(FSSPX)-El conflicto en Ucrania se ha convertido en una piedra lanzada en el estanque de los defensores de la gestación subrogada, pues ilustra agudamente el conflicto de intereses entre las madres de alquiler, los padres demandantes y las agencias comerciales que temen ver colapsar un negocio tan despreciable como lucrativo.
Para entender lo que está en juego, conviene recordar que Ucrania es uno de los raros países que autoriza a las parejas extranjeras a recurrir en su territorio a la llamada maternidad subrogada: el país se ha convertido en pocos años, desde 2015 y el paulatino término de la gestación subrogada para los extranjeros en Tailandia e India, en un destino privilegiado de esta práctica, prohibida en Francia.
El coste se estima entre 40,000 y 60,000 euros, con una oferta de servicios que varía y puede llegar hasta la elección del sexo del niño. Varias docenas de parejas francesas viajan cada año a Ucrania para este fin.
Pero para que la filiación sea reconocida por las autoridades ucranianas, es imprescindible que los solicitantes acudan físicamente al país. Y aquí es donde la máquina infernal se paraliza.
En efecto, como consecuencia directa del conflicto en Ucrania, muchos ciudadanos extranjeros que habían recurrido a la maternidad subrogada –entre 2,000 y 4,000 niños nacen cada año en este contexto en el país, según estimaciones imprecisas– se encuentran hoy en la imposibilidad de reunirse con su recién nacido, y de obtener documentos de estado civil que permitan reconocer su filiación.
Mientras la tensión militar es alta en el lugar, los clientes franceses acosan a las agencias ucranianas de gestación subrogada para obtener información sobre la correcta aplicación de su contrato comercial. Estas agencias no tienen la menor intención de perder la buena suma prometida a su tráfico…
En este conflicto de intereses, las madres de alquiler y sus hijos son las primeras víctimas: ya que necesariamente deben permanecer en territorio ucraniano hasta el término de su embarazo.
Es así que se multiplican las historias de mujeres abandonadas bajo las bombas justo después de dar a luz, siendo su recién nacido arrebatado por los profesionales médicos, para ponerlo a salvo, en el occidente del país, donde los futuros «padres» podrán viajar próximamente.
Por ejemplo, BioTexCom, una famosa agencia de gestación subrogada en Ucrania, se centra principalmente en la seguridad de los bebés, sin tener en cuenta a las madres que los gestaron durante nueve meses.
El conflicto ucraniano muestra así de forma clara e inesperada las graves consecuencias éticas de la gestación subrogada que ya habían sido ampliamente denunciadas por los defensores de la vida y la moral natural: la mercantilización del bebé, la cosificación de la mujer, la trata de seres humanos y el ataque contra la dignidad humana de la madre sustituta y del niño.
En una edad de extrema vulnerabilidad, donde la dependencia de los otros es total, el niño nace sin padres. La gestación subrogada también tiene repercusiones psicológicas para el niño y la madre subrogada.
Los estudios muestran, y es evidente, que durante el embarazo, una madre y su hijo crean vínculos íntimos. Con la gestación subrogada, el niño, y la madre que lo llevó en su vientre durante nueve meses, viven el trauma de la separación y el abandono. La guerra solo agrava este sufrimiento. Todo esto en el silencio ensordecedor de las organizaciones humanitarias y las instituciones europeas.
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La inmoral maternidad subrogada se suma a tantos otros factores, tales como aborto, ideología de género, etc.), en los que la Ucrania de Poroshenko y de Zelensky (la que emergió del golpe de estado del «maidán»), es puntera, lo que convierte a ese país en uno de los más depravados de Europa. En cambio Putin promueve unos valores morales que deberían implementarse en todo Occidente. Por eso el nuncio Viganó dijo que en vez de combatir a Rusia, deberíamos aliarnos con ella para defender la civilización cristiana.
En Rusia hay más abortos que en Ucrania, tanto en números absolutos como relativos. 600.000 abortos anuales.
Porque partían de números muchísimo mayores y una población equivalente a la de media Europa; no sé por qué sigue repitiendo lo mismo, si ya se lo he explicado muchas veces. Y a pesar de lo anteriormente dicho, a diferencia de Ucrania y de todos los países occidentales, allí el aborto no aumenta, sino que disminuye, habiendo pasado de los 3.000.000, herencia del pasado ateo soviético, a esos 600.000 (cifra de 2019, que seguro ya ha disminuido más aún), porque entre otras cosas ni se promociona, ni se chantajea y persigue a los provida, como ocurre aquí (ya hay penas de cárcel por rezar frente a un abortorio). Entre Biden «El Católico» y su lucha «con todas las herramientas a su disposición» en favor del aborto (incluida la financiación de EE.UU. a otros países en vías de desarrollo, a quienes se niegan ayudas si no lo implementan), su títere Zelenski y los abortos de su industria de vientres de alquiler, y Putin, las comparaciones son odiosas.
