El «Global Solidarity Fund» (Fondo de Solidaridad Global), del que forma parte la Iglesia Católica y que reúne a representantes de la fe y del sector social, estará presente en la reunión económica internacional de Suiza. Desde ayer domingo hasta el martes 24 de mayo, religiosos y religiosas católicos debatirán sobre el liderazgo y la inclusión social en la escena mundial, según informa el portal oficial de noticias de la Santa Sede, Vatican News.
Desde Vatican News afirman que «el dramático cambio en la política de seguridad y defensa de Europa y el impacto global de la guerra en el suministro de energía y alimentos dominan el Foro Económico Mundial de Davos de este año». La alianza internacional «Global Solidarity Fund» (GSF) ha invitado a destacados representantes de la comunidad católica a participar en el Foro Económico Mundial organizado en Suiza.
Durante las charlas se presentarán estrategias de eficacia comprobada para la inclusión social de los más vulnerables y se compartirán las lecciones aprendidas. Se trata de garantizar que la recuperación mundial beneficie a todas las personas en todos los sectores, subrayó la alianza GSF en un comunicado. El lunes 23 de mayo se celebrará una mesa redonda sobre el «liderazgo valiente», mientras que el martes 24 se debatirá sobre la creación de empleo para migrantes y refugiados: ambas iniciativas forman parte de la asociación denominada «Goal 17» de Davos y representan la culminación de la participación del GSF en Davos.
¿Qué es el Fondo de Solidaridad Global?
El Fondo de Solidaridad Global «se inspira en el liderazgo y la visión ambiciosa del Papa Francisco y se centra en empoderar a los más vulnerables de acuerdo con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Los objetivos de GSF son consistentes con la misión, los valores y las enseñanzas sociales de la Iglesia Católica Romana», afirman en su página web.
Además, este Fondo sostiene que «juntos, estamos desbloqueando nuevas alianzas e innovación para el desarrollo humano holístico, inclusivo y sostenible para todos. Alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible requiere que todos los sectores de la sociedad contribuyan con sus fortalezas únicas. Al catalizar asociaciones que incluyen al sector privado, organizaciones filantrópicas, organizaciones internacionales, gobiernos, comunidades católicas y hombres y mujeres en la vida religiosa, el Fondo de Solidaridad Global está fomentando sinergias y conexiones sistémicas para impulsar la acción a favor de los más vulnerables».
Entres sus principales iniciativas destacan algunas como «el cuidado de la tierra», «laboratorio de innovación para la creación de empleo para migrantes y refugiados» o «vacunas para todos».
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Ya ni se ocultan. El Vaticano, con el Papa a la cabeza, están apoyando la Agenda 2030, es decir, que están promoviendo el gran reinicio y el nuevo orden mundial.
Qué se van a ocultar. Lo del Vaticano está claro y cristalino; allá ellos. Ellos lo pagarán, los verdaderos católicos no tragamos con su hipocresía.
Hay que rezar para que el Señor nos conceda pronto un pontífice fiel.
Lo tenemos difícil; la mayoría de los cardenales son de la escuela de Bergoglio. Yo pienso que la cosa se pondrá aún peor con el siguiente papa.
El foro Davos dará buen dinerito al Vaticano, para que sus señorías y sus parientes y amigos puedan vivir bien, y montar chiringuitos ONGS, scholas ocurrentes, estudios de lo que sea, ventos varios, y así recolocaditos los parientes y amiguetes. Como cualquier partido político del mundo ou organización mundana.
Sin ánimo de ser exhaustivos, la Agenda 2030 en los objetivos 1, 2, 8 y 9 a 12, puede llegar a ser una amenaza a la propiedad privada. En el punto 3, promueve el aborto y la eutanasia, en el punto 4 el adoctrinamiento escolar, en el 5 la ideología de género, en el 7 pone en peligro el suministro energético, del 13 al 15 insiste en la teoría del cambio climático, con cuya excusa, puede coartar libertades esenciales, en el 16 y 17 fomenta las instituciones supranacionales en contra de los derechos de las patrias y a favor del pensamiento único.
Por lo tanto un buen Papa y un buen católico no pueden apoyar el foro de Davos, sino que deben combatirlo.
El Foro de Davos promueve una ideología masonica y dictatorial contra la población mundial.
Como todo plan diabólico se hace con eufemismos bonitos como «igualdad», «eliminar la pobreza», etc. pero es evidente su intención de un nuevo orden mundial, tipo comunista, de falta de libertades, y control total de los individuos.
¿Que pinta el Vaticano en este aquelarre?
Quien traga esas palabras del mundo, ese chamuyo o lisa sanata, no hace uso del discernimiento que Dios le dio. Hay un castigo severo en no usar los talentos.
Eso nos lo debería contar Bergoglio, así a lo mejor entendemos algo de su devoción por la gente del NOM y las Agendas Masónicas.
Buen resumen.
El contubernio judeomasónico de Davos al que se une la iglesia de Bergoglio.
El W6rld Ec6nomic F6rum recibe a una delegación de Francisco. Éramos pocos, y parió la abuela…
El NOM y su ´última adquisición, el Vaticano y su CEO Bergoglio, saben que les queda poco tiempo.
Recemos por esa pobre gente, para que se arrepientan antes de que sea demasiado tarde para ellos. Y también por las almas que arrastran al infierno con sus engaños.
El Foro de Davos es una reunión pública, como Bildelberg, y de estas reuniones públicas NO salen las conspiraciones, éstas son siempre, por definición, sorpresivas.
Es público que se reúnen, así como el lugar donde lo hacen cada vez. Pero lo que se trata en esas reuniones es absolutamente secreto y no transciende nunca.
La principal propuesta del WEF o FEM es vencer la pobreza en el mundo con el exterminio de su reproducción.
Provocaron un colapso de la economía para imponer Su solución.
Es que son muy pragmáticos: el mejor método para acabar con la pobreza es… acabar con los pobres (literalmente).
Dice Satán Klaus que los poderosos invitados a la reunión cambiarán al mundo.
😁, Qué manía de creerse Dios.
Ya verán la cambiada de mundo que les dará El que SI puede.
Se van a llevar un buen susto todos estos diosecillos de andar por casa.
Muchos de ellos, que forman parte de esas reuniones, no se dan cuenta de que cuando ya no sean útiles, se los eliminará por inservibles.
Lo triste es que Bergoglio, un hombre que ya está en la mitad de la octava década, no advierte el peligro que corre su desventurada alma.
Debemos rezar y pedir a Dios por la conversión de todos ellos, y también que venga un nuevo pontífice a gobernar nuestra Iglesia, quitando todo lo impuro que existe desde el Vaticano II.
Se cambia el Evangelio por la agenda 2030. Aunque responsable es toda la jerarquía que sigue sin leer los signos. También la local, la de aquí.