Benedicto XVI: «La liturgia de la Iglesia va más allá de la misma reforma conciliar»

Diego Ravelli Guido Marini Benedicto XVI junto a Diego Ravelli (izquierda) y Guido Marini (derecha).
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Tras la reciente publicación de la Carta Apostólica del Papa Francisco sobre la liturgia, conviene rescatar algunas palabras del Papa emérito, Benedicto XVI sobre esta materia.

En mayo del año 2011, Benedicto XVI pronunció un discurso dirigido a los miembros del Instituto Litúrgico Pontificio San Anselmo y que compartimos a continuación:

Eminencias,
reverendo padre abad primado,
reverendo rector magnífico,
ilustres profesores,
queridos estudiantes:

Os acojo con alegría con ocasión del IX Congreso internacional de liturgia que celebráis en el ámbito del quincuagésimo aniversario de fundación del Instituto litúrgico pontificio. Os saludo cordialmente a cada uno, en particular al gran canciller, el abad primado dom Notker Wolf, y le doy las gracias por las amables palabras que me ha dirigido en nombre de todos vosotros.

El beato Juan XXIII, recogiendo las instancias del movimiento litúrgico que pretendía dar nuevo impulso y nuevo respiro a la oración de la Iglesia, poco antes del concilio Vaticano II y durante su celebración quiso que la Facultad de los benedictinos en el Aventino constituyera un centro de estudios y de investigación para asegurar una sólida base a la reforma litúrgica conciliar. En vísperas del Concilio, de hecho, era cada vez más viva en el campo litúrgico la urgencia de una reforma, postulada también por las peticiones realizadas por varios episcopados. Por otra parte, la fuerte exigencia pastoral que animaba al movimiento litúrgico requería que se favoreciera y suscitara una participación más activa de los fieles en las celebraciones litúrgicas a través del uso de las lenguas nacionales, y que se profundizara el tema de la adaptación de los ritos en las diversas culturas, especialmente en tierras de misión. Además, resultaba clara desde el principio la necesidad de estudiar más profundamente el fundamento teológico de la liturgia, para evitar caer en el ritualismo o favorecer el subjetivismo, el protagonismo del celebrante, y para que la reforma estuviera bien justificada en el ámbito de la Revelación y en continuidad con la tradición de la Iglesia. El Papa Juan XXIII, animado por su sabiduría y por espíritu profético, para acoger y responder a estas exigencias creó el Instituto litúrgico, al que quiso atribuir en seguida el apelativo de «pontificio» para indicar su vínculo peculiar con la Sede apostólica.

Queridos amigos, el título elegido para el Congreso de este año jubilar es muy significativo: «El Instituto litúrgico pontificio, entre memoria y profecía». En lo que concierne a la memoria, debemos constatar los abundantes frutos suscitados por el Espíritu Santo en medio siglo de historia, y por esto damos gracias al Dador de todo bien, incluso a pesar de los malentendidos y los errores en la realización concreta de la reforma. ¿Cómo no recordar a los pioneros, presentes en el acto de fundación de la Facultad: dom Cipriano Vagaggini, dom Adrien Nocent, dom Salvatore Marsili y dom Burkhard Neunheuser, quienes, acogiendo las instancias del Pontífice fundador, se empeñaron, especialmente después de la promulgación de la constitución conciliar Sacrosanctum Concilium, en profundizar «el ejercicio de la misión sacerdotal de Jesucristo en la que, mediante signos sensibles, se significa y se realiza, según el modo propio de cada uno, la santificación del hombre y, así, el Cuerpo místico de Cristo, esto es, la cabeza y sus miembros, ejerce el culto público» (n. 7).