En Rusia el aborto sigue cayendo, las tasas hablan de un descenso pronunciado, es cierto que en la Unión Soviética estaba permitido, también es cierto que hoy en día Rusia se arrepiente del aborto, los pueblos también se hacen importante a partir de los números, India, China, todos países superpoblados que a futuro serán potencias mundiales !!! Del otro lado, continentes envejecidos que tienden a desaparecer !!!! Putin es nacionalista y es lógico que va a querer multiplicar su población !!!! El aborto solo quedará para un puñado de países que terminarán sucumbiendo al invierno demográfico !!!!
Si hay algún país de vergüenza en el tema del aborto, de la ideología de género, y de todo lo que tenga que ver con perversión sexual, es España. A los supuestos sacerdotes que escriben aquí, les recordaría la condena que hizo el rey David sobre el hombre que había sacrificado a la cabritilla de un pobre para celebrar un banquete, teniendo el rebaños, y la cara que se le quedó cuando el profeta Natán le dijo: cúmplase esa condena, ese hombre eres tú.
Justificar lo que está haciendo Putin en Ucrania pensando que va acabar con el aborto, los embarazos subrogados… sería como justificar que Marruecos u otro país musulmán invadiera España, ya que si hay alguien que no permite ideologías de género, abortos, ni nada que se le parezca, es el Islam. O justificar que se prohíba la religión católica porque hay sacerdotes que han abusado de menores. ¿Estamos locos?, o, ¿solo solo cuando nos interesa tomamos el todo por la parte?
No invente: nadie ha «justificado» a Putin por nada relacionado con el aborto, ni lo que ha llevado a la actual situación de Ucrania (que no ha empezado ahora, sino que lleva 8 largos años) está relacionado con éso. Por lo cual, es innecesario rebatir sus absurdos e incomparables argumentos. Las falacias de hombre de paja es lo que tienen: caen por sí solas, pues es imposible rebatir lo que nadie ha sostenido.
Una pregunta: ¿quién es más culpable, la pobre ucraniana que por posible necesidad económica alquila su vientre, o el español, alemán, francés… que paga para traer un bebé nacido en esas circunstancias?
Si hay alguien en esta vida que tiene que ponerse un bozal en la boca en este tema, es la jerarquía eclesiástica católica, empezando, por el Papa. No hubo ningún problema en dictar excomunión contra las mujeres que abortaran o contra quienes practicaran el aborto pero… amigo mío, cuando llegó la hora de incluir a quienes votaran a favor de la aprobación del aborto, y sobre todo de quien debía sancionar la Ley, en Roma dijeron: bueno venga, vamos a dar vaselina… y algún obispo de Madrid, que había hablado, se quedó colgado de la brocha. ¡Y no fue Bergoglio el Papa!
Su inicial justificación de algo inmoral como los vientres de alquiler por parte de la «pobre Ucrania» es completamente inasumible por un católico. Y, en cuanto al resto, cabe decirle que el aborto lleva aparejada la excomunión «latae sententiae». Es automática, no requiere de declaración alguna. E incluye a todos los que lo perpetran y a los colaboradores necesarios (incluyendo los políticos que lo hacen posible). Quienes, a pesar de ello, comulgan, lo hacen en pecado mortal y de forma sacrílega. No les arriendo la ganancia.
Cuando Rusia culmine victoriosa su campaña militar en Ucrania, destronando el régimen de Zelensky, prohibirá la maternidad subrogada y el aborto, con lo cual Putin salvará millones de vidas humanas.
Sacerdote por favor, usted no debería meterse en estos asuntos tan graves, haga el favor de no desorientar más con sus comentarios, se supone que es usted un hombre de Dios
Sacerdote mariano tiene razón al decir que Ucrania es uno de los países más depravados de Europa. El que lo estén pasando muy mal no tiene nada que ver con sus valores éticos y morales.
