sexualidad y el matrimonio y estén siempre abiertos al don de la vida.

Publicado por Susanna Spencer en Nacional Catholic Register

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Comentarios
64 comentarios en “La anticoncepción siempre será intrínsecamente mala: una mirada al desarrollo de la doctrina
  1. La anticoncepción va contra el sexto mandamiento, y en la mayoría de casos, los métodos y productos que se usan para lograrla, atentan también contra el quinto mandamiento porque son abortivos.
    Por eso es lamentable que la «Iglesia de Francisco» no la combate y hasta en algunos casos la apoya de forma implícita.

    1. Como principio general: ok. En las relaciones sexuales extramatrimoniales, el uso del preservativo supone o puede suponer el evitar mayores problemas, como hijos no deseados o enfermedades como el sida. Como último recurso, cuando la persona no atienda a criterios morales – ese desatender al alza seguro el 100% los que llevan una vida sexual desordenada – el médico debe recomendarlo, para evitar males mayores, aunque no sea la solución «ideal».
      No todo es tan sencillo. Hay grises.

      1. Mal :ese desatender al alza seguro el 100% los que llevan una vida sexual desordenada –

        Bien: ese desatender A L C A N Z A seguro el 100% los que llevan una vida sexual desordenada –

      2. Nunca está justificado lo que es intrínsecamente inmoral. La única opción es la continencia.
        Pero el problema es que Francisco no cree en esta doctrina y por eso no la predica, porqué él se guía por su ideología en vez de hacerlo por las Escrituras y la Tradición.

          1. Si…pero vamos al terreno de la realidad, no al de los principios teóricos. La realidad siempre se impone.. lamentable: desgraciadamente hay millones de personas que les importa un bledo los principios morales…pero un bledo y llevan una vida sexual intensa y desordenada ¿Que hacer en esos casos? (pienso en los sanitarios y/o amigos o padres)
            Tienen el deber moral de defender el bien mayor, que es su propia vida y la de las otras personas que mantienen relaciones sexuales con un saludo o vicioso. Es simple la cuestión. Hay un choque de principios y LO PRIMERO ES LA VIDA. La integridad física.
            Resumen: pecan, pero por lo menos hay una posibilidad de que hagan menos Dano a terceros. A esa posibilidad se debe acoger el sanitario SÍ O SÍ. PUNTO.

          2. «vamos al terreno de la realidad, no al de los principios teóricos […] desgraciadamente hay millones de personas que les importa un bledo los principios morales»

            Realidad: quienes pasan de principios morales, también pasan de su recomendación inmoral, como demuestran los millones de embarazos no deseados que acaban en abortos o las cifras de VIH y otras ETS.

            «Tienen el deber moral de defender el bien mayor, que es su propia vida y la de las otras personas que mantienen relaciones sexuales con un saludo o vicioso»

            Eso no es un bien, sino un mal, por lo que no existe tal «deber moral»: es una inmoralidad que evita el bien (la salvación del alma, que es el bien mayor).

            «LO PRIMERO ES LA VIDA. La integridad física»

            Pues va a ser que no:

            «No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, que el alma no pueden matarla; temed más bien a aquel que puede perder el alma y el cuerpo en la Gehenna» (Mt 10,28).

          3. La cuestión, católicvs, – yo al menos así lo veo – no se dirime en el terreno de los principios morales. No se cuestionan en ningún momento los mismos – y por ahí irá la nueva E.Apos. del Papa Francisco….creo – la cuestión está en el terreno de la práctica, de la realidad, de lo que «es» y no de lo que «debe de ser». El sacerdote se debe de atener, en principio, al terreno de los principios, pero el sanitario (médico, enfermero) debe de tener una única misión: LA DEFENSA DE LA VIDAD DESDE QUE SURGE HASTA QUE FENECE. En este caso, es la defensa de la vida en el curso de la misma. LO PRIMERO = LA VIDA, que es un regalo de Dios y debemos conservarla y aconsejar a los demás que la conserven, porque atentar contra la vida de uno es atentar contra Dios.

          4. Atentar contra la vida de uno tampoco es en sí y en todo caso un acto perverso. Si está fundamentado en el egoísmo, sí: el hombre que se dedica a fornicar sin preservativo con cualquier mujer o ser viviente que se encuentre en el camino. En otros casos, «atentar contra la vida de uno» ( y lo pongo entrecomillas por lo que ahora te diré) no sólo no es un acto perverso sino que es un acto heroico y altruista cuando es por conservar la vida de otros. Por ejemplo: el padre Maximilian Kolbe en los campos nazis de exterminio. Todo admite – o muchas cosas – un campo de grises que ayudan a calificar moralmente mejor un acto, puesto que un acto siempre se realiza según contexto y éste ayuda a tener una mejor idea del mismo.