Pertenece a la «memoria» la vida misma del Instituto litúrgico pontificio, que ha dado su contribución a la Iglesia comprometida en la recepción del Vaticano II, a lo largo de cincuenta años de formación litúrgica académica. Formación ofrecida a la luz de la celebración de los santos misterios, de la liturgia comparada, de la Palabra de Dios, de las fuentes litúrgicas, del magisterio, de la historia de las instancias ecuménicas y de una sólida antropología. Gracias a este importante trabajo formativo, un elevado número de doctorados y licenciados prestan ya su servicio a la Iglesia en varias partes del mundo, ayudando al pueblo santo de Dios a vivir la liturgia como expresión de la Iglesia en oración, como presencia de Cristo en medio de los hombres y como actualidad constitutiva de la historia de la salvación. De hecho, el documento conciliar pone en viva luz el doble carácter teológico y eclesiológico de la liturgia. La celebración realiza al mismo tiempo una epifanía del Señor y una epifanía de la Iglesia, dos dimensiones que se conjugan en unidad en la asamblea litúrgica, donde Cristo actualiza el misterio pascual de muerte y resurrección, y el pueblo de los bautizados bebe más abundantemente de las fuentes de la salvación. En la acción litúrgica de la Iglesia subsiste la presencia activa de Cristo: lo que realizó a su paso entre los hombres, sigue haciéndolo operante a través de su acción sacramental personal, cuyo centro es la Eucaristía.

Con el término «profecía», la mirada se abre a nuevos horizontes. La liturgia de la Igleisa va más allá de la misma «reforma conciliar» (cf. Sacrosanctum Concilium, 1), que, de hecho, no tenía como finalidad principal cambiar los ritos y los textos, sino más bien renovar la mentalidad y poner en el centro de la vida cristiana y de la pastoral la celebración del misterio pascual de Cristo. Por desgracia, quizás también nosotros, pastores y expertos, tomamos la liturgia más como un objeto por reformar que como un sujeto capaz de renovar la vida cristiana, dado que «existe, en efecto, un vínculo estrechísimo y orgánico entre la renovación de la liturgia y la renovación de toda la vida de la Iglesia. La Iglesia (…) saca de la liturgia las fuerzas para la vida». Nos lo recuerda el beato Juan Pablo II en la Vicesimus quintus annus (n. 4), donde la liturgia se presenta como el corazón palpitante de toda actividad eclesial. Y el siervo de Dios Pablo VI, refiriéndose al culto de la Iglesia, con una expresión sintética afirmaba: «De la lex credendi pasamos a la lex orandi, y esta nos lleva a la lux operandi et vivendi» (Discurso en la ceremonia de la ofrenda de los cirios, 2 de febrero de 1970: L’Osservatore Romano, 8 de febrero de 1970, p. 4).

La liturgia, culmen hacia el que tiende la acción de la Iglesia y al mismo tiempo fuente de la que brota su virtud (cf. Sacrosanctum Concilium, 10), con su universo celebrativo se convierte así en la gran educadora en la primacía de la fe y de la gracia. La liturgia, testigo privilegiado de la Tradición viva de la Iglesia, fiel a su misión original de revelar y hacer presente en el hodie de las vicisitudes humanas la opus Redemptionis, vive de una relación correcta y constante entre sana traditio y legitima progressio, lúcidamente explicitada por la constitución conciliar en el número 23. Con estos dos términos, los padres conciliares quisieron expresar su programa de reforma, en equilibrio con la gran tradición litúrgica del pasado y el futuro. No pocas veces se contrapone de manera torpe tradición y progreso. En realidad, los dos conceptos se integran: la tradición es una realidad viva y por ello incluye en sí misma el principio del desarrollo, del progreso. Es como decir que el río de la tradición lleva en sí también su fuente y tiende hacia la desembocadura.

Queridos amigos, confío en que esta Facultad de Sagrada Liturgia siga con renovado impulso su servicio a la Iglesia, con plena fidelidad a la rica y valiosa tradición litúrgica y a la reforma querida por el concilio Vaticano II, según las líneas maestras de la Sacrosanctum Concilium y de los pronunciamientos del Magisterio. La liturgia cristiana es la liturgia de la promesa realizada en Cristo, pero también es la liturgia de la esperanza, de la peregrinación hacia la transformación del mundo, que tendrá lugar cuando Dios sea todo en todos (cf. 1 Co 15, 28). Por intercesión de la Virgen María, Madre de la Iglesia, en comunión con la Iglesia celestial y con los patronos san Benito y san Anselmo, invoco sobre cada uno la bendición apostólica. Gracias.

