Jesús Silva es sacerdote en Madrid y ha escrito en su blog «Estamos en Sus Manos» alojado en Religión en Libertad, un interesante artículo de máxima actualidad donde escribe sobre los beneficios y la importancia de luchar por vivir la virtud de la castidad:
Vivir la castidad en nuestros días es más difícil que en ninguna otra época de la historia. La accesibilidad de la pornografía, de la masturbación y de las relaciones sexuales han hecho dificilísima la castidad. Vivirla supone hoy un esfuerzo que no suponía en otras épocas.
El influjo pansexualizado de la sociedad lo hace aún más difícil. Por ello, es necesario mirar con mucha paciencia y misericordia nuestra propia debilidad, que el Padre conoce. El sexto mandamiento es el sexto, no el primero. Y la debilidad es hoy más fuerte que nunca.
Esto vale para aplicar tanto al juicio personal sobre la cuota de responsabilidad en los pecados de la carne, como en el sacramento de la penitencia, en todo lo cual hay que tener en cuenta las circunstancias atenuantes que menciona el Catecismo (1735. 2352).
No sé si podremos volver atrás en este campo, pienso que es prácticamente imposible. Creo que debemos inculcar en nosotros y en nuestros jóvenes una mirada positiva de la sexualidad, aprender a ver su belleza y cómo la integración de la sexualidad en el amor hace que alcance su mayor potencial.
Desde ahí podemos comprender que la castidad no es una represión, sino el medio por el cual podemos impedir que nuestro instinto se desboque de modo que nos incapacite para amar incondicionalmente y entregarnos del todo. Merece la pena un amor total, con una sexualidad integrada.
Desde esa perspectiva es necesaria una educación del instinto (AL 148), haciéndonos conscientes de que va a suponer un gran esfuerzo vivir la castidad y que en ocasiones habrá caídas, pero que eso no debe hacer que tiremos la toalla ni que nos juzguemos a nosotros mismo más duramente que Dios. Muchas veces, por la sensación de culpabilidad, damos a ciertos pecados más importancia de la que Dios les da.
De este modo, poco a poco, se puede vivir, con esfuerzo, una sexualidad sana, bella, integrada en el amor, capaz de esperar y de entregarse al máximo. Es prácticamente imposible vivirla sin caídas puntuales, mientras se educa la propia libertad y afectividad.
Cuando uno descubre la belleza de una sexualidad integrada en el amor, y la torpeza de una sexualidad desordenada y centrada en uno mismo, puede desear vivir la castidad, aunque muchas veces para alcanzarla deba hacer un esfuerzo, ser paciente con las caídas y recurrir con frecuencia y sin temor al Sacramento de la Misericordia de Dios, que se nos da ilimitadamente, porque Él conoce y comprende nuestra debilidad. Y desde ahí uno puedo seguir luchando por el ideal, aún en medio de debilidades, tratando de amar y amarse cada vez mejor.
No es cierto que cuando uno se confiesa de estos temas no haya propósito de enmienda, como puede sentir una persona cuando piensa que tarde o temprano volverá a caer. Uno desea en verdad ser casto y libre de la impureza, pero hay momentos en que el instinto toma las riendas, y entonces deja de desearlo por un instante, y cae. Pero luego, pasado el fuego de la pasión, se arrepiente y vuelve a desear la castidad. Esta dinámica suele ser muy corriente en nuestros días.
Por eso el Catecismo nos enseña a ponderar la fuerza de los hábitos contraídos, la inmadurez y otros muchos factores que afectan hasta atenuar a veces al mínimo la responsabilidad moral (2352). Con esto la Iglesia no nos invita a pecar, sino a no desanimarnos en la lucha, a levantarnos cada vez que caemos y a no rebajar el ideal para el cual el amor de Dios nos creó, aunque sea difícil.
Esta lucha durará toda la vida, porque hay algo en nosotros que se resiste a ser humanizado (AL 157). Pero no por ello debemos desesperarnos ni pactar con el pecado. Se nos pide vivir en una sana tensión hacia el mayor bien posible, aunque muchas veces caigamos en el camino, mientras nos acercamos gradualmente a aquello a lo que Dios nos llama.
