El vicario auxiliar del Opus Dei y, por tanto número 2 de la Prelatura, Mariano Fazio, presentó ayer en Madrid su último libro titulado Libertad para amar a través de los clásicos.
El sacerdote argentino destacó en su presentación que «los clásicos nos demuestran que hay una naturaleza humana. Ese concepto hoy está en crisis. Hay que volver a los clásicos» o “un clásico tiene que vencer la rueda del tiempo, ‘El señor de los anillos’ ya es un clásico consagrado del que se puede aprender mucho”.
Sobre el libro, la editorial Rialp comenta lo siguiente: La palabra libertad es realmente mágica. Levanta pasiones maravillosas, y ocasiona también errores dramáticos. Bastaría preguntarles a Adán y Eva por su felicidad interior, tras elegir libremente la manzana. No somos los primeros que nos preguntamos cómo usarla bien. Muchos lo han hecho antes que nosotros, y han concluido con enorme sabiduría o con enorme torpeza.
Este libro trata de mostrar cómo la libertad está orientada al amor. Y cómo esta afirmación tiene una enorme importancia para la vida cristiana. Fazio así lo muestra, de la mano de grandes autores clásicos de todos los tiempos
Con motivo de la presentación de su nuevo libro, Fazio ha concedido sendas entrevistas a Religión Confidencial y a El Debate. En conversación con RC, el vicario auxiliar del Opus Dei destaca que “hoy en día, como vivimos en una sociedad muy secularizada, para realizar una evangelización eficaz tenemos que hacer lo que han hecho los evangelizadores a lo largo de la historia de la Iglesia: preparar el terreno para anunciar el Evangelio. Para llevar a cabo esa evangelización, Mariano Fazio incide en recuperar valores como «el bien, la verdad y la belleza».
Sobre pluralismo y libertad dentro de la Iglesia, Fazio se mostró defensor de que “dentro de la Iglesia tiene que haber pluralismo y eso se consigue a través de una buena formación doctrinal. Un católico bien formado sabe distinguir lo que es esencial del mensaje evangélico y de la verdad revelada, de otras cuestiones circunstanciales».
Sobre el Papa Francisco, Mariano Fazio responde a Religión Confidencial que «la Iglesia y los católicos, sin el Papa, no somos nada” y añade que «los estilos humanos de los tres últimos pontífices son muy distintos y en esto cabe una gran pluralidad».
En la entrevista con El Debate, preguntas y respuestas se centran en el contenido del libro y los clásicos. En relación a la ruptura entre los clásicos y los valores religiosos, el vicario auxiliar de la Obra destaca que «hoy vivimos en una sociedad muy secularizada, donde los valores religiosos confesionales propuestos directamente quizá no se entiendan. Tal como se ha hecho a lo largo de la historia de la Iglesia, hay que preparar el Evangelio, proponer nuevamente los grandes valores humanos».
Fazio declara a El Debate que «ha sido muy beneficioso el magisterio del Papa Benedicto XVI, que ha puesto muy, muy de relieve todo lo que les debemos a los Padres de la Iglesia. También San Juan Pablo II impulsó un documento para revitalizar el estudio de los Padres de la Iglesia en la formación de seminaristas, sacerdotes, etc».
Por último, afirma Mariano Fazio que «me parece que el proceso clave para entender la modernidad es la secularización. Hay una secularización que podríamos llamar fuerte, que se puede identificar como la afirmación de la autonomía absoluta del hombre, de la mujer, de la persona humana. Esa es una secularización profundamente anticristiana».
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
Fazio debería matizar lo que dice sobre que los evangelizadores a lo largo de la historia «han preparado el terreno para anunciar el Evangelio.» Tal afirmación no se verifica de forma habitual, sino que los evangelizadores siempre predicaron como dice San Pablo «a tiempo y a destiempo» (2Tim 4,3) sin preocuparse por si el terreno estaba preparado o no.
En cuanto a su enfoque sobre el Papa, es el que cabe esperar del Opus Dei de hoy, que lamentablemente es errático. Decir que «los católicos sin el Papa Francisco no somos nada» es falso. Si un Papa incurre en error doctrinal, los católicos deberemos obrar al margen de él, y eso no anula nuestra naturaleza cristiana. Sin Cristo no somos nada bueno, pero sin el Papa podemos vivir en la santidad y en la verdad, porque nos sostiene el magisterio pontificio precedente.