(Fuente: Vatican Va)

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Comentarios
47 comentarios en “Benedicto XVI: «La liturgia de la Iglesia va más allá de la misma reforma conciliar»
    1. Perdone que le diga, pero no sea ridículo. La mentalidad litúrgica de Benedicto es la misma que la de Francisco.
      Uno es modernista extremo y el otro es modernista moderado sin excesos. Pero los dos comparten los mismos principios erróneos de la «Tradición viva» que consiste en darwinismo evolucionista aplicado a la liturgia y a todo.

      1. Cierto. La Misa Nueva sólo tiene dos plegarias eucarísticas tradicionales de mala calidad, la I que es la Misa de Trento abreviada, y la II que es el el rescate de un fósil supuestamente reconstruido de la Misa de San Hipólito de Roma del siglo II nada menos.

        El resto de plegarias eucarísticas están simplemente inventadas y proceden de diferentes fuentes de la liturgia occidental y oriental.

        La liturgia es un conjunto de oraciones y pasajes bíblicos con una fórmula de consagración; estas oraciones han de tener un contenido teológico católico, por eso la lex orandi es la lex celebrandi, la lex credendi y la lex vivendi.

        Las oraciones que son más antiguas, más tradicionales, mejor estructuradas, con mejor teología y mayor espiritualidad están en la misa de Trento. Otra cuestión es su forma de celebración, pero ésta es una misa tradicional.

        1. Una de las plegarias era heretica y Benedicto la cambió. La de San Hipólito en realidad es falsa.
          Esa plegaria romana del Novus ordo no es el Canon romano, y no es que esté solo acortado, lo cual es ilegal, es que están cambiadas las palabras de la consagración por una fórmula luterana en donde se da a entender que el «misterium Fidei» es otra cosa diferente. Las rúbricas del Canon romano están alteradas, no son esas: No aparece el ritual de la patena para la conversión de los judios.

  1. En esta web no sabéis distinguir entre rito y liturgia. El Papa Francisco ha defendido con fuerza la liturgia de los que la reducen a rito, vaciándola de su sentido.

    1. «El Papa Francisco ha defendido con fuerza la liturgia de los que la reducen a rito, vaciándola de su sentido»

      No señor: Francisco no ha defendido en absoluto la liturgia (que le importa bien poco), sino que, como usted, la reduce únicamente al rito ‘novus ordo’, creado «ex nihilo» en 1969 contra lo decretado en el documento de Liturgia del CVII, no sólo vaciándola de sentido, sino creando uno nuevo. Y encima pretende imponérselo a toda la Iglesia Latina.

      1. Ustedes con su tradicionalismo estupido quieren reducir la liturgia a latines, trapos feminoides y nubes de incienso. La liturgia de la Iglesia va más allá del ritualizamo vacío que genera añoranza en gente torpe y tradicionalista.

        1. ¿Otro torpe que equipara tradición con encajes y mantelitos?. Eso solo está en tu cabeza ridicula.
          La Tradición es la doctrina con su culto correspondiente. Lo que haces en el culto se supone que se corresponde con algo en la doctrina.
          Gran parte de lo que se hace en el Novus Ordo no se corresponde con nada de la doctrina:
          ¿En qué parte de la doctrina se dice que hay que ofrecerle a Dios los frutos de la tierra y del trabajo de los hombres?¿Eso con qué parte del credo o del catecismo se corresponde? ¿Qué significa y qué quieres decir con ese ofertorio?
          Sois mu torpes, por eso traigáis con todo.