El Enemigo nos tienta para que pensemos que Dios nos rechaza por nuestras caídas, o que somos unos hipócritas al confesarnos para volver a caer después; o para que pactemos con el pecado y le quitemos importancia; o para que pensemos que se trata de una obsesión de la Iglesia con el sexo que hay que dejar atrás para dejarse arrastrar por la pasión. Todo con tal de arrebatarnos la libertad y herir nuestro corazón. No confiemos en el padre de la mentira.
Vivimos un tiempo en que es necesario reconocer y propagar la belleza y la bondad de la castidad, no renunciar al ideal que Dios nos propone, y al mismo tiempo ser pacientes con nuestras caídas y ser conscientes de la dificultad mayor que nunca de vivir hoy la castidad.
De ahí uno puede colocar a Dios en el centro, y no a la moral, ni mucho menos el sexto mandamiento. «Señor, tú sabes que soy pobre y débil. Quiero ser casto, pero a veces no. Dame la gracia de quererlo. Dame la gracia de querer quererlo». Es eterna su misericordia.
Publicado en Religión en Libertad
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Muy bonito, pero aún lo veo un poco idealizado. Cuando dice que el objetivo de la castidad es «preservar la belleza de la sexualidad»… Lo veo poco creíble. Creo que la visión tradicional (conocida sólo x devocionarios antiguos) era más realista. Un soltero acérrimo q no piensa casarse, ¿qué motivación le dan entonces para vivir la castidad?
Estoy pasmado de que se haya dado espacio a un artículo como este en este blog. Y el firmante del artículo, evidentemente no tiene continencia, de otra forma no hubiera rematado la nota como la remató, haciendo una falla dicotomía entre Dios y el cumplimiento del sexto mandamiento (y yo agrego también el noveno) como si se pudiera amar al Altísimo sin cumplir sus preceptos. Le faltó poco a este «sacerdote» para suscribir la afirmación de Lutero «peca y peca fuertemente, que aunque … forniquemos mil veces al día, nada podrá separarnos del Cordero».
1. El sexto mandamiento lo que dice es “No cometerás adulterio”. 2. San Pablo dice: “Es doctrina de los demonios prohibir el matrimonio”.
1. Jesús dejó claro que lo del adulterio debe de entenderse en un sentido amplio (lee Mateo 5:27-30). 2. Nadie aquí le va a decir que a un varón y a una mujer les están prohibidos casarse, no tiene sentido este punto.
De sentido amplio, nada, lo que hace es condenar también el deseo de adulterio. No intentes transformar a Jesús en un filósofo griego, enemigo del sexo.
Claro hombre: todas las perversiones sexuales están permitidas porque Dios tuvo el fallo de no grabar en el Sinaí 72 Mandamientos con toda la casuística para que «iluminados» como usted lo tuvieran bien claro, sino sólo 10. Ande, deje sus obsesiones sexuales y de inventarse otro evangelio y de hacer cierto lo profetizado: «pues vendrá un tiempo en que no sufrirán la sana doctrina, antes, deseosos de novedades, se rodearán de maestros conforme a sus pasiones, y apartarán los oídos de la verdad para volverlos a las fábulas» (II Tim 4,3-4).
Eres un especialista en atribuir al otro lo que no ha dicho. Yo no defiendo las perversiones sexuales, pero tú te inventas mandamientos a la medida de tus prejuicios ideológicos.
Tiene usted una cara de cemento armado: ¿yo me he inventado el Decálogo y lo que la Iglesia lleva enseñando dos milenios? ¿Necesitaba nacer usted para decirle que se ha equivocado todo ese tiempo y que el acertado es usted? ¿Usted va a dar lecciones a la Iglesia católica sobre los Mandamientos, qué manda o prohíbe cada uno, y sobre la moral sexual? Lo que tiene que hacer es aceptarlo, no discutirlo. O dejar de dar la paliza en una página católica si no profesa nuestra fe. Es un fenómeno curioso: ¿por qué los trolls no van a una web budista a discutirles sus creencias? Me parece a mí que aquí hay mucho apóstata que ha renunciado a la verdadera fe -seguramente por incompatibilidad entre lo que ésta exige y su vida personal-, que sólo busca difundir sus errores para convencer a otros y sentirse apoyado (valiente argucia la unión en el error…). A ver si asimila ya Casti connubii, de ese peligrosísimo filósofo griego enemigo del sexo llamado Pío XI.