Don Mariano acierta al afirmar que «los estilos de los tres últimos papas son muy distintos», pero se equivoca al decir que «en esto cabe una gran pluralidad», puesto que el problema de Francisco no es sólo de «estilos humanos» , sino que en su caso incurre en una abierta oposición a la doctrina (en algunos aspectos), y también en el error de incorporar ideologías mundanas a su enseñanza.
Es tristísimo ver a sacerdotes y prelados adulando a este siniestro personaje.
Lo tienen como si fuera un dios.
Entiendo que este buen señor traslada al Papa Francisco el sin Mi no podéis hacer nada (sine Me nihil potestis facere) de Nuestro Señor al Papa Francisco. Una verdadera barbaridad, papolatria en estado puro, que nos indica, por si no hubiera otras señales, el estado errático del OD. ¡Y es superior de Argentina! ¡Si así es el prior cómo serán los frailes!
El Vicario Auxiliar de la Obra habla de necesidad de formación, cuando él es el primero que demuestra estar confundido. Su idea de que «sin el Papa no somos nada», nunca ha sido enseñada por la Iglesia. Cuestión distinta es lo que decía San Ignacio de Antioquía : «No hagáis nada sin el obispo», que se refiere a que normalmente debemos secundar a los obispos, pero cuando un Papa o un obispo han sido erráticos, los santos han sido los primeros en refutarles, pues no debemos seguir a quien, en vez de confirmar en la fe, aleja de la misma.
Y sobre lo que dice el Padre Mario de preparar el terreno enseñando valores antes de evangelizar, es otra equivocación. Esa es la excusa para dejar de hacer apostolado, e ir a lo fácil, que es predicar una ética básica, que al final no nos distingue de cualquier enfoque altruista, filantrópico, o puramente filosófico.
Lo que dice el Vicario del Opus Dei no es la misión que Cristo encargó a su Iglesia.
Hablan de papo-latría, pero se nota claramente la papo-fobia. Demoníaco…
Troll, ni caso
Yo no soy troll, sino que en mi respuesta me acomodo al nivel de vuestros comentarios, para no desentonar.
Perdón. Creía que era a mí el mensaje dirigido…no, .era a Fernando.
fernando, creo que te equivocas, no existe papo-fobia, como no existe en cualquier bien nacido la padre-fobia, sino el lloro por lo que puede realizar el padre. Si mi padres es inmoral, le respetaré por ser quién es y lo que le debo, pero no puedo decir que es estupendo. No hay para nada fobia, sino verguenza y sufrimiento.
Curioso ver como se quejan de papolatria los viganomistas fanáticos que cada palabra dicha por el la tratáis como palabra de dios.
Troll, ni caso
FERNANDO y VIGIA, seguidores como vosotros 2 sois lo que merece Facio y, por extensión, Francisco.
Distingo fray Domingo: «la Iglesia y los catolicos sin el papa no somos nada». Si se refiere al ministerio petrino encomendado por el Señor a Pedro, será que sí, pero no a un papa concreto que puede querer llevar a la grey al error en moral, en la fe auténtica, y que no cumple con sus deberes de guardar el depósito sagrado de la misma. Y es difícil pero hay que distinguir.
Y hay que distinguir quién tiene el cargo y para qué. El hecho es que la santificación de los fieles no viene del papa, sino de los sacramentos que administra la Iglesia y los medios de santificación que nos dió Cristo. Ha habido papas buenos y malos pero no han afectado a esa posiblidad de santificación. Ha habido cismas como el de Aviñón que ha aportado a la Iglesia santos en ambos bandos y divisiones. Ser papa no es de por sí un beneficio y puede -como ha pasado anteriormente- ser un perjuicio para la Iglesia. El Papado y el respeto a quien lo ostenta por su función son necesarios y bienes.
Pero ese respeto a quién ostenta el papado no pasa por la aquiescencia ante los errores graves en materias no opinables, ni tampoco por dar por bueno un pontificado que hace que las ovejas puedan equivocar el camino y yerren.
“Los Catolicos sin el Papa no somos nada”
Los católicos sin Cristo y Su Iglesia no somos nada
Papolatra el señor este
Bastante mejor estaría la Iglesia sin Francisco. Así que sin este papa somos, porque es Cristo el centro de la Iglesia.