        2. Estás equivocado. El rito de la Misa Tridentina se trata de adoración a Dios, mientras que el novus ordo es apenas una función ó cena comunitaria… en ésta, Cristo apenas aparece en la Consagración… todo el tiempo restante es una «conversación» entre el oficiante y los fieles…

          1. En la misa del cura del derecho, el cura dialoga con Dios que está en el sagrario. El cura le va a ofrecer el sacrificio del Hijo al Padre, que es lo que dice la doctrina que hay que hacer en la misa.
            En la misa del culum ad sagrario, el cura dialoga con la gente como en una comilona judía y le ofrece a Dios los frutos de la tierra, que es lo mismo que Caín le ofreció a Dios y Dios lo repudió.

          2. No hagan ni caso al troll multinicks: ¡si ni siquiera es católico! Colecciona excomuniones, por lo visto. Y es tan bobo que cree que engaña a alguien fingiendo que es un modernista de esos que «defienden» el CVII, cuando en realidad le lleva la contraria continuamente (lógico: el mismo ha confesado ser ateo más de una vez; es que tiene mala memoria).

            «Ustedes con su tradicionalismo estupido quieren reducir la liturgia a latines, trapos feminoides y nubes de incienso. La liturgia de la Iglesia va más allá del ritualizamo vacío que genera añoranza en gente torpe y tradicionalista»

            A ver si aprendemos a escribir, ¿eh? Cuatro faltas de ortografía (4) en tan sólo dos frases. Y éste es el que viene a dar lecciones de algo, sin siquiera saber escribir.

            Veamos lo que dicen tanto el Concilio de Trento, como el Concilio Vaticano II (al que el troll finge defender):

          3. CÁNONES DEL SACRIFICIO DE LA MISA del Sacrosanto y Ecuménico Concilio de Trento (dogmático):

            CAN. VII. Si alguno dijere, que las ceremonias, vestiduras y signos externos, que usa la Iglesia católica en la celebración de las Misas, son más bien incentivos de impiedad, que obsequios de piedad; sea excomulgado.

            CAN. IX. Si alguno dijere, que se debe condenar el rito de la Iglesia Romana, según el que se profieren en voz baja una parte del Cánon, y las palabras de la consagración; o que la Misa debe celebrarse sólo en lengua vulgar, o que no se debe mezclar el agua con el vino en el cáliz que se ha de ofrecer, porque esto es contra la institución de Cristo; sea excomulgado.

          4. Constitución Apostólica «Veterum Sapientia», de S. S. Juan XXIII (el Papa que inició el CVII), 22 de febrero de 1962 (el año en que comenzó el CVII):

            Después de haber examinado y cuidadosamente ponderado lo que hasta ahora hemos expuesto, conscientes de Nuestro oficio y de Nuestra autoridad, establecemos y ordenamos cuanto sigue:

            1. Los obispos y superiores generales de Ordenes religiosas […] Velen también éstos, con paternal preocupación, para que ninguno de sus súbditos, por desmedido afán de novedades, escriba contra el empleo de la lengua latina tanto en la enseñanza como en los ritos sagrados de la Liturgia, ni, movido por prejuicios, disminuya el valor preceptivo de la voluntad de la Sede Apostólica y altere su sentido.

          5. Constitución Apostólica «Sacrosanctum Concilium» sobre la Sagrada Liturgia del Concilio Vaticano II, de S. S. Pablo VI (4 de diciembre de 1963):

            36. § 1. Se conservará el uso de la lengua latina en los ritos latinos, salvo derecho particular.

            54. Procúrese, sin embargo, que los fieles sean capaces también de recitar o cantar juntos en latín las partes del ordinario de la Misa que les corresponde.

            91. El trabajo de revisión del Salterio, felizmente emprendido, llévese a término cuanto antes, teniendo en cuenta el latín cristiano, el uso litúrgico, incluido el canto, y toda la tradición de la Iglesia latina.

            101. §1. De acuerdo con la tradición secular del rito latino, en el Oficio divino se ha de conservar para los clérigos la lengua latina.

        3. Tienes razon Eduardito. Ahora lo que vale son las bendiciones con una guitarra, los globos, un tango en el altar, el cura vestido de payaso…..oye y nada de encajes y demas, no…no los curas con jeans y vestidos con los colores LGTB. Ya me diras que es lo que genera todo este festival mundano y chabacanero, seguramente trolls como tu.