Aquí muchos critican al Papa Francisco, Pontífice de la Iglesia de Jesucristo, soltando burdas necedades, pero luego caen el lo mismo que critican. Lo de la espiga en ojo ajeno y la viga en el propio….
Da un ejemplo. Sólo hablar por hablar
Y para muestra… usted mismo, que ve una inexistente paja en el ojo ajeno y no la Torre Eiffel en los suyos. Seguramente lo haya aprendido de Francisco, aunque hace mal en copiarle los defectos. ¿No puede copiar de él alguna de sus virtudes?
Lo intentaré católico, aunque según algunos lo tengo difícil. Francisco es el Papa, aunque algunos ni esto aceptan, y yo no considero oportuno dedicarme a criticarle, pero para copiar virtudes prefiero otras referencias.
Hombre, todo el mundo tiene virtudes, no sólo defectos. Francisco también. Si se trata de sus virtudes, puede tenerle como referencia perfectamente. Hay que distinguir siempre entre la persona y lo que dice y hace. Y si alguien le critica es precisamente por su posición e influencia (nadie comentaría siquiera las ocurrencias o errores de un pastor de ovejas de una montaña perdida de los Pirineos), lo cual ya constituye reconocimiento. Y hay que rezar por su eterna salvación, naturalmente (por los únicos que no debemos rezar es por quienes ya están en la gloria, que ya no necesitan de nuestras oraciones para salvarse, y por los condenados, incluyendo el diablo y sus ángeles). Por todos los demás siempre hay que rezar, incluyendo a los enemigos (lo cual no quita combatir el mal que hagan).
Algunas se pueden de ti…
Ninguna que solo hablas cuando puedes mostrar desprecio.
Probe Migue: ¿podría usted utilizar un traductor automático antes de enviar sus comentarios? Asegúrese de que el idioma resultante sea el español. Es que, si no, no se entiende absolutamente nada de lo que dice (como siempre).
Para Catholicus: Es que, precisamente, le he recordado lo que dice el decálogo: “No cometerás adulterio”. Es usted el que pretende colgarle añadidos a la medida de sus prejuicios. 2. Es que. a veces, no es una página católica, sino una página de la ultraderecha norteamericana. 3. “ la verdadera fe -seguramente por incompatibilidad entre lo que ésta exige y su vida personal”. A. Que cutre es esa vieja apologética ad hominem, lanzando insinuaciones contra el que te contradice. B. Sería de risa si no fuese de llorar que hable de “verdadera fe” el que niega los cuidados médicos al que no puede pagarlos. 4. Pío XI y San JPII, lo único que hacen es seguir la tradición que inauguraron S Agustín y S Jerónimo.
«Es que, precisamente, le he recordado lo que dice el decálogo: “No cometerás adulterio”. Es usted el que pretende colgarle añadidos a la medida de sus prejuicios»
No señor: es que es usted el protestante. Yo soy católico y no interpreto las Sagradas Escrituras como me da la gana. Por eso usted tampoco entenderá que el 4º Mandamiento del Decálogo obligue a amar y defender la patria; o que los católicos nos hagamos imágenes sacradas, y muchas más cosas. Más que porque no sepa usted el motivo, es simplemente que no lo acepta. No acepta la fe católica; no hay más. Y no le interesan explicaciones sobre ese punto o sobre cualquier otro, que llevan siglos explicadísimos y al alcance de cualquiera. Siga fingiendo ignorancia, que le va a dar igual.
«Que cutre es esa vieja apologética ad hominem»
No: qué cutre es autoengañarse y adulterar la fe para hacerla encajar con formas de vida incompatibles, y encima difundir el error para sentirse acompañado o recibir apoyos (confirmación en el error y/o en el pecado). Eso es cutre, no señalarlo. La gente no apostata un día al levantarse porque se le cruce un cable: en prácticamente el 100% de los casos se debe a eso, no a reflexiones filosóficas que la mayoría no hace.