Eso si no acaba provocando la muerte de millones de personas, por muerte violenta o por hambre (ahora, que ya se han terminado los electrodomésticos y los ordenadores, se dedican a robar las cosechas de trigo de Ucrania, las cosechadoras, las sembradoras, los tractores, que acaban en Chechenia, como pago a los chorizos). A los posibles millones habría que sumarle los miles que lleva ya en Chechenia, Georgia, y ahora en Ucrania, sin contar los opositores a los que ha mandado matar, y a los que el mismo personalmente haya pasaportado al cielo. En Alepo recurrió al lema jesuítico: «el fin justifica los medios». Cuando le dijeron que podían morir inocentes, al parecer, contestó algo parecido a: «si es inocente o culpable solo lo sabe Dios, yo me limito a enviárselos y que él juzgue».
¿Relee los disparates que escribe? Si lo hiciera le daría vergüenza ajena, como la produce en quienes los leen por primera vez (incluidos quienes están claramente a favor de Ucrania y en contra de Putin). ¿Usted cree que con exageraciones del calibre que las gasta usted, trolas e invenciones, va a convencer a alguien? Será a los ya convencidos, pero ni a uno más. Y vaya mezclas que hace usted, en su ignorancia, de todo: así que, ¿que ‘el fin justifica los medios’ es un lema jusuítico? ¡Madre mía! Y no sé a quién atribuye esa invención suya de Alepo (¿¿a Putin??), pero es sospechosamente similar a la célebre frase atribuida a Arnaldo Amalric durante el sitio de la ciudad francesa de Béziers en la cruzada albigense (julio de 1209): «¡Matadlos a todos. Dios reconocerá a los suyos!». Hasta cuando inventa, que es siempre, le suenan campanas y no sabe dónde.
Putin, desde luego, prohibiría los vientres de alquiler pero el aborto no, porque el aborto es legal en Rusia. La cuestión para Putin no es moral sino nacional, de ninguna manera iba a consentir que los occidentales recurrieran a madres de alquiler rusas o ucranianas como si fueran siervas de los occidentales, su orgullo nacional no se lo permite. Pero suponer que el aborto que es legal en Rusia desde la URSS y jamás se ha recovado va a ser prohibido por Putin es una utopía sin sentido.
Es cierto que en Rusia hay aborto, pero hay menos que si gobernaran los partidos de la oposición, pues Putin lo está frenando. En esto es como Trump, que en su país también había aborto pero el Presidente lo frenaba. En una Ucrania liberada, habrá menos abortos y por tanto se salvarán millones de vidas humanas.
Parece como una granja de pollos.
¿Los querrán procesados o sin procesar?.
Eso si no acaba provocando la muerte de millones de personas, por muerte violenta o por hambre (ahora, que ya se han terminado los electrodomésticos y los ordenadores, se dedican a robar las cosechas de trigo de Ucrania, las cosechadoras, las sembradoras, los tractores, que acaban en Chechenia, como pago a los chorizos). A los posibles millones habría que sumarle los miles que lleva ya en Chechenia, Georgia, y ahora en Ucrania, sin contar los opositores a los que ha mandado matar, y a los que el mismo personalmente haya pasaportado al cielo. En Alepo recurrió al lema jesuítico: «el fin justifica los medios». Cuando le dijeron que podían morir inocentes, al parecer, contestó algo parecido a: «si es inocente o culpable solo lo sabe Dios, yo me limito a enviárselos y que él juzgue».
¿Relee los disparates que escribe? Si lo hiciera le daría vergüenza ajena, como la produce en quienes los leen por primera vez (incluidos quienes están claramente a favor de Ucrania y en contra de Putin). ¿Usted cree que con exageraciones del calibre que las gasta usted, trolas e invenciones, va a convencer a alguien? Será a los ya convencidos, pero ni a uno más. Y vaya mezclas que hace usted, en su ignorancia, de todo: así que, ¿que ‘el fin justifica los medios’ es un lema jusuítico? ¡Madre mía! Y no sé a quién atribuye esa invención suya de Alepo (¿¿a Putin??), pero es sospechosamente similar a la célebre frase atribuida a Arnaldo Amalric durante el sitio de la ciudad francesa de Béziers en la cruzada albigense (julio de 1209): «¡Matadlos a todos. Dios reconocerá a los suyos!». Hasta cuando inventa, que es siempre, le suenan campanas y no sabe dónde.
Un ejemplo.
Sobre los diputados mexicanos que votaron la ley del aborto. «El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi… «No ha llegado ningún comunicado de los obispos mexicanos sobre este argumento», declaró el jesuita al ser interrogado sobre la presunta excomunión de los legisladores de la ciudad de México por la Iglesia católica mexicana. Indicó que el Código de Derecho Canónico prevé la excomunión automática (latae sententiae) solamente para los que ejercen el aborto y lo consiguen. Y no es el caso de los legisladores», aclaró Lombardi. De igual modo, el cardenal mexicano Javier Lozano Barragán, ministro de Salud de la Santa Sede, aclaró que el derecho canónico sólo prevé la excomunión para quienes practican los abortos, es decir, las mujeres y los médicos».