  2. Para que esto tenga sentido (personalmente para mi lo tiene) hace falta que esté presente un principio esencial de reconocimiento de la autoridad (no confundir con el poder). Autoridad presente no sólo en la persona y figura de BXVI sino, sobre todo, en el discurso y sus fundamentos. Discurso que deriva en implicaciones canónicas. Pero hoy ni en la Iglesia ni en la sociedad existe reconocimiento alguno de este principio de autoridad. Tan solo se vive un ejercicio de poder despiadado (por parte de gobiernos incluido el de la Iglesia). De ahí la lastimosa esterilidad de artículos como éste u otros que tratan de rescatar el pensamiento de Ratzinger que, si bien nos obsequió con bellas palabras poco hizo para enmendar la dirección de la Iglesia.
    En cuanto a la liturgia tradicional tan sólo decir que la situación hoy no es peor que bajo el mandato de JPII, un papa demoledor.

    1. San Juan Pablo II papa demoledor.
      Los arqueros, para dar en el el centro,, van estirando la cuerda, con fuerza y precisión, cuando es suficiente, la sueltan.
      Fueron 34 líneas pesimistas sobre la Iglesia y todos los poderes , que son ciertas, claro está. Pero cuándo una vez llegado a lo máximo de palabrería se suelta la cuerda y da contra el objetivo.:
      San Juan Pablo II . No se toca el nombre del actual ni para mandarle un saludo. En el blanco sólo están: Benedicto XVI y Juan Pablo II,, a donde apunten han de atinar.

      1. Jpii por ejemplo no consintió poner el crucifijo sobre el altar para que la misa signifique lo que tiene que significar y mantuvo el «por todos los hombres» que cambia la verdadera intención de la misa para que sea válida. La intención es «por muchos». Y muchas más cosas.

      2. Deja de ser fanatica, Juan Pablo II no solo fue demoledor sino también encubridor de tu paisano, no sé si familiar, maciel, así que deja de defender lo indefendible.

        1. Vaya,, Edu,, primero me tratas de ofender diciéndome mexicana con desprecio, ahora que Marcial tal vez es mi pariente.
          Por lo de mexicana no sólo no me ofendes, lo soy y con mucho gusto y agradecimiento con Dios. Lo de parienta de Maciel no,, no lo soy somos de distintos apellidos y regiones. Yo en cambio deduzco, por tu odio a la liturgia, a los ornamentos y a las tradiciones de la Santa Iglesia, que tienes un parentesco bastante cercano al demonio, 👹 tal vez ……
          ¿sobrino? 🤔 !Ahh, eres su sobrino!. 😁
          Hijo no,,no llegas ni a éso.

    2. Exacto, Javier. Tratan de enfrentar el pensamiento litúrgico de unos papas conciliares contra otros sin entender que todos coinciden en el mismo error: el evolucionismo del dogma, del magisterio, de la teología y de la liturgia. Como si eso fuese posible. La falacia de la hermenéutica de la continuidad: el hombre se continúa del mono, por lo tanto un hombre y un mono son exactamente la misma cosa aunque veas dos cosas distintas. Es la irracionalidad puesta como racional y por obediencia se creen que tienes que admitirla. Han desconectado de la realidad y están en su nueva dimensión idealista modernista subjetiva irreal que tratan de imponer sin ningún derecho ha hacerlo.

      1. Uno,, perdón,, siempre veo que todos, o casi todos tus comentarios van directos a San Juan Pablo II. Hay varios que no lo soportan. Otro que no recuerdo cómo se llama y es al que le he pedido, que por favor me responda, -no lo ha hecho-
        ¿Porqué si Juan Pablo fue tan «demoledor» hace huir al demonio en los exorcismos? ¿ O mienten los exorcistas que dicen éso?
        ¿Si hizo tanto mal Juan Pablo II,, Porqué es santo, porqué hace milagros, porque espanta al demonio y porque le cae tan mal al diablo?

