Cuando el Papa Francisco alertó de que «la Iglesia no puede ser una ONG»

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Esta semana, analizando los datos de la memoria de actividades publicados por la CEE, el escritor Juan Manuel de Prada puso de manifiesto el «terrible eclipse de la Iglesia», debido a la caída en picado de matrimonios o bautizos.

«¿No es una Iglesia convertida exclusivamente en capataz solidario lo que siempre anhelaron sus enemigos más sibilinos?», se pregunta de Prada, quien afirma que «las cifras de esa Memoria episcopal revelan una fase terminal de secularización, más propiamente llamada apostasía. Esta apostasía tiene raíces muy hondas y causas políticas y culturales que se remontan al Iluminismo».

La Iglesia deja de ser Iglesia cuando se convierte en una gran ONG humanitaria y descuida su labor principal, que no es otra que preocuparse por la salvación de las almas.

Por eso, hoy rescatamos el discurso del Papa Francisco a los jóvenes en Brasil, durante la Jornada Mundial de la Juventud en julio de 2013, en donde animaba a los jóvenes a que «hagan lío» y donde también advirtió que «la Iglesia no puede ser una ONG»:

ENCUENTRO CON LOS JÓVENES ARGENTINOS EN LA CATEDRAL DE SAN SEBASTIÁN

PALABRAS DEL SANTO PADRE FRANCISCO

Jueves 25 de julio de 2013

 

Gracias.. Gracias.. por estar hoy aquí, por haber venido… Gracias a los que están adentro y muchas gracias a los que están afuera. A los 30 mil, que me dicen que hay afuera. Desde acá los saludo; están bajo la lluvia… Gracias por el gesto de acercarse… Gracias por haber venido a la Jornada de la Juventud. Yo le sugerí al doctor Gasbarri, que es el que maneja, el que organiza el viaje, si hubiera un lugarcito para encontrarme con ustedes, y en medio día tenía arreglado todo. Así que también le quiero agradecer públicamente al doctor Gasbarri esto que ha logrado hoy.

Quisiera decir una cosa: ¿qué es lo que espero como consecuencia de la Jornada de la Juventud? Espero lío. Que acá adentro va a haber lío, va a haber. Que acá en Río va a haber lío, va a haber. Pero quiero lío en las diócesis, quiero que se salga afuera… Quiero que la Iglesia salga a la calle, quiero que nos defendamos de todo lo que sea mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros mismos.

Las parroquias, los colegios, las instituciones son para salir; si no salen se convierten en una ONG, y la Iglesia no puede ser una ONG. Que me perdonen los Obispos y los curas, si algunos después le arman lío a ustedes, pero.. Es el consejo. Y gracias por lo que puedan hacer.

Miren, yo pienso que, en este momento, esta civilización mundial se pasó de rosca, se pasó de rosca, porque es tal el culto que ha hecho al dios dinero, que estamos presenciando una filosofía y una praxis de exclusión de los dos polos de la vida que son las promesas de los pueblos. Exclusión de los ancianos, por supuesto, porque uno podría pensar que podría haber una especie de eutanasia escondida; es decir, no se cuida a los ancianos; pero también está la eutanasia cultural: no se les deja hablar, no se les deja actuar. Y exclusión de los jóvenes. El porcentaje que hay de jóvenes sin trabajo, sin empleo, es muy alto, y es una generación que no tiene la experiencia de la dignidad ganada por el trabajo.

O sea, esta civilización nos ha llevado a excluir las dos puntas, que son el futuro nuestro. Entonces, los jóvenes: tienen que salir, tienen que hacerse valer; los jóvenes tienen que salir a luchar por los valores, a luchar por esos valores; y los viejos abran la boca, los ancianos abran la boca y enséñennos; transmítannos la sabiduría de los pueblos. En el pueblo argentino, yo se los pido de corazón a los ancianos: no claudiquen de ser la reserva cultural de nuestro pueblo que trasmite la justicia, que trasmite la historia, que trasmite los valores, que trasmite la memoria del pueblo. Y ustedes, por favor, no se metan contra los viejos; déjenlos hablar, escúchenlos, y lleven adelante. Pero sepan, sepan que, en este momento, ustedes, los jóvenes, y los ancianos, están condenados al mismo destino: exclusión; no se dejen excluir. ¿Está claro? Por eso, creo que tienen que trabajar.

Y la fe en Jesucristo no es broma, es algo muy serio. Es un escándalo que Dios haya venido a hacerse uno de nosotros; es un escándalo, y que haya muerto en la Cruz, es un escándalo: El escándalo de la Cruz. La Cruz sigue siendo escándalo, pero es el único camino seguro: el de la Cruz, el de Jesús, la encarnación de Jesús. Por favor, no licuen la fe en Jesucristo. Hay licuado de naranja, hay licuado de manzana, hay licuado de banana, pero, por favor, no tomen licuado de fe. La fe es entera, no se licua. Es la fe en Jesús. Es la fe en el Hijo de Dios hecho hombre, que me amó y murió por mí. Entonces: Hagan lío; cuiden los extremos del pueblo, que son los ancianos y los jóvenes; no se dejen excluir, y que no excluyan a los ancianos. Segundo: no licuen la fe en Jesucristo. Las bienaventuranzas. ¿Qué tenemos que hacer, Padre? Mira, lee las bienaventuranzas que te van a venir bien.

Y si queréis saber qué cosa práctica tenéis que hacer, lee Mateo 25, que es el protocolo con el cual nos van a juzgar. Con esas dos cosas tienen el programa de acción: Las bienaventuranzas y Mateo 25. No necesitan leer otra cosa. Se lo pido de corazón. Bueno, les agradezco ya esta cercanía. Me da pena que estén enjaulados. Pero, les digo una cosa: Yo, por momentos, siento: ¡Qué feo que es estar enjaulados! Se lo confieso de corazón… Pero, veremos… Los comprendo. Y me hubiera gustado estar más cerca de ustedes, pero comprendo que, por razón de orden, no se puede. Gracias por acercarse; gracias por rezar por mí; se lo pido de corazón, necesito, necesito de la oración de ustedes, necesito mucho. Gracias por eso… Y, bueno, les voy a dar la Bendición y después vamos a bendecir la imagen de la Virgen, que va a recorrer toda la República… y la cruz de San Francisco, que van a recorrer ‘misionariamente’. Pero no se olviden: Hagan lío; cuiden los dos extremos de la vida, los dos extremos de la historia de los pueblos, que son los ancianos y los jóvenes, y no licuen la fe.

Y ahora vamos a rezar, para bendecir la imagen de la Virgen y darles después la bendición a ustedes.

Nos ponemos de pie para la Bendición, pero, antes, quiero agradecer lo que dijo Mons. Arancedo, que de puro maleducado no se lo agradecí. Así que gracias por tus palabras.

Oración:

En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.

Dios te salve, María, llena eres de gracia….

Señor, Tú dejaste en medio de nosotros a tu Madre, para que nos acompañara. Que Ella nos cuide, nos proteja en nuestro camino, en nuestro corazón, en nuestra fe. Que Ella nos haga discípulos, como lo fue Ella, y misioneros, como también lo fue Ella. Que nos enseñe a salir a la calle, que nos enseñe a salir de nosotros mismos.

Bendecimos esta  imagen, Señor, que va a recorrer el País. Que Ella con su mansedumbre, con su paz, nos indique el camino.

Señor, Vos sos un escándalo, el escándalo de la Cruz. Una Cruz que es humildad, mansedumbre; una Cruz que nos habla de la cercanía de Dios.

Bendecimos también esta imagen de la Cruz, que recorrerá el país.

Muchas gracias y nos vemos en estos días.

Que Dios los bendiga y recen por mí. No se olviden.

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Comentarios
11 comentarios en “Cuando el Papa Francisco alertó de que «la Iglesia no puede ser una ONG»
  1. El Papa se equivoca. No debemos «transmitir la sabiduría de los pueblos» como dice él, sino la sabiduría de Cristo.
    No se trata de «hacer lío», pues lo que hay que predicar está muy claro.
    Francisco hace un discurso errático al afirmar que no hay que convertir la Iglesia en una ONG, y al mismo tiempo decir que no hay que hacer proselitismo.

  2. Mateo 25 resume en tra escenas lo necesario para la salvación:
    1) Estar vigilantes y preparados.
    2) Usar bien los talentos recibidos.
    3) Misericordia con el prójimo.
    Por supuesto, sin descartar el Decálogo ni las Bienaventuranzas, pero dejemos claro todo Mateo 25 y no solamente una parte.

    1. «3) Misericordia con el prójimo. Por supuesto sin descartar el Decálogo…»

      Está usted siendo redundante, porque el amor a Dios y la caridad con el prójimo consiste en cumplir los Mandamientos. Se lo dice el propio Cristo y se lo recuerda el apóstol San Pablo:

      «El que recibe mis preceptos y los guarda, ése es el que me ama; el que me ama a mí será amado de mi Padre y Yo le amaré y me manifestaré a El […] Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él y en él haremos morada. El que no me ama no guarda mis palabras; y la palabra que oís no es mía, sino del Padre, que me ha enviado» (Jn 14,21;23-24).

      «Conocemos que amamos a los hijos de Dios en que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. Pues ésta es la caridad de Dios, que guardemos sus preceptos. Sus preceptos no son pesados» (I Jn 5,2-3).

      1. Si usted lo dice…
        No me corrija como si yo hubiese negado algo. Insistir en algo, aunqud parezca redundancia, es un procedimiento de recuerdo.

        1. Si yo lo digo, no: si lo dice el propio Cristo. Salvo que usted sea jesuita o asimilado y no crea que las Sagradas Escrituras es la Palabra de Dios revelada, como cree la Iglesia (como en aquel tiempo no había grabadoras…).

          «Insistir en algo, aunqud parezca redundancia, es un procedimiento de recuerdo»

          Poco convincente su explicación: decir que se debe «deglutir» sin descartar «tragar» es una redundancia, porque son palabras sinónimas, no un «procedimiento de recuerdo». Pero se intuye el recurso, pues hay muchos para los que la «caridad» no es lo que el propio Cristo dijo que es, sino lo que ellos digan, porque son mucho más caritativos que Cristo y si quieren desvincular el cumplimiento de los Mandamientos (algo de «rígidos», incluyendo al mismo Cristo y a San Pablo) de la caridad, pues lo hacen. Así, promueven el laxismo moral e incumplimiento de los preceptos mientras fomentan la inmigración ilegal que beneficia a mafias y oligarcas.

  3. Que Francisco diga que «no hace falta leer otra cosa que las Bienaventuranzas y Mt 25», supone un empobrecimiento tremendo, y es negar lo que enseña la Iglesia, pues toda la Escritura es la que nos enseña, y no debenos ir a reduccionismos.

  4. A eso llamo yo reduccionismo masónico, escoger los textos que mejor van para enmarcar a la iglesia modernista con la masoneria. La iglesia no es ONG, no es secta, no es ni siquiera mafia, la iglesia progresista es masonería pura y dura desde el Concilio inicuo. Ya antes, Pablo VI se adelantó suprimiendo el índice de libros prohibidos, para ir preparando el terreno a la traición y para que el pueblo de Dios se engolfara en todas las herejías del mundo. MISIÓN CUMPLIDA

  5. Pues justamente el Papa Francisco la está potenciando más como una ONG que como una referencia para salvar almas y predicar el contenido del evangelio.

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