El cardenal Zen, recién liberado por el gobierno chino, entiende que la persecución que padece no es algo extraño a la fe a la que sirve de modo heroico. “El martirio es algo normal en nuestra Iglesia”, dijo Zen en la homilía de una misa que celebró tras comparecer ante el tribunal en Hong Kong y en la que oró por los católicos chinos perseguidos.
“Es posible que no tengamos que sufrirlo”, añadió Zen en su sermón. “Pero también es posible que tengamos que soportar algo de dolor y fortalecernos para mostrar nuestra lealtad a nuestra fe”.
Tras declararse inocente de los cargos que se le imputan de no registrar una asociación a favor de la democracia, Zen optó por no hablar sobre su caso legal, pero destacó cómo los católicos en algunas partes de China no pueden asistir a Misa en este momento y oró por sus “hermanos y hermanas que no pueden asistir a la Misa de ninguna forma esta noche, porque ahora no tienen libertad”, informa Reuters.
También volvió a su repetida denuncia de los pactos secretos firmados por el Vaticano con el gobierno comunista. En la Jornada Mundial de Oración por la Iglesia en China , Zen dijo que la Santa Sede “tomó una decisión imprudente” al firmar un acuerdo provisional con el gobierno del Partido Comunista Chino cuando lo hizo.
“Existe la urgencia de unificar a los que están arriba y los que están bajo tierra, pero parece que el tiempo aún no ha llegado”, dijo Zen, según AFP .“El Vaticano puede haber actuado de buena fe, pero ha tomado una decisión imprudente”.
Las autoridades de Shanghai y Beijing han emitido las restricciones de COVID-19 más estrictas del mundo esta primavera, impidiendo que las personas abandonen sus apartamentos por cualquier motivo, incluido el culto religioso.
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El cardenal Zen tiene razón al expresar que el Papa tomó una decisión equivocada al firmar el pacto con la dictadura comunista china. Ese pacto perjudica aun más a los católicos fieles, que ahora se ven perseguidos por su Gobierno y abandonados por Francisco.
Nosotros lo más que sufrimos es que unas personas quieren la Santa Misa en latín y no lo tienen, o que se haga el Santo sacrificio de la Misa parecida a una asamblea protestante. Pero es todo.
Allá peligra la vida. La libertad. Ser Católico en ésas tierras es amar con toda el alma a Cristo Rey. El Cardenal Zen es muy valiente y muy buen soldado de Cristo.
La iglesia se cansó de los mártires, eran muy molestos para la jerarquía por que los ponía en evidencia, un engorro vamos para el modernismo eclesial, era mejor pactar con el mundo, Y así se vendieron en el concilio traicionando a Cristo, ya no habrá mas mártires por lo menos en Europa, se pactó con el diablo y estas son las consecuencias, perderán el alma y la iglesia se hundirá.