        Y con el martirio cotidiano que sufre Benedicto, será, si Dios no dispone otra cosa, nombrado Santo, 😉,, para rabia de sus detractores.

        1. En los exorcismos católicos por Tradición, el sacerdote no se tiene que poner a dialogar con el demonio. En realidad está prohibido hacerle preguntas y difundirlas o conversar. Es una moda de los nuevos exorcistas. En vez de difundir esa idea de que huyen de JPII, deberían decir que los demonios siempre mienten y pretenden desviar la atención. Deberían decir mejor que el ritual novus Ordo para exorcismos no sirve y tienen que recurrir al antiguo.

          1. El primero que interrogó a un poseso fue Jesucristo, el demonio le dijo llanarse legión.
            Se comprende que no es diálogo lo que sostienen ni hablan de modas y tiempo. El único que pregunta es el exorcista, y yo he oído que les nombran a la Virgen María y a San Juan Pablo y dejan a su víctima en paz ‘huyendo despavoridos’ si dices que éso es mentira del demonio, será que el demonio está en complicidad con los que atacan a Juan Pablo y juega a que tiene miedo para desprestigiar al papa.
            Con ésas actuaciones va a arrasar con todos los oscares.
            👹🥇🏆👏🏼👏🏼

  3. “Este «presbítero» Juan aparece en la Segunda y en la Tercera Carta de Juan (en ambas, 1,1) como remitente y autor, y sólo con el título de «el presbítero» (sin mencionar el nombre de Juan). Es evidente que él mismo no es el apóstol, de manera que aquí, en este paso del texto canónico, encontramos explícitamente la enigmática figura del presbítero. Tiene que haber estado estrechamente relacionado con él, quizá llegó a conocer incluso a Jesús. A la muerte del apóstol se le consideró el depositario de su legado; y en el recuerdo, ambas figuras se han entremezclado finalmente cada vez más. En cualquier caso, podemos atribuir al «presbítero Juan» una función esencial en la redacción definitiva del texto evangélico, durante la cual él se consideró indudablemente siempre como administrador de la tradición recibida del hijo de Zebedeo.»
    Sigue…

    1. … Puedo suscribir la conclusión final que Peter Stuhlmacher ha sacado de los datos aquí expuestos. Para él, «los contenidos del Evangelio se remontan al discípulo a quien Jesús (de modo especial) amaba. Al presbítero hay que verlo como su transmisor y su portavoz»”.

      Joseph Ratzinger, Benedicto XVI. Jesús de Nazaret, p. 270. La esfera de los libros (2007).

      1. Gran doctrina heterodoxa la soltada por Benedicto en su «Jesús de Nazaret».
        Se salta todo el magisterio bíblico tradicional de los concilios dogmáticos y las condenas de los decretos magisteriales del Santo Oficio.
        Y luego que si Francisco.
        Vaya tela con Benedicto.

      1. Entonces, habiendo tantos lados, ¿por qué usted está siempre aquí, dejando vacíos esos otros lados que reclaman su presencia para que se cumpla su afirmación?

  4. Enseñanza hoy en seminario en Chaco, Argentina: «Salvo la Doctrina de la Fe, en la Iglesia se puede cambiar absolutamente todo». «La Misa debe adaptarse a los gustos y costumbres de cada iglesia particular». «En la Misa nos celebramos nosotros mismos como Cuerpo de Cristo». «La Iglesia ya no es una piràmide como se entendiò desde el siglo V. Somos todos iguales, clero y laicos, por el sacerdocio comùn de los bautizados». El Chaco es una provincia del norte argentino, paupèrrima y eternamente peronista, y estos y otros paràmetros parecidos son la enseñanza para los futuros sacerdotes…

  5. «En realidad, los dos conceptos se integran: la tradición es una realidad viva y por ello incluye en sí misma el principio del desarrollo, del progreso. Es como decir que el río de la tradición lleva en sí también su fuente y tiende hacia la desembocadura»
    Lo que Benedicto está diciendo aquí es que la Sagrada Tradición inmutable no existe, porque va cambiando con el tiempo por el efecto Darwin. Y esto es nada más y nada menos que admitir la evolución del dogma, pues está admitiendo que la doctrina ya va cambiando. Si la doctrina ha ido cambiando porque la tradición está viva y la tradición es la doctrina con su culto, entonces no podemos conocer cuál fue la doctrina original de Cristo, y en consecuencia, todos los dogmas son falsos, pues salieron de una doctrina «cambiante». Ergo, evoluciona el dogma.