          5. ¿Que lo primero no es la vida? yo sí lo veo así. La vida es el mayor don que Dios nos ha hecho ¿te parece bonito atentar contra nuestra propia vida (fornicar sin control, emborracharse, fumar como carreteros, drogarse, conducir temerariamente…? o ¿te parece bonito atentar contra la vida de los demás? Seguro que estarás de acuerdo conmigo en que NO. Cierto que nuestra patria no es esta, estoy contigo de acuerdo – como no podría ser de otro modo – pero por ese objetivo no se debe de abandonar el cuidado de nuestro cuerpo – templo del SS y don de Dios – sin caer en el narcisimo. RESUMEN: no es incompatible el fin último nuestro – el cielo- con cuidar la realidad material- la más inmediata: nuestro cuerpo y el mundo (los demás, los animales, las plantas…)

          6. MD Renovado: el dilema que planeas, de que los adúlteros usen preservativo, me parece un falso dilema. Si lo comparamos con otro pecado, también podríamos decir, que un asesino mejor que mate de un solo disparo a su victima, en vez de que la haga sufrir con 50 puñaladas. Pero esto nos llevaría a justificar el mal menor, en vez de el bien, y a la practica, como las cosas siempre degeneran, la gente acaba pensando que el mal menor en realidad no es tan malo.

          7. Fred: pues sí, puestos a elegir, prefiero que me asesinen a mi de un tiro en la nuca que con 50 puñaladas. Eso se llama ensañamiento y supongo que en el Código Penal no es lo mismo asesinar que asesinar con ensañamiento. Por lo menos, yo lo prefiero. Fred: ciertamente lo que la gente crea no nos debe llevar a pensar a los que – modestamente hablando – no estamos con la «gente» y tenemos un poquito más..no mucho más, conocimiento. Yo no estoy tratando al preservativo en su faceta contraceptiva, sino que lo estoy tratando en estos mensajes como el último remedio para evitar contagios o embarazos no deseados y luego posibles abortos. Yo te hablo de realidades, no de dilemas, falsos o verdaderos…de casos que se dan en la vida…Otro caso: mejor que el drogadicto no comparta geringilla con otros, puesto que se elimina el riesgo de atentar contra la vida de terceros.

          8. En el caso de un conflicto moral, de tener que elegir: LA VIDA es el más fundamental de los derechos hnos y un don de Dios y hay que protegerla por todos los medios a nuestro alcance. ¿que sucede? que a uno con satiriasis o simplemente vicioso o chapero, los principios morales «se la pelan»: ¿que hacemos con éste? por lo menos si tiene un poco de respeto por los demás, deberá usar medidas para no contagiar.: preservativos mayormente. ¿ésta mal ? sí ¿le importa algo al tipo x? no. Pues en esos casos, mejor que por lo menos no «joda» a terceros ni a sí mismo atentando por imprudencia contra su vida y la de los otros.
            yo así lo veo.

          9. «MD Renovado» plantea la falacia de donar tu propia casa para la prostitución de cualquier tipo: forzada o no, chaperismo, diversas edades… Etc, con tal de que no se prostituyan con frío en la calle y enfermen, porque hay que proteger la vida.
            Menuda falacia propia de una mente liberal: la teoría va independiente de la práctica y cada cual va por su lado dando tumbos incoherentemente. El catolicismo verdadero no va así ni el católico puede actuar así. Lo siento por tu observación tan poco etica

          10. Uno: ¿Donar mi propia casa?¿Para que? Pasaré por alto esa afirmación. Lo que digo es la la famosa teoría del ABC….no hablo de donaciones. Estoy pensando en el caso de ser sanitario o un padre. Yo soy padre. Tengo un hijo que pasa de Dios y de toda norma moral (muy corriente hoy en día) y pasa de mis consejos, por lo menos que se ponga la gomita…por si protege algo. Pero no es moral de situación porque no cuestiona la inmoralidad de una acción que es y seguirá siendo reprobable…pero ¡Donar:No!

          11. «La cuestión […] no se dirime en el terreno de los principios morales»

            Así que, ¿la valoración moral negativa que la Iglesia hace de la anticoncepción no se dirime en el terreno de los principios? Quizás de los de usted no; de los principio de la moral católica, sí. Porque no sé si ha notado que ésta es un página católica y la doctrina a la que se hace referencia desde el mismo título de este artículo también.

            «la cuestión está en el terreno de la práctica, de la realidad»

            Es que éso es la moral, como el diccinario de la Real Academia Española define de forma perfectamente clara: «Doctrina del obrar humano que pretende regular el comportamiento individual y colectivo en relación con el bien y el mal y los deberes que implican».

            La realidad es que la moral es la aplicación práctica de lo que se cree, de la fe católica. Creer una cosa y hacer otra toda la vida se ha llamado hipocresía. Y si ni siquiera comparte la fe católica, la…

          12. …realidad es que entonces usted no sería católico y para un católico daría igual lo que usted creyese a efectos prácticos.

            «El sacerdote se debe de atener, en principio, al terreno de los principios»

            En principio, y en final. En nuestra fe, el fin no justifica los medios y los actos intrínsecamente malos, que también es doctrina de la Iglesia, siempre serán malos (por su propia naturaleza, sin que nadie pueda variar éso). Las excusas y la «moral de situación» no es católica.

