El aborto y Amazon, el uso del dinero contra la verdad

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El coloso fundado por Bezos reembolsará los gastos de viaje para ir a abortar. La decisión de Amazon, que han copiado otros grandes grupos empresariales, es una respuesta al proyecto antiabortista del Tribunal Supremo de Estados Unidos. A las motivaciones en el plano legal se responde con dinero a fin de influir en la conciencia colectiva y, por tanto, en el plano social.

Amazon financia el aborto. Sí, así es. Jeff Bezos, fundador y presidente ejecutivo de la mayor y más floreciente empresa de logística del mundo, ha decidido reembolsar a sus empleadas y a sus maridos/parejas los gastos de viaje a una clínica abortista. Un reembolso de hasta cuatro mil dólares. No es poco dinero, si tenemos en cuenta que los empleados de Amazon superan el millón en todo el mundo.

¿Por qué los gastos de viaje? Porque muchos estados de EE.UU. han dificultado recientemente el aborto, por lo que algunas mujeres se ven obligadas, afortunadamente, a viajar a un estado más permisivo. Por ejemplo, el año pasado en Texas 1.400 mujeres decidieron abortar en otro estado.

Otra pregunta, quizás más significativa: ¿por qué esta decisión de Bezos ahora? Se trata de una respuesta al proyecto del Tribunal Supremo que pretende anular la sentencia Roe vs. Wade de 1973, que legalizó el aborto en todo el país (hacer click aquí y aquí para saber más), proyecto que fue publicado hace unos días por el diario Politico. La elección de Bezos está creando escuela: los grupos Yelp y Citigroup también han anunciado que tomarán decisiones similares.

Tras la publicación engañosa del borrador del Tribunal Supremo, las calles, los medios de comunicación, muchos políticos y otras personalidades han protestado y despotricado. Pero, como hemos visto, los grandes gigantes empresariales también se están movilizando para evitar que la guerra contra los no nacidos que se lleva a cabo desde hace casi 50 años en Estados Unidos no vea su fin.

Es interesante observar la naturaleza de los oponentes en este caso: por un lado un tribunal y por otro una empresa multinacional. Una entidad jurídica y otra económica. La primera lanza el ataque a la sentencia del aborto de 1973, naturalmente en el plano jurídico. La segunda, para defender esta sentencia, utiliza un instrumento económico -la prima del aborto- para crear un debate mediático y así influir en la conciencia colectiva, produciendo en última instancia efectos significativos a nivel social. Los proelección se han dado cuenta de que, si la percepción colectiva rechaza el contenido del proyecto del tribunal, es poco probable que se convierta en definitivo. De hecho, el principio de eficacia desempeña un papel fundamental en el derecho. Una ley también puede ser válida, es decir, puede ser eficaz y, por tanto, producir los efectos jurídicos previstos por la propia ley, pero si no es eficaz, es decir, si no es seguida por la mayoría de los ciudadanos, se convierte en una ley inútil, porque si todo el mundo desobedece esa ley, no es realista poder sancionar a todos. Si un gobierno tuviera toda la plaza pública en contra, la sociedad sería ingobernable y sus leyes papel mojado.

Bezos y compañía lo saben bien. De hecho, su iniciativa forma parte de esa estrategia política destinada a enfrentar al pueblo con las instituciones -en nuestro caso, con parte de las instituciones, porque, por ejemplo, el gobierno de Biden es fuertemente proabortista-, aislando a estas últimas y obligándolas así a cambiar de rumbo para evitar el pronunciamiento de una sentencia que, si sale bien, quedaría en papel mojado, pero que, si sale mal, desencadenaría una guerra civil cultural, social y jurídica casi perenne (por ejemplo, el número de las demandas por aborto presentadas en los tribunales de todo el país sería interminable). Este segundo escenario sería el más probable, por lo que es absolutamente imprescindible que los grupos provida manifiesten, como ya lo están haciendo, todo su apoyo a los jueces del Tribunal Supremo que firmaron el proyecto, porque la batalla del aborto solo se ganará si se ganan varias batallas individuales en diferentes ámbitos, como el jurídico, el social, el cultural, el económico, el religioso, el político, etc. Por lo tanto, no se puede pensar que una sentencia sea suficiente para cambiar las cosas. También hay que crear un entorno social y cultural adecuado para que esta norma crezca, florezca y dé sus frutos.

Un último apunte. Las reacciones desquiciadas y furiosas que el dictamen de los jueces del Tribunal Supremo está provocando en todo el mundo eran previsibles. Siempre es así cuando se trata de la verdad. En esencia, se está repitiendo lo que le ocurrió hace dos mil años a Esteban, el protomártir: «Oyendo sus palabras se recomían en sus corazones y rechinaban los dientes de rabia. […] Dando un grito estentóreo, se taparon los oídos; y, como un solo hombre, se abalanzaron sobre él, lo empujaron fuera de la ciudad y se pusieron a apedrearlo» (Hechos 7,54; 57-58).

 

Publicado por Tommaso Scandroglio en la Nuova Bussola Quotidiana

Traducido por Verbum Caro para InfoVaticana

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Comentarios
3 comentarios en “El aborto y Amazon, el uso del dinero contra la verdad
    1. Estoy de acuerdo con usted.Lo primero que he pensado al leer este artículo es eso mismo: no comprar nada por medio de esta empresa.Hay otras alternativas.

  1. «Por qué los gastos de viaje? Porque muchos estados de EE.UU. han dificultado recientemente el aborto, por lo que algunas mujeres se ven obligadas, afortunadamente, a viajar a un estado más permisivo. Por ejemplo, el año pasado en Texas 1.400 mujeres decidieron abortar en otro estado» ¿Es en serio que «afortunadamente»?

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