Marta Pérez Escolar es profesora de Teoría de la Comunicación en la Universidad Loyola, de los jesuitas. Esta profesora ha escrito una tribuna en el Diario de Sevilla llamado «El derecho a la vida más allá del útero».
Marta Pérez-Escolar es profesora, en el Grado de Comunicación, de la Universidad Loyola Andalucía (Sevilla), donde imparte asignaturas como Opinión pública, Teoría de la Comunicación, Comunicación oral y escrita y Habilidades Comunicativas. Anteriormente, desde 2013 a 2017, fue profesora en el Grado de Periodismo en la Universidad Católica de Murcia, la misma donde hizo la carrera de periodismo.
«Confieso que me consternó que el estado de Mississippi quisiera prohibir a las mujeres abortar a partir de las 15 semanas de gestación. No solo porque se insista en rescatar leyes que quedaron obsoletas hace medio siglo, sino porque cinco jueces -Brett Kavanaugh, Neil Gorsuch, Amy Coney Barrett, Samuel Alito y Clarence Thomas- se lucren del sistema legislativo para sepultar la libertad individual de las mujeres y dictaminarles qué deben hacer con su cuerpo», comienza diciendo la profesora.
Marta Pérez, profesora de la Universidad Loyola afirma que «si ponemos todo esto en perspectiva, nos deberíamos dar cuenta de que estamos aceptando que, en un estado supuestamente democrático, cinco jueces prostituyan las leyes para imponer su propia ideología ultrareligiosa, en lugar de actuar en representación de la sociedad».
Esta profesora llega a asegurar que «los embarazos no deseados son, precisamente, no deseados por múltiples motivos».
Para la profesora de la Loyola, que una mujer quiera acabar con la vida de su hijo es «una decisión honesta y respetable». «Otro de los motivos por los que una mujer podría querer interrumpir su embarazo es porque no quiere ser madre. No todas las mujeres sueñan con ser madres o no están preparadas para serlo porque prefieren prosperar en su futuro laboral o quieren seguir disfrutando de su vida tal y como la conocen. No es egoísta, de hecho, es una decisión honesta y responsable y aceptar esta realidad es, de nuevo, un ejercicio de respeto a la libertad individual de la mujer», afirma en su artículo Marta Pérez.
¿Mantendrá la Universidad de Loyola a una profesora que defiende el aborto como una decisión honesta y respetable? Parece que sí. La propia Universidad ha salido al paso de la polémica en redes sociales y ha puesto el siguiente tuit: «La Universidad Loyola respeta la libertad de expresión de las opiniones que, a título particular, exprese cualquier miembro de la comunidad universitaria. No obstante, la Universidad Loyola quiere aclarar que este artículo no refleja su postura como institución sobre este tema».
Universidad Loyola y Agenda 2030
Un vistazo rápido a la web de la universidad jesuita ya nos sirve para hacernos una idea de sus objetivos.
En su portada aparece en grande el logo de la Agenda 2030. La Universidad afirma que «como institución jesuita, la Universidad Loyola se alinea así con la misión de reconciliación y de justicia de la Compañía de Jesús en su triple dimensión de reconciliación con Dios, de unos con otros y de los seres humanos con la creación. Y hace suyas también las Preferencias Apostólicas Universales de la compañía para el decenio 2019-2029, especialmente dos de ellas: en primer lugar, la de caminar junto a los pobres, descartados del mundo y vulnerados en su dignidad; y, además, la de colaborar en el cuidado de la Casa Común».
Por otra parte, «la Universidad Loyola pone su ya dilatada experiencia al servicio de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, recogidos en la Agenda 2030, aprobada en septiembre de 2015 por la Asamblea General de Naciones Unidas. Los ODS, por su relevancia y su alcance mundial, se convierten en marco de referencia para toda la actividad en desarrollo que se lleva a cabo en nuestra universidad, al tiempo que enriquecen y abren nuevos horizontes a nuestro compromiso por un mundo más justo y humano».
Además, aseguran que «dentro de estas coordenadas, la Universidad Loyola aspira a convertirse a medio y largo plazo en un referente nacional e internacional en el campo del desarrollo humano e integral, solidario e inclusivo, sostenible (DHISIS), en sus distintas vertientes: investigación, docencia, cooperación, sensibilización, voluntariado y extensión en general».