            «…el sanitario (médico, enfermero) debe de tener una única misión: LA DEFENSA DE LA VIDAD DESDE QUE SURGE HASTA QUE FENECE»

            Los sanitarios no obligan a nadie a emplear anticonceptivos, ni pueden decidir por nadie. Las decisiones morales las toma cada persona individualmente, sea sanitario, Papa o el butanero; y un católico no deja de serlo en el ejercicio de su profesión, por lo que no puede ni pecar, ni mucho menos inducir a pecar a otros. Además, el empleo…

          13. …anticonceptivos no salva vidas; primero, porque mantener relaciones sexuales no es obligatorio ni una función fisiológica vital que mate a la persona que no las tenga (como dormir, comer o beber, por ejemplo). Se ha buscado usted una excusa bien pobre.

            «LO PRIMERO = LA VIDA, que es un regalo de Dios y debemos conservarla y aconsejar a los demás que la conserven, porque atentar contra la vida de uno es atentar contra Dios»

            ¿Alguien manda atentar contra la vida de uno? ¿Sólo no atenta quien usa anticonceptivos o quien, contra la moral católica, los recomienda? De nuevo: lo primero el alma, no la vida física. Por lo visto le gusta mucho a usted enmendar la plana al mismo Cristo, lo que no va a tener mucha aceptación entre católicos:

            «Quien quisiere salvar su vida, la perderá; pero quien quisiere perder su vida por amor de mí, la salvará. Pues ¿qué aprovecha al hombre ganar todo el mundo si él se pierde y se condena?» (Lc 9,24-25).

          14. «Atentar contra la vida de uno tampoco es en sí y en todo caso un acto perverso»

            Lo es, como siempre ha enseñado la Iglesia. Que usted crea o finja creer algo diferente es cosa suya.

            «‘atentar contra la vida de uno’ […] no sólo no es un acto perverso sino que es un acto heroico y altruista cuando es por conservar la vida de otros. Por ejemplo: el padre Maximilian Kolbe…»

            San Maximilian Colbe no atentó contra su vida, ni decidió estar preso, ni que le mataran. Su heroísmo consistió en ofrecerse voluntario para ser encerrado en una celda de castigo en lugar de otro preso que tenía hijos; además de por caridad, no tenía mucho que perder, pues estaba enfermo de tuberculosis y habría muerto igualmente. Menudo ejemplo más inapropiado. Atentar contra la propia vida es intentar suicidarse, no aceptar la muerte que le infieren otros contra la propia voluntad. Y no sé qué tendrá que con la anticoncepción.

          15. «La vida es el mayor don que Dios nos ha hecho»

            En el sentido de «existencia», quizás. En el de «la vida física», en absoluto. Cristo se lo pudo decir más alto, pero no más claro: por encima de la vida física está la salvación del alma, que es para lo que las personas han sido creadas.

            «Cierto que nuestra patria no es esta, estoy contigo de acuerdo – como no podría ser de otro modo – pero por ese objetivo no se debe de abandonar el cuidado de nuestro cuerpo»

            Las anticoncepción no es ‘cuidado del cuerpo’. Y si conlleva la condenación eterna, no es que se pueda: es que se debe.

            «RESUMEN: no es incompatible el fin último nuestro – el cielo- con cuidar la realidad material- la más inmediata: nuestro cuerpo y el mundo (los demás, los animales, las plantas…)»

            No es incompatible… mientras no lo sea. En el momento en que implique pecar, ya es incompatible y ha de rechazarse.

          16. «…sino que lo estoy tratando en estos mensajes como el último remedio para evitar contagios o embarazos no deseados y luego posibles abortos»

            ¿La abstinencia sexual no evita contagios? ¿Provoca embarazos no deseados? De hecho, es el único método 100% seguro de que no ocurran tales cosas. Es más, aún no se conocen ETS’s o embarazos sin sexo (salvo la fecundación in vitro, también pecaminosa). Volvemos a lo mismo: el sexo no es ni obligatorio, ni vital, y es dogma de fe que las personas pueden evitar pecar con la gracia de Dios. Todo acto de naturaleza sexual fuera del matrimonio (entre hombre y mujer, que es el único que existe, pese a que ahora se le llame a cualquier cosa) y que no esté abierto a la vida, fin último tanto del matrimonio como de la misma sexualidad, es pecado, le guste a usted o no. Así que, es un deber moral enseñar a la gente la verdad, no recomendarles que pequen, lo que constituye escándalo (y ya sabe lo que dijo…

          17. …Cristo sobre aquellos que escandalicen).

            «Otro caso: mejor que el drogadicto no comparta geringilla con otros, puesto que se elimina el riesgo de atentar contra la vida de terceros»

            Si no usa ninguna jeringuilla, ¿atenta contra la vida de terceros? ¿Es obligatorio comenzar a drogarse? ¿No compartir jeringuillas evita embarazos? ¿Las jeringuillas son métodos anticonceptivos? Me parece a mí que desvaría usted un poco (un poco mucho).