Periódico «la jornada».
Siento decirle que el que ha escrito tal cosa en el periódico «La jornada» no tiene ni idea de Derecho Canónico. Y si el P. Lombardi dijo lo que le atribuye, sólo caben dos posibilidades: o el tampoco tenía ni idea, o mintió, lo cual es más grave que que no sepa nada un periodista. Se lo voy a demostrar:
El canon 915 dice: «No deben ser admitidos a la sagrada comunión los excomulgados y los que están en entredicho después de la imposición o declaración de la pena, y los que obstinadamente persistan en un manifiesto pecado grave». Aunque sólo fuera por ésto último, un político que públicamente apoya, promueve o vota a favor de leyes que hacen posible el aborto, ya estaría excomulgado según este canon (ni puede comulgar, ni recibir la absolución en la confesión si persiste en su pecado y no se arrepiente ni tiene propósito de enmienda, con propósito de reparar el da´ño que su pecado a causado, incluido el escándalo.
Pero no queda aquí la cosa: Si uno sólo atiende al canon 1398 : «Quien procura el aborto, si éste se produce, incurre en excomunión latae sententiae», le parecerá que sólo pueden ser excomulgados el médico que perpetra materialmente el aborto y la mujer que lo ha decidido voluntariamente dicho aborto, por lo que un político proabortista estaría excluido y no les afectaría la excomunión, por lo que podrían comulgar, ¿no? Pues no señor: el canon 1329 § 2 establece que «los cómplices no citados en la ley o en el precepto (como en el caso del citado canon referido al aborto) incurren en la pena ‘latae sententiae’ correspondiente a un delito siempre que éste no se hubiera cometido sin su ayuda y la pena sea de tal naturaleza, que también a ellos les puede afectar; en caso contrario, pueden ser castigados con penas ‘ferendae sententiae'».
La doctrina católica señala estas figuras de colaboradores que pueden contribuir de manera necesaria al delito de aborto: padres, enfermeras, trabajadores sociales, personal de consultores… y los políticos que con sus actuaciones, leyes y sus votos son colaboradores necesarios para hacer posible tal crimen. Ejemplo práctico: Biden «El Católico» ha aprobado la asignación de fondos a favor del aborto, dinero sin el cual no podrían realizarse ni se realizarían abortos (da igual si muchos o pocos). Dicha financiación es requisito imprescindible para que algunas mujeres puedan abortar. Sin ese dinero, algunas madres habrían abortado igualmente, pero otras no. Así que, estas iniciativas entran dentro de la condición de necesidad indicada por el canon 1329: «siempre que éste [el delito] no se hubiera cometido sin su ayuda». Además, sólo pronunciarse a favor del aborto puede ser incentivo suficiente para motivar a algunas mujeres a hacerlo.
El político que se pronuncia a favor del aborto incurre en un pecado grave manifiesto, pues abortar es un pecado grave. Aconsejar a la gente que aborte es también un pecado grave. El político que avala pública y continuamente las prácticas abortivas no sólo las aprueba, sino que las difunde ampliamente; es como si asesorara a un número indeterminado de personas. Aprobar y querer difundir el aborto, pues, es un pecado grave, y como se hace con plena conciencia y consentimiento deliberado, el político que persiste en el mismo sin arrepentimiento estaría en estado de pecado mortal, condición que le impediría recibir la Comunión. Si lo intenta, el sacerdote debe prohibirle la comunión por su apoyo público al aborto, que le hace formar parte de aquellos «que se obstinan en un pecado grave manifiesto» (canon 915 ya citado). Como ve, su «fuente» patina.
Yo no he asegurado que Putin dijera… (evidentemente yo no lo escuché). He comentado: «al parecer, contestó algo parecido a: «si es inocente o culpable solo lo sabe Dios, yo me limito a enviárselos y que él juzgue».
La noticia fue publicada por Fox News, citando como origen a Remi Maalouf, periodista de Russia Today, el medio de cabecera del Kremlin. El origen primero de la frase me da igual, también se atribuye a Churchill la frase «cada pueblo tiene el gobierno que se merece», cuándo en realidad es de San Agustín.
Conclusión: que no dijo tal cosa. Pero cuando se trata de desprestigiar al enemigo, todo vale (hasta la mentira). Actitud muy católica, sí señor.