Por fin, después de las restricciones contra la pandemia sean ya un recuerdo en casi todas partes, el Vaticano ha decidido relajar su estricto régimen.
La nueva normativa permite el acceso al Vaticano, a los Dicasterios y a los organismos de la Curia Romana sin necesidad de un certificado sanitario. Se mantiene, sin embargo, la obligatoriedad del omnipresente ‘pase verde’ para quienes realizan actividades de salud, seguridad y defensa. En lugares cerrados, se recomienda el uso de mascarillas.
En un decreto general fechado el 1 de junio y válido hasta el 30 de septiembre, salvo nuevas determinaciones, el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, extiende a la Santa Sede lo que ya se había establecido el pasado 25 de mayo mediante una ordenanza del presidente de la Comisión Pontificia del Estado de la Ciudad del Vaticano sobre el fin de la obligación del green pass (certificado de vacunación). El decreto establece, por tanto, que para el ingreso en los Dicasterios y Órganos y Oficinas de la Curia Romana e Instituciones Vinculadas a la Santa Sede, ya no es necesario poseer las certificaciones de salud que la Comisión Pontificia había exigido con la ordenanza del 18 de septiembre de 2021.
En el Vaticano, la obligación del llamado «Green Pass reforzado» (de triple vacunación y/o curación) sigue siendo, sin embargo, para todo el personal que realiza, a cualquier título, actividades sanitarias, de seguridad, socorro público y protección civil (Dirección de Seguridad y Protección Civil) y funciones de defensa (Cuerpo de la Guardia Suiza Pontificia).
Las nuevas disposiciones recomiendan encarecidamente «el uso de equipos de protección respiratoria personal» en espacios cerrados y en caso de aglomeraciones, y obligan a cumplir la normativa sanitaria sobre la higiene de las manos y la ventilación frecuente de los locales y su higienización periódica. En cuanto a los requisitos de salud y seguridad en los lugares de trabajo, «la Dirección de Salud e Higiene puede, de vez en cuando, ordenar cualquier restricción temporal».
En cuanto al personal de la Curia Romana y de las Instituciones vinculadas a la Santa Sede que haya estado en contacto directo con una persona positiva al Covid-19, se prevé que «si no está vacunado, podrá volver a su lugar de trabajo tras un periodo de aislamiento fiduciario de diez días, sujeto a una prueba antigénica final negativa», «si está vacunado, podrá acceder a su lugar de trabajo bajo un régimen de autovigilancia» con la obligación de utilizar una mascarilla tipo FFP2 en todos los lugares cerrados.
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Los mártires de todos los tiempos, con una fe magnánima, siempre han arriesgado sus vidas para celebrar el bautismo, la eucaristía y demás sacramentos. Pero Francisco, con una fe paupérrima, no quiere poner en hipotético peligro la salud para celebrar.
¿Porqué decirle » Pase verde» a una ‘vacuna’ contra un virus?
O sea que ‘pase verde’ es porque esa persona, con su ausencia, dejará los ‘pastos’ sin pisar con su entrometida huella.
Yo ni pudiendo ir a la Sede, iría.
No sea que por amor a Dios me quieran considerar persona libre de contaminación.
Que Dios me libre.