«…que hable de “verdadera fe” el que niega los cuidados médicos al que no puede pagarlos»
Qué mentiroso es usted, ¿no? Y ningún problema moral al respecto, por lo que veo. Usted no sólo niega la verdadera fe, sino que encima es un tacaño que se niega a financiar con sus bienes e ingresos íntegros la sanidad de los que no pueden pagarla, esperando que lo hagan otros y llamándole a eso «sanidad gratis». ¡Qué hipócrita!
“adulterar la fe para hacerla encajar con formas de vida incompatibles,” Sigue usted con la cutre apologética ad hominem, inventándose lo que le parece acerca de mi vida. 2. “«…que hable de “verdadera fe” el que niega los cuidados médicos al que no puede pagarlos». Repito: usted se alinea con la tesis de la derecha EEUU que niega la sanidad a los que no pueden pagarla. 3. “es un tacaño que se niega a financiar con sus bienes e ingresos íntegros la sanidad de los que no pueden pagarla”. Otro truco viejo y cutre: el sofisma de los extremos: nadie tiene obligación de entregar todos sus ingresos, porque la sanidad universal se financia con impuestos progresivos y directos pagados por todos. Como son progresivos, el sacrificio es mínimo, por el principio del decrecimiento de la utilidad marginal (si le hace falta, coja un manual de microeconomía).
Me recuerda a una chica que una vez me dijo: “los que no tienen dinero, que no se casen”, y yo le dije que eso era una barbaridad. Entonces me contestó: “Para darme lecciones de moral, hazte primero sacerdote obrero”. Pues no señor, no hace falta hacer actos heroicos para condenar las faltas más graves contra la moral. Eso incluye a la sanidad universal.
¿Repite? Pues repito:
Cutre es apostatar, adulterar la fe y fomentar la heterodoxia para justificar formas de vida incompatibles con la fe católica; no denunciarlo.
«usted se alinea con la tesis de la derecha EEUU que niega la sanidad a los que no pueden pagarla»
A nadie le interesa que usted sea, segú su propia tesis inventada y que no viene a cuento con esta noticia, de la derecha de EE.UU. Como si es la abeja Maya. Lo que es, es un hipócrita que dice que existe «sanidad gratis» cuando a lo que se refiere con éso es a que otros paguen la sanidad y usted no. Su cinismo no conoce límites. Págenosla usted con el 100% de su patrimonio e ingresos a todos los seres humanos y así ya será gratis para todos menos para usted, que será el paganini. Porque gratis jamás ha sido, ni es, ni será, porque hay que pagar mantenimiento de edificios, facturas, sueldos de profesionales…
…equipos médicos, medicamentos… que no surgen por generación espontánea, sino que alguien los produce y merece que se le pague por ello, aunque usted sea un caradura y quiera que otros trabajen gratis para usted, como si fueran esclavos, y luego hipócritamente critique la esclavitud al tiempo que espera exactamente eso: un sistema esclavista en el que el único beneficiado sea usted, no los pobres.
«el sofisma de los extremos: nadie tiene obligación de entregar todos sus ingresos, porque la sanidad universal se financia con impuestos progresivos y directos pagados por todos»
No sea hipócrita: los demás ya pagamos impuestos y pese a ello nos dice que nos vamos a ir al infierno por no repetir y aplaudir su mantra de que exista «sanidad gratis» (como si le hubiera dado a usted por decir que se va al infierno quien no repita con usted que existen los unicornios rosas).
Así que usted, nada de limitarse a pagar impuestos como los demás: o da todos sus ingresos o al infierno. ¿O creía que la demagogia sólo iba en una dirección? Qué bien no saber matemáticas, ¿eh? Recomienda libros de economía y usted parece no saber ni las cuatro reglas: ande, háganos la cuenta de cómo piensa usted financiar solo la «sanidad gratis» para África», porque con el dinero de nuestros impuestos no salen las cuentas: ni progresivos, ni confiscando el 100% de todos nuestros ingresos. Y a ver si para ya con sus obsesiones: ¿va a hablar algo de la castidad? ¿O simplemente va a seguir con su trolleo habitual?