            «En el caso de un conflicto moral, de tener que elegir: LA VIDA es el más fundamental de los derechos hnos y un don de Dios y hay que protegerla por todos los medios a nuestro alcance»

            Mentira: ante un conflicto moral (entre pecar o no hacerlo), antes morir que pecar, como siempre ha enseñado la Iglesia, hasta el punto de venerar a los mártires como modelo supremo de santidad.

          18. «¿que sucede? que a uno con satiriasis o simplemente vicioso o chapero, los principios morales «se la pelan»»

            Y el uso de preservativos también, como ya le he dicho. Si no, no habría ni ETS’s, ni embarazos no deseados. Además, la verdad y la moral católica no cambian porque alguien, muchos o pocos, no la acepten o no la cumplan.

  2. Al mismo tiempo Pablo VI está enseñando «cómo no tener hijos». Cosa inaudita en un Papa.
    Es lamentable que no se quiera ver.
    ¿Por qué no sacáis magisterio anterior al concilio? ¿Es que no es el mismo? Pues si es el mismo, sacadlo que lo veamos.
    La humane vite no es tan buena.

          1. Se equivoca usted de audiencia: los católicos no defendemos vidas indignas hasta la muerte: me temo que eso es patrimonio, precisamente, de los egoístas partidarios de la anticoncepción, el aborto y la eutanasia, a quienes las vidas ajenas les importan un cuerno. Es decir, los anti-vida (no existe «vida digna» sin vida, aparte de que la dignidad de la vida no reside en nada material que pudiera solucionar la inmoral anticoncepción). Esos pecados sí que son indignos (por parte de quien lo perpetra).

        1. No, no lo es si no utilizas ningún medio físico o químico que cierre por completo la puerta a la procreación.
          De toda la vida las familias hemos hecho las cuentas para no quedar embarazados.
          Por tanto y según tu principio llevamos toda la vida pecando y la iglesia pre conciliar tan contenta contenta con esa técnica de control de la natalidad

          1. «De toda la vida las familias hemos hecho las cuentas para no quedar embarazados»

            Las únicas que se quedan embarazadas son las mujeres, Probe Migue. Y a eso que usted llama «echar cuentas» (que es sin H), se le llama abstinencia: para no quedarse embarazadas se abstienen de mantener relaciones sexuales. Lo único que se controla ahí son las ganas de sexo. El problema de la anticoncepción es que no se quiere renunciar al placer sexual (que es un medio, no un fin), pero sí a la consecuencia lógicas que el acto sexual conlleva: la procreación, por lo que se contradice el plan de Dios sobre la sexualidad humana y la doctrina de la Iglesia.

  3. La iglesia no enseña el control de la natalidad preconciliarmente hablando.
    Muestrame doctrina prenconciliar donde algún Papa me enseñe técnicas para no tener hijos. Como no hay un solo ejemplo, esa doctrina por ser nueva es falsa. Por eso el Vaticano II cambió los fines del matrimonio. El fin principal ahora ya no es tener niños sino el amor, por eso Pablo VI no nos enseña «tener niños» sino cómo no tenerlos, porque lo primero es el amor. Y si lo primero es el amor, entonces cualquier cosa es un matrimonio. La sutil perversión doctrinal de la humane vite es tapada como siempre con grandes verdades que la ocultan y difuminan.

    1. Y es que a mí, Pablo VI no me la da. No me da gato por liebre porque entiendo cómo va su lenguaje: decir grandes verdades contra la anticoncepción para colar la mentira de que la iglesia enseña «cómo no tener niños de forma natural» que también es anticoncepción. La iglesia enseña «tened niños». Lo siento por los globalistas malthusianos de la teoría de la superpoblación y de que por cada niño se le cae a la madre un diente. No cuela, Pablo VI.

  4. RESPUESTAS A CATÓLICUS ( LO HARÉ POCO A POCO Y A LO MEJOR TERMINO EN OTRA NOTICIA, AUNQUE TRATE DE OTRO TEMA: ME PIERDO)
    * Respuesta a MENSAJE 28 julio, 2022 a las 3:54 pm. ( y el que quiera saber de que va el tema que se moleste en leerlo)
    Cuando yo digo que la cuestión […] no se dirime en el terreno de los principios morales, no estoy diciendo que mi valoración moral del sexo extramarital sea positiva, contraria a la de la Iglesia. Son actuaciones moralmente reprobables, pero el punto, la cuestión no la centro en la valoración moral, que de todos es sabida. Claro que la moral está unida – lógicamente a la vida real – pero es que en mis comentarios nunca lo he puesto en duda ni discutido. Si un hijo mío a pesar de la formación que le he dado, pasa de mí y de mis consejos, por lo menos que se proteja y proteja a terceros. Son cuestiones que …

  5. …se plantean en las familias de hoy en día. Tú a lo mejor, como intuyo eres soltero, no sabes o puedes saber de lo que estoy hablando, pero yo prefiero que mi hijo o sobrino se ponga un condón a que no se lo ponga y embarace a una chica de 15 años – que es la edad a la que las niñas empiezan con el sexo – sencillamente porque es peor el mal que ocasiona o puede ocasionar si no se lo pone que si se lo pone. También, cierto es, es caso de una pariente mía que se le rompió el preservativo y acabó fallecida de Sida. Fue un accidente y con ésto digo que el Sida, gonorrea….se evita teniendo una vida sexual ordenada (fidelidad a la pareja) pero la gente no quiere el sacrificio y prefiere sexo y placer aún aumentando el condón el riesgo de coger Sida indirectamente, al fomentar la cantidad de relaciones sexuales. Es todo muy muy muy muy muy complicado.

