Julio Tudela desmonta un artículo de «El Mundo» que niega que un embrión sea vida

Julio Tudela Cuenca
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El doctor Julio Tudela es miembro del Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia. Tudela ha salido al paso de una información publicada por El Mundo en donde trata de explicar «la tragedia de los embriones congelados condenados a muerte».

«El mayor obstáculo bioético, aunque no el único, que presentan algunas técnicas de reproducción asistida como la Fecundación in Vitro (FIV) o la Inyección Intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) es el de la producción supernumeraria de embriones humanos destinados en su gran mayoría a su destrucción», afirma Tudela.

El doctor hace referencia en su escrito a un artículo publicado en el diario El Mundo el 2 de Mayo que presenta como investigación pionera un trabajo que trata de evaluar el número de embriones criopreservados existentes actualmente en España, así como sus posibles destinos futuros. Se trasladó una encuesta a distintos centros nacionales de reproducción asistida solicitando datos acerca de cuántos de estos embriones estaban destinados a ser gestados por los donantes, donados a terceros, utilizados en investigación, directamente destruidos o, finalmente, sin un destino conocido.

El mencionado artículo define este último destino, el indeterminado, como el más controvertido, después de afirmar, parafraseando a la autora de la investigación, Rocío Núñez Calonge, que estos embriones son en realidad “agrupaciones de células que legalmente merecen respeto, pero no son consideradas vida”.

Tudela sostiene que «esta afirmación, no justificada, contradice las evidencias científicas disponibles actualmente acerca del estatuto biológico del embrión humano. Puede afirmarse que existe un gran consenso científico en cuanto a considerar que la vida de un ser humano comienza con la fecundación, por lo que el cigoto, embrión humano de una sola célula, es un individuo de la especie humana, con identidad propia e irrepetible».

Además, el doctor miembro del Observatorio de Bioética argumenta que «los intentos de establecer una naturaleza de pre-embrión, algo parecido a lo que la autora afirma hablando de las “semillas” de las plantas, como algo distinto del embrión, fracasaron hace ya algunos años, siendo abandonados hasta por los que los promovieron en los años ochenta del pasado siglo a raíz de la aparición de las técnicas de fertilización in vitro».

«El concepto “persona” que también menciona la investigadora incluye, además del reconocimiento de la identidad biológica humana, el reconocimiento de dignidad y derechos, que pueden ser otorgados o retirados, como la humanidad ha hecho injustamente en tantas ocasiones, pero que no anulan la evidencia de la existencia humana presente en todo embrión», subraya el doctor.

Julio Tudela también señala lo que considera una «grave imprecisión en el artículo, hay que añadir otras que confunden más que aclaran». Tudela resalta que «el hecho de que, según el artículo, 60.005 embriones se hallen en “situación de abandono” por no estar definido su destino, no es más grave que 668.082 de ellos -según datos registrados, aunque en realidad pueden ser muchos más- que permanecen criopreservados, estén destinados, mayoritariamente, a su destrucción, bien por promoverla directamente o por hacerlo para utilizar sus células en investigación».

La gravedad del hecho, mantiene Tudela, «es mayor si se tiene en cuenta que se siguen produciendo importantes cantidades de embriones que no van a ser implantados en procesos de reproducción asistida, lo que plantea una espiral de producción y destrucción de -no debe obviarse, como hace la mencionada autora- seres humanos en sus procesos iniciales de desarrollo».

También añade que «esta cuestión ha sido ya denunciada previamente, entre otros por Rich Vaughn, un abogado de Los Ángeles que dirigió el comité de reproducción asistida de la American Bar Association durante muchos años, que afirmó en un medio estadounidense en 2019 que “es un verdadero dilema para estas clínicas… No sabemos muy bien qué hacer con ellos y todos tienen miedo de actuar ante la posibilidad de ser demandados si las personas reclaman décadas después sus embriones”. En su intervención afirmó que “no se sabe cuántos embriones están almacenados; los centros no tienen que informar eso. Un estudio estimó que había 1,4 millones en los EE. UU. Los investigadores creen que entre el 5 y el 7 por ciento son abandonados, aunque llega al 18 por ciento en algunas clínicas”.

Por último, el doctor afirma que «denominar eufemísticamente a los individuos de la especie humana en sus estados iniciales de desarrollo como agrupaciones de células, para tratar de minimizar la tragedia que se esconde tras su manipulación y destrucción, es faltar a la verdad científica y constituye una forma inaceptable de manipulación, contra la que, por cierto, ya se pronunció en 2011 el Tribunal de Justicia Europeo en su Sentencia de 18 de Octubre, en la que establecía que “es un embrión humano todo óvulo humano a partir del estadio de la fecundación”.

«Un embrión humano no es simplemente un agregado celular sino un individuo diferenciado, organizado, que sigue un programa de desarrollo preestablecido sin solución de continuidad y que, si se le deja evolucionar naturalmente, progresará en su maduración hasta la edad adulta. Los estados de inmadurez en este proceso evolutivo no le desposeen de su naturaleza humana, del mismo modo que la inmadurez de un neonato no le priva de su condición personal de ser humano, con dignidad y derechos», concluye Julio Tudela.

 

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Comentarios
8 comentarios en “Julio Tudela desmonta un artículo de «El Mundo» que niega que un embrión sea vida
  1. “Un feto tiene vida, pero no es una vida humana” dijo una de las brillantes ministras de Zapatero, dicho lo de brillantes con toda la ironía del mundo.

  2. El Dr. Tudela es brillante en su exposición.
    Científicamente está demostrado que la vida humana empieza en la concepción, por lo que cualquier actuación deliberada que provoca la muerte de embriones es abortiva e inmoral.

  3. «Rocío Núñez Calonge, que estos embriones son en realidad “agrupaciones de células que legalmente merecen respeto, pero no son consideradas vida”.

    Científico que obtuvo su título académico en una feria y consiguió el puesto de trabajo en una tómbola.

    Supongamos que llega una expedición de terráquea a un planeta con vida animal, y se toman como muestras una serie de embriones de todos los animales disponibles.

    Si Rocío Núñez Calonge comunica a la Tierra que ha tomado embriones de todos los animales pero que «son en realidad agrupaciones de células que legalmente merecen respeto, pero no son consideradas vida”, habría sido depuesta de la misión al segundo.

    El cigoto o embrión animal de 1 célula es un individuo de la especie animal con identidad propia irrepetible.

    Y es que tenemos unos científicos que en el nivel científico, filosófico y teológico son unos analfabetos totales.

  4. Todo lo que ha hecho DIOS es la suma PERFECCIÓN.

    Toda la vida sea humana o no empieza en la fecundación.

    Es la más sublime CREACIÓN DE DIOS.

    El hombre nada cria. Sólo puede destruir o transformar.

    Algunos científicos quieren ser como DIOS. La envidia y la soberbia son algunas de las imperfecciones del hombrecito que nosotros mismos somos.

    Miremos al cielo con el corazón abierto. Es donde vamos a encontrar las soluciones para nuestro problemas de identidad.

    Dios nos bendiga a todos.

  5. Han llegado a afirmar que «solo hay vida humana cuando hay conciencia». Se imaginan con ese criterio podríamos quitarle los derechos a todo el que viva u obre de modo tal que podamos negarle una verdadera vida consciente. Adios a los enfermos terminales, a los que estén en estado vegetativo, a los niños muy pequeños (¿los podremos matar hasta los 7 años?) … y cuantas más insensateces.

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