    1. Aunque veas que un hombre y un mono son cosas distintas, Benedicto nos enseña que no, que son lo mismo, el mono es la fuente y el hombre es la desembocadura.
      Y cómo todo evoluciona de todo, lo que se está sugiriendo aquí en realidad es el panteismo.
      Esta es la falsa hermenéutica de la continuidad sin cortes cambiantes, sino con cambios paulatinos, qué más da. En la práctica es lo mismo.
      ¿A qué evoluciona la misa? Dejen ya la misa tranquila y acepten Trento de una puñetera vez porque ya es definitivo.

  6. yo no sé qué clase de antiguallas pululan por este medio, pero resulta penoso leerles y pensar que yerran de tal manera, por sus apegos a las formas…. Alguien que argumente como Uds. hacen, me da a mí que no tienen una relación actual profunda y auténtica con Jesucristo. Déjense purificar por el Espíritu Santo, no sea que algún dia el Señor les diga : No os conozco.

    1. Los apegos a las formas que la iglesia declaró como definitivas no es una antigualla.
      Apegarse a nuevas formas que no concuerdan con la doctrina es apegarse al error:
      En el Novus Ordo nadie sabe lo que está haciendo porque nunca se lo han dicho.
      Creen estar en la cena del Señor, pues una cena judeo protestante es lo que el cura dice estar representando: se apega así a la sola escritura luterana, como que en la biblia se va a describir un rito estando ya el rito descrito en el misal, que es tan antiguo como la biblia o incluso mas antiguo que esta. La doctrina católica no dice nada de que en la misa se haga eso del Novus ordo, por eso se dice «terminada la cena tomó pan» , porque la misa no es ninguna cena sino lo que se hizo después.
      En la misa el cura tiene que representar un rito de sacrificio en un altar de sacrificios, que eso es lo que hizo Cristo terminada la cena y no seguir cenando en una mesa.

      1. Recuerden: Incluso el misal Novus Ordo dice: «terminada la cena tomó pan». Detalle que se les pasó eliminar.
        Es decir, terminada la cena celebró misa. Ergo la misa no es la cena. La cena primero se terminó y luego fue cuando tomó pan ¿para qué? para el rito de la misa que viene a continuación.
        En el rito judío original de la pascua, (es decir, no lo que los judíos hacen ahora) , cuando se ha terminado la cena, se dirigen a otra habitación con un altar a hacer un ritual con pan y vino. De ahí es de donde sale la misa con su misal, no de la cena, pues estaba terminada.
        ¿Es posible que sigais sin entender esto? La sola escritura te lleva al error, hay que interpretarla con la Tradición.

  7. Una de las plegarias era heretica y Benedicto la cambió. La de San Hipólito en realidad es falsa.
    Esa plegaria romana del Novus ordo no es el Canon romano, y no es que esté solo acortado, lo cual es ilegal, es que están cambiadas las palabras de la consagración por una fórmula luterana en donde se da a entender que el «misterium Fidei» es otra cosa diferente. Las rúbricas del Canon romano están alteradas, no son esas: No aparece el ritual de la patena para la conversión de los judios.

  8. Neila , yo no entré a otra cosa que a tratar de defender como pueda la memoria de San Juan Pablo II,
    Ésa fué aquí mi intervención.
    Bonita estaría yo de opinar sobre algo que sólo los que tienen conocimiento eclesiástico o ya sacerdotes deben de tratar.
    De todos modos Neila,, no te enojes,, que dijo Benedicto una vez que los ángeles pueden volar porque no son pesados. 😁 ( qué simpático)
    Deja que transcurran ésos comentarios sin darles tanta importancia.
    Ahí que ellos se enreden,, 😄.

