El portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, venía preparado para lo que sabía que sería una rueda de prensa monotemática sobre los casos de abusos. Con esta rueda de prensa se ha puesto punto y final a la 119º Asamblea Plenaria de los obispos españoles.
Esta era la primera rueda de prensa tras la puesta en marcha de la auditoría encargada por la CEE al despacho Cremades&Calvo Sotelo. De ahí la expectación generada y que prácticamente casi todas las preguntas de los medios allí presentes fuesen orientadas hacia este asunto.
Auditoría como medio para reforzar el trabajo realizado por las 70 oficinas
En relación a la posible consulta de archivos de las diócesis sobre casos de abusos, Argüello ha detallado que se hará «conforme a la legislación». Eso incluye legislación civil, ley de protección de datos y también lo que marca el Derecho Canónico. Añadido a esto, el obispo auxiliar de Valladolid ha querido rebajar las expectativas levantadas sobre esos documentos de las diócesis. «Se sobrevalora lo que se piensa que se pueda encontrar en los archivos», apostilló Argüello.
Durante este Asamblea Plenaria, el portavoz de la Conferencia Episcopal, ha desvelado que los obispos dedicaron la tarde de ayer a tratar el tema de los abusos. En una de esas sesiones, estuvieron presentes personal del despacho de Cremades para informar del trabajo realizado hasta la fecha. Previo a ello, desde el despacho se envió una carta a todos los obispos y a los responsables de las oficinas de abusos de las diócesis y órdenes religiosas.
Además de la información recabada por el despacho, también se obtuvo información, durante esta semana, por parte de las 70 oficinas. «No me cansaré de insistir que la auditoría es para reforzar, mejorar, complementar el trabajo realizado por las oficinas», añadió Argüello.
«Sorpresa» porque solo se investigue los casos de la Iglesia
De igual modo, Monseñor Argüello ha vuelto a hacer un llamamiento a todas las víctimas para que se pongan en contacto con las oficinas de abusos de las diócesis y con el propio despacho encargado de realizar la auditoría o incluso con los medios de comunicación. El portavoz de la CEE también ha desvelado que al despacho han llegado algunas llamadas de casos de abusos, que nada tienen que ver con la Iglesia, sino casos sucedidos en el ámbito familiar.
Argüello también ha advertido que abrir numerosos causas de investigación (parlamentos, Defensor del Pueblo, auditoría…) para tratar un mismo tema puede parecer que «estamos exagerando» y dar lugar a la «revictimización».
El portavoz de los obispos españoles ha confirmado la negativa de la Iglesia a colaborar con la causa que emprenda el Defensor del Pueblo. «Realizar una comisión de investigación solo en la Iglesia, cuando el Fiscal General del Estado pone de manifiesto que sobre 15.000 casos abiertos en España, 69 son lo que se refieren a la Iglesia… parece sorprendente que solo se investigue el ámbito donde solo se producen los 69 y no se investigue el ámbito de los casi 15.000 restantes», argumentó Argüello.
Matrimonio hombre-mujer
A pregunta de este medio sobre la defensa del matrimonio, Luis Argüello ha vuelto a dejar claro que la propuesta de la Iglesia es «el matrimonio entre hombre y mujer abierto a la vida». Además, el obispo auxiliar de Valladolid ha dicho que «otro tipo de relaciones, alianzas o regulaciones legales entre personas es legítimo que puedan regularse según los ordenamientos jurídicos, pero no nos parece que a eso se le pueda llamar matrimonio, porque no se le puede llamar de la misma manera a dos realidades que son objetivamente diferentes», ha zanjado Argüello.
Argüello seguirá en su cargo
Más allá de un posible e inminente nombramiento de Monseñor Argüello como arzobispo de Valladolid, a la pregunta de Infovaticana sobre si esta sería su última Plenaria como portavoz y secretario de la CEE, ha relatado que fue elegido durante 5 años en 2018 y «cumpliré mi tiempo en la Conferencia Episcopal hasta que se cumpla este plazo», aunque dejó la puerta abierta a que cualquier otro tipo de circunstancia puede cambiar esta situación.
Por último ha insistido en que «es la Asamblea Plenaria quien elige al secretario general y por tanto en la siguiente Asamblea Plenaria yo estaré de secretario general».
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Mientras, bullicio de gentes que danzan con ruidoso compás, el estruendo se escucha de la amotinada ciudad, carcadas, orgías, brindis y maldecir y jurar. Mientras, que bien se convive con el diablo mundo.
Siempre gusta pisar moqueta.
Más respeto me daba con el puño en alto en los mítines comunistas, por lo menos eso demostraba cierto idealismo. De la oscura etapa por la Platajunta Democrática formada por todos los sin Dios y los traidores de la antiEspaña, para que hablar. Sigue sintiéndose orgulloso de haber acabado con un régimen que en sus Principios fundamentales decía; La nación española considera como timbre de honor el acatamiento a la Ley de Dios, según la doctrina de la Santa Iglesia Católica, única verdadera y fe inseparable de la conciencia nacional que inspirará su legislación.
Claro está que llegó el concilio y pisoteó la Unidad Católica por retrógrada, modernizándose la iglesia con la libertad de cultos que destronó definitivamente a Cristo Salvador de su reinado social. Estos prelados cantan, ande yo caliente ríanse las gentes…….
Solo con ver el garabato horrible antítesis de la belleza nos hacemos una idea de los horrores de dentro. Estos prelados pretenden alcanzar el cielo pisando mármoles y moquetas y se vuelven de espaldas a Cristo pretendiendo desmentirle en la imposibilidad de servir a Dios y al dinero. Han elegido ser vividores, la existencia frente a la esencia, del ser y el alma. Aman lo grotesco, apegados a lo material son la antítesis de aquella frase; esculpìd con nueva luz el rostro de Dios. LAUS DEO
Argüello debería dimitir. Es un portavoz que se vende a las modas del mundo, y por ello vuelve a insistir machacónamente sobre el tema de abusos, se niega a condenar la ideología de género (e incluso defiende las uniones civiles de los lgtbi a pesar de que eso va contra la doctrina católica), defiende que Ucrania tenga derecho a defenderse (como si la guerra la hubiera empezado Rusia), y otros dislates que jalonan su lamentable intervención.
Aclaro lo que digo sobre Ucrania, pues la guerra empezó el 2014 y el Gobierno de Ucrania ya había causado más de 14.000 civiles muertos e incluso abundantes casos de vejaciones y torturas. Por ello, los obispos no deben simplificar el tema, sino considerar la complejidad del asunto, y reconocer que son muchos los que piensan que la que se está defendiendo es Rusia.