  6. * Respuesta a MENSAJE 28 julio, 2022 a las 3:55 pm
    «El sacerdote se debe de atener, en principio?, al terreno de los principios» Afirmación mía que rectifico. Si mi dirigido espiritual se empeña en fornicar como un cerdo – mi sobrino, mi hermano, mi …- le aconsejaría los riesgos que conlleva el no llevar una vida sexual ordenada y le diría que me tiene para lo que quiera.
    Tu afirmación: «Los sanitarios no obligan a nadie a emplear anticonceptivos, ni pueden decidir por nadie. Las decisiones morales las toma cada persona individualmente» Cierto.- Tienes razón, pero supongo que las prostitutas irán también al ginecólogo..digo yo. No puden obligar, ciertamente, pero si pueden y deben aconsejar ejercitar su oficio con precaución. Ese consejo no hace que se transfiera la culpa del paciente al médico, puesto que como bien dices, las decisiones morales las toma cada uno…

  7. … con lo cual me resuelves la cuestión de la posible responsabilidad moral del sanitario: gracias. No cabiendo aquí el «ni mucho menos inducir a pecar a otros» que indicas, que no cabe ni procede en un sanitario que le explica los riesgos de una vida sexual desordenada y que se encuentra frente a una persona MAYOR DE EDAD que libremente quiere seguir su oficio – aunque hay mucha mafia y habría que ver si son libres o no – o afición. Muy muy complicado todo porque nos encontramos con el «riesgo de la libertad». ¿que hacer? Rezar, pedirle que salga de la profesión o poner en conocimiento de la policía su situación si procede – eso como persona que es el médico – pero como profesional, debe intentar que el paciente, una vez que está claro que no va a dejarlo, lo realice con más máximas garantías sanitarias.

  8. * Respuesta a MENSAJE 28 julio, 2022 a las 3:57 pm
    católicvs: «mantener relaciones sexuales no es obligatorio ni una función fisiológica vital» Catolicvs..al final te voy a coger cariño…¡que inocente eres! una inocencia que la da el mero conocimiento teórico de la vida – una vida virgen, orante y casta posiblemente – …el ver la vida desde un escaparate. «sin mi no podéis hacer nada»: hace falta mucha mucha mucha oración, mortificación y paciencia con las recaídas en la pureza de una persona que ha abusado del sexo, de la pornografía. El sexo es mas viscoso que la miel y efectivamente no es una función vital pero tampoco es una función vital el fumar como un carretero y hay gente que no ha podido y en mi hospital veía gente mayor con cáncer de pulmón terminal y traqueotomía fumando y poniendo el cigarro en el hueco del cuello. Eso lo he visto YO.

  9. JHS no va a «bajar al pozo de tus miserias» y te va a sacar del hoyo. Es uno con sudor y lágrimas el que lo consigue y pidiendo ayuda a JHS para tener paciencia y ofrecer el sufrimiento por la corredención del mundo. Hay jóvenes que NO PUEDEN dejar de pensar en sexo: el ambiente, los amigos, la familia, lo medios de comunicación…Para salir hay que querer salir, verlo como problema y tener el referente, el modelo en la Norma Moral Objetiva. Una persona sin esos referentes, no pude luchar contra sí mismo y negarse de por vida….y ´JHS no hace milagros. Nos deja aquí que nos «apañemos» y no promete el éxito, encima de todo, en esta vida. Es muy dificil salir de sexo para un actor porno, prostituta, porque uno muere tal cual ha vivido y vive como morirá, a no ser que ÉL, voluntariamente quiera iniciar un proceso de lucha ascética. JHS dará fuerza para la lucha pero ya está. Pocos milagritos he visto.

  10. …Tú: ¿Sólo no atenta quien usa anticonceptivos o quien, contra la moral católica, los recomienda? De nuevo: lo primero el alma, no la vida física.»
    pero es que yo estoy hablando desde el punto de vista del sanitario, y aprobó unas oposiciones o montó una c´línica no para dar consejos morales exclusivamente, sino para la protección de la VIDA. Sí: la VIDA física. VIda que es un don de Dios y hay que conservarla y hacer que los otros las conserven, con consejos o recomendaciones profesionales. ¿es atentar contra la VIDA es que el sanitario recomiende a una put-a el que use condón? todo lo contrario, puesto que si no lo usa, es cuando se atenta contra su vida y la de terceros, y por tanto el médico debe de recomendar todos los medios: primero los moralmente aceptables y luego, si el tio es erre que erre, pues como mal menor: el condón, pero la decisión no es del médico el cual no puede decir que …

  11. …induzca a pecar a una menor de edad, puesto que inducir a pecar se caracteriza por ser una forma de participación parecida a la autoría que consiste en que una persona hace nacer en otra la decisión de delinquir a través de la persuasión. Se puede aplicar mutatis mutandis al terreno de la moral: el sanitario no está en esta situación…es del todo evidente.

    Mira…estoy cansado…eres muy pesado – no te molestes. No es mi intención insultarte, pero te «enrrollas como persiana» – y me agobias con tantos mensajes. NO te voy a responder hoy a más. Me he cansado: el calor, la edad…Mañana te contesto. Me agobias mucho.
    buenas noches, Católucvs: un abrazo.

    1. RESPUESTA AL ENSAYO DE de MDRenovado

      Comencemos por el final. Usted dice:

      «Mira…estoy cansado…eres muy pesado – no te molestes. No es mi intención insultarte, pero te «enrrollas como persiana» – y me agobias con tantos mensajes»

      No me extraña que se canse: defender lo indefendible debe de ser agotador; y más para el resultado que al final uno consigue. No me ofendo en absoluto por sus palabras, no se apure. Pero entienda que es muy fácil soltar en tres líneas cosas que requieren mucha más extensión para explicarse, además de que usted no es precisamente lo que se dice «escueto». Pero vamos a ello.

      «Si un hijo mío a pesar de la formación que le he dado, pasa de mí y de mis consejos, por lo menos que se proteja y proteja a terceros»

      Perdóneme, pero eso es como decir: «yo no estoy a favor del asesinato, pero si a un hijo mío le da por emular a Jack el Destripador, pese a la educación que le he dado, preferiría que al menos desinfecte…

      1. …la hoja del cuchillo, no se corte él mismo mientras realiza su labor y como consecuencia coja una infección que le afecte a él y de rebote a nosotros, su familia».

        1. «yo prefiero que mi hijo o sobrino se ponga un condón a que no se lo ponga y embarace a una chica de 15 años […] porque es peor el mal que ocasiona o puede ocasionar si no se lo pone que si se lo pone»

          No estamos hablando de preferencias, gustos, creencias subjetivas… si no del plano moral, de pecar o no hacerlo (no existe mayor mal que la ofensa a Dios que constituye el pecado). La alternativa a pecar (fornicar, en su ejemplo) es no hacelo, no pecar sacando una presunta ventaja material de dicho pecado o, como dice usted, evitar ocasionar un «mal»: un embarazo, que en sí mismo, y más desde el punto de vista moral, no es ningún mal, aunque coarte o dificulte los egoístas planes que un padre tenga para su hijo irresponsable y también egoísta, que se siente maduro para fornicar, pero no para asumir las consecuencias y la responsabilidad derivada de dichas consecuencias).

          1. «Es todo muy muy muy muy muy complicado»

            No es complicado, sino bien sencillo de entender. Lo que cuesta es aceptar los sacrificios y el hecho de que no estamos en este mundo para nuestro placer. Y menos pecando. Que la gente no quiere la cruz, es un hecho. Pero que por más que huyan de ella tarde o temprano la sufrirán, voluntaria o involuntariamente, es otro hecho cierto (todos sufrimos reveses: enfermedades, desamores, pérdidas de seres queridos, la vejez, la muerte…) Autoengañarse creyendo que viviendo de forma hedonista y no pensándolo, va a librarnos de estas cosas, demuestra una gran inmadurez y, desde luego, no las evita. Dios permite pecar, pero tiene consecuencias, tanto en esta vida, como en la otra. De enfermar o morir no podemos librarnos, seamos buenos o malos; pero la condenación eterna en el infierno sí podemos evitarla, con la ayuda de Dios.

          2. «Ese consejo no hace que se transfiera la culpa del paciente al médico, puesto que como bien dices, las decisiones morales las toma cada uno…»

            Aconsejar también conlleva una decisión moral, pues se puede aconsejar bien o mal: si yo aconsejo a alguien que atraque un banco y lo hace motivado por mi consejo, esa persona peca, pero yo como consejero también, por inducirle a pecar. No es que se transfiera la culpa del atracador al consejero, sino que cada uno tiene su propia culpa.

          3. «¿que hacer? Rezar, pedirle que salga de la profesión…»

            Hay que decirle la verdad y dejarse de complejos por respetos humanos: a mí me da igual si la persona a la que aconsejo es creyente o no, o lo que piense de mí: a una prostituta le diría, en lo que concierne a lo inmoral de sus actos, que yo, como católico, sólo puedo recomendarle que deje de hacerlo, no sólo por los riesgos físicos que entraña su profesión (posibles enfermedades), sino porque ofende a Dios, en Quien puede no creer, pero yo sí; y como soy yo quien aconsejo… (si a ella no le gustan mis creencias, a mí tampoco me gusta su posible increencia o su profesión). Ella hará lo que quiera, pues es libre para pecar; pero yo también lo soy para no hacerlo y para recomendarle que no lo haga.

          4. Algo que sobrevuela sobre todos sus comentarios es el recurso al principio del «mal menor», con la circunstancia de que usted lo malinterpreta: para que el mal menor sea moralmente lícito, el mal a evitar tiene que ser realmente un mal desde el punto de vista moral: tener un hijo cuando no se quiere puede ser algo negativo para los planes egoístas de alguien, pero un hijo jamás es un mal, y menos desde ese punto de vista moral. Por ello, no se puede recurrir a algo inmoral (la anticoncepción) para evitar un bien (un hijo), aunque usted confunda los gustos y deseos con el bien, y todo lo que los estropee con el mal. A este respecto, quien mejor le puede explicar en qué consiste el mal menor, cuándo y cómo es lícita moralmente su aplicación, es San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia, en su «Teología Moral».

          5. «hace falta mucha mucha mucha oración, mortificación y paciencia con las recaídas en la pureza de una persona que ha abusado del sexo, de la pornografía. El sexo es mas viscoso que la miel»

            Nadie ha dicho que sea fácil. Simplemente se debe y se puede (con la gracia de Dios), como define el Concilio de Trento. Y si hay recaídas, uno se levanta con el sacramento de la Confesión y sigue adelante, teniendo como meta el cielo.

            «y ´JHS no hace milagros. Nos deja aquí que nos «apañemos» y no promete el éxito, encima de todo, en esta vida»

            Esa afirmación roza la blasfemia: Dios sí hace milagros y no se desentiende de sus criaturas, aunque no emplee una varita mágica para solucionar nuestros problemas (que no siempre es bueno que se solucionen aunque a nosotros, que desconocemos la Providencia divina, nos parezca que eso es lo mejor).

          6. Tan erróneo es pensar que somos autómatas a quienes Dios mueve, negando el libre albedrío, como creer que con el mero voluntarismo podemos evitar pecar. Como usted ha dicho, sin Dios nada podemos, por lo que sí se puede no pecar, pero con ayuda de la gracia. Y el premio no está en esta vida (dejar de pecar no es el premio), sino en la otra, como afirma claramente las Sagradas Escrituras (el premio es la vida eterna junto a Dios).

            «¿es atentar contra la VIDA es que el sanitario recomiende a una put-a el que use condón?»

            No haga trampas: mentir no es atentar contra la vida, y sin embargo sí es pecado. Recomendarle preservativos a alguien es pecado, igual que su uso, con independencia de si es un atentado o no contra la vida. Si usted con su recomendación no sólo no evita que deje su profesión, sino que calla ante el mal (con la excusa de sacar un presunto bien), peca aunque sólo fuera de omisión.

          7. Y, como ya le he recordado, de acuerdo con la moral católica el fin jamás justifica los medios (no se puede recurrir al mal nunca para, supuestamente, sacar un bien; tal cosa es inmoral).

            «puesto que si no lo usa, es cuando se atenta contra su vida y la de terceros, y por tanto el médico debe de recomendar todos los medios»

            Eso es un sofisma: ni es seguro que contagie algo a alguien, ni es seguro que ese alguien, aun contagiándose, enferme y muera como consecuencia de ello, ni, desde luego, es intención de la prostituta matar a nadie, por lo que la responsabilidad moral, aunque exista, no es equiparable al asesinato, como usted parece dar a entender. Además. la única recomendación seria y moral sería decirle, porque es verdad, que la única forma 100% fiable de evitar ETS’s, no es el preservativo, sino la abstinencia (hay enfermedades, como el virus del papiloma humano, que sí es mortal…

          8. …para las mujeres porque causa cáncer cervical). ¿Será usted honesto y, como sanitario, le dirá a esa prostituta que los preservativos no protegen de muchas enfermedades, alguna de ellas mortal? ¿O éso se lo calla para no desanimarla a usarlo, en lugar de recomendarle la abstinencia? Ahí está su responsabilidad moral, con independencia de la de ella, que es libre para elegir sin necesidad de paternalismo por parte del sanitario que antepone sus prejuicios por creer que es mejor su decisión que la de ella si le dice toda la verdad.

            «inducir a pecar se caracteriza por ser una forma de participación parecida a la autoría que consiste en que una persona hace nacer en otra la decisión de delinquir a través de la persuasión»

            No señor: también se puede inducir con el silencio o con verdades a medias, que aunque no represente un pecado de acción, lo es de omisión. Como ya le he dicho, si tiene obligación moral de contar todo (desde…

          9. …los riesgos físicos a las consecuencias morales) y no lo hace, el responsable es usted y sólo usted, y además está coartando la libertad de elegir de la otra persona, que de conocer todo quizás eligiera otra cosa. Como usted no es Dios ni conoce el futuro y lo que esa persona va a elegir, se tiene que limitar a cumplir su parte, sin poner excusas sobre la posible futura reacción por parte del otro para así eludir su responsabilidad moral. Non licet.

            Con ésto doy por concluida esta esta serie de respuestas. Espero haber sido suficientemente claro, no haberme dejado nada en el tintero y no haberle aburrido a usted mucho.

          10. católicvs, por favor…yo no! Yo no hablo del plano moral para nada. Me centro en las consecuencias para la vida propia y ajena de las acciones que realiza un desaprensivo. Además: este tema está un poco desfasado, puesto que los t´´íos hace el sexo sin preservativo y le obligan a las chicas a usar la píldora…para ganar en sensibilidad a la hora de jugar con «El Miembro»…asqueroso pero cierto. deja la moral por favor: céntrate en las consecuencias de una acción de una persona que pasa de la moral y que quiere foll -ar con cualquiera (pero si está en el éxodo en el «códido de santidad» ¿o es en el Deuteronomio? hasta el bestialismo.

          11. RESPUESTA A MENSAJE TUYO DEL 29 julio, 2022 a las 10:42 am

            ABSOLUTAMENTE DE ACUERDO CONTIGO. REZA POR MÍ….ME CUESTA CREER QUE JHS HOSTIA EXISTA…LO VEO Y PARECE QUE VEO UN METAL Y UN PAN ÁCIMO DENTRO. Y PEINO CANAS.

          12. RESPUESTA A MENSAJE 29 julio, 2022 a las 10:53 am

            ABSOLUTAMENTE DE ACUERDO CONTIGO…BRAVO11111111111111111111111

          13. CATOLICVX.«y ´JHS no hace milagros. Nos deja aquí que nos «apañemos» y no promete el éxito, encima de todo, en esta vida» me gustaría debatir contigo este tema. Sé que te molestar´e, pero tengo que hacerlo….y el tema del condón: bueno…le doy importancia pero bueno.

            ¿roza la blasfémia? bueno, lo puedo admitir…pero me gustaría tratar este tema en otra ocasión. Lo único qque pido es respeto a mi integridad . Yo haré siempre lo mismo…y si a uno lo encuentro heterodoxo, ok. lo és, pero no por ello voy a maltratarlo.

            Mi idea de dios es supra-moral….ya te lo expondré en otro lugar…paciencia.

          14. REspuesta a 29 julio, 2022 a las 11:11 am

            el papa BvXVI en el avión viniendo de africa . creo- Perdona las faltas, pero me tienes sobrespasado yestoy muy cansado por el calor 47ª en mi ciudad. dijo que el uso del condon puede suponer un inicio en la responsabilidad de una persona. Es evidente que cuadno yo digo el uso del condon NO ES CON FINES ANTICONCEPTIVOS, sino que es a sus fines PRESERVATIVOS. De evitar enfermedades y transmitirlas a terceros, aunque sé que el condon no elimina el riesgo, sí lo reduce y que la misma despreocupación de los que usan el condon puede conllevar el aumentar el riesgo de contagio…repito. es muy muy complicado. pero deja el plano moral: se trata de objetivamente evitar un mal ( no se si Pablo VI recomendó a una monjas usar condones en áfrica o algo parecido. yo algo escuché y he oido. No le doy credibilidad abosulta pero te lo digo por si tú sabes más.

          15. 29 julio, 2022 a las 11:50 am
            Efectivamente, se evita con la abstinencia o con la vida sexual ordenada y equilibrada. Estoy al 1»% de acuerdxo contigo.
            al 1»%.
            Lo que pasa que yo en mi razonamiento sigo ¿que hacemos con los descerebrados? les dejamos pudrirse, por lo menos con el condón, si reduce en riesto en un 10%, algo es algo.

            yo soy práctico. Y el sanitario a la prostituta no se carga con la culpa, puesto que si le informa de los males de la profesión y de los riesgos del preservativo, y la puta insiste…¿que hace? ¿se calla? pues mira, mejor que lo use…y reduces. pero tienes razón: hay enfermedades que pueden con el condon, como el papiloma, y otras lindezas:

            VIDA SEXUAL ORDENADA Y RAZONABLE, DONDE LA FIDELIDAD SEA UNA CARACTERÍSTICA.

      2. No católicvs: es un ejemplo pero sabes perfectamente que no es lo mismo. Primero, porque hablas de asesinato y siempre – salvo legítima defensa es deplorable. En este caso, el fornicar con preservativo no es equiparable: es el mal menor y por lo menos, se protege la vida de un tercero..pero insisto: yo no califico la moralidad del acto: ya es una actitud de salvar los muebles, de supervivencia. Los principios son intocables. Peca? sí, pero no es lo mismo foll ar extramaritalmente y tener un hijo que por lo menos,….mira …d´éjalo. Son temas muy complicados. Tengo mucho calor y me me puesto de mala lecha el ver la lista de mensajes qeu me has puesto.

        me cago en la leche….es que lo haces mal: ¿no es mejor responder a cada mensaje que te he ido escribiendo con su correspondiente resrpuesta dándole a la pesataña «responder»? no…te empeñas en hacer difícil lo fácil. y me gusta debatir contigo pero así no. Que no tengo tu edad y tengo calor!!! leñes!!!!!

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