  9. Uy si, que miedo asistir a una misa novus ordo! Todos los q asistimos a ella somos tontos. Y lo q es peor: saben?????? Ufff me da miedo hasta nombrarlo… ahí va: asistimos a la cena del Señor 😱 ¿ en serio? Uff…¿ y cómo no lo hacemos vestidos con túnicas y sandalias como se hacia antes? Yo que sé! Porque somos lo peor, supongo! En esas misas no hay fe, no hay adoración. Ooohhhh que terrible Dios mio! Perdónanos.

    Los únicos q te aman y te adoran son los de la misa tridentina, esos si q son santos. Oh Santo Espíritu,esa misa sí da frutos. Bueno…critican un poco tu milagro en nuestras misas novos ordo, y otro poco a todo el mundo, pero es q, compréndelo Señor: son santos y pueden.

    Perdónanos a los tontos Señor, perdónanos.No sabemos qué es la misa.No damos para más.

    Pero te acompañamos en tu calvario en nuestras horribles misas y resucitamos contigo. Gloria a ti!

    1. «los de la misa tridentina, esos si q son santos. Oh Santo Espíritu,esa misa sí da frutos.»

      ¿Quién ha dicho que quienes ofician o asisten a la Misa en el Rito Romano llamada «traicional» (la oficiada desde época de San Pedro hasta nuestros días en Roma y que San Pío V hizo obligatoria para toda la Iglesia Latina, a diferencia de la «novs ordo», creada «ex nijilo» en 1969 por orden de Pablo VI contra las disposiciones del documento sobre Liturgia del Concilio Vaticano II) sean todos santos? Nadie lo ha dicho. Lo que no quita que esa sea la única Misa que han conocido un número inmenso de santos. En cuanto a los frutos, sólo hay que comparar cada una de ellas: en el Rito Romano tradicional la asistencia va en aumento, sisten muchos jóvenes y produce muchas vocaciones; en el «novus ordo», en cambio, cada vez va menos gente, la media de edad de los asistentes es muy avanzada y apenas tiene vovaciones. Ante los hechos no caben argumentos.

      1. «Por sus frutos los conoceréis. ¿Por ventura se cogen racimos de los espinos o higos de los abrojos? Todo árbol bueno da buenos frutos, y todo árbol malo da frutos malos. No puede árbol bueno dar malos frutos, ni árbol malo frutos buenos. El árbol Que no da buenos frutos es cortado y arrojado al fuego. Por los frutos, pues, los conoceréis» (Mt 7,16-20).

        «y resucitamos contigo»

        La Misa no tiene nada que ver con la Resurrección, ACS, se lo he dicho varias veces: la Misa es el Sacrificio del Calvario y Cristo aún no había resucitado). Y si no tiene que ver con la Resurrección de Cristo, menos aún con la nuestra, que sólo se producirá al final de los tiempos, cuando el cuerpo de buenos y malos se unirá a su alma inmortal, unos para salvación y los otros para condenación, tras el Juicio Final.

        Una reacción, cuanto menos, extemporánea la suya.

        1. Fe de erratas:

          Donde dice: «Rito Romano llamada ‘traicional'»,
          debe decir: «Rito Romano llamado ‘traicional'».

          Donde dice: «creada ‘ex nijilo'»,
          debe decir: «creada ‘ex nihilo'».

          Donde dice: «sisten muchos jóvenes»,
          debe decir: «asisten muchos jóvenes».

          Donde dice: «apenas tiene vovaciones»,
          debe decir: «apenas tiene vocaciones».

          NOTA: donde digo «tras el Juicio Final» no me refiero a la «resurrección», sino a la salvación o condenación de las personas despúes del Juicio (la resurrección de los cuerpos se producirá antes de éste).

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