«no hace falta hacer actos heroicos para condenar las faltas más graves contra la moral. Eso incluye a la sanidad universal»
Hace falta hacer un acto heroico para leer sus disparates una y otro vez (porque son siempre los mismos, en bucle). Ya le he dicho: una cosa es predicar y otra dar trigo.
Dé su sueldo íntegro y páguenos la sanidad a los demás para que nos salga gratis (ahora nos cuesta muy cara). Y si no lo hace, al infierno y punto pelota. Usted mismo lo ha dicho. Por cierto: ¿cómo pretende financiar usted la sanidad de todos los seres humanos a los que se asesina mediante el aborto? Me han dicho que una vez muertos ya no pueden disfrutar de sanidad alguna, ni universadl, ni de aldea, ni gratis, ni a precio de oro… ¿Va usted a condenar taxativamente y sin medias tintas el aborto y a todos aquellos que lo promueven, incluidos políticos o al Francisco que promueva la abortista Agenda 2030? Ha encontrado en Francisco un espejo: puede predicar una cosa y la contraria sin que se le mueva la «kipá», y salga lo que salga los malos y quienes tienen la culpa siempre son los demás. Lo va a pasar fatal el día que falte (y faltará, porque no se va a quedar aquí para simiente de rábanos).
Otra vez resulta que es usted el que reparte los carnets de católico y el que define ex-catedra lo que yo acepto y no.
Lo del ‘reparto de carnets de católico’ es un mantra que siempre y sólo repiten los heterodoxos. Ya le hemos respondido, no insista.
El zumo pont´ifice que nos ha traído la liberación sexual con la concha de la Lola. Vamos camino a la erradicación del pecado de la lujuria por que la iglesia modernista así lo decide. Siglos de gente mortificada buscando la santa pureza cuando llegan estos sacrílegos y se la cargan de un plumazo. Que pena de tanta inocencia perdida, los niños pervertidos, tanta gente con el ludibrio por ser santos. Malditos seáis canallas modernistas…..
Lo siento pero ya basta de tener pánico al término “represión”. La continencia total que se exige al no casado es una represión. Sí, ¿y qué? ¿cuál es el problema de reprimir un deseo que va más allá de lo que quiero?
Seamos honrados y llamemos a las cosas por su nombre. Al fin y al cabo, e Señor habla claramente de eunucos que se han hecho a sí mismos POR EL REINO. Pero eunucos (castrados, sí).
1.En primer lugar, dice que eso de hacerse eunuco es solo para el que lo pueda entender, o sea, que no es un mandamiento. 2. En segundo (aunque no venga a cuento aquí), eso indica que Jesús, o bien estaba casado o pensaba casarse, porque, si no, habría dicho “como yo”. 3. En tercero, no aparece en el Evangelio NI UN SOLO personaje que se haya hecho eunuco o del que se diga que no estaba casado.
Luego se extraña de que no le consideremos católico. A confesión de parte, relevo de pruebas.
Y, por cierto: no sea tacaño y además de financiar la sanidad con sus ingresos íntegros (si no, al infierno), cómprese una Biblia católica y tire la que le regalaron los mormones o los testigos de Jehová, que aunque gratis está manipulada. Asi evitará los disparates que dice.
«no aparece en el Evangelio NI UN SOLO personaje que se haya hecho eunuco o del que se diga que no estaba casado»
Ni se dice que no fueran extraterrestres, ergo… ¡Menuda forma de razonar! Usted ignora a propósito que las Cartas Paulinas SON Palabra de Dios, y no sólo las palabras literales pronunciadas por Cristo. Y San Pablo dice explícitamente que no estaba casado en I Cor 7, 8-9, como ya le he referido otras veces (y recomienda ese estado a todos). Así que, no mienta (porque usted miente, ya que le he corregido lo mismo varias veces y usted insiste en afirmar algo falso con ánimo de engañar, lo que constituye mentir). Usted contradice el magisterio bimilenario de la Iglesia, interpreta las Sagradas Escrituras como le da la gana, atribuye un matrimonio a Cristo que la Iglesia niega… pero se rasga las vestiduras si alguien reparte «carnets de católico». Pídaselo a Dan Brown, ya que comparte fe con él. Pero no es la católica.