Arzobispo de Toledo: «Necesitamos vocaciones abundantes y santas como agua de mayo»

Cerro Chaves, arzobispo Toledo
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Con motivo de la reciente celebración de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, el arzobispo de Toledo, Monseñor Francisco Cerro Chaves ha escrito en su última carta pastoral sobre la importancia de pedir por la entrega generosa de muchos jóvenes.

«Necesitamos vocaciones abundantes y santas como agua de mayo. Le pedimos al Señor de la mies que los jóvenes descubran la alegría de entregar la vida en el seguimiento de Jesús pobre, casto y obediente para la vida de un mundo que agoniza de tristeza. Hombres y mujeres que, por la llamada del Señor y por la acogida y la escucha de la vocación, vivan con el convencimiento de que no existe alegría más grande que gastarse y desgastarse en el servicio del Señor», comienza diciendo el arzobispo Primado de España.

En su misiva, Cerro Chaves añade que «cuando en la archidiócesis tengo que cerrar alguna casa de vida consagrada les repito una y otra vez: a partir de ahora vamos a pedir que tengan abundantes vocaciones para que vuelvan, porque sin ustedes, sin sus vidas entregadas, sin su misión, cada vez somos más pobres y necesitados. No solo por lo que hacen, sino por lo que son».

En referencia a los religiosos, el arzobispo asegura que «sus vidas consagradas enriquecen los pueblos, las parroquias, las ciudades, los barrios, la enseñanza, la sanidad, el testimonio, la presencia en los campos de refugiados, el las periferias, entre los pobres… La vida consagrada es lo mejorcito de la humanidad sobre todo por lo que es y por lo que vive en el corazón de la Iglesia y en las entrañas del mundo del sufrimiento y del dolor».

Cerro Chaves ofrece tres comentarios sobre la urgencia de pedir por las vocaciones «que dejen huella y que sean testigos del Resucitado en un mundo que se muere de frio y sin esperanza por tantas contradicciones de guerras, pandemia y, como repite el papa Francisco, por esta sociedad del descarte de todo lo que huela a vida, buscando arrinconar y deshacerse de los mas débiles».

En primer lugar, el arzobispo de Toledo incide en que «necesitamos testigos». «Dejarse seducir y atrapar por el que siempre tiene abierto el Corazón. Ser testigo del Resucitado en un mundo donde se vive en la cultura de la muerte y chirría contra los que quieren ser testigos de la nueva vida que nos trae el Resucitado», señala Cerro Chaves.

«Dejar huella», es el segundo apunte del arzobispo. Para ello cita el pasaje del joven rico «que no quiso seguir a Jesús y que se alejó a la patria de la tristeza, donde viven todos aquellos que no son generosos con el Señor. No sabemos ni su nombre. No dejó ninguna huella. Fue uno de los que, por no seguir a Jesús, quedó para siempre sin dejar la huella de un amor entregado a la humanidad sufriente y necesitada del Redentor».

Como última consideración, el prelado hace hincapié en que «Dios no elige a los capaces, sino que capacita a los que elige. Es necesario que pidamos siempre que muchos jóvenes digan que sí y se entreguen sin reservas al Amor de los amores, a ser misioneros de misericordia, a sembrar esperanza en tantos corazones sin vida. No podemos ponerle tantas pegas a Dios, porque el Señor capacita a los que elige si le presentamos nuestras manos vacías y nuestra pobreza aceptada que quiere por todos los medios seguir al Señor con todas las consecuencias».

A modo de conclusión, Cerro Chaves confiesa que «van pasando los años y uno descubre las maravillas que siempre hizo el Señor con nuestras pobrezas y limitaciones. Mil vidas que tuviera no dudaría ni un momento en volver a seguir al Señor. Siempre me ha tratado tan bien. Soy tan feliz con Él, aun en medio de las dificultades propias del camino, que una y otra vez volvería a seguirle. No me arrepiento. El ha sido y es lo mejor de mi vida».

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Comentarios
2 comentarios en “Arzobispo de Toledo: «Necesitamos vocaciones abundantes y santas como agua de mayo»
  1. ¿También el seminario toledano va bajando en número de seminaristas? Si Toledo es una de las archidiocesis con más sacerdotes…

  2. La Iglesia debería promocionar hasta la saciedad el estudio académico de la teología vía Internet, aconsejándolo a muchos jóvenes aunque no tuvieran intención de ser sacerdotes. Simultaneando el estudio de una carrera teológica con el trabajo y también para tantos ni-nis como existen hoy en día. Incluso ofreciéndolo de forma gratis a los que considerara aptos para ello, sin exigirles compromiso alguno, ya que el respeto por la libertad debe ser la máxima de la Iglesia en el campo vocacional. No se debería tener miedo al porcentaje de sacerdotes que se conseguirían por este medio por bajo que fuera. Sería como una reserva para el futuro por si algunos decidieran ser sacerdotes al cabo de unos años. Académicamente ya estarían casi preparados. Sólo les quedaría la parte litúrgica y pastoral, como quien dice un año a lo sumo. En tiempo de vacaciones se podrían ofrecer convivencias para los estudiantes de teología on-line, que serviría para complementar lo que se obtiene